No sé por qué empiezas tu escrito con: "Estimados amigos", cuando, por lo que se deduce en tu escrito, ni nos estimas ni podemos ser amigos, ya que (al menos yo), no deseo tener como tal a quién me llama "incompetente y torpe".
Dices "creo que no hacen ningún bien esos testimonios..." Pero ¿a quién no le hace bien nuestros relatos de nuestro paso por la Obra?
"Los trapos sucios se lavan en casa" pero, ¡ah Elenita!, nosotros ya no estamos en casa así que lavamos (no nuestros trapos sino nuestras heridas) donde nos da la gana. Además, que te conste que disfruto pensando que con mi relato "
Cuatro años en el Opus como numeraria auxiliar" pueda estar ayudando a quién tenga la suerte de leer estas páginas antes de entregar ciegamente la vida a esa Obra a la que dices no pertenecer.
Te devuelvo tu cordial saludo,
Amapola