Qué hubiera sido si...- Clara
Fecha Friday, 26 January 2024
Tema 040. Después de marcharse


Querido Eilad:

He leído tu carta: “Por qué me he ido del opus después de tanto tiempo con la emoción con la que tú la has escrito. Y deseo que con el tiempo no te acuses, tortures e insultes tanto a ti mismo. Y que no sufras por el "qué hubiera sido sí" con el que tanto daño nos hacemos.

El que se casó y es infeliz en su matrimonio se tortura con el "qué hubiera sido si no me hubiera casado". El que no se casó con lo contrario. El que emigró con "que habría sido si me hubiera quedado en mi país". El que no se fue con "qué habría sido si hubiera salido de aquí."

Y comparamos nuestra vida real con una ficticia a la que colocamos todas las perfecciones. En la imaginación es fácil. Pero si hubiéramos elegido el otro camino quién sabe qué habríamos encontrado allí, quién sabe si en lugar de las flores y pájaros imaginados habríamos encontrado arenas movedizas y barrancos.

Cuando tu padre se casó también lo haría convencido de que el camino sería de flores y pájaros y eterna primavera.

Una vida real nunca podrá competir con una ficticia.

Puedes soñar que tienes esa vida de familia perfecta para ser feliz mientras lo imaginas, antes de dormir, pero no para torturarte pensando que no la tienes por tonto. Eso no es verdad y no sirve para nada hacerlo. La tienes mientras la sueñas. Sonríe mientras la imaginas mientras coges el sueño, y sé feliz con ello.

Cualquier relación que tengas o puedas construir con gente que te ilusione ver, que te escuche con interés y cariño, que se preocupe por ti, que tenga ganas de verte, que te eche de menos cuando no estás, que disfrute tu compañía como tú la suya, que te entienda y te acoja, que se sienta comprendida y acogida por ti, que sepa escucharte, para quien seas tan importante como él o ella lo es para ti, que te haga sentir en casa porque tú eres su casa...será tu familia de eterna primavera, flores y pájaros.

Cuántas familias no tienen eso, están solos en compañía. No es necesario tener hijos de sangre. Sí, hijos de alma. Cuántos adolescentes sufren perdidos, como estuvimos perdidos nosotros en nuestra adolescencia, y necesitan un referente, una compañía adulta, buena, honesta, generosa como tú.

Eso deseo para ti y para todos. Que sepamos y podamos y nos ayudemos a construir familias del alma, no de la sangre, ni de la Obra.

Un abrazo,

Clara.









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=28344