GOYETTE, Gabriel; LESSARD-HƒBERT, Michelle

La investigaci—n-acci—n. Funciones,fundamentos e instrumentaci—n

Laertes, Barcelona 1988.

Los autores se proponen con este libroprecisar el concepto de investigaci—n-acci—n (I-A). Para ello utilizan elmŽtodo de recensi—n de escritos. El libro est‡ estructurado en cuatrocap’tulos; en ellos analizan el origen, la finalidad y funciones, losfundamentos ("ideol—gicos" y "epistemol—gicos") y lainstrumentaci—n de la I-A.

1. ORIGEN Y DESARROLLO

Los autores se–alan la existencia de tresgeneraciones de I-A.

La primera, dicen, se dio con la obra de J.Dewey. En el marco del pragmatismo, desarroll— investigaciones concaracter’sticas propias de lo que hoy llamamos I-A.

Pero Žsta naci— realmente con Kurt Lewin ysus estudios en los EE.UU. de la II Guerra Mundial, a travŽs de los cualesintent— transformar los comportamientos, costumbres y h‡bitos de ciertossectores de la poblaci—n norteamericana respecto a algunos art’culos deconsumo. Por eso es considerado el "padre" de la I-A. Esta segundageneraci—n, popularizada entre 1953 y 1957, deriv— en "investigaci—noperativa", aplicada en empresas comerciales y asuntos pœblicos, por unlado, e "I-A" propiamente dicha, que empez— a preocuparse por elcambio social en s’.

DespuŽs de haber tenido un retrocesodespuŽs de 1957 (a–o del lanzamiento del Sputnik por Rusia), cobr— fuerzacreciente una tercera generaci—n de IA, lo que se notar’a en el nœmero deinvestigaciones realizadas segœn este enfoque (aunque en este punto no se precisanestad’sticas). Es dif’cil de caracterizar por la diversidad que existe encuanto a definiciones y pr‡cticas (el gui—n del nombre "I-A" tiene unalcance que no es un’voco); pero s’ se puede decir que pretende tener un papelcr’tico frente a las "ciencias tradicionales", en lo que se refiere amŽtodos, criterios, elecci—n de problemas, relaci—n entre teor’a y pr‡ctica eincluso respecto al mismo papel de la ciencia. Reconoce para s’ la influenciadel enfoque sistŽmico en contra del "paradigma cartesiano" propio delas "ciencias tradicionales", en virtud del cual, entre otras cosas,las imputaciones causales ya no se conciben como lineales sino sistŽmicas(mœltiples e interrelacionadas). Este papel cr’tico cumplir’a el rol que en laconcepci—n epistemol—gica de Th. Kuhn corresponde al que lleva a la"revoluci—n cient’fica", que culminar’a con el surgimiento de unnuevo paradigma.

2. FINALIDADES Y FUNCIONES

l. De investigaci—n. En palabras de losautores, es "un proyecto de construcci—n y de formaci—n de un conocimientonuevo".

Distinguen varias partes, que se articulanen torno a esta funci—n:

a) investigaci—n propiamente dicha. Enorden al objetivo de conseguir la ortopraxia. Definen por tal la"organizaci—n m‡s o menos sistem‡tica de una estrategia controlada, paraque la pr‡ctica sea eficaz".

Por tanto, la investigaci—n no se inscribedentro de la investigaci—n fundamental, pero tampoco es investigaci—n aplicada,aunque tiene relaciones con ambas. Busca saber, pero para actuar.

b) descripci—n, explicaci—n y comprensi—n.La descripci—n es diagn—stico, evaluaci—n, exploraci—n y an‡lisis de laexperiencia, pretendiendo captar exactamente lo que pasa en un campo de lo realemp’rico. Se concreta en un "modelo".

La explicaci—n quiere establecer relacionesentre unas variables y otras: produce y es fruto de una teor’a.

La comprensi—n, a diferencia de laexplicaci—n, no se hace en virtud de una ley o teor’a general, sino en funci—nde una situaci—n particular.

c) "funciones bisagrasespecificas".

Comunicaci—n. En el marco de lacolaboraci—n entre el investigador y los pr‡cticos se da un doble sentido de lacomunicaci—n.

Investigaci—n aplicada. Se caracterizaporque se introduce al usuario como agente de la investigaci—n, o se introducela misma acci—n entre los fen—menos de estudio.

Uni—n teor’a-pr‡ctica. Conduce a la toma dedecisi—n despuŽs de una evaluaci—n-descripci—n de una situaci—n problem‡tica.

d) cr’tica. En cuanto la I-A se puedeentender como un movimiento global de reflexi—n sobre las ciencias del hombre,sobre sus productos y procesos (es decir, la metodolog’as de investigaci—n).

Al respecto los autores reconocen entre losinvestigadores tres actitudes: algunos no se interesan por esta funci—n; otros,sin rechazar el modelo tradicional, emiten reservas en cuanto a su aplicaci—n;otros, finalmente, buscan inscribirse "en el centro del debateepistemol—gico".

2. De acci—n. No obstante lo dicho, sesostiene que hay posibilidades de hacer I-A sin fines de acci—n.

Las investigaciones que tienen comoobjetivo la acci—n, para lograr el cambio (social y/o individual) pueden ser"adaptadoras" o "transformadoras". Estas œltimas est‡nunidas a un proyecto pol’tico "cr’tico"; por ejemplo se ponen lasrealizadas por Paulo Freire.

3. De formaci—n. Es consecuencia de lafunci—n anterior: hace falta la "formaci—n", el cambio personal, paraque se produzca el cambio social.

La I-A puede ser estrategia deperfeccionamiento al mismo tiempo que objeto de investigaci—n, para el propioinvestigador, y para el pr‡ctico y el cliente de la investigaci—n.

3. FUNDAMENTOS

1. Ideol—gicos.

Segœn las opiniones recogidas por losautores, puede ser de tipo revolucionario o conservador; aunque numerososinvestigadores no se consideran de ninguna ideolog’a.

De hecho, Goyette y LŽssard-HŽbert dicenque hay dos grupos mayores de investigadores: "El primero est‡ constituidopor militantes cristianos que consideran que la miseria, la opresi—n y laexplotaci—n son incompatibles con el ideal evangŽlico. Este grupo comprendeindividuos que tienen un enfoque m‡s bien revolucionario del cambio. (...) Elotro grupo estar’a constituido, sobre todo, por individuos que no se considerande ninguna religi—n pero se identifican con la corriente socialista".

Es que la noci—n central que est‡ en el fundamentode gran parte de las I-A es la de poder. Se trata de hacer un an‡lisis cr’ticodel poder existente, elaborar conocimientos y estrategias de acci—n(movilizaci—n, educaci—n, animaci—n, presiones acerca de las instancias depoder, organizaci—n de proyectos de acci—n, etc.) para tomar u otorgarse unpoder social o pol’tico. El papel del investigador puede consistir entonces en"provocar", facilitar este compromiso o "lucha" por elpoder.

"La I-A tambiŽn es el lugar de unanueva revisi—n de la divisi—n social del saber y del poder entre las distintaspartes implicadas. M‡s all‡ de las diferencias propias de los 'saberespr‡cticos' y del 'saber te—rico', existen a menudo distancias 'culturales'importantes entre el 'investigador', el pr‡ctico profesional y las clientelasimplicadas que provienen de categor’as o de clases sociales distintas".

El enfoque m‡s marcadamente violento es elde la "investigaci—n militante", cuya especificidad consiste, enefecto, en querer estar en solidaridad con el polo de las clases popularesorganizadas en el interior de las relaciones sociales capitalistas deexplotaci—n/dominaci—n.

2. Epistemol—gicos.

Existen dos problemas para determinarlas:a) Es necesario distinguir las fuentes epistemol—gicas ("paradigmas","lenguajes", "procesos discursivos", "marcos dereferencia") de las fuentes te—ricas, ya que est‡n en interacci—n. Losparadigmas proporcionan un marco amplio a las distintas teor’as. Los lenguajesson como "envoltorios" de las teor’as, propios de cada paradigma. b)En la aplicaci—n, los paradigmas y los lenguajes no son puros. Un investigadorpuede, hasta cierto punto, fundar sus investigaciones y sus tŽcnicas deinvestigaci—n en m‡s de un lenguaje epistemol—gico.

a) Lenguajes posibles para la I-A

1. El paradigma cartesiano o positivista.Caracterizado por la simplificaci—n del objeto de investigaci—n. Analiza unarelaci—n causal simple entre dos variables (dependiente-independiente) en unproceso que a’sla las variables y su relaci—n, conforme a las normas del mŽtodoexperimental. Al poner el acento en la l—gica de la prueba, permite verificarhip—tesis y teor’as por instrumentos esencialmente cuantitativos. No se tratade un positivismo puro sino relativizado por la finalidad de acci—n asignada ala investigaci—n (resoluci—n de un problema pr‡ctico), por las caracter’sticasdel pr‡ctico-investigador y por las limitaciones o exigencias del medioprofesional (a nivel de las variables sobre todo).

2. La praxeolog’a. Presenta una variedad deestrategias de investigaci—n, a diferencia del positivismo, que no reconoce m‡sque un mŽtodo cient’fico, y tampoco la diferencia entre las ciencias naturalesy las ciencias humanas. Pretende, desde el punto de vista de la investigaci—n,el control de lo "real pr‡ctico" m‡s que de lo "realexperimental" (de la misma manera que el positivismo). Desde el punto devista de la acci—n, se trata de producir una "ortopraxis".

Los autores dicen que el concepto de"praxis" debe buscarse en las definiciones de Arist—teles y Marx, yafirman que "praxis es m‡s que pr‡ctica. Es una relaci—n teor’a-pr‡cticaen la cual el elemento de reflexi—n sistŽmica y colectiva en la pr‡ctica formaparte de la pr‡ctica, en la cual el retorno a la pr‡ctica no existe".

Dentro de la praxeolog’a, losinvestigadores pueden recurrir a lenguajes m‡s espec’ficos: estructuralismogestaltista o genŽtico, sistŽmico, positivista relativizado, dialŽctico ensentido amplio, pragmatismo, interaccionismo.

La praxeolog’a ser’a una"metaciencia": ciencia general de las ciencias particulares de laacci—n.

3. Enfoque sistŽmico. Privilegia laidentificaci—n de un mayor nœmero de variables as’ como la naturaleza de ladin‡mica que mantienen entre s’: tiene en cuenta la complejidad de lassituaciones concretas.

El concepto central de "sistema"es una herramienta metodol—gica, un objeto artificial que utiliza elinvestigador para organizar sus datos y describir lo real. "Elinvestigador es un constructor de modelos"; "conocer se convierte enrepresentar, y aœn m‡s exactamente, en representarse".

El lenguaje sistŽmico tambiŽn puedeconcordar con la teor’a de las probabilidades que utiliza la metodolog’aexperimental. El enfoque sistŽmico se puede operacionalizar dentro de dostendencias: las metodolog’as cuantitativas y las cualitativas de recogida yan‡lisis de datos.

4. Enfoques comprensivos. Tienen tresfuentes: a) la hermenŽutica, focalizada hoy en la interpretaci—n de loslenguajes, la cultura y la historia; b) el existencialismo, que reconoce laimportancia de la libertad humana; y c) la fenomenolog’a, que establece la"primac’a de la experiencia subjetiva inmediata como base delconocimiento". Algunos autores de este enfoque sitœan a la IA en oposici—na la ciencia positivista.

5. La dialŽctica. Los autores sostienen quese puede utilizar en dos niveles: en sentido amplio, es vaivŽn, confrontaci—ndin‡mica (movimiento, interacci—n); y como dialŽctica filos—fica, es un sistemade interpretaci—n que pretende fundar e incluso orientar las ciencias, llegandoa convertirse en un lenguaje epistemol—gico y a fundar una metodolog’aparticular.

La utilizaci—n en I-A tambiŽn se da enestos dos niveles: amplio: sirve especialmente para poner en relaci—nfinalidades, objetivos, y asociarlos en la I-A; y algunos investigadores en I-Aremiten expl’citamente al lenguaje dialŽctico como filosof’a que propone unsistema de interpretaci—n y una metodolog’a particular de an‡lisis social. ladialŽctica hegeliana o marxista se pone "al servicio" de laobservaci—n emp’rica. "El postulado del mŽtodo marxista es que el criteriode la verdad s—lo puede ser la pr‡ctica social".

b) Algunas convergencias epistemol—gicas.

No hay un solo marco epistemol—gico para laI-A; frecuentemente se hacen trasbases de unos lenguajes a otros. Pero hayconvergencias epistemol—gicas:

Ñ Objeto de la investigaci—n: se define enfunci—n de una experiencia, un problema concreto, vivido como una necesidad enmuchos casos. No se define fuera de los sujetos que viven la problem‡tica.Tiene en cuenta el contexto y los sujetos. "Los actores dejan de serobjeto de la investigaci—n, para ser sujeto que forma parte".

Ñ Metodolog’a: no particular y œnica; antecada problema y finalidad, se adopta una metodolog’a distinta.

Ñ Investigador: retorno al concepto de"sujeto observador", con valores a priori, que modifica lo observado.La parte de subjetividad es m‡s reconocida que negada, aun en el caso en el quese use el paradigma positivista. Es sujeto implicado; y esta implicaci—n nos—lo es aceptada, sino querida.

Los autores consideran que la I-A parece un"revelador" y uno de los agentes de una revoluci—n paradigm‡tica queva en el sentido de un paradigma de la complejidad (reconoce la complejidad delos objetos de conocimiento, del proceso mismo de conocimiento as’ como elpapel activo del sujeto existencial en el conocimiento cient’fico: Žste es elprimer paso hacia un mŽtodo de la complejidad). El mŽtodo que quedar’a paraconstruir ser’a tambiŽn complejo, pero capaz de "integrar lasimplificaci—n". En este sentido, el paradigma preceder’a al mŽtodo.

4. INSTRUMENTACIîN

Con diversidad de mŽtodos, instrumentos,tŽcnicas de trabajo cient’fico.

La instrumentaci—n es el "aparato quepermite tener un contacto con lo real".

Se puede agrupar las distintas tomas deposici—n en cuanto a metodolog’as de I-A segœn distintos niveles de"descripci—n del polo tŽcnico".

El nivel general de un enfoque metodol—gicose caracteriza por: a) su lenguaje, su paradigma (cartesiano, sistŽmico,comprensivo, fenomenol—gico, etc.); b) el tipo de datos recogidos (en relaci—ncon el mŽtodo cualitativo o cuantitativo).

El nivel m‡s espec’fico se refiere a: a)modos de investigaci—n (estudio de casos, estudio multicaso, experimentaci—n enlaboratorio, experimentaci—n sobre el terreno, simulaci—n, etc.; son los mediosdel acercamiento a la realidad); b) tŽcnicas de recogida de datos.

En I-A, los cuatro elementos se combinan enun mŽtodo particular de investigaci—n para formar un conjunto coherente. Lacaracter’stica es precisamente la flexibilidad metodol—gica.

Un ejemplo de mŽtodo que se usa es laencuesta feed-back. En primer lugar, se hace una encuesta, en base a la cuallos investigadores elaboran el diagn—stico de la situaci—n; para esto utilizanel mŽtodo cuantitativo. Los resultados se expresan por escrito, y de esa manerase hace la devoluci—n a la clientela. Estos escritos son dados en el ‡mbito deentrevistas personales, en las que, siguiendo el mŽtodo cualitativo, se puedenrecoger los datos para analizar la nueva situaci—n. Son entrevistas feed-back:en ellas se recogen soluciones propuestas a los planteamientos contenidos en eldiagn—stico. Puede tener lugar, despuŽs, la redacci—n de un segundo informe,presentando los datos finales.

Otros mŽtodos: resoluci—n de problemas conexperimentaci—n sobre terreno; sistemas flexibles (soft systems).

VALORACIîN DOCTRINAL

El tema tiene en el libro bastantecoherencia y unidad, as’ que es mejor tomarlo como un todo. Por esta raz—n hiceuna s’ntesis larga: de otra manera no se puede entender.

Hay buenas ideas (aunque no seanpropiamente descubrimientos de los promotores de la I-A) encerradas en estasp‡ginas; aunque har’a falta poner una recta filosof’a como tel—n de fondo quepueda darles una real explicaci—n.

Por ejemplo, es verdad que el "modelode ciencia" y de investigaci—n actual tiene fallas que no le permitenestudiar adecuadamente algunos fen—menos que por su misma naturaleza son objetoadecuado a la investigaci—n cient’fica; sobre todo los referidos al hombre ysus acciones.

La noci—n de "implicaci—n" delinvestigador, de la necesidad de comunicaci—n con las personas a las que seinvestiga son acertadas. Pero al estar desvinculadas de una verdaderaepistemolog’a y una concepci—n filos—fica de la realidad, llevan con facilidada la afirmar que la verdad la hacemos entre todos, con la praxis.

Es buena tambiŽn la flexibilidadmetodol—gica a la que se aspira: el investigador, en principio, no se cierra aun solo mŽtodo posible, sino que Žste puede planificarse de acuerdo a lanaturaleza de los problemas, utilizando los logros a los que se ha llegado atravŽs de los distintos enfoques. Pero existe, en la pr‡ctica, el peligro deque el investigador "implicado" preconciba y encajone la realidad ensu idea de la realidad y, lo que es peor en este caso, su finalidad, que, en lamayor’a de los casos, tiene trascendencia social.

Es valioso el intento de tomar conprofesionalidad la necesidad de saber para actuar, en este caso en el trabajopara el cambio social, que llev— a crear un tipo de investigaci—n que sirva aestos fines.

Tienen raz—n en proponer al cambio personalcomo clave del cambio social, y al hacer depender ese cambio de la formaci—n,concebida por los partidarios de esta corriente como un efecto de la uni—npermanente y "dialŽctica" entre la formaci—n te—rica con la acci—nmisma (praxis).

El concepto de "acci—n" y de"realidad din‡mica" merecen ser recuperados asimismo, porqueresponden a la realidad. Cuando se suele hablar del concepto"tradicional" del mundo y del hombre, se afirma (en muchas c‡tedrasuniversitarias, por ejemplo) que es un enfoque est‡tico: y no es as’. (Lo quese llama "tradicional" es lo que coincide con la filosof’a perenne,en l’neas generales).

El cristianismo s—lo se nombra en el libroal referirse los autores a un grupo de personas que, en realidad, parecen porla descripci—n pertenecer a la Teolog’a de la Liberaci—n o algo semejante.

Se nota a lo largo de todo el escrito, comoya queda claro, una ausencia de principios fundamentales de la metaf’sica y lagnoseolog’a (pero esto no es exclusivo de este libro; sino m‡s bien es lo mismoque sucede en la mayor parte, al menos, de las publicaciones hechas sobre lascorrientes de pensamiento m‡s en boga).

Al hablar de los fundamentos ideol—gicos yepistemol—gicos, se deja ver la confianza depositada en el mŽtodo dialŽctico(aunque se haga la distinci—n entre dialŽctica en sentido amplio y ladialŽctica como filosof’a). En definitiva, se propone que como consecuencia dela "lucha" por el poder y/o el saber, mediante la Revoluci—npol’tico-social o cient’fica, llegaremos a un orden de cosas m‡s perfecto, enel que no habr‡ ya los errores y los vicios que se acusan en el orden que ahoraest‡ en vigencia.

Llama la atenci—n encontrar en labibliograf’a, bastante nutrida, el libro de Marilyn Ferguson La conspiraci—n deAcuario (citado en francŽs). La ideas de gnoseolog’a y "metaf’sica"que se manejan pueden estar en relaci—n con las que comparte el movimiento dela New Age.

Algunas de las explicaciones a loslenguajes epistemol—gicos que se dan en Žl libro no son lo suficientementeclaras para quienes no los conocen. Por ejemplo: la "praxeolog’a". Elconcepto de praxis con el que se queda el lector es el de Marx, que deforma aArist—teles.

Este libro requiere del lector suficientecriterio doctrinal y filos—fico para valorar el contenido, y una causaproporcional para leerlo.

No obstante, el tema s’ es interesante ymerece ser estudiado a fondo, para extraer todo lo que puede aportar a unainvestigaci—n que pretenda servir a los fines del bien comœn de la sociedad. Porotra parte, en Žl parecen implicadas muchas caracter’sticas que autorizan adecir que la I-A es un "revelador" de la cr’tica situaci—n queatraviesan las ciencias, sobre todo las ciencias "humanas" o"sociales". Deber’a hacerlo un especialista bien formado.

Una variedad importante de I-A que noaparece en el libro pero que est‡ utiliz‡ndose mucho, tambiŽn en nuestro medio,es la "investigaci—n en el aula", realizada por los mismos maestros,para buscar, en primer lugar, el mejoramiento de su propia pr‡ctica docente, yluego el encuentro con conocimientos verdaderos en este campo.

 

                                                                                                               C.R.D.(1994)

 

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