¿No llevais un tiempo notando cierto olor, agradable olor? ¡Pues si, huele a santidad de la buena! Es un aroma dulce y agradable.
Hoy creo que le toca a Agustina actualizar la web y corro el riesgo de que no me publique, pero por si acaso....
Bueno, pues os cuento...
Hace unos días, una tal Martina Tudela me mandó la foto mía publicada en opuslibros, pero decorada ridiculizándome. Me he enterado que lo mismo le ha hecho a Agustina, que no lo sufre en silencio sino que se retuerce de risa, en silencio. Pero yo no sé callar, máxime cuando semenjante engendro de persona, sigue usando los correos de oreja de guardia y de Mercy, para enviarme montones de virus cada día.
Sé que con este mensaje le alimento pues es una pobre mujer, pero también quiero que lo sepais, y que lo sepan sus fervorosos hermanos que nos leen y se les llena la boca hablando de la sinceridad, de dar la cara, de la santidad y de que su fundador es santo y su organización forma parte de la Iglesia y no tenemos derecho a criticarla ni a dudar....bla, bla, bla.....
Además, por si las cosas iban a mayores, le he puesto en antecedentes de lo que me está pasando a un sacerdote numerario y a una directora de su pais, para que le paren los pies y la hagan entrar en razón. Aunque a veces pienso si no será su trabajo profesional el jorobar al personal, pues mete un montón de horas al día en la tarea.
Amigos opusinos, ¡como vuelva a aparecer alguno diciendo que mentimos y no damos la cara, os las tendreis que ver personalmente conmigo! Estoy de vosotros, ¡¡¡¡¡TODOS!!!!, hasta las mismísimas narices. Y esto también me alimenta a mi, que no me vais a callar más que mandándome a la vida eterna directamente.
Directores del opusdei!!, controlad a vuestra gente, que hay bastantes más locos de lo que parece. El ejemplo de esta pobre mujer me corrobora en mi idea que ese no es lugar de santidad ni de nada positivo. En vuestras casas la gente se enloquece, se enrabieta, se frustra, se hunde e involuciona como persona, y sino, ¡para muestra este botón! Estas pobres personas no hacen sino darnos la razón. Ese es un lugar a ninguna parte.!
¡Pobre mujer! Que manera tan penosa de ser infeliz y tirar la vida!
Mi chica, si a mi me dejas sin ordenador, puedo comprar otro. Tu sin embargo, es dificil que cambies de cabeza y de corazón. Los tienes hechos puré.
Carmen Charo Pérez de San Román
Nota de Agustina. Querida Carmen Charo y todos: se ha quitado del “Quiénes somos” la dirección de correo electrónico de quienes están diciendo su nombre, para que nadie santifique su trabajo a costa nuestra. “Marina Tudela” es también Nicole, MM... Ha utilizado diferentes remites, direcciones, nombres y niks, y he de reconocer que se han colado (publicado) algunos correos, pensando que iban de buena fe, aunque tuvieran un punto de vista muy diferente. Como aquí no tenemos secretos, tú foto la ha "retocado" así:
Y la mía así:
¿Y qué más da...??? -me suena a estribillo de una canción “de casa” de la Opus-. Si así es feliz, dejémosla que lo sea. Son como niños, pero no es culpa suya. Besossss, Gus.
