A los Josecar y Privilegiados del mundo.- Kaiser
Fecha Sunday, 03 October 2004
Tema 100. Aspectos sociológicos


A los Josecar y Privilegiados del mundo.

Vademecum de Consejos Locales: «resulta inevitable que algunos se vayan. Es una prueba más del vigor sobrenatural y de la salud de espíritu de la Obra. Como todo cuerpo sano, se resiste a asimilar lo que no le conviene, y expulsa inmediatamente lo que no asimila. Y no sufre por eso: se robustece» (VCL, 19- III-1987, pág. 48)

A ver si os enteráis: ¡que no le convenís al cuerpo sano! ¡Que ya se ha robustecido bastante con vuestra marcha!¡Que no se os necesita para nada ya! ¡Que bajéis el volumen de vuestro sonotone y empecéis a enteraros de cómo le ha ido en la feria a otros!¡Que os preguntéis para qué se os metió allí!¡Que os preguntéis por qué se prescindió de vosotros!¡Que os quitéis ya el síndrome de Estocolmo!¡ Que no necesitáis aparentar esa suerte de fidelidad postiza y "post mortem" para convenceros de que seguís siendo buenos!

Josecar, tío, que no salgo de mi asombro. Tu currículum profesional me anonada, pero confirmas mis sospechas de que los de ciencias sois unos simplones. O sea, que eras un poco blandorro con las mujeres y que eso te costó cinco días de retiro catártico (como el que tuve yo para pitar) y un calvario emocional (como el que tuve yo para salir). ¿Has leído a Maria Angustias? ¿Me vas a decir que tú lo que necesitas para estar cabreado con ellos es que se encierre el Padre contigo y te diga que eres un putón desorejado por algo que se malinterpretó y se guardó durante años, dejándote pasar antes durante años lo que no está (estaba) escrito, después de no haber hecho otra cosa que vivir entregado hasta lo imposible? Me dirás que si ella es mujer, es su problema ¿no? A tí no te han dicho éso, pero, coño, hijo, entérate de una vez, que no se podía ser ni cariñoso ni nada con las tías. Y tú venga a restregarte con ellas en medio del mundo asqueroso ése como si tal cosa. Y éso no es lo peor. Lo peor es que lo que importaba no era cómo tú vivías esa situación, sino cómo la entendían ellos por tí. Y ¡hala, a la puta calle, por insano, por gusano, por flojo!¡Y, encima, contento!...

Y a todos los privilegiados del mundo que dicen seguir viviendo los valores, etc..., que se pongan en la cabecera de la cama la cita "ut supra". ¡Qué bonito, hombre! Así que se pueden vivir los valores sin más. Sin minuto heróico, sin salto y beso al suelo al alba, sin normas, sin cilicios, sin disciplinas, sin mortificarse la vista, ni el gusto, ni el olfato; sin pies, sin manos, sin dientes... Muy bonito, hombre, muy bonito. ¿Hacéis proselitismo? ¿Dónde?¿Con quién?¿Cuántos os van a pitar este año? ¿Me tenéis a mí en la agenda?¿Quién os dirige la confidencia?¿A qué hora es el círculo?¿Dónde? ¿Cuándo ha sido vuestra última confesión?¿Habéis dicho lo de esta página? Porque no sería válida ¿Lo sabéis?

Quitando cada segundo pasado desde que dejásteis de cumplir con el comlejísimo entramado de jaculatorias, actos de presencia y de filiación divina, oraciones, lecturas, guardias, correcciones fraternas "ad extra", correcciones fraternas "ab intra", genuflexiones traumáticas al entrar y salir de cada centro, saludos, encomiendas, tiempos de la tarde, tiempos de la noche, etc, etc, etc..., estamos en condiciones de considerar que el nivel de "privilegiatura" que presentáis puede perfectamente compararse al nivel de cuadratura de cualquier "círculo" por breve que fuere.

Pero de ilusión -dicen- también se vive. Y ya se sabe que "estultorum numerum infinitum est". Yo me cuento entre ellos y pido perdón por el daño que he podido ocasionar a quienes ni me importó conocer realmente y he ido dejando en el camino. Algunos incluso dentro del camino.

Si me paro a pensar en la gente que he pisoteado, triturado, abandonado en medio de su propia vida extraviada precisamente por mi paso por ella... En la gente de que me he servido sin apenas saberlo. Esas Amapolas que no consigo quitarme de la cabeza, a las que otras "hermanas mías" desconocidas, sagaces, melifluas, diligentes, fatales, reclutaban para mi solo contento. Ellas se oscurecían para que yo brillara. Para que me sintiera un ser privilegiado. ¿Cómo es posible vivir con semejante monstruosidad delante y no ser capaz de verla?¿Cómo es posible verla ahora y no ser capaz de sonrojarse siquiera? ¡Coño con los que quieren seguir siendo unos privilegiados! Hoy lo he visto claro, quiero dejar definitivamente de considerarme uno de ellos.

Kaiser.







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=3121