EL “ILÍCITO PROCESO A LAS INTENCIONES”. LA OPINIÓN DEL OPUS SOBRE OPUSLIBROS.

Desde la primera vez que entré en la web hasta hoy la cuestión de Opuslibros ha aparecido en muchas conversaciones con gente de la obra. Nunca he sido yo el que ha sacado el tema, aunque sí lo propicio, sino que siempre ha sido un interlocutor de la obra el que ha dicho algo así como “es que hay una web...”

Es una cuestión de hipocresía porque se (lo he visto) que muchas personas de la obra visitan la web... y no digamos los de san Rafael!!! Cuando un amigo pasa de ser intro a ser ex, tarde o temprano te cuanta que en tal ocasión estuvo “leyendo una web...” o “le hablaron de una web...” o le “contaron que en una web se dice que...”

La capacidad de autocrítica del opus no es su característica más esencial...

Lo malo es cuando hablando con un cura, con el director de un centro, con tal celador, con el vocal o con el director espiritual de la dele, con no-se-quien de la oficina de información, con el tío con quien haces la charla... te dice algo así como que Miguel Fisac se volvió loco cuando dejó la obra porque no supo asumir que no era tan buen arquitecto como pensaba o que Carmen Tapia es una puta, porque –claro- nunca se ha casado después de dejar la obra.

La lógica del opus...

Es terrible pero muchos creen que sólo puede decirse que la obra no es la quinta esencia de lo celestial si estás lejos de Dios, resentido y amargado.

Así, de golpe, se me ocurre esta lista de “perlas” rememorando conversaciones con gente del opus –en voz baja y con cara de circunstancias- sobre la clase de personas que leen, escriben, colaboran o trabajan en Opuslibros. Esta es la opinión que se tiene en el opus -a día de hoy- sobre la gente de Opuslibros:

-no tienen amigos!!

-no quieren a nadie y nadie les quiere!!!

-son unos desagradecidos!

-se mueven por soberbia y por envidia!!!

-se han vuelto locos, mejor que estén fuera!!

-eso es lo que pasa cuando se deforma la conciencia...

-ya hubo un Judas.

-son los enemigos de Dios y de la Iglesia.

-que triste es basar la vida en el odio!!!!!

-el resentimiento les ciega.

-no han entendido nada.

-padecen una ignorancia atroz!!!

-son apostatas!!

-sólo saben mentir.

-se trata de un problema psiquiátrico.

-¡¡¡¡¡¡¡¡ése!!!!!!!!: es un egoísta!!!

-eso obedece a que no tienen paz.

-es lo que pasa cuando uno se aleja de Dios...

-pobres desgraciados!!!

-no tienen fe, ni moral.

-hay que rezar porque están perdidos.

-son siempre los mismos!!!

-si no fueron fieles y sinceros, ¿qué van a decir?

-qué fácil es destruir...

-no saben lo que es amor.

-las bajas pasiones les dominan...

-nunca fueron generosos.

-saben que actúan mal y están desquiciados.

-sacan dinero de estos ataques.

-sólo se explica si está por medio el Diablo!!!

-no saben lo que es virtud.

-no quieren reconocer que ellos son el problema.

-la que les espera en el Juicio Particular!!!!

-se han vuelto locos!!!

-¡¡¡¡¡¡ésa!!!!!!!: seguro que es una puta!!!!!

-proyectan su fracaso vital...

-tienen la mirada turbia.

-el despecho es muy malo!!!

-qué pena de gente!!!

-no tienen familia.

-no tienen nada mejor que hacer.

-ven las cosas de esa manera porque están en pecado mortal!!!!!!

Bueno, “¿ladran?, señal de que cabalgamos”. Es claro que Camino (punto culminante de la sabiduría universal) está en lo cierto cuando dice: “No pierdas tus energías y tu tiempo, que son de Dios, apedreando los perros que te ladren en el camino. Desprécialos”

A los de la obra que tachen de depravados a los que tenemos algo que ver con Opuslibros les recomiendo que refresquen su memoria con las palabras de Escrivá:

Nos sorprendía al principio la actitud de los discípulos de Jesús ante el ciego de nacimiento. Se movían en la línea de ese refrán desgraciado: piensa mal, y acertarás. Después, cuando conocen más al Maestro, cuando se dan cuenta de lo que significa ser cristiano, sus opiniones están inspiradas en la comprensión.

[...]

La humildad es la virtud que lleva a descubrir que las muestras de respeto por la persona -por su honor, por su buena fe, por su intimidad-, no son convencionalismos exteriores, sino las primeras manifestaciones de la caridad y de la justicia.

La caridad cristiana no se limita a socorrer al necesitado de bienes económicos; se dirige, antes que nada, a respetar y comprender a cada individuo en cuanto tal, en su intrínseca dignidad de hombre y de hijo del Creador. Por eso, los atentados a la persona -a su reputación, a su honor- denotan, en quien los comete, que no profesa o que no practica algunas verdades de nuestra fe cristiana, y en cualquier caso la carencia de un auténtico amor de Dios. La caridad por la que amamos a Dios y al prójimo es una misma virtud, porque la razón de amar al prójimo es precisamente Dios, y amamos a Dios cuando amamos al prójimo con caridad .

Espero que seremos capaces de sacar consecuencias muy concretas de este rato de conversación, en la presencia del Señor. Principalmente el propósito de no juzgar a los demás, de no ofender ni siquiera con la duda, de ahogar el mal en abundancia de bien, sembrando a nuestro alrededor la convivencia leal, la justicia y la paz.

A los de Opuslibros, que tienemos que soportar estas tonterías de los del opus, nos viene bien saber que ¡¡¡Escrivá está de nuestro lado!!!:

Y la decisión de no entristecernos nunca, si nuestra conducta recta es mal entendida por otros; si el bien que -con la ayuda continua del Señor- procuramos realizar, es interpretado torcidamente, atribuyéndonos, a través de un ilícito proceso a las intenciones, designios de mal, conducta dolosa y simuladora. Perdonemos siempre, con la sonrisa en los labios. Hablemos claramente, sin rencor, cuando pensemos en conciencia que debemos hablar. Y dejemos todo en las manos de Nuestro Padre Dios, con un divino silencio -Iesus autem tacebat , Jesús callaba-, si se trata de ataques personales, por brutales e indecorosos que sean. Preocupémonos sólo de hacer buenas obras, que El se encargará de que brillen delante de los hombres .  

 (ESCRIVÁ ¿DE BALAGUER?, Es Cristo que Pasa, de la homilía El respeto cristiano a la persona y su libertad, número 71). 

Aunque –como sabemos- en la obra se dice una cosa y se realiza la opuesta.

Un saludo y BUEN ROLLITO.

Raúl.