KAPPEN, Sebasti‡n Jesœs and Freedom Orbis Books, Maryknoll, New York 1977, 178 pp.

1. El autor afirma en el pr—logo que la finalidad del libro es transmitir el mensaje de Cristo a sus compatriotas, y se–alar c—mo deber’a ponerse en pr‡ctica en la India actual. Para esto, trata tres temas fundamentales que aparecen de modo m‡s o menos claro en todos los cap’tulos: una visi—n de la figura y doctrina de Cristo; la situaci—n social, pol’tica y econ—mica de la India, y la respuesta de Cristo y de los cristianos a esa situaci—n.

2. Segœn F. Houtart Ñque firma la introducci—nÑ, este libro puede situarse en la corriente de la llamada Teolog’a de la liberaci—n. En efecto, el autor da una visi—n absolutamente terrena tanto de la persona de Cristo como de su doctrina, con acusadas influencias del marxismo, sosteniendo numerosas tesis opuestas a la doctrina cat—lica.

3. En concreto, niega que Nuestro Se–or Jesucristo sea el Verbo Encarnado; para el autor ser’a tan s—lo un hombre que, en un determinado momento de su vida, tuvo una experiencia viv’sima de lo que Dios esperaba de Žl. Como consecuencia de esto, no acepta que toda la doctrina de Cristo sea v‡lida para todos los hombres, en todos los tiempos. Adem‡s de negar la presencia real de Cristo bajo las especies consagradas, dice que la Ultima Cena no fue m‡s que la culminaci—n de las innumerables cenas que Jesœs tuvo con sus disc’pulos, que m‡s tarde fue adquiriendo el significado que la Iglesia Cat—lica le da actualmente. Niega expresamente el car‡cter sacrificial y redentor de la muerte de Nuestro Se–or, afirmando simplemente que fue causada por la colisi—n con los poderes pol’ticos y religiosos de su tiempo. Rechaza la existencia de los demonios, que considera como una creencia de origen mitol—gico de la que tambiŽn habr’a participado Jesœs. Pone en duda la realidad hist—rica de muchos de los milagros narrados por los Evangelios y la inmortalidad del alma, tal como es ense–ada por la Iglesia, e interpreta el Cielo en clave materialista, con cierta afinidad a la sociedad sin clases perseguida por el comunismo.

4. En relaci—n con la ley moral, el autor atribuye un origen puramente humano al Dec‡logo y niega que en el Cristianismo haya leyes que deban cumplirse con obligatoriedad moral. Comentando el pasaje de Mt 5, 19 sobre el deber de cumplir los Mandamientos para entrar en el Reino de los Cielos, rechaza que esa afirmaci—n proceda del mismo Cristo, pues estar’a en oposici—n Ñsegœn KappenÑ con el contenido fundamental de su ense–anza y de su vida, y atribuye su origen al evangelista, que lo habr’a incluido por razones de conveniencia, en funci—n de las necesidades evangelizadoras en la Palestina de "aquellos tiempos".

5. El libro concluye con un paneg’rico de la revoluci—n que Ñsegœn el autorÑ crear‡ no s—lo un sistema social, sino tambiŽn una nueva conciencia cr’tica, pr‡ctica, humana y comunitaria, lo que exigir’a romper con la idea de cristianismo presentada por la Iglesia.

J.M.

 

Volver al ’ndice de las notas bibliogr‡ficas del Opus Dei

Ver ’ndice de las recensiones del Opus Dei

Ver INDEX del Opus Dei

Ir a Libros silenciados y Documentos Internos

Ir a la p‡gina principal