HORA DE IRSE.- Mediterráneo
Fecha Friday, 28 April 2023
Tema 040. Después de marcharse


Quiero dar las gracias a Over the rainbow por su post del pasado miércoles. Es un escrito que no tiene desperdicio y es objetivo en su totalidad, pero el párrafo final es impagable:

Hay gente que pareciera no haberse ido nunca del Opus Dei. Su vida sigue atada a todo eso. Es sumamente importante preocuparse por que la Obra reconozca sus errores, que haga justicia, que desaparezca o que implosione, pero cada uno debe seguir adelante con su vida. No se puede estar pendiente de que las personas de la institución hagan esos reconocimientos para tener nosotros una Vida más Plena. Es una locura seguir atados a eso. Es no haberse ido nunca (perdón por repetirme). Es pedir cosas que no sabemos si las van a hacer, y seguir esclavizados a la institución, aunque hace años que nos hayamos ido.

Ex’s que me leéis: tod@s fuimos víctimas de un sistema atroz, también tod@s fuimos victimari@s. Nadie salió indemne de la institución, nadie, y no está en nuestras manos volver atrás en el tiempo y cambiar aquellos años. Sí lo está, sin embargo, conseguir, con esfuerzo, paciencia y ayuda, que esos años no tengan mayor peso que el que les corresponde, y el peso se lo atribuimos nosotros.  

Ya estamos fuera, la institución nos dejó ir, en el sentido de que no les importamos nada (tampoco importamos mientras estábamos dentro, pero bueno), ahora debemos dejarnos ir nosotros. No es aceptable que, en el conjunto de años de nuestra vida, sean esos años los que nos definan como seres humanos. Yo no soy solo los xx años que pasé en la institución, me niego en redondo a ser definida por esos años, y me niego en redondo a darles semejante protagonismo. Soy esos años, sí, pero soy tantas cosas más, hay tantos años más en mi vida, gracias a Dios, que esos quedan ahí, en la sombra, como las relaciones equivocadas, como los errores cometidos. Yo no soy solo xx años como agregada y como administradora, soy estudio y conocimiento, esfuerzo, resiliencia, voluntad de ayudar a los demás, soy miles de libros leídos, soy independencia, soy optimismo, soy trabajo, soy amor al prójimo, soy viajes, soy empatía, soy tantas, y tantas, y tantas cosas.

¿He borrado aquellos años? No, ni puedo ni quiero. ¿Tuvieron consecuencias? Sí, ya lo creo, y cambiaron la dirección de mi futuro, y, sin esos años, mi vida hubiera sido otra, vaya si hubiera sido otra. Fueron los años que fueron, cada uno tiene los suyos, pero igual que la institución me dejó ir, yo decidí, hace mucho tiempo, dejarme ir también, no seguir atada. Elegí la libertad, sigo eligiéndola todos los días.

¿Significa eso que todo está bien en el mejor de los mundos, y aquí paz y después gloria, y pelillos a la mar, y todos muy amigos? Pues no. La institución se ha equivocado en TODA la puesta en práctica del mensaje, en TODA, del principio hasta el final, y equivocada sigue a fecha de hoy. La institución ha cometido abusos e injusticias innumerables, y ha pecado contra todos y cada uno de los mandamientos, contra todos sin excepción, porque, contrariamente a lo que gustan repetir, no nacieron perfectos de la mano de Dios, lejos de eso. La institución ha hecho mucho daño, a muchas personas, a lo largo de mucho tiempo, y debe pedir perdón, y debe reparar, y la reparación –no lo olvidemos– debe ser proporcional al daño causado.  

Sin embargo, que reparen o no, que pidan perdón o no, que cambien o no, está completamente fuera de mi control y no tiene, no ya un impacto, sino ninguna influencia en mi vida. Intento ayudar a las víctimas en cuanto está en mi mano, que es lo que puedo hacer. En cuanto al resto... soy espectadora de los desatinos de la institución, testigo del rumbo de colisión que se empeñan en no cambiar, público de su torpeza, y audiencia de su ciega huida hacia delante, hacia el abismo. Lo que hagan o no hagan me provoca risa, pena, cólera, incredulidad y sorpresa, impotencia y sentimiento de injusticia (nax que me lees, sabes que hablo de ti), pero mi vida transcurre en otra galaxia, con otro sistema solar y otros parámetros astronómicos. Si no leo las actualizaciones de OpusLibros, no pasa nada. Si no asisto a los coloquios de Antonio Moya, he asistido a dos y no creo que asista a más, no pasa nada.

Ex’s que me leéis: es hora de irse.

Mediterráneo

Las cosas que aquí se ven / ni los diablos las pensaron” – José Hernández, “El gaucho Martín Fierro”

 









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=27794