GIDE, Andr: La Porte Etroite, 1909
1. Jrme, despus de la muerte de su padre, crece en Pars bajo la tutela de su madre y de una antigua conocida de la familia. Amigo de las hijas del to Bucolin, se enamora precozmente de Alissa, que es la mayor. El ambiente familiar, austeramente puritano, recibe la desgracia de la escandalosa desaparicin de Lucille, mujer de su to Bucolin. Alissa, por este suceso, se resiente ms que nadie, y desde entonces su "sentimiento religioso" adquiere una intensidad particular. Aunque ella lo ame con todas las fuerzas, y lo acompae en sus estudios y est siempre cerca de l, Jrme advierte con silencioso tormento cmo la joven parece rechazar la felicidad de unirse a l.
La intervencin del amigo de infancia Abel Vautier, que incita al joven a arrancar a Alissa una decisin, provoca una penosa crisis: Abel se cree amado de la hermana menor de Alissa, Juliette, mientras sta se revela enamorada tambin de Jrme. Alissa acoge el pretexto para sacrificarse. Sin embargo, ms tarde, cuando Juliette se ha casado con Edouard Teissres un comerciante de los viedos del Midi, Alissa se retrae en un estado de nimo en el cual declara sentirse tan espiritualmente prxima a Jrme, que es capaz de poder renunciar a su presencia fsica.
Jrme intuye este sacrificio, y se desespera; pero tambin piensa lo mismo, hasta que se entera de la muerte de Alissa, destruida por la tragedia interior. En el diario de su prima, que Jrme luego encuentra, descubre que ella, en el fondo, le amaba.
2. La armona entre la descripcin de los paisajes y la de los sentimientos hace pensar en el "sentimiento de la naturaleza", que constituye una de las caractersticas prximas al romanticismo. La novela est escrita con estilo elegante y refinado, con expresin concisa y propiedad de los trminos.
3. El relato, ligado a un episodio fundamental de la propia vida del autor, provoca un malestar ante la evocacin de un amor apasionado que, sin embargo, no deja de ser platnico. Detrs de la aparente limpieza formal, a lo largo del libro se descubre una atmsfera de exaltacin de la pasin amorosa y de sentimentalismo.
Paralelamente, se manifiesta una forma de renuncia desprovista de sentido: no es verdaderamente a Dios a quien ambos protagonistas entregan su corazn. Con las numerosas referencias a la religin, inoportunas por otra parte, se muestra una imagen antiptica y deformada de ella, reducida a un puritanismo estrecho e insensible. De hecho, el cristianismo presentado es un reflejo de la ascendencia protestante del autor, por el que se consideran incompatibles la felicidad y la santidad.
F.G.
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