Reconozco que me ha causado cierta sorpresa, y al mismo tiempo alegría, el mensaje de un sacerdote de la prelatura a esta web de opuslibros. Cuando la praxis habitual en la obra ha sido siempre eliminar al máximo el contacto con los que se han ido, recibir un mensaje de un sacerdote de la obra en el que nos dice que reza por nosotros (-entiendo que su "rezo por ti" podemos aplicárnoslo todos los que participamos en la web-), pues, francamente, me causa bastante alegría, y quiero agradecer sus oraciones.

Espero que a lo largo de las próximas semanas podamos establecer un diálogo con D. José Damián Budia sobre los puntos de la praxis del Opus Dei que a muchos de los ex nos parecen más controvertidos, y que en general coinciden con los que tratan los escritos publicados en la web de D. Antonio Ruiz Retegui y de Antonio Esquivias. Estoy seguro de que puede ser muy enriquecedor para todos.

Entretanto no me resisto a hacerle una pregunta a D. José Damián Budia, aprovechando su presencia en la web. Se trata de lo siguiente:

En sus escritos en esta web, Nacho Fernández nos ha ido describiendo sus experiencia como agregado, y las diferencias respecto de los numerarios. Hay un punto, sin embargo, que nunca he terminado de comprender, y es el de la separación que se mantiene a la hora de producirse la ordenación sacerdotal de los agregados respecto de los numerarios que se ordenan.

Si los datos publicados son correctos, D. José Damián Budia se ordenó el 6-sep-1998 en la parroquia de San Alberto Magno, encomendada a sacerdotes de la prelatura, en el barrio de Vallecas de Madrid. Junto a él se ordenaron Pedro Jódar y Vicente Llorca, y lo fueron por el prelado, D. Javier Echevarría.

Una semana más tarde, el 13-sep-1998, el prelado ordena en San Eugenio, en Roma a otros 31 fieles de la prelatura.

Mi pregunta es: ¿eran agregados los tres que se ordenan en S. Alberto Magno?, ¿eran numerarios los que se ordenan en Roma? Si es así, ¿cuál es la razón por la que se separa, incluso a la hora de ordenarse, a los agregados de los numerarios? Me cuesta ver qué razones puede haber. Es una parte de la praxis de la Obra sobre la cual nunca tuve oportunidad de preguntar.

Si D. José Damián, que atravesó por esa experiencia puede explicárnoslo, le estaría muy agradecido.

Ottokar