El camaleón no deja de serlo.- Dionisio
Fecha Friday, 29 April 2005
Tema 100. Aspectos sociológicos


Queridos Orejas:

 

Suscribo plenamente todo lo que escribe Jesús F el 27 de abril. En el lado oscuro no tienen ni siquiera una vaga intención de reformarse. La simple consideración de esa posibilidad sería algo pecaminoso para esa pobre gente. Para rectificar al menos hay que admitir que uno se ha equivocado. Ese concepto no es posible allá, ni siquiera considerando que se les llena la boca hablando de humildad personal y humildad colectiva. El opus no se equivoca.

 

Recuerdo los primeros días después de que, ¡gracias a Dios!, me fui, cuando me decían que si volvía arrepentido me perdonarían y todo sería como antes. Les respondí que si era conveniente que yo pidiera perdón por algo, también sería adecuado que ellos pidieran perdón por todas las que me hicieron a mí hasta ponerme al extremo de mandarlos a hacer puñetas. Jamás respondieron a esto. Ellos no piden perdón, porque nunca se equivocan (corporativamente, quiero decir, personalmente aparentan admitir humildemente indefinidos pecados) y si nunca se equivocan no tiene sentido rectificar ni reformarse.

 

No hay que confundir su asombrosa capacidad camaleónica para mimetizar el ambiente, con una cierta capacidad de reforma. Aunque el camaleón cambie de color sigue siendo camaleón, cosa que demostrará en cuanto el disfraz deje de serle necesario. Pueden fingir que aman a los pobres, al Papa Ratzinger y a la sociedad protectora de perros calvos, siempre que esto le convenga. Igual que son capaces de fingir que les interesa lo que tú haces hasta que te han enganchado. Luego de pitar se acaba el fingimiento. Recuerdo a uno de los mayores (mayores hipócritas, añadiría yo) cómo contaba con orgullo que para que pitara un amigo le hizo creer que compartía su interés por el cine. Hasta que pitó y se acabó el cine.

 

Recuerdo un momento peculiar en mi vida allá adentro. Fue un punto de inflexión clarísimo en mi vida. Me vino, como una luz en la meditación. Me encontraba pidiendo por el desarrollo de la cosa aquella cuando de pronto me imaginé cómo sería el mundo si estuviera bajo la no contrapuesta fuerza del lado oscuro. La escena me pareció tan tenebrosa que nunca más volví a pedir a La Divina Luz que la cosa se desarrollara. Entendí con certeza que el lado oscuro en su mejor escenario debería ser algo muy pequeñito y muy controlado para que el daño que es capaz de hacer no borrase las cuatro cosas buenas que hace indirectamente.

 

Bueno, me parece que me estoy yendo por las ramas cuando lo único que quería decir que es que eso no hay quien lo arregle. Nada nuevo, por otra parte.

 

Un abrazo a todos

Dionisio









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=4764