Muchas gracias por tus cariñosas palabras!
Creo que te van a llover un montón de cartas, pero ya que metí las narices en tu vida quiero continuar, porque además quiero hablarte como pides, desde el fondo del corazón, y me encuentro, a pesar de mi mucho apasionamiento, entre los que quieren deshacerse del rencor.
Tu miedo a ofender a Dios y la tentación de que tus motivos sean puro egoismo, son el sello de la obra en tu vida, como lo fue en la mía y en la de tantos que han contado aqui la suya. Es el argumento principal de la obra para amarrar al personal. Por lo tanto, no creo que sea tu caso. Y algo te dice a ti que no es tu caso porque sigues buscando la última razón de tu descontento.
¡Claro que la obra ayuda a muchas personas! lo que no quiere decir que sea buena. Es que radicalmente malo en esta vida, creo que no hay nada. Me imagino que tus padres son como los míos, cristianos comprometidos (mis padres con otra orientación muy distinta a la de la obra), y han encontrado en la obra ayuda para mantener su piedad y un entorno de personas con una visión de la vida y de la fe similar al suyo. La bondad de tus padres es anterior a su pertenencia al Opus Dei, y quizá su experiencia de la obra haya sido muy particular. Quiero decir que no han tenido mucha ocasión de ver los entresijos profundos de la obra.
Se han acercado a los medios de formación donde se escuchan cosas que ayudan, se reunen en los circulos y retiros con hombres o mujeres con los que sintonizan bastante, y con los que pueden charlar e incluso desahogar de alguna manera. Todo lo que exige la obra a un supernumerario de alguna manera es como un aliciente, algo que te exige, te mantiene activo y despierto. Es positivo. También hay supernumerarios que funcionan con una disponibilidad total y como si fueran numerarios. No sé si tus padres han sido de esos. Depende de los encargos apostólicos que hayan tenido se ven más o menos "los agujeros negros". Pero creo francamente, que se puede ser supernumerario y pasar por la vida sin ver nada negativo.
Suelen tener más problemas quienes pitan jóvenes, de eso ha hablado bastante Marypt, porque la obra se inmiscuye mucho en la vida privada e intima de las personas y eso es dificil de llevar. Pero, por eso te digo que creo perfectamente compatible que tus padres sigan siendo supernumerarios agradecidos y buenísimos como personas y tu veas lo que ves.
Puede que tengas razón cuando dices que la obra puede que esté pasando por una crisis como tantas instituciones anteriores, pero el peligro es que no tiene ni quiere tener ningún espíritu crítico con ella misma. Tu mismo nombras muchas cosas que son muy graves y que no creo que se pueda dejar pasar por alto. Ya son demasiadas las personas destrozadas como para no poner ningún remedio, y de eso no quieren ni oir hablar.
De todas formas, en cuanto a tu situación personal, creo que debes escuchar a tu corazón con calma. Yo te siento una persona recta y generosa. No creo que sea definitivo el lugar donde debamos servir a Dios, quiero decir con esto, que no creo en la vocación a la obra, ni a nada, para toda la vida. Es un lugar más, que puede que te sirva en una etapa de tu vida, y no lo haga en otra. Creo que lo importante es tu compromiso personal con Dios y que encuentres el entorno adecuado en cada circunstancia, y eso te lo va diciendo tu corazón.
No tengas prisa en tomar decisiones y haz lo que te pida tu conciencia en cada momento. Si te da alergia ir al centro, no vayas. No hagas nada por obligación, y piensa que estás enfermo y te debes un tiempo de reposo hasta que te sientas lúcido y fuerte para tomar la dirección correcta.
Cuenta con mi ayuda para lo que necesites y desde luego, cuentas con mi "oración" (lo pongo entre comillas porque soy muy heterodoxa)
Un fuerte abrazo
Carmen Charo
