ZOLA, Emile: Rome, 1896
1. Roma es la segunda de una serie de novelas titulada "Las tres ciudades". La trilog’a narra diversas peripecias de la vida de Pierre Froment, un joven sacerdote, que Ńcomo se dice en el primer volumen, titulado LourdesŃ leyendo las minutas de las investigaciones qu’micas de su difunto padre, pierde la fe.
2. En este segundo volumen, encontramos a Pierre Froment a su regreso de Lourdes. All’ ha ido acompa–ando a Marie de Guersaint, amiga de la familia y enferma desde hace varios a–os, que resulta "milagrosamente" curada segśn el vaticinio del doctor Beauclair.
Sin embargo, Pierre no consigue vencer sus dudas de fe Ńpues considera que no ha habido tal milagroŃ y vive sin ilusiones, maquinalmente, hasta que conoce a un sacerdote anciano dedicado a ejercer la caridad por los domicilios de Par’s. Viendo las atroces miserias de los pobres de la ciudad, concibe una soluci—n pac’fica para resolver los conflictos sociales: volver a la moral evangŽlica, tal como Jesucristo la predic—. Y, pensando en c—mo concretar esta idea, escribe un libro titulado "La nueva Roma", en el que sugiere apasionadamente el retorno a la primitiva Iglesia de Jesśs: todos los pueblos unidos por la caridad, en torno a un Papa que sea jefe espiritual del mundo.
A pesar que su obra ha merecido la carta laudatoria del cardenal Bergerot, Pierre recibe la noticia de que el libro se halla amenazado can—nicamente de entredicho. Por ello, decide marchar a Roma, hosped‡ndose en el palacio del cardenal Boccanera, que muchos consideran el futuro Papa, donde viven tambiŽn su hermana, la princesa Serafina, y la sobrina de ambos, la condesa Benedetta.
El relato de la estancia en Roma, con sus maniobras para defender el libro y las aventuras sentimentales que se atribuyen a la mayor’a de los miembros del colegio cardenalicio, llena las restantes p‡ginas de la narraci—n. Al final, la entrevista con el propio Papa Le—n XIII Ńque desaprueba las ideas expuestas en "La nueva Roma"Ń, le "desenga–a": Pierre, que termina por someterse y reprobar su escrito, a pesar de que siempre estuvo decidido a la rebeld’a si se le condenaba, no lo hace por convencerse de su error, sino porque la "renovaci—n del catolicismo, sac‡ndolo de su intransigencia secular para llevarlo a ser la nueva religi—n de la democracia", es un sue–o.
2. En esta novela, como en el resto de la trilog’a, se muestran distintos aspectos de la concepci—n filos—fico-vitalista de Zola. As’, por ejemplo, se considera incompatible la fe religiosa con la ilustraci—n cient’fica, y se contempla a la Iglesia Ńy especialmente a la curia vaticanaŃ como una instituci—n puramente humana, aquejada del mismo c‡ncer de intrigas y bajas pasiones de la sociedad civil que dibuja el autor.
L.N.
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