Para Australopitecus, Vitruvio y Mariel.- escriBa
Fecha Monday, 20 March 2006
Tema 100. Aspectos sociológicos


Para Australopitecus:

En tu correo del 17 te refieres a la descripción que hice del Oratorio de Pentecostés. Especialmente al siguiente párrafo:

 

“Ut omnes unum sint sicut tu pater in me et ego in te, ut sint unum sicut et nos unum sumus”. En el caso que nos ocupa que todos en la obra sean como el padre (escrivá), como escrivá es Dios.

 

A lo que me estoy refiriendo al hacer esta afirmación es al modo en el que la obra utiliza los textos de la Escritura para justificar todo lo que le interesa. La manera en que se instrumentaliza la propia Revelación para dar legitimación divina a todo lo que sea beneficioso para la obra (este uso interesado de la Escritura es evidente en los 6 tomos de meditaciones internas que tenemos en la web). Que ese texto esté situado en el sagrario de ese oratorio no es casual, como tampoco es casual la frase Consumati in unum. Nada se ha dejado al azar, sino que todo se ordena para materializar la idea y la doctrina –patológica y herética- de escrivá y a dejar bien claro como ha de ejercerse el gobierno de la obra de Dios, donde manda Dios porque es Suya y Dios es escrivá porque –para la obra- Dios habla siempre y sólo a través del fundador (y sucesores).

 

Esto es lo que he querido expresar en mi escrito, te agradezco la crítica.

Las fotos del oratorio de escrivá que han aparecido en la web creo que son una prueba de que no dejo volar mi imaginación cuando describo y de que procuro ser fiel a lo que he visto.

 

Para Vitruvio:

Te felicito por haber enviado a la web (17 de marzo) esas imágenes del oratorio privado de escrivá. Cuando lo describí me hubiese gustado poder enviar alguna imagen y pensé justo en estas dos que has enviado y que vi hace tiempo. Creo recordar que están contenidas en los números de Crónica de junio y julio de 1975. Te animo a que, si tienes esos ejemplares en tu poder o cualquier otro documento interno, hables con los Orejas para colgarlos en la web.

 

Para Mariel:

Sobre las mascotas y la obra (17 de marzo). Una anécdota. Resulta que en Cavabianca (la sede del Colegio Romano de la Santa Cruz) tenían unos perros que cuidaban la gigantesca finca que alberga el conjunto de edificios. Un buen día apareció el padre (don álvaro) y un perro le gruñó, se lo llevaron de allí y lo ataron (al perro, no a don álvaro) y no pasó nada. El animalillo estaba cumpliendo con su obligación: guardar la casa, defenderla de los desconocidos. El pobre can no se imaginaba que estaba gruñendo al prelado del opus dei, además obispo y padre sinodal, etc... y todo un santo viviente. Está claro que el perrillo no se estaba empapando de la “intensa formación” que se da en la “severa palestra del Colegio Romano”. Había cometido un error imperdonable y que reclamaba una corrección radical “por el conducto reglamentario”.

Total, que esa noche al animalillo le pegaron un tiro en la cabeza y lo tiraron a la basura y al día siguiente apareció un nuevo perrillo mucho más afín al “espíritu de la obra”. Y asunto terminado.

Esta ¿¿¿edificante??? anécdota me la contó un habitante de Cavabianca en una charla sobre filiación al padre, en Roma. Recuerdo que recalcó algo así como: “¡un perro que gruñe al padre!, ¡¡¡al padre!!!, no, no, no, que NO, ¡¡¡NO!!! ¡¡¡inadmisible!!!, un tiro y a la basura”.

 

Pero, si en la obra no respetan ni a las personas (Hijos de Dios) y las usan y desechan a placer... ¿qué van a pensar de los animales?

 

Un abrazo a los tres y a todos/as!

 

escriBa







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