Iglesia,democracia y liberalismo. Para Emejota.- Melqui
Fecha Sunday, 12 December 2004
Tema 900. Sin clasificar


Estimado emejota (respuesta a su correo del 5-XII) :

Sigo sin estar de acuerdo en nada contigo. Pero como mi respuesta sería excesivamente larga para contestar a todas y cada una de las cuestiones que planteas, me limito a aclarar uno solo de los puntos a los que te refieres, el que creo me permitirá ser más breve, dando yo también por zanjado el tema a partir de ahora, de modo que la página pueda centrarse en el Opus Dei.

Te quiero recordar, en primer lugar, que tu afirmación en el correo de 28-XI era : "Después de todo, cuando apareció la democracia, hace un par de siglos, los Papas de turno publicaron encíclicas diciendo que eso iba contra la ley de Dios". Sólo aclarar, entonces, que debemos concluir que en verdad no existe ninguna encíclica que haya condenado la democracia como forma de gobierno, puesto que esa condena no existe en la que tú citas. La encíclica, en realidad, se llama “Quanta Cura”, y el “Syllabus errorum” es un apéndice que la acompañaba. Y la frase textual de Pío IX es afirmativa (“El Papa puede y debe reconciliarse con el progreso, el liberalismo y la civilización moderna”), puesto que lo que hace el syllabus es relacionar errores, y recoge esa afirmación como un error.

De todas formas, el mismo Pío IX en su alocución “Jamdudum cernimus” (18 de marzo de 1861), explicó que esa frase no se refería a un rechazo de la civilización moderna entendida en el sentido de progreso técnico, bueno en sí mismo, ni del acceso de las clases populares a la libertad política, ni de la elevación del nivel cultural de todos. Lo que el Papa deseaba dejar claro era que la Iglesia no podía ni debía llegar a componendas con sistemas incompatibles con la fe cristiana, que en ese momento concreto se conocían como liberalismo o como modernidad. El Papa en ningún caso está hablando de un sistema político, sino de una doctrina filosófica basada en una supuesta autonomía del hombre ante Dios y ante la ley moral objetiva como norma última de conducta. Este liberalismo es el que de nuevo condena Pablo VI en la "Octogesima adveniens" (14 de mayo de 1971) cuando dice que "en su raíz misma el liberalismo filosófico es una afirmación errónea de la autonomía del individuo en su actividad, sus motivaciones, el ejercicio de su libertad"

Pero este liberalismo que condena la Iglesia, aunque se utilice la misma palabra, no tiene nada que ver con el liberalismo de la Escuela de Salamanca, por ejemplo, de los escolásticos Vitoria, Suárez y sus discípulos en los siglos XVI y XVII, ni tampoco con el liberalismo político de Locke, precursor de la democracia constitucional, ni con el liberalismo económico de Adam Smith que, en sí mismos, no han sido condenados nunca por la Iglesia, salvo en cuanto a las consecuencias concretas de ciertas formas de aplicar el liberalismo económico, cuando se pretende que el mercado prime sobre el hombre.

La discusión sobre la esclavitud, la Inquisición y la Doctrina Social de la Iglesia, es interesantísima y daría cada uno de esos temas para escribir un libro. Pero como ya hay muchos escritos y muy buenos, renuncio a seguir polemizando y a extenderme más sobre ellos. El que busca, encuentra.

Un saludo,

Melqui.









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