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CORRESPONDENCIA

26-3-2004


(De Crítico Constructivo) Los aportes a la seguridad social en la Argentina según mi experiencia.

Mi experiencia sobre este tema se circunscribe a la Argentina, durante los años noventa. Ignoro cómo se hacían las cosas en otras épocas y cómo se hacen ahora.

Estoy en condiciones de asegurar, porque he sido testigo directo, que en los centros en que viví mientras fui numerario, a las numerarias auxiliares se les hacían puntualmente todos los aportes a la seguridad social que exige la ley argentina. He visto como todos los meses, de la caja del centro, el secretario separaba una suma de dinero para cumplir con los aportes de las numerarias de la administración, llegando a postergar otros gastos menos importantes antes que demorar el pago de los aportes.

Lamento si en otros tiempos y/o en otros países no se cumple con la ley en esta materia.

Un cordial saludo a todos,

Crítico constructivo.


(De Maque)

Queridos todos:

quisiera corregir el comentario del oreja de guardia sobre mi cotización en la Seguridad Social. No fueron 7 años, fueron casi 4. Cuando salí de la obra, después de 27 años dentro, en el año 2000, tenía aproximadamente, 4 años cotizados: dos, porque di clases en una Obra corporativa y más o menos año y medio más porque siendo subdirectora de la administración de un Colegio Mayor masculino, había que dar de alta a una gobernanta y fui agraciada con ese honor. Por supuesto me enteré cuando tuve que firmar los oportunos documentos, a mí nadie me comentó nada ni para el alta ni para la baja, que ocurrió como os digo año y medio más tarde. El resto de mi vida en la obra siempre en cargos internos, no coticé nunca.

Esto es la realidad. Recuerdo que con el cambio político en España, -la llegada de los socialistas al Gobierno la primera vez- hubo un revuelo grande en estos temas, y tuvieron que hacer algunos "ajustes legales" por miedo a posibles represalias.

Sigo la web con interés y me hacen gracia los comentarios sobre los correos de Jóse Carlos. Comprendo que hierve la sangre cuando se leen. Yo no sé exactamente quién es ni conozco su historia; cuando me incorporé a la web, él ya pululaba por ella con mucho desparpajo.

Todos nos damos cuenta, de que lo que cuenta, o lo ha soñado o ha recibido un encarguito especial de "alguien" para dar doctrina positiva. Creo que lo mejor sería no darle tanta "caña" y pasar un poco de contestar.

Sé positivamente que todo lo que aquí se cuenta está ayudando "de fondo" a mucha gente, así que ¡ánimo! y que no decaiga.

Millones de besos y abrazos para todos,

Maque.


(De KleinesAL) JC uber alles

Hola,

He seguido con cierto interés los comentarios sobre y de JC... Sin poder juzgar intenciones, su actitud me recuerda lo que los americanos llaman "filibustering": consumir tiempo de sesión en el congreso para retrasar o dificultar la labor legislativa del contrario.

"Legal"?, sí (al fin y al cabo es un ex)... Ético?, no sé; por un lado, hablamos de los amos de la media verdad/doble moral/triple contabilidad y por otro no me cabe duda de que JC "putea" estar haciendo un "obsequio" al altísimo.

Una forma de compaginar la libertad de expresión y evitar que se sabotee la web podría ser abrir una sección -- tal vez bajo "links"-- llamada "derecho de réplica" (o algo parecido) donde colocar los correos que discrepan de la "linea editoral".

Ciertamente esto deja abierta la cuestión principal: quién decide?... No os lo voy a dar todo hecho, no ? :-) Mi opinión es: prefiero correr el riesgo y dejar que los orejas decidan. Si se equivocan, la mano invisible del mercado les dará un (ex)fraterno capón.

Ademas, entiendo que los editores puedan reservarse el derecho de limitar el tiempo de permanencia de las contribuciones en esa sección, para evitar que sea utilizada para el aop :-)

Saludos

KleinesAL


(De Sergio)

Muy acertado el correo de Carmen Charo (25-3-2004). Si algo bueno tiene la Obra son las numerarias auxiliares y el cariño que ponen al ocuparse de los demás. Otra cosa es la insensatez que supone que su actividad profesional venga supuestamente impuesta por una vocación divina (y para toda su vida), cosa que no le pasa a una madre de familia (que si lo desea puede compaginar el cuidado de los suyos con otro trabajo profesional; especialmente si los hijos son mayores).

Por otro lado, propongo que se abra una nueva sección (junto a "correspondencia", "tus escritos", etc.) para los correos a favor de la Obra (es decir, los de aquellos autores en los que NUNCA aparece ninguna crítica concreta a la institución). Así, al tiempo que se favorece la libertad de expresión (cosa que sin ir más lejos no se hace en las webs "pro-Opus"), los que estamos interesados en profundizar en el conocimiento de la realidad de la Obra y del porqué de sus graves errores nos evitaríamos la lectura de tantos correos que no ofrecen nada aprovechable.

Sergio.

PD: En dicha sección incluso podría incluirse un link a www.opusdei.org. ¿Creéis que algún lector de la web picaría?


(De ÑamÑam)

Jose Carlos:

La cita que puse entre comillas no es "como si fuera textual". Es textual, lo cual no quita que alguna de las palabras no sea exacta, porque haya empleado sinónimos. De todas formas, si quieres cita oficial, ahí va: "no doy ni cinco céntimos por el alma de los que se van" (Josémaria Escriva). Eso es bastante peor que llamarles traidores. El trato que suele dar la Obra a los que se van (excepto a JC, por lo que se ve) es bastante coherente con esa visión.Y en el fondo responde a la misma visión que tenían los inquisidores con los herejes: van a ir al infierno y allí arderán eternamente, por tanto quemémosles para que vean lo que les espera y así a lo mejor se arrepienten antes de morir.

Preguntar si recuerdo en qué documento leí la frase aquella es bastante torticero. Estos criterios vienen en hojas numeradas, por ejemplo con algo así como cre-sm 4507/95 que significaría Comisión Regional España-San Miguel documento nº 4507 del año 1995. Evidentemente no es fácil -ni útil- recordar esas siglas, y menos al cabo de años. Interpelarme sobre ello es una pregunta manipuladora, muy indicativa del nivel de JC.

El término "traidores" aplicado a los que se van es muy frecuente en la Obra. Yo lo oí múltiples veces, y probablemente lo empleé (mea culpa). Quien me dejó muy claro que los que se van son traidores fue el cura numerario LRA, que me indicó expresamente que prohibiera a un supernumerario el trato con un antiguo numerario Tony M. por que "era un traidor". Yo así lo hice, con la consecuencia de que el ex-numerario se enteró, vino por el centro enfurecido, me cogió y me pidió cuentas, con energía y serenidad. Reconocí que metí la pata, que había faltado a la caridad y le pedí perdón con toda sinceridad. Él lo aceptó y hasta tuvo el detalle de quedarse un rato hablando conmigo de otras cosas intrascendentes, para confirmarme en su perdón. Años después le volví a encontrar y me saludó con cordialidad. Todo un ejemplo.

La persona que me empujó a actuar así, tendría mucho que aprender, pero el caso es que me dejó claro que ese criterio era del Padre (Escrivá). Desde luego, JC tiene una ¿suerte? inmensa de que el día de su cumpleaños le llama un director de un centro para felicitarle y comer juntos (invitando, extrañamente, el que no celebra,) además hace lo propio un cura numerario. Y, sin ponerse de acuerdo, claro, los dos le comentan lo bien cubiertas que tienen las espaldas las numerarias auxiliares con espléndidos seguros... Hay que ligar mejor las historietas, caramba.

Yo, traidor de mí, lo único que he logrado es que un cura numerario Joaquín. F, (no el que estuvo en Austria) se cambie de acera para no saludarme.

Y visto lo visto, empiezo a pensar en dejar de colaborar en esta página y buscarme otra, así queda más sitio para Jose Carlos.

Abrazos a los orejas, a pesar de todo.

Ñamñam


(De E.B.E.) Libro de quejas

Hola Orejas,

No creo que sea nada negativo el que durante un tiempo no se escriba en esta Web. La web no necesita «alimentarse» ni que nadie la alimente para mantenerla viva.

Es cierto que los mails le dan una vida única y propia.

Pero esta web no es un «chat» donde, si la gente no habla, se acabó el sentido del sitio.

Es más, el sentido de chat le puede dar un cierto «encierro» donde mucha gente venga, lea y se vaya, sintiendo que «la conversación ya empezó», viéndose ajena a ella, más cuando la conversación muchas veces gira en torno al «ombligo de siempre».

Así es como otros sitios se cerraron o contaminaron, según contaba Ñam- Ñam en alguna oportunidad. Me parece que no hay que darle tanta importancia a la «correspondencia-chat» como «partida de ajedrez en la que hay que ganar».

Esta web es una realidad en sí misma. No necesita de la aprobación de nadie. Menos de la Obra y sus voceros.

Sólo necesita de nuestra aprobación. Y no se la estamos dando si pensamos que todavía tenemos que dar la pelea por lograr la aprobación de los representantes de la Obra para que «nos reconozcan».

El hecho de que esté online y mucha gente la pueda consultar y visitar es más que suficiente para satisfacer el sentido con el que fue creada (me parece). El silencio no implica necesariamente fracaso.

Tal vez podría crearse una sección que fuera «libro de quejas» y ahí poner los mails críticos de la web –sin apuro ni gastar el tiempo tan valioso de cada orejas para estar al día con el resto de los mails que contribuyen constructivamente al sitio-.

No me refiero a los mails que preguntan desde la ignorancia o que de buena fe presentan sus dudas o puntos de vista diferentes. Pienso en los que vienen a desgastar el trabajo de los orejas.

El libro de quejas sería sin duda aburridísimo pero al mismo tiempo podría hacer de la sección «correspondencia» una página más centrada en el tema de la web y que fortalezca su sentido.

No puede ser un ámbito donde «el ombligo de siempre» se dedica a «revisar los cimientos» para dar su aprobación de si los fundamentos sobre los que se sustenta la web son válidos o no. Por otro lado, ciertamente, cada uno es responsable de prestarle atención o no.

No es lógico «estar dando examen permanentemente». La web como tal tiene su propia «identidad». La sección «correspondencia» no puede ser de un «revisionismo permanente» (esto –me parece- es lo que molesta a gran parte de los que aportan a esta web de manera constructiva). Hay unos puntos determinados de los que se parte y no se ponen en duda porque son la propia vida y experiencia. Permitir esto es faltarse el respeto a uno mismo.

Dentro de la Obra había que demostrar la inocencia. Acá ya no, aunque el «reflejo condicionado» nos haga creer que lo que decimos «no tiene el fundamento suficiente» y hay que andar demostrándolo una y otra vez.

Ya no necesitamos prestarnos a eso, porque no «se lo debemos» a nadie.

Si alguien viene a poner en duda los fundamentos de esta web, una y otra vez, tendría su sitio: el libro de quejas.

Toda discriminación es válida en la medida en que no sea injusta. Y lo contrario también: seríamos injustos con nosotros mismos si no discrimináramos (separáramos) aquello que no nos hace bien. Ya pasó la época de aceptar aquello que nos aliena «a causa de nuestro bien» y en nombre de la «obediencia».

Esa necesidad de aprobación es una de las consecuencias de la «formación recibida» y de la experiencia del sometimiento. No necesitamos –creo- seguir ejerciendo ese «habito malo» (vicio).

Saludos,
E.B.E.


(De José Carlos)

Quiero aclarar unas cosas, porque creo que no se me ha entendido, o no me expliqué bien. Y luego me despido y os dejo en paz.

1. Mi mensaje de ayer no debería haber salido como salió. Antes de que se publicara, recibí un mensaje privado de Alfredo que me hizo pensar sobre el daño que podía hacer a algunas personas, sin querer. Escribí otro que mandé a los orejas antes de que se actualizara la web, pero por lo visto no lo recibieron a tiempo. Las referencias personales del final se deberían haber omitido, y el mensaje se debía haber suavizado.

2. Perdonadme los que lo estáis pasando tan mal por el tema de la seguridad social. Mi intención era mejorar la situación, mostrando lo que puede llegar a ser.

3. El oreja no me entendió bien: por "discrepancias" no me refiero a discrepancias entre yo y otros, sino entre la forma de vivir el asunto de los beneficios sociales en EE.UU. en contraste con lo que cuentan otros. Son esas discrepancias las que quise ilustrar: porque si existen, es que hay esperanza de que algo puede mejorar en los países en los que tanta falta hace.

4. Con el calentón que tenía el oreja Viernes13, tampoco me entendió el ejemplo del cónyuge y la familia sobrenatural. Con eso precisamente quise mostrar que hasta con el modo de razonar dentro del Opus Dei parece justo que una persona que trabaja "en las cosas de la casa" reciba seguros y demás.

5. Reitero, por si no ha quedado claro, algo importante en lo que estamos de acuerdo: "me parece justo, prudente y pastoralmente aconsejable que los que trabajan en labores internas en el Opus Dei reciban seguro médico y coticen seguridad social, aún a costa de tener que proporcionarles un sueldo oficial sobre el que tengan que pagar impuestos, si ésa es la única forma de hacer que reciban esos beneficios."

6. Por favor, ved que en este asunto no os estoy contradiciendo, antes al contrario. Saqué el tema porque me parece que es algo eminentemente cambiable y mejorable, quise cerciorarme de cómo se vive aquí y lo expuse para que otros ilustraran cómo se vive en otros sitios. Si aquí es así, algún día puede serlo en todas partes.

7. Esperaba, como se lo insinué a Carmen Charo, que podríamos conversar sobre cómo hacerlo realidad.

Pero parece que sigo sin acertar, y muchos se muestran heridos por lo que digo, o por lo que creen que digo. Y como dijo Satur un día, no es eso.

La pura verdad es que no quiero hacer daño. Tampoco quiero que se haga daño a terceros, y me parece que hay cosas en la web que lo hacen, y a mí me cuesta mucho dejarlas pasar. Hay gente que sufre a cargo de lo que han vivido o viven en el Opus Dei; pero también hay gente como yo que sufre cuando se critica ácidamente a una institución a la que tengo mucho que agradecer.

Empecé a escribir porque pensé que mi historia era válida, que no todo es dolor y sufrimiento, que el Opus Dei se puede hacer bien en algunos sitios. No me parece justo que se dé la impresión de que todos los ex-miembros detestan a la Obra, porque no es verdad.

No pretendo que nadie siga mi camino; simplemente que se reconozca que es válido y posible.

Quise hacer amigos, porque uno también tiene corazón, y procuré tratar a todos con corrección y respeto. Agradezco los buenos amigos que he hecho. Varios de ellos me instan a que lo deje ya; mi mejor amiga, mi mujer, también lo agradecería horrores :). Tiene razón el Crítico Constructivo cuando comenta lo que desgasta este asunto, que nos ha tocado a todos tan hondo.

Una vez me enfadé con la empleada de una compañía aérea porque no me daba los billetes que quería. Con perfecto acento sureño, me replicó: "you catch flies with honey, not with vinegar" ("a las moscas las cazas con miel, no con vinagre"). Han sido mensajes de varias personas que se me han acercado con afecto, las que al final me han hecho recapacitar y desistir.

Me da no sé qué decir adiós, porque ya lo he hecho varias veces y termino volviendo. Quizá sea un hasta luego. Muchas gracias y mucho cariño a Fede, Claudia, Crítico Constructivo, M. de A., Rulo Loco, Ramiro, Satur, Alfredo, José Antonio, Paco Mellado, Carmen Charo, atp, Aquilina, y al buen oreja que quiso charlar conmigo una vez. Espero poder conoceros personalmente algún día; os admiro por trascender las diferencias de opinión y ofrecerme una acogida contra corriente. A J.M., José A. Botella y el "anticrítico", gracias por defenderme cuando era impopular. A los orejas, os quito la carga de que tengáis que hacer una encuesta a los lectores sobre si echarme o no :).

A todos, os deseo lo mejor: felicidad y paz en este mundo y en el que viene. Los orejas mantienen mi dirección, para el que la quiera, que siempre estará abierta si se os ofrece algo. Un abrazo, y hasta más ver.

José Carlos

(¿Es el oreja que te contestó ayer el que no te entendió?... ¿Siempre los fallos son de los demás?, ¿los errores, de los demás?, ¿las provocaciones, de los demás?. Empieza por reconocer alguna vez que es mejor "no mencionar la soga en casa del ahorcado" y entenderás por qué a veces sacas de sus casillas a mucha gente en esta web.
El correo que enviaste anoche para sustituir al anterior llegó a las 21.51 hora de España, cuando la web llevaba 50 minutos actualizada. Otras veces tú y otros enviáis correos que sustituyen a otro que todavía no se ha publicado y bien sabéis todos, que siempre se sustituyen. Para que nadie se quede con la curiosidad de lo que decías en el nuevo email, lo copio a continuación:

Sobre la seguridad social

Gracias a José Antonio, Alfredo, Carmen Charo y Ñamñam por sus respuestas. Paso a contestar algunas de vuestras sugerencias.

Pues la verdad es que no, José Antonio y Alfredo (23-III), no sabía si hoy en día los miembros de la Obra que trabajan en labores internas en otros países cotizan seguridad social o no. Sólo conozco personalmente la situación de EE.UU. Y la conozco de primera mano, Tapatío (24-III), no son fantasías. Si realmente lo hubiera sabido, no tendría ningún sentido ofrecer un dato que podría ser tan fácilmente contradicho. Me apena, José Antonio, que juzgues mis intenciones; me apena mucho más, Alfredo, que haya ex-numerarios que tengan difícil la jubilación.

Dándome cuenta de esto, quiero pedir disculpas si al querer constatar lo que sucede aquí pude "mostrar el boleto del cuponazo" a los que lo están pasando mal - de verdad que no fue mi intención herir a nadie.

Precisamente indagué sobre el asunto y os comuniqué las respuestas consciente de que mi correo iba a suscitar que esa información saliera a la luz. Me imaginé que podría poner en evidencia posibles discrepancias, como así ha sido. El hecho de que las discrepancias existen demuestra que esta práctica no es algo fundacional e inmutable: es un criterio variable, que puede cambiar según las circunstancias. He aquí una razón para la esperanza.

Sobre si en EE.UU. esto es diferente por "táctica", porque no tienen otro remedio o por deber de justicia, no puedo comentar porque no tengo acceso a sus intenciones. Personalmente, especular sobre ello me parece poco productivo y proclive a juicios temerarios.

Supuse que mi interés en el asunto y la manera en que lo formulé dejaría claro lo que pienso al respecto. Por si acaso quedan dudas: me parece justo, prudente y pastoralmente aconsejable que los que trabajan en labores internas en el Opus Dei reciban seguro médico y coticen seguridad social, aún a costa de tener que proporcionarles un sueldo oficial sobre el que tengan que pagar impuestos, si ésa es la única forma de hacer que reciban esos beneficios.

Usando una forma de argumentar querida en la Obra ("los que trabajan internamente lo hacen por sacar adelante a su familia sobrenatural"): pienso que en las familias normales el cónyuge que se queda a trabajar en casa tiene acceso a seguros por medio de su esposo-a, y la ley dispone de mecanismos para que reciba ciertos beneficios sociales en el caso de una imprevista y dolorosa separación.

Querida Carmen Charo (23-III): muchas gracias por tu felicitación de cumpleaños, que sé que es sincera. Siento que a veces te cause crispación. Tienes mucha razón cuando sugieres que yo puedo herir a mis hermanos inconscientemente, mientras creo hacer el bien o servir a Dios: así lo sugerí en mi escrito sobre los atentados de Madrid. Por cierto, lo mismo me podría ocurrir tomando la posición contraria, la de atacar a la Obra pensando que es un deber de justicia; ambas posibilidades me sobrecogen. Por eso intento escribir en conciencia, pero no siempre acierto.

El hecho de que yo conozca a numerarios en posiciones de dirección aquí en USA no implica que yo tenga nada de influencia, fuera de la que proporciona la amistad; y menos aún en otros países. Pero sí creo que el tipo de influencia que uno pueda tener es mayor si se abordan los temas de una determinada forma, en materias que son susceptibles de mejora. Cómo hacerlo da para mucha discusión.

Una excepción a una frase tuya, si me lo permites: "tú eres de las pocas personas que tienen buenas relaciones dentro de la Obra". Repito que opuslibros es una muestra poco representativa, y no estoy de acuerdo con que seamos pocos los que mantenemos buenas relaciones. Haciendo un cálculo burdo, si por cada miembro de la Obra dentro hay un "ex" fuera, y asumimos que hay 80.000 miembros, los 354 votos de lectores a la primera encuesta de la web representan menos del 0.5% de los ex-miembros. Lo que piensan los otros miles y miles que no leen o no votan en opuslibros es pura conjetura.

Ñamñam (23-III): En tu escrito comentas una "doctrina oficial", pones una cita entre comillas como si fuera textual, y añades la terrible frase "los traidores se lo tienen ganado". Me gustaría saber si recuerdas en qué documento interno viste una cosa así. Si alguien verdaderamente usó esa frase, me parece que tiene mucho que aprender en este mundo o en el siguiente.

Una aclaración para Nasius (23-III): el centro de mayores de Boston, en cuanto entidad jurídica con proyección externa, tiene perfecto derecho a subvenciones por parte de una fundación que existe para apoyar las actividades del Opus Dei, como así lo proclama en sus publicaciones. El director de ese centro, que coordina tales actividades, cobra un salario en toda regla. Los contribuyentes saben perfectamente que sus donativos apoyan esas labores, y las cuentas están clarísimas con el IRS (la Hacienda de acá). Así que de estafa, nada. Perdona que no haya especificado que dicha fundación no sólo apoya obras corporativas, pues pude dar pie a una acusación gratuíta por tu parte basada en datos insuficientes.

A José Antonio, Alfredo y Carmen Charo: muchas gracias, de corazón, por intentar comprenderme y estar abiertos al diálogo. Que sepáis que lo que podamos discrepar no quita para que os recuerde con cariño en mis oraciones.

Un abrazo,
José Carlos


(De Aquilina) A propósito de varias cuestiones

Queridos Orejas de un lado y otro de la pantalla, quiero intervenir acerca de algunas cuestiones de actualidad en estos dìas en la web.

Antes de todo acerca de que el tono de la web se encuentra desde algùn tiempo algo desinflado. Yo también tuve esta sensaciòn, pero lejos de provocarme una sensaciòn negativa me parece una cosa muy natural y explicable. Esta Web no es un diario o un semanal; no se reune cada semana o cada dìa una redacciòn de periodistas que va a examinar los contenidos, averiguando su interès, su complementariedad y variedad de argumentos, y que a lo mejor replaza unos argumentos a los dìas siguientes para no cargar el dìa presente y quedarse sin nada después… Lo que encontramos en la pagina cada dìa depende de como cada uno de nosotros nos levantamos cada mañana, si tenemos ganas, posibilidad, argumentos para intervenir, si las intervenciones del dìa anterior nos provocaron reacciones u no, si sì tuvimos reacciones y juzgamos prudente contestar por enesima vez al mismo argumento o preferimos callar prudentemente confiando en las contestaciones de los demàs, y un largo etc. O sea, que lo que va a integrar la págìna depende muchìsimo de factores imprevisibles estadísticamente, que explican muy bien el porqué en algunos dìas los argumentos estallan como una bomba y en otros parecen asmaticos. Por añadidura, los hechos recientes del atentado terrorista en Madrid, nos han -necesariamente- apagado un poco la vena polémica y la gana de discutir porque nos han devuelto a un mayor conocimiento de que, como alguien subrayaba oportunamente hace unos cuantos dìas, los nuestros no son -ni mucho màs- los unicos problemas graves del globo terraqueo. Sin quitar nada a las injusticias y a los sufrimientos que tuvimos que sobrellevar por nuestro paso por el opus dei, tenemos que darnos cuenta que, al fin y al cabo, pertenecemos a una cuota afortunada de la humanidad que puede disfrutar de recursos que muchos otros hombres casi no conocen ni de nombre. Asì que al final no me parece tan mal que las páginas de la web padezcan de estos altibajos, que son los nuestros, los de los que la integramos. A lo mejor esto hace posible, a quien entra ahora y a quien no puede ponerse al dìa cotidianamente, poderse enterar mejor, y hasta permite a los Orejas de guardia no digo descansar, sino al menos tomar aliento.

Otra cuestion: quiero preguntar a todos, pero a algunos en particular -por ejemplo, José Carlos- de reflexionar acerca de la oportunidad de fundar otra web de ex pertenecientes a la preladura, que siga una distinta orientaciòn respecto a la nuestra. No me parece muy correcto participar en una web en la que no nos reconocemos en las orientaciones fundamentales. A mì me parece que entrar en una web es como entrar en una casa particular en la que se reunen -por amistad y lazos de intereses comunes- personas que le gusta hablar juntos de determinadas cuestiones, que se reconocen acomunados por unas experiencias. Después de tantos meses, me parece que carecen totalmente de interès nuestras polemicas con José Carlos. No por desprecio hacia él, ni por falta de pluralismos, ni por negarle el derecho a decir su opiniòn (que ya lo hizo en repetidas ocasiones), sino porque tenemos puntos de partida y de llegada distintos, y no tiene sentido repetirnos los mismos argumentos, exigir de los responsables de la web el respeto del pluralismo y continuar ignorando el desacuerdo y la irritaciòn que causamos en la mayorìa de los demàs. Lo que el navegante de internet encuentra entrando en el sitio es bastante claro. Leer «Gracias a Dios, nos fuimos» deja honradamente pocas dudas acerca del hecho de que se trata de una web crítica hacia la pertenencia a la instituciòn. Es una web honrada y pluralista porque està dispuesta a publicar las intervenciones de quien opina distinto, pero querer conseguir a toda costa una linea editorial como lo hace José Carlos multiplicando sus intervenciones, diferentes a los propuestos, me parece inaceptable. Màs sentido tendrìa para él fundar otra web de ex que atestiguan de manera positiva su paso por la obra y dejan constancia de esto para quien quiera profundizar en este sentido. Hasta me parecerìa mas logico hacer un link con los dos sitios, si los responsables lo aceptaran y si el link fuera reciproco, para permitir al visitante escuchar las dos campanas, que continuar en esta polémica que ha llegado a ser un sin sentido y que la mayorìa de los participantes en la web rehusamos. No es una cuestiòn de censura: es que José Carlos no se encuentra en nuestra situaciòn mental, y por respeto a los demàs va a fundar una web en la que ofrece espacio para los testimonios en linea con su experiencia.

Por ùltimo, quiero subrayar lo importante que me parece el tema de las numerarias auxiliares, ya por razones de gratitud que todos tenemos de manera particular hacia ellas, ya sobre todo porque todo lo dramático que sale de nuestros testimonios se multiplica por cien en su situaciòn. Por ser seleccionadas y formadas en situaciones muy parecidas a la clausura, por el infantilismo que se les fomenta en la formaciòn interna, por la falta casi total de privacidad en la que viven, por estar coordinadas y dirigidas màs fácilmente por numerarias de miras estrechas y de exagerado buen espiritu, por no tener las posibilidades que tienen los demàs de navegar en internet…, para ellas no solo es mucho màs dificil vivir dentro del opus, sino también llegar a salir o sòlo llegar a tomar conciencia de la existencia de esta posibilidad. Yo no tengo experiencias que puedan añadir algo a los testimonios que hay en la web (solo algùn episodio tan dramatico cuanto aislado de contexto) pero quisiera exortar a quièn tiene cosas que contar a alimentar la documentaciòn de la web acerca de este argumento, en la esperanza de que con el tiempo todo esto llegue a ser conocido por quien puede y debe hacer cambiar las cosas.

He leìdo con ilusiòn en las estadisticas que nos encontramos 9 italianos en la web (no muchos, pero pensaba menos aùn). Sin forzar a nadie, pero me ilusionarìa contactarme con los que aùn no conozco: quiene quiera puede pedir mi direcciòn a la web.

Un abrazo cariñoso para tod@s (incluso José Carlos: no tener las mismas ideas no significa no quererse!)

Aquilina


(De Satur) To Josecar

Josecar, Josecar, mucho te afanas pero sólo una cosa es importante: porro unum est necesarium esse singuilitatim coñozco... Tienes a la peña viviendo sin vivir en ella. Inclusamente hay quien amenaza con no volver a visitar la página, meterse en la cama, ponerse ciego de comer galletas Chiquilín Ártiach y restregarse hasta morir entre las mijagas espolvoreadas en ellas. Muchas veces me pregunto por qué el Señor permitió castigar a la humanidad con la plaga de las langostas, de los abogados y la de Josecar. Sí Josecar, eres inasequible, infatigable... pero vayamos por partes, que diría Jack el Destripador.

Está clairo (“Máama, máaama – dice el niño gitano- ¿er páaapa tiene peine?.” Y la máaama contesta “pos claiiiiro”). Está clairo, digo, que tienes tu manera de ver la opus, sus modos, sus apostolados, su espíritu, su carisma y su todo todo. Y te parece un mundo fantástico: el mejor lugar para vivir y el mejor lugar para morir. En él no hay ni sombra de imperfección, de sospecha, de pecado, inclusamente de tontería. Muy bien, esa es tu elección (y no me lefielo a lo que expelimenta un oliental al vel una película polno). Y ya no hemos enterado todos. En los Estados Juntitos al menos el Opus es Superopus Braownauer in the Sunshine. Ok. A mi me parece muy bien, pero sigue sin colar: si mantienes la calma cuando todos pierden la cabeza, sin duda es que no has captado el problema (Ley de La Piedra). Y tú, después de los testimonios que se han recopilado en orejas pues, la verdad, da la impresión que no has captado el problema.

Mira, Josecar, yo estuve trabajando en el aospes de una delegación y ni seguro, ni sueldo, ni morcillas en vinagre. Nada. No hablo de hace quince años, hace tres. Y de conozco a más de uno que se ha ido de la prelatura más tieso que Tuntankamon.

A mi también me llaman numerarios el día de mi cumpleaños –que lo escribes como si eso fuera el rien de rien– y no se me ocurre preguntarles la gilipollez esa de los sueldos. Ni ellos a mi cuanto gano al mes. No sé, machote, me parece que te has ido de bareta, o que la noche de guardia fue especialmente psicotrópica.

Te sientes incomprendido. Normal. Si Bob Marley and the Waiters se ponen a dar un recital en Georgia a una cédula del Kus Kus Klan muy probablemente también se sientan incomprendidos.

Muestras una severidad en tus juicios con las opiniones de los orejas –en un estilo que recuerda la seriedad y frialdad de los escritos internos– y una tierna indulgencia con tu modo de ver la opus y con la opus misma. Quizás es que no quieres identificarte con tus actos bajos y mediocres, que los tienes, como yo, como los del opus (institucionales y personales), y como cualquiera. Nos pasa a todos: suponemos que existen en nosotros tendencias muy buenas que nuestros actos no agotan y que nos pueden hacer mejores. Por eso te disgustan que te juzguen la intención, por eso pedimos indulgencia para nosotros. En cambio a los demás los juzgas sólo por sus actos, y cuando éstos te extrañan, te decepcionan, los confundes con la persona, e imagina que un envidioso no es más que envidia, un resentido no es más que resentimiento, un lurioso, lujuria, un mediocre, mediocridad.

O sea, tus actos son sólo accidentes, pero los de los demás son sustancia. Los actos defectuosos de la opus son simples errores humanos, pero en orejas lo que hay es dolor, resentimiento, dureza de corazón. Esta manera de juzgar a las instituciones así, al peso, desconcierta, sobretodo cuando con los demás sacas un microscopio impropio de una caridad y sensibilidad que afirmas en todos tus escritos. Encomiendas un montón, cháaacho. Y se agradece. Yo también te encomiendo, hombre. Que no se diga.

Más aún todavía ya. El opus, así, al peso, pinta bien, y se sostiene... pero hay en su seno demasiadas concesiones a lo excepcional (¿E.E.U.U es una excepción más...?), demasiadas contradicciones en modos de vivir la dirección espiritual, el sigilo, la pobreza, la caridad, la libertad, y esas contradicciones -pequeñas y no tan pequeñas- son mucho más reveladoras del pensamiento de esa institución, de algunos de esos directores, y de algunas de esos fieles, que una larga exposición coherente y dogmática de su Espíritu Fundacional.

Para que lo sepis y lo entiendas de mejor: así como en la vida diaria de relación, en el rollo cotidiano, una mirada furtiva en medio de una conversación banal y tonta hacia una mujer inconfesablemente deseada, puede esconder una pasión más fuerte que todas las palabras de ternura murmuradas sin amor y con plomiza rutina a la fiel esposa que se ha dejado de amar, en la opus se dan demasiadas miradas furtivas sobre el dinero, sobre las vanidades del mundo, sobre la cantidad por encima de la calidad, sobre tantas cosas, Josecar, manteniendo, eso sí, palabras, solo palabras huecas y repititivas, fórmulas acortezadas, sobre un espíritu que difícilmente se ama cuando se vive tan asín.

Te envío parábola fílmica. ¿Quién de los dos pingüinos eres tú, y quién soy yo?.

Pinguinos

Satur


NOTA: cuando el oreja que está de guardia contesta a alguno de los correos, su comentario va en cursiva y es la opinión personal del oreja que contesta. Lo hace expresando su opinión como uno más de los que escribís, no como línea editorial de la web. Sus opiniones son igual de personales -y criticables y respetables- como las opiniones que se vierten en los correos que se reciben.


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