Mi punto de vista sobre el caso Antonio Esquivias.- Orange
Fecha Friday, 22 August 2014
Tema 120. Aspectos económicos


Tras lo publicado en El Mundo (12-8-2014), causa tristeza el ver la calculada frialdad con que los directores aristócratas del amor tratan a quien dio por ellos muchos años de su vida. Mientras, los directores aristócratas del amor, continúan como si tal cosa, haciendo oración, besando el suelo diciendo serviam, rezando los martes el Salmo ll, flagelándose, teniendo como patrono al apóstol del amor fraterno, a San Juan…

Francamente, no sé de qué pueden hablar con Dios estos directores mientras chantajean y tratan de esa forma al que fue un hermano suyo que se gastó por ellos como numerario y como sacerdote durante muchos años y al que han llevado al extremo de tener que pedir públicamente ayuda y justicia. Es una actitud que debería hacerles sonrojar.

Ya no cumplen ni sus propias normas internas: "A los que no perseveran se les trata siempre con mucha caridad y delicadeza —como querríamos que hiciesen con nosotros, si nos encontrásemos en las mismas dolorosas circunstancias—" (Vademécum del Gobierno Local de 2002). Quizá, en la próxima edición del Vademécum, este texto debería decir: "A los que no perseveran se les trata siempre con frialdad y se les debe hacer chantaje, dadas las dolorosas circunstancias en las que se encuentran, siempre con mucha visión sobrenatural y por el bien de la Obra, etc., etc., etc...."

Señores directores: alguien dijo que en estos casos lo que hay que hacer primero es reconciliarse con Antonio y, una vez reconciliados, irse a hacer todas las normas de piedad que uno quiera. Esto está en Mt 5:24, y aunque se trate de un libro sin la enorme importancia que tienen las Instrucciones y Vademecums internos para la salvación de la humanidad, créanme que no les vendría mal practicarlo de vez en cuando.

Y, al fin y al cabo, aquí no se ventila ninguna cuestión teológica sino que estamos hablando sencillamente de incumplimiento de la ley laboral y de dinero. Todo esto ocurre por la empecinada postura de no querer reconocer que lo hacen fatal con el tema de la seguridad social de los sacerdotes y de los miembros que se dedican a labores internas. Como botón de muestra, el Opus Dei no se dio de alta como empresaria hasta el 15-12-2006, es decir, ¡¡con 78 años de retraso!!, que ya es tener cara dura, y ello solo en lo referente a los sacerdotes. ¿Y qué pasa con la seguridad social y los derechos a pensiones de incapacidad o jubilación de los laicos que se dedican a trabajos internos?

Quiero recordar que en el examen del circulo breve se leía una pregunta que más o menos decía: ¿Soy consciente de haber procurado un mal cierto a la Obra de Dios por mi apatía, por mi imprudencia , por mi tibieza o frialdad en el cumplimiento de mis deberes religiosos, familiares, sociales o profesionales? ¿En qué piensan varios cientos de cabezas cuando oyen todas las semanas eso del "cumplimiento de los deberes sociales"?

En definitiva, se trata de un dinero que para ellos es una insignificante calderilla. Pero como saben que para Antonio es importante, no lo dan. Actúan así para que se fastidie, y si no, -piensan ellos-, que hubiera sido un cura sumiso de los que se tragan todas las irregularidades que ven sin rechistar, así no se habría ido de la Obra y ahora estaríamos tutti contenti. Luego, lo envuelven todo con ese lenguaje hipócrita de "ayudarle en su nueva etapa" y de que "todo está en regla y conforme a la legalidad", cuando en el fondo detestan este asunto porque les pone su mal comportamiento delante de la cara.

Con esta miserable actitud, buscan todas las artimañas y resquicios para no darle lo que en justicia le corresponde y solo soltarían el dinero obligados por la ley o por la vergüenza pública. Pero nunca lo harían de corazón, como expresión de reconocimiento a Antonio que quemó muchos años de su vida allí. En esos años, calladamente y abusando de su buena voluntad, se fueron ahorrando las cotizaciones a la seguridad social mes tras mes y año tras año. Y por eso Antonio esta ahora pagando las consecuencias. Es algo sencillamente indigno.

En su envío de 27-1-2006, Antonio narró con aplomo el largo y sibilino acoso del que fue objeto hasta su salida de la prelatura por mantener sus puntos de vista y su dignidad. Merece la pena releerlo, porque de aquellos polvos vienen estos lodos (... y también por releer la cobarde respuesta del cardenal al que le dirigió su carta).

Antonio Petit... Antonio Ruiz Retegui.... Antonio Esquivias.... suma y sigue... (.... por quitar un poco de hierro al asunto, si yo fuera cura numerario y me llamara Antonio, estaría francamente preocupado...)

Querido Antonio: ¡Animo!

Orange









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