ICAZA, Jorge: Huasipungo, 1936

1. Novela perteneciente a la narrativa indigenista del novelista y dramaturgo ecuatoriano Jorge Icaza (1906), en la que intenta mostrar la crueldad del hombre blanco con el indio ecuatoriano. Para ello, describe crudamente las relaciones entre el latifundista y el ind’gena, que simbolizan sus respectivas clases sociales. El argumento se propone fundamentalmente destacar los abusos que sufr’an los indios por parte de los se–ores.

2. La novela comienza con el viaje a la Sierra que Alfonso Pereira se ve obligado a hacer, junto con su familia, para ocultar a la sociedad la ofensa de la que hab’a sido objeto su hija, v’ctima de los desafueros de un indio. Es due–o de Cuchitambo, lo que significa no s—lo ser propietario de las tierras sino tambiŽn de los indios. Proyecta la expropiaci—n de las parcelas de tierra o 'huasipungos' que los indios poseen como pago por su trabajo diario en el resto de la hacienda, para instalar una serrer’a y unas posibles excavaciones petrol’feras, asociado con unos norteamericanos.

Para tal negocio, el hacendado encuentra su mejor aliado en el cacique del lugar, un cholo, y en el sacerdote, que consigue la sumisi—n de los indios en los diversos momentos clave, concretamente: 1¼. Al reclutar indios para la construcci—n de una carretera en la zona de la selva: con el fin de conseguir que no se escapen les exhorta por medio de discursos, y por otro lado, el cacique los narcotiza con alcohol, guarapo y coca, y les entretiene con peleas de gallos. 2¼. El pago desmedido que exige al indio Gualacoto, por la Misa en acci—n de gracias, provoca su rebeld’a y con ello la maldici—n del cura que, casualmente, se ve apoyada por la crecida del r’o, que destruye los cultivos y arruina a los indios. Estos vengan su situaci—n con la muerte de Gualacoto por atraer la ira de Dios. 3¼. El hambre de los indios les hace suplicar la ayuda econ—mica que siempre les hab’a proporcionado el hacendado en estas situaciones. Pereira se niega, prohibiŽndoles incluso consumir la carne podrida de una vaca muerta. Uno de ellos, AndrŽs Chiliquinga, la toma, provocando como consecuencia la muerte de Cunshi, su amancebada. En el momento de enterrarla cristianamente, el indio habla con el sacerdote, que le exige una gran cantidad de dinero para concederle una tumba de primera fila, de los que se salvan. El precio establecido por el cura obliga a AndrŽs a robar y vender una vaca del amo, lo que le supune un castigo ejemplar en el patio de la hacienda. 4¼. Con la llegada de Mr. Chapy Ñnorteamericano que simboliza el capital extranjeroÑ, concibe un proyecto de civilizaci—n que exige la limpieza total de la ladera donde se encuentran los 'huasipungos'. Deciden destruirlos violentamente lo que provoca el levantamiento de los indios, dirigidos por Chiliquinga, siendo r‡pidamente reprimidos por la fuerza de las armas.

3. El relato presenta el argumento del indigenismo m‡s all‡ de las cuestiones Žtnicas: se mezcla un problema social y racial. El indio es presentado en un estado de degradaci—n primitiva; casi animal. La novela pretende tener un car‡cter realista, pero la visi—n del autor es subjetiva, exasperando la situaci—n del indio en el Ecuador y el maltrato de que era objeto, aunque ciertamente hay parte de verdad en esa radical separaci—n entre las diversas clases sociales.

4. Subraya con Žnfasis el personaje-masa, el hombre colectivo, como consecuencia de su visi—n sociol—gica marxista, mostrando que 'la redenci—n' del indio se har‡ a travŽs de la 'rebeli—n', del desaf’o al opresor.

Manifiesta su planteamiento anticristiano con la descalificaci—n del sacerdote Ñen realidad, de una caricatura de sacerdoteÑ por sus deseos deshonestos y avaricia desmedida, que le lleva a comerciar con los Sacramentos y a utilizar la fe como instrumento de dominaci—n. Las menciones de la Virgen, los santos, la oraci—n, las indulgencias, etc., siempre aparecen unidas al dinero. En general, la Iglesia y la religi—n, aparecen como aliados a los intereses pol’ticos y econ—micos de los explotadores. Por œltimo, las descripciones inmorales son crudas y frecuentes en la primera mitad del libro.

B.V.ÑO.A.

 

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