A los que dudan en entrar o salir de la Obra.- Serpa
Fecha Monday, 28 February 2005
Tema 040. Después de marcharse


   Hola a todos los Orejas. Estoy encantado con todo el debate que hay estos días. La cosa está muy animada.

 

   En referencia a algunos correos que he visto de personas que están dudando en dejar la obra o les están presionando para que entren en ella “Quiero irme y no puedo  yoo  (27-2-05); “No quiero entrarasdfg (27-2-05) y alguno más,  quiero contar, a modo de intentar ayudar, mis primeros años de reconstrucción.

 

   No lo hago con el propósito de “mira no os vayáis porque lo vais a pasar mal”, que yo lo pasé muy mal pero me acabaría yendo de todas, todas. Hace ya unos cuantos años, cuando lo hice (aunque más bien me invitaron cortésmente a salir), hoy y mañana si sigo consciente de quien soy, es que no dudaría ni un segundo. Aquí soy radical, o blanco o negro como diría Ana Azanza y tengo clarísimo que la opus ni en pintura, ya bastante mamé esa educación que todavía hoy me sigo acordando de ella...

 

  Con 17 años el sacerdote de mi club tras oírme en confesión durante un mes en el cual yo cometí algunos pecadillos propios de la edad, me advirtió: O cambias o lo dejas, no puedes seguir dando mal ejemplo: El mal ejemplo consistía en que por no cambiar había algún día que no pasaba por el club y me olvidaba de las normas. Yo no era capaz de racionalizarlo, de asumir que aquello iba en serio. Por una parte estaba a gusto, cumpliendo escrupulosamente con mi vocación y por otra el mundo me tentaba, caía y no quería volver a caer, pero otra y otra. Pero ¿mal ejemplo? ¿Quién sabía a parte del sacerdote de mis pecadillos?. Total igual que yo no decidí quedarme, tampoco el irme. Ellos lo decidieron: Los directores espirituales. El 1º vio en mi una clara vocación y el 2º vio que aquello, como que no. Y yo sólo rezaba y rezaba en el oratorio, pidiendo perdón y pidiendo ayuda.. En los 3 años que estuve adscrito cambió tanto el director espiritual, como el sacerdote, como el director del círculo...

 

   Pero esos 3 años y la educación recibida desde la infancia en el Colegio de Fomento estaban impresos en mi a fuego vivo. Y con 18 años por el mundo real con la mente “medieval”. La cabeza me jugó una mala pasada. La grave incoherencia entre lo que pensaba y lo que empezaba a experimentar dió como resultado una grave enfermedad mental o más que enfermedad un colapso.

 

   A todo esto recuerdo que en el COU (Actual 2º de Bac.) los compañeros de clase se extrañaban de que no fuera a misa todos los días: Eso si que era dar ejemplo. Creo que era a 3ª hora, elegías o estudio o misa, a misa íbamos los 3 opusinos de clase. Y yo ya no era uno de ellos. A misa el domingo y punto. Pues bien, los amigos, intrigados te lo preguntaban discretamente. Pero me acuerdo que un “compañero” durante un recreo cogió unas piedras y me las empezó a tirar a la vez que decía “ERES O NO ERES DEL OPUS”, repitiéndolo varias veces. Todavía suena en mi interior esa frase y el miedo que pase. Al dato, ese energúmeno era el nieto del primer miembro del opus de mi ciudad. Familia de real abolengo y por que no, un gran C. Durante muchísimos años después, alguna vez que me lo crucé me subía una rara fiebre por todo el cuerpo.

 

   Cambié de vida. Salía con una pandilla de chicos / as de mi edad que nada tenían que ver con el colegio. Pero empecé a imaginar cosas que no eran, que me perseguían, etc... Diagnóstico: Psicosis. Casualidades de la vida el psiquiatra al que me llevó mi tía era de la opus. Yo le vi como una tabla de salvación: Un poco de charla y pastillas por un tubo: Ya podía dormir, deje de ver lo que no es real, me tranquilicé. Pero dependía de una medicación que no me hizo perder la razón,  pero si el sentido de la existencia, me aletargó y años y años con pastillas y una pequeña charla al mes. La receta por parte del psiquiatra era siempre la misma: escuchar, sonreír, algún pequeño consejo médico y pastillas. La frase que más me debió repetir era: Serpa no te preocupes, lo tuyo es como romperse un brazo, una enfermedad mental es como una gripe, le puede pasar a cualquiera, pero tienen tan mala prensa...

 

   No es normal que a niños desde los 12 años o antes les infundan una moral tan radical, tan exigente y extenuante. Yo con 16 años era un perfecto numerario y no tenía opción de ver otra cosa: Mi padre tras una operación sufrió un derrame cerebral, perdiendo toda capacidad intelectual regida por el hemisferio izquierdo, entre ellas la capacidad de hablar, a mi madre se le vino encima el mundo con su marido así y 5 hijos que educar. Para ella fue un alivio que mi hermano y yo “viviésemos” en el club que además teníamos a 50 m de nuestra casa. Siempre oí decir que las sectas se aprovechan de las personalidades más débiles, de personas que están pasando una etapa muy difícil, lo corroboro. Para mí la Opus sustituyó a mi padre y a mi madre. Pero ningún padre te deja tirado con 17 años: Hala, a buscarte la vida.

 

  Me gustaría contar esto con sentido del humor, pero es que no me sale. Por favor Satur sigue escribiendo ( Cáp. 9 y último de querida opus, 25-2-05).

 

Serpa









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