HALBFAS, Hubertus

Fundamentalkatechetik

Patmos-Verlag. Düsseldorf 1968.

 

CONTENIDO DE LA OBRA

Halbfas ha intentado con este libro hacer una exposición de las verdades fundamentales del cristianismo, mostrando el carácter de llamada a los hombres que tiene la palabra revelada por Dios. Se tratan, por tanto, los principales temas de la fe.

VALORACIÓN CIENTÍFICA

Negando que la revelación cristiana sea una revelación de contenidos (p. 221), y no aceptando plenamente la cognoscibilidad natural de Dios a través de la creación (p. 220) y la consiguiente analogía, el libro se coloca fuera de todo ámbito teológico científico, en el sentido ordinario de estos términos.

VALORACIÓN DOCTRINAL

No es de extrañar que, con los presupuestos antes indicados, en esta obra se contengan otros errores doctrinales graves:

1. Se llama mito al carácter análogo propio de las declaraciones de fe. Afirmación —junto con la negación de todo contenido a la Revelación— de sabor modernista, que reduciría esa revelación a la evolución del sentimiento religioso. Interpretación condenado por el Decreto Lamentabili de 3 de julio de 1907 (cfr. Dz. 2020).

2. Se niega expresamente la doctrina de la cognoscibilidad natural de Dios a través de la creación (p. 220). Cognoscibilidad expuesta en la Sagrada Escritura (cfr. Sap. 13, 1-9; Rom. 1, 18-23) y declarada solemnemente como dogma de fe en el Concilio Vaticano I: “Si quis dixerit, Deum unum et verum, creatorem et Dominum nostrum, per ea, quae facta sunt, naturali rationis humanae lumine certo cognosci non posse: anathema sit” (Conc. Vaticano I, sesión III, canon 1 De Revelatione; Dz. 1806).

3. Se niega el carácter de acontecimiento real a la concepción virginal de Cristo por María (p. 200), que es dogma de fe expresado, por ejemplo, en la Constitución Dogmática Cum quorumdam de Pablo IV en el año 1555 (cfr. Dz. 993).

4. Se expone el misterio de la Resurrección de Cristo de tal manera que da la impresión de no tratarse de un acontecimiento histórico real (p. 204 ss), haciendo distinciones parecidas a la distinción modernista entre el Cristo histórico y el Cristo de la fe.

Conviene recordar que —además de todas las profesiones de fe propuestas por el Magisterio de todos los tiempos, en las que la Resurrección es afirmada de modo que no quepa duda sobre su carácter histórico— el Decreto Lamentabili declaró reprobada y proscrita la siguiente proposición modernista: “Resurrectio Salvatoris non est proprie factum ordinis historici, sed factum ordinis mere supernaturalis nec demonstratum nec demonstrabile, quod conscientia christiana sensim ex aliis derivavit” (Dec. Lamentabili, prop. 36; Dz. 2036).

5. Se niega que la Revelación de Dios a Israel y su posterior culminación en Cristo sea “algo categóricamente diferente respecto a las revelaciones extrabíblicas” (p. 223).

Se equipara la fe cristiana a las demás religiones, de tal manera que queda sin sentido el mandato misional que la Iglesia ha recibido de Cristo. Se dice que “todas las reivindicaciones, por ser absolutas, de las religiones son justificadas porque provienen de una revelación que se hace verdadera en el mito” (p. 236). A raíz de esto, Halbfas se pregunta “si, y con qué justificación, aún pueden existir misiones (pp. 240 ss). Más aún: declara que no debe existir misión “como conversión directa de personas de otras religiones”, y que la misión no debe preocuparse de otra cosa sino de “que el hindú sea mejor hindú, el budista mejor budista, el mahometano mejor mahometano” (p. 241).

Este conjunto de errores parece partir de una falsa noción de la revelación divina. En efecto, si ésta no es más que la evolución del sentimiento religioso, existirían revelaciones “extrabíblicas que no serían esencialmente diferentes a la revelación cristiana. Igualmente se llega a aceptar un radical indiferentismo religioso, llevado por Halbfas a sus últimas consecuencias.

Baste recordar aquí que no existe ninguna revelación divina pública fuera de la Sagrada Escritura y de la Tradición apostólica (cfr. Dz. 783, 2021).

Respecto al indiferentismo religioso, puede encontrarse su explícita condenación en abundantes documentos del Magisterio de la Iglesia: Enc. Mirari vos de Gregorio XVI, año 1832 (Dz. 1613 s.); Aloc. Singulari quadam de Pío IX, año 1854 (Dz. 1646 s); Enc. Quanto conficiamur de Pío IX, año 1863 (Dz. 1677 s); Carta del Santo Oficio a los obispos de Inglaterra del 16-IX-1864 (Dz. 1687); Syllabus de Pío IX, año 1867 (Dz. 1715-1718); etc.

Estos datos han sido tomados de la Declaración de la Conferencia episcopal alemana[1] sobre el libro de H. Halbfas, Fundamentalkatechetik, publicada en el número 219 del Boletín oficial de prensa de la archidiócesis de Colonia, con fecha 15-VII-1968; y del comunicado de prensa del Secretariado de la Conferencia episcopal alemana del 28-XI-1968, publicado en el mismo boletín oficial mencionado (número 385), con fecha 3-XII-1968.

 

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[1] La Conferenca Episcopal alemana invitó al prof. Halbfas a una discusión teológico-científica bajo la presidencia del arzobispo de Paderborn, Cardenal Lorenz Jaeger, para tratar de las tesis contenidas en el libro Fundamentalkatechetik. En esa sesión —realizada el 28 de octubre de 1968 en Dortmund— participaron también los profesores Semmelroth Zimmermann, Kasper y Gnilka. Halbfas rehusó revisar las bases de su libro y modificar sus conclusiones contrarias al dogma católico. Posteriormente, el Cardenal Julius Döpfner, presidente de la Conferencia Episcopal alemana, comunicó públicamente su condolencia por la postura adoptada por el autor y comunicó que no quedaba otro remedio que dar el paso doloroso de privar al prof. Halbfas de sus cargos eclesiásticos.