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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

16-abril-2004


(de Flavia) En el silencio de Dios

Amigos:

A pesar de que últimamente mis tiempos están apretados, quería comentar alguna cosas acerca de ciertos temas de estos días.

Me alegran los considerandos de Javier, en su correo del 15/4, respecto de la importancia de establecer un cuestionamiento al Opus Dei desde una perspectiva católica, en particular, que destaque, amén de la confesión religiosa de cada quien, por la que se delimita una perspectiva de discusión, el hecho concreto de que, siendo la Obra parte de la Iglesia, es primariamente en ese registro en el que debe ser comprendida, sin que obsten otros (legales, sociológicos, políticos, psicológicos), muy importantes, en cada caso, aunque más puntuales.

En tal sentido, aprovecho para comentar algo respecto de lo que se viene ventilando en la web acerca de la película "La Pasión", y de la actitud "propagandista" de la Obra respecto de ella.

Ayer vi la susodicha película, y sin querer absolutizar mi parecer (sobre gustos...), he de decir que me pareció nefasta. Lamento discrepar con muchas personas que respeto, pero ese es el término que viene a mi mente: "nefasta", pues constituye una "señal negativa". ¿Qué quiero decir con "nefasta", entonces?.

Me parece que el eje de la película es el aquelarre sangriento que muestra, y a partir de él, las posturas teológicas simplistas que ostenta: una módica comprensión de un misterio tan magno como el de la Cruz; lo cual, conduce a que los pasajes buenos, pocos, desde mi óptica, queden ahogados en una exhibición de barbarie que dura 124 minutos. Algo más, sí creo que, sin ser antisemita en sentido contemporáneo, se percibe en el film un inequívoco "tufillo" de los antiguos e intolerables prejuicios contra el pueblo de Israel.

Realmente no me extraña que el Opus Dei promocione una película de estas características, que se centra en los aspectos más "sensacionalistas" del misterio de la Cruz, pues, aunque ciertamente el Señor ha de haber pasado por todos esos terribles tormentos, entiendo que no es la crónica morbosa de la tortura lo que lo nos manifiestan sobriamente los evangelios, sino la entrega redentora del Hijo de Dios, su misión salvífica, y el transitar mismo de una comunidad creyente, sus contradicciones, sus opciones, sus miradas, en fin, el fecundo horizonte de comprensión de la Fe en el Crucificado y Resucitado.

La Obra tiene el desgraciado hábito de buscar el camino más fácil, más corto, y más esquemático en estos ámbitos, y se sabe que Dios no procede según esas modalidades, ni la experiencia de la fe acrisolada se forja por arte de magia, de necedad, o de ceguera. Se trata de ver mejor, de educar la mirada, de hacerla "clarividente", como decían los Padres del desierto... y eso es tarea de toda una vida, es el fruto de un corazón sencillo.

La muerte de Cristo es incomprensible sin detenernos en las claves de su vida, no en escenas aisladas, sino en las grandes claves, las cuales sitúan a la experiencia creyente en un trayecto de maduración y profundidad, no en el sentimentalismo sanguinario e inmediatista.

Muchas veces he comentado que las perspectivas teológicas del Opus Dei eran paupérrimas, y reemplazadas por una pragmática autosuficiente y cerrada, veo ahora, que, tristemente, hay un "clima de época", que busca cimentar la experiencia de la fe en el espectáculo, en el golpe de efecto sin raíces, y no en la escucha atenta del soplo del Espíritu, ni en la fidelidad cotidiana a la Verdad que no se deja domesticar, que nos cuestiona y nos vivifica más allá de nuestras pequeñas idolatrías e idiosincracias.

En este tiempo santo de la Pascua, recuerdo las palabras de los Padres de la Iglesia, quienes hablaban de las tres "venidas" del Señor: la primera en la Encarnación, la final en la Parusía, la intermedia, que es la presente, en el corazón creyente que cada día lo recibe como el Autor de toda vida, como Quien todo lo renueva y lo convierte. Los Padres se referían a esa piedra angular del cristianismo: "adorar en Espíritu y en Verdad"...me temo que estamos en una época en la que se busca afuera, en formas de vida particulares, en vivencias "extraordinarias", en supuestas "perfecciones espirituales", en cierto "elitismo de la santidad", lo que, desde siempre, está en nosotros, en cada hombre y cada mujer, sin restricciones: la nueva ley del amor fraterno, la humilde disposición de quien se sabe, simplemente, "hijo de la gracia". Mejor que yo, lo dice San Juan de la Cruz, en los "Avisos y sentencias espirituales":

"Una palabra habló el Padre, que fue su Hijo, y ésta habla siempre en eterno silencio, y en silencio ha de ser oída por el alma". n. 307.

Les dejo un abrazo, y el deseo de que en estos y otros asuntos similares, este tiempo nos ayude, y todos nosotros aportemos, a que se deje ver un poco de luz.

Cordialmente

Flavia


(de Teresa) Me ha encantado...

He encontrado esta página por casualidad. CAUSALmente conozco bien el percal-dei

El apartado "quiénes somos" es una pequeña OBRA de arte,con ese toque autopictórico al final...

Salir del laberinto de jose maria con santa alegría a compartir, eso deben hacer los "escogidos".... que quedarse dentro es cosa de la vulgar "tropa"!

Un saludo,

teresa


(de wamaw)

Leyendo a uno de los autores de Recursos para seguir adelante, Herman Hesse (aunque no el libro que se propone, Siddharta, sino 'El lobo estepario')
llegué a un párrafo, en el que di un respingo por lo muuuuuuy familiares que me resultaron una líneas.

Breve Situación: es la parte denominada Tractac, donde se está describiendo el desgarro que sufre el protagonista pues se debate entre dos tendencias básicas, la del hombre que busca la "santidad", que sublima, que siente la llamada al absoluto, y la del lobo, la de los instintos más básicos, la naturaleza, el libertino (que se opone al hombre, pero ambos se enfrentan al conformismo "burgués"). Se cuenta que solo con humorismo supera esa tensión, pues tiene que:

Vivir en el mundo, como si no fuera el mundo, respetar la ley y al propio tiempo estar por encima de ella, poseer, como si no se poseyera, renunciar, como si no se tratase de una auténtica renunciación

Comprobar que escribió estas líneas en Montagnola, ya fue el guiño definitivo que me animó a enviaros esas líneas por si algún ex quiere aportar su reflexión sobre la vivencia de tensiones similares... o si en definitiva, no hay mayor tensión que descubrir que se está en una "opus" que no se parece a la "opus" que se/le habían imaginado.

wamaw


(de M.M.) Una amiga más

Estimados amigos:

Me dirijo a vosotros en un momento de mi vida en el que mi curiosidad por el Opus Dei me ha llevado a navegar por la red de un modo incansable en busca de información fidedigna al respecto. Esta "organización" me resultaba casi totalmente desconocida hasta que, hace unos años, entré al mundo laboral. En la empresa a la que me incorporé, recién salida de la universidad, se "respiraba" Opus por todas partes, pero me resultaba algo ajeno y lejano hasta que mi propio jefe, el superior de departamento, nos invitó a mí y a mi marido a una de esas "charlas", sospecho que aprovechando un momento personal delicado. El miedo a lo desconocido (no sabía prácticamente nada del tema salvo por los tópicos más recurrentes en la empresa: padres de familia con más de cinco hijos, amiguismo y "enchufes" entre los seguidores, etc.), unido a la incertidumbre del rumbo que mi relación laboral podía tomar con mi jefe, me hicieron embarcarme en una búsqueda incesante por ampliar mi conocimiento del tema. Decliné la invitación con una excusa elegante, pero sé que sigo expuesta a nuevas proposiciones por experiencias de amigos y compañeros.

No sé si siempre es así, pero en esta empresa el reclutamiento de adeptos es bastante agresivo y en bastantes ocasiones exitoso... tal vez porque siempre escojen sabiamente el momento adecuado o el punto débil de cada candidato. Yo ahora me siento más fuerte por la información de que dispongo y porque el instinto maternal me hace proteger a los míos de aquello que considero "peligroso", y creo firmemente que esto lo es. Sin embargo, me gustaría poder intercambiar información y opiniones con otras personas que puedan estar en el mismo caso o en situaciones parecidas o con más experiencia. En ocasiones me siento tan rodeada que siento algo muy parecido a la claustrofobia... seguro que muchos sabéis de lo que hablo.

Espero vuestra respuesta. Muchas gracias y un saludo.

M.M.


(de Victoria de Samotracia, ex Rulo Loco)

Amigos de opuslibros:

Nuestro Crítico Constructivo además de hacer profundos análisis de la Cosa, es un navegador de internet top. Me ha enviado algo que encontró, una periodista que se mete a investigar en un grupo protestante y se autodenomina Rulo loco. ¿Les parece que tendré que litigar por derecho al nombre? ¿Cómo puede ser tanta coincidencia? ¿Es el nombre exacto y además el tema es un grupo religioso? ¿Será mi otro yo? ¿Tendré una vida paralela en otra dimensión? Tal vez estas preguntas me las pueda responder Antonio (miércoles 14) .....

Rulo Loxo

Profusión de besos y abrazos

Victoria de Samotracia (ex Rulo Loco)


(de E.B.E.)

Les envío un nuevo escrito.
Un abrazo,
E.B.E.

(El nuevo escrito de E.B.E., titulado 'Llamados al éxito' (El sentido del éxito en la Opus Dei) está colocado en los libros silenciados)


NOTA: cuando el oreja que está de guardia contesta a alguno de los correos, su comentario va en cursiva y es la opinión personal del oreja que contesta. Lo hace expresando su opinión como uno más de los que escribís, no como línea editorial de la web. Sus opiniones son igual de personales -y criticables y respetables- como las opiniones que se vierten en los correos que se reciben.


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