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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 18 de Abril de 2005



La prelatura y el Opus Dei - E.B.E.

Verdaderamente las reflexiones sobre la cuestión jurídica que se están llevando estos días en la web son como para declararlas «de interés eclesial», así como a veces en los países se declaran ciertos temas «de interés nacional». Creo que a los obispos les interesará leer especialmente esos correos.

Felicito a Compaq por haber iniciado el tema. Y también a quienes siguen profundizando en él, tanto a Flavia, Merlos, Angel, como a José Antonio, quien transcribe unos comentarios del CIC (editado por la BAC) sumamente interesantes.

Es muy sugerente el "careo" entre lo jurídico y lo doctrinal, en concreto, relacionar -como hace José Antonio- el origen y la función de las prelaturas (al servicio de la Iglesia, o sea del trabajo de los obispos) con la doctrina del fundador que considera "mal pastor" al todo el resto de la Iglesia que no sea la misma Obra.

Recordémoslo, una vez más (el subrayado es mío):

«Los que no son de nuestra familia, no son buenos pastores de mis ovejas, aunque sean muy buenos pastores de las suyas (…) Por eso, los miembros del Opus Dei, si de verdad quieren ser fieles, no siguen a un extraño, sino que huyen de él, porque no conocen la voz de los extraños (Ioann. X, 5) (…) Si tú hicieras esto [acudir a un sacerdote que no es de la Obra], tendrías mal espíritu, serías un desgraciado. Por ese acto no pecarías, pero ¡ay de ti!, habrías comenzado a errar, a equivocarte. Habrías comenzado a oír la voz del mal pastor, al no querer curarte, al no querer poner los medios» (del fundador, Meditaciones II, p. 534).

«Si el alma en circunstancias particulares necesita una medicación —por decirlo así— más cuidadosa, esto es, si se hace necesario el oportuno y rápido consejo, la dirección espiritual más intensa, no debe buscarla fuera de la Obra. Quien se comportara de otro modo, se apartaría voluntariamente del buen camino e iría hacia el abismo» (Carta, 28-III-1955, n. 19)

Dicho de otra forma: la doctrina de la Obra es totalmente contraria a la legitimación jurídica que ha obtenido. En ese sentido, creo que lo jurídico ha sido un caballo de Troya, han metido en unas formas jurídicas un contenido que se contradice con su apariencia exterior.

Pero el día en que la Obra cumpla con lo jurídico, adiós a la Obra. Porque mientras las prelaturas se originaron «en la Iglesia», la Obra se originó «fuera de la Iglesia» (o sea, en la persona de Escrivá y su "descendencia") y fue introducida finalmente dentro de ella por medio de la figura de las prelaturas.

Hay una «unión biológica» con Escrivá que es más fuerte que la unión que cada miembro de la Obra pueda tener con la Iglesia.  

Primero está la Obra y luego está la Iglesia: esto es matemáticas básica para todo miembro de la Obra. Escrivá es el origen, no la Iglesia. Y cortar su «línea de la descendencia» sería «sacrílego» para cualquiera de la Obra. Se perdería toda la mística.

Si un día un Papa le impone un prelado (como sugiere José Antonio), el idealismo de la Obra se iría a pique, porque se cortaría la relación directa con "el Padre" (o sea, Escrivá y su "descendencia") para pasar a depender directamente de la Iglesia. Esto sería «inaceptable». La Obra se "despersonalizaría", es decir, daría fin al "culto a la personalidad" de la figura de "El Padre", que da origen a «la familia» que es la Obra. Dejaría de ser la familia que es para pasar a «burocratizarse». Y lo que le da Unidad a la Obra es "el linaje".

Imaginemos que la cabeza de la Iglesia fuera impuesta por un poder externo a él (como la Iglesia Nacional China, cuya cabeza es un comunista). Lo mismo sucedería en la Obra, para quien la Iglesia es "un extraño" que no tiene potestad para definir "quién es El Padre", pues procede "inspiradamente" de la "descendencia" de Escrivá, a quien supuestamente "Dios eligió" así como a los Patriarcas del Antiguo Testamento.

Mientras los Jesuitas nacieron como una orden (una estructura institucional), la Obra surgió como un «linaje sobrenatural» que no debe ser cortado, con una «identidad biológica» que perpetúa en el tiempo la marca genética del "único Padre" que ha tenido (como si estuviéramos hablando de Abraham). La identidad de ese «grupo familiar» viene dada por "El Padre"; sin Padre, el grupo se disgrega, desaparece, pierde unidad.

Por eso, pienso que la Obra no aceptaría jamás a un "hijo de la esclava", a un "Padre" que no tuviera la legitimidad dada por la línea de descendencia procedente del fundador.

Saludos,
E.B.E.





El tortuoso "camino jurídico" de la única Prelatura.- Compaq

Se referia ayer domingo “idiota” a las palabras del Papa, pronunciadas a un grupo de personas (yo ya no me atrevo a llamarles “miembros”) relacionadas con la prelatura del Opus Dei, y encabezadas por el prelado.

 

Efectivamente, la web oficial de la prelatura lo recogió en su día, con el encabezamiento: “El Papa recibe a los participantes de las jornadas sobre la "Novo Millennio ineunte" "Es el momento de deponer el miedo y de lanzarnos hacia metas apostólicas más audaces". Y, curiosamente, lo recoge de un recorte de prensa de L’Osservatore Romano (traducido), como si la fuente citada fuera más relevante que el propio Opus Dei. Curioso porque los que estuvieron allí eran (personas) del Opus Dei, la web es del Opus Dei y el Papa se dirigió al Opus Dei, no al L’Osservatore Romano”. ¿Por qué? Porque un medio oficial de comunicación del Vaticano es más creíble o más vendible; siempre podrían decir: lo ha dicho L’Osservatore, no nos los hemos inventado.

 

Pues resulta que esas “jornadas de trabajo” sobre la carta apostólica "Novo Millennio ineunte" (¿alguien se cree, conociendo al Opus que se reunieran a 400 personas de 60 países para debatir esa o cualquier otra carta apostólica?), se vendió en el interior de la Obra como una “convivencia” pero sin muchos más datos. Convivencia a la que invitaron a la crême de la crême de numerarios, agregados y supernumerarios, LAICOS. Se llevó con bastante intriga y no se sabía qué iban a hacer en Roma.

 

El fin de esa convivencia organizada por la Prelatura era conseguir tener una audiencia con el Papa. Fue un montaje para justificar una audiencia del Papa con los LAICOS. Por supuesto, el discurso que leyó el Papa se había escrito en Bruno Buozzi. Se prepararon un par de folios llenos de lugares comunes y de obviedades, donde se escondía una frase que tenía mucha importancia para la Prelatura. Los artícifes de ese discurso, con el prelado a la cabeza, aguantaban la respiración cruzando los dedos para que el Papa no se detuviera o nadie le hubiera corregido el discurso. Y sucedió el “milagro”: el Papa mencionó a los “miembros de la Prelatura como laicos y sacerdotes”. En Bruno Buozzi bajaron a la cripta a agradecérselo al fundador. Por fin, -para acallar a la disidencia tanto interna como externa-, el Papa y a continuación, L’Osservatore, especificaba que “la prelatura constaba de laicos y sacerdotes”. Porque, y eso sí que es impresionante, la bula “Ut sit” –en latín-, por la que se reconocía al Opus Dei como Prelatura, no se podía ni se puede utilizar como documento para testificar que los laicos pertenecen a la Prelatura.

 

La Obra ha utilizado trozos de la “Ut Sit”, traducidos a su conveniencia por los que escribieron “El camino jurídico”, tergiversando tiempos y formas verbales. 

 

A raíz del discurso del Papa en esa audiencia, -que tranquilizaba momentáneamente a los LAICOS-, se cambió de nuevo el catecismo de la Obra. Escrivá decía del catecismo que era inamovible, sagrado, etc... Pues se cambió.

 

La Prelatura parecía que ganaba una batalla, pero sólo en cuestión de meses la interpretación de dos expertos canonistas del Vaticano sobre lo que el Código de Derecho Canónico recoge al respecto de las Prelaturas Personales, empezaron a darles quebraderos de cabeza al Prelado y a su presbiterio. Y Javier Echevarría sintió la necesidad de pedir a sus hijos, en carta interna, que rezaran para “consolidar” el camino jurídico. De nuevo la Obra, como en los viejos tiempo, volvía a ser perseguida...

 

El próximo día continuaré.

 

Un saludo,

Compaq

 

P.D. Si un numerario escribió dos encíclicas del Papa, ¿cómo no iba el Opus Dei a conseguir colarle dos folios en un discurso dirigido a personas del Opus Dei? Porque cuando leí la Veritatis splendor y la Fides et ratio, sabía que esas encíclicas no eran suyas [de Juan Pablo II]. Entre otras cosas, porque conocía a uno de los numerarios que las redactó y que me contaba con orgullo la labor que estaban realizando”. (Jacinto Choza, 13 de abril)





Una interpretación auténtica de la incorporación de laicos a la Prelatura.- Fede

 

 

Acerca del asunto de si los laicos pueden pertenecer o estar incorporados a una prelatura, suscitado hace unos días por Compaq (11 de abril de 2005) y quizá ya antes por Flavia en su “Opus Dei, viciado desde la base” (9 de julio de 2003), hay una explicación detallada en Jorge Miras, “Notas sobre la naturaleza de las prelaturas personales. A propósito de un discurso de Juan Pablo II”, en Ius Canonicum 83 (enero-junio 2002), pp. 363-388, en la sección “Comentarios”.

 

Por resumir, además del Derecho canónico general que regula las prelaturas personales, cada una de ellas que haya sido aprobada debe contar con su Derecho particular, aprobado por la Santa Sede. En ese Ius particular (para la Obra, la bula “Ut sit”) se recogen, entre otras cosas, la composición de la prelatura y los derechos y deberes de sus miembros. Cabe entender que los laicos forman parte de las prelaturas cuando éstas cuentan con laicos porque así lo estipulen sus estatutos. Sencillamente.

 

En Romana, el Boletín oficial de la Prelatura, en el n° 32 (enero - junio 2001), p. 40, en la sección “De la Santa Sede”, se recoge un saludo del Prelado al Santo Padre y la contestación de Juan Pablo II (el texto está reproducido en esta dirección: http://es.romana.org/?s=2.4&n=32&ID=1). Ahí se trata la cuestión de la incorporación de los fieles laicos junto a los fieles clérigos. Los términos expresamente utilizados por el Papa para referirse a la situación de los fieles laicos respecto a la Prelatura son “pertenencia” e “incorporados”.

 

El Papa, dirigiéndose a los sacerdotes y laicos reunidos, llama a Javier Echevarría “vuestro prelado”, y añade en el segundo párrafo de ese primer punto:

 

“Estáis aquí en representación de los diversos componentes con los que la Prelatura está orgánicamente estructurada, es decir, de los sacerdotes y los fieles laicos, hombres y mujeres, encabezados por su prelado. Esta naturaleza jerárquica del Opus Dei, establecida en la Constitución apostólica con la que erigí la Prelatura (cf. Ut sit, 28 de noviembre de 1982), nos puede servir de punto de partida para consideraciones pastorales ricas en aplicaciones prácticas. Deseo subrayar, ante todo, que la pertenencia de los fieles laicos tanto a su Iglesia particular como a la Prelatura, a la que están incorporados, hace que la misión peculiar de la Prelatura confluya en el compromiso evangelizador de toda Iglesia particular, tal como previó el Concilio Vaticano II al plantear la figura de las prelaturas personales. La convergencia orgánica de sacerdotes y laicos...”

 

Se trata de una “interpretación auténtica” (como se la llama en Derecho) porque procede del autor de la norma comentada (la bula “Ut sit”), por lo que no cabe otra interpretación posible si no se modifica la norma. El autor aclara directamente lo que quiso establecer con esa norma en concreto. Los canonistas de la Prelatura, hasta donde sé, dan importancia a esta interpretación auténtica. Conjeturo que será porque la tiene, porque antes más de uno, dentro de la Obra, podía andar tirándose de los pelos o inquieto con inquietudes semejantes a las expresadas en los últimos días en este sitio.

 

Cabría incluso especular con la posibilidad de que la Obra transmitiese al Papa su preocupación por la cuestión que nos incumbe y propusiera un texto con la nomenclatura que quería ver reflejada en la “respuesta” (porque ese primer punto de la contestación del Papa me parece escrita por otra mano que el resto de la respuesta). Pero, especulación al margen, el tenor literal del texto es el que es y dice “pertenencia” y dice “incorporados”. Los miembros laicos de la Obra, por tanto, no serían meros cooperadores. Si esto se puede hacer compatible en alguna medida con lo que dice Merlos en “Más sobre los fieles de la prelatura” (15 de abril de 2005), yo no lo sé, porque no soy jurista ni canonista. Marypt, en el título de su mensaje, “¡Se precisan canonistas!” (15 de abril de 2005), lo dice bien claro, y yo tampoco sé si lo que dice en su punto 4º plantea realmente un problema canónico, de aplicación, de interpretación o de qué. En todo caso, entiendo que es verdad que es asunto de canonistas y que estos comentarios (los míos) no pasan de un divertimento.

 

Otro asunto es que en el discurso de Juan Pablo II se habla de “estructura orgánica” y “convergencia orgánica” de sacerdotes y laicos. A mí el lenguaje “orgánico” no me gusta nada de nada, como ya puse de manifiesto en otra ocasión (12 de mayo de 2004). Más bien, me pone muy alerta, porque cuando las instituciones (léase: sus representantes y valedores) se refieren a sí mismas empleando un lenguaje propio de lo vivo, de lo subsistente, me invade un “santo temor”. Que, en palabras literales de Thomas Hobbes, es lo que debe suscitarnos cualquier concreción histórica del Leviatán. En mi opinión, ese es uno de los auténticos problemas relevantes que plantea la Obra. Es decir, la posibilidad muy real de que la finalidad de la norma sea ella misma, de que la Obra “barra para casa” y de que el árbitro sea juez y parte. De que tenga todo el sentido la pregunta de Juvenal: "Quis custodiet ipsos custodes?", ¿quién vigila al vigilante?

 

Aprovecho, antes de terminar, para dar las gracias a todos los que escribís, porque aprendo mucho de todos, y para pedir perdón por no contestar a todos los que habéis escrito pidiendo algún tipo de ayuda.

 

fede





Tres mensajes.- Fulcro

Querido Leo Boig:

Bienvenido a la web y muchas gracias por tu testimonio de ayer. Creo que a los que nos da por pensar que el ser humano es solo biología y al mismo tiempo añoramos a Dios la felicidad se nos resiste, pero sé que existe y te la deseo de todo corazón, aunque no sea tan grande como nuestros deseos.
Un fuerte abrazo.

Querida Ana Azanza:

No he olvidado la pregunta que me hiciste el día 4 de este mes sobre la predestinación. Aquí escribe gente verdaderamente cualificada y la traje a colación, no solo porque quise decir lo que dije en mi correo, sino para que alguien se animara a tocar ese tema. Tengo mi propia teoría al respecto, que seguramente será similar a las de otros, pero me parece prematuro exponerla y quizá contribuya a sembrar confusión. En fin, si en algún momento parece oportuno algo diré sobre ello. De momento ahora estamos tratando en la web el interesantísimo asunto de la situación jurídica del opus dei y las reformas de José Carlos.
Mi más cariñoso saludo.

Felicidades a los Orej@s por el éxito de la página.

Fulcro



Lenguaje pretencioso. Para José Carlos.- Adri

Hola Orejas:
 
Ante todo mi más cariñoso saludo y mis deseos de que todos estén bien.
Hace tiempo que no escribo por razones de trabajo, además he estado viajando junto a mi marido para acompañarlo en sus labores profesionales.
 
Llevo tiempo leyendo en la página los mensajes de José Carlos y la discordia que se arma a su alrededor. Él sabe perfectamente que estamos "norte-sur" en materia de ideas y sentir religioso pero siempre he rescatado su buen trato hacia mi persona.
 
No obstante, y tal vez a los europeos les parezca una nimiedad; me ha cansado, me ha dolido un poco como latinoamericana y hasta me ha provocado bastante desagrado, en su último correo, su exaltación hacia los Estados Unidos, donde él reside.
 
Según José Carlos:
 
- el opus en USA es una maravilla y un "modelo para exportar"
- es un país donde se respeta la libertad y los derechos humanos.
-es un modelo de democracia y de derechos humanos, etc. etc.
 
¿Saben qué? ¡me he cansado de leer tantas mentiras y tanto vocabulario pretencioso! Ya se dijo a través de múltiples testimonios que USA no es la excepción en el opus y no solo por las chicas de ODAN, varios han escrito a Opuslibros desde ese país e incluso la opinión de un residente estadounidense como Mariano Curat tiene más objetividad y claridad que la de nuestro omnipresente cooperador "en vías de desarrollo".
 
En cuanto al "país de la libertad" y todo el versito que nos refriega por las narices este muchacho que parece haberse olvidado de que es español (y que nunca será considerado WASP sino "brownie"... él sabe lo que eso significa) quisiera pedirle que sea un poco más leal a sus raíces y a su tierra; que piense que no vive en un país ejemplar sino que vea el daño que han hecho y hacen su gente y sus gobiernos al resto del mundo; especialmente a Latinoamérica y a Medio Oriente. Que recuerde la bomba de Hiroshima, la guerra del Vietnam, la financiación de sangrientas dictaduras latinoamericanas en la década del 70, las invasiones territoriales, la usura con los países pobres y la apropiación de sus recursos naturales. Y que recuerde a los periodistas de su país que recientemente perdieron sus trabajos por decir la verdad acerca de las torturas en Irak y el maltrato los prisioneros en Guantánamo. No es casualidad que se les odie tanto en todo el mundo; curiosamente muy parecido a lo que sucede con el opus: poderosos, con ambición imperial, muy temidos y muy odiados.
 
Espero que José Carlos lea este mensaje y en lo sucesivo se abstenga de hacer comentarios de "apologética estadounidense" porque si hasta ahora no se dio por aludido: lo suyo  es una burla, una refriega sobre las narices de los demás y una falta de respeto inclusive a su propia patria y a su cultura.
 
Perdonen que haya mezclado el tema central de la página con cuestiones políticas, pero como latinoamericana me siento pisoteada en mi dignidad.
 
Un abrazo grande a todos en nombre de Hugh y en el mío propio
 
Adri




Ya no tengo miedo a expresar mis sentimientos. Para Kaiser.- Amapola

Admirado Kaiser: 
 
Qué bonitas son las balsámicas palabras que le has dedicado a Nieves, qué acertada propuesta la de recuperar los sueños perdidos. Yo también intenté encontrar algún consuelo que ofrecerle, pero no lo conseguí, mis consejos no eran esperanzadores sino todo lo contrario, así que ha sido mejor que no llegasen a estas páginas. Te doy las gracias, amigo, por ser capaz de comprender otras "coordenadas" y por tomarte la molestia de intentar sacar espinas que no están clavadas en tu piel. 
 
En cuanto al texto que me escribes: "¡Cuidado, Amapola!", he de decirte que tienes toda la razón al mostrarme el precipicio al que, peligrosamente, se están aproximando mis pies. Ya sé que debería ("En este mundo hay que medir y contar y pesar las cosas"), medir, contar y pesar mis palabras, pero ¡hay amigo mío! he sido cobarde durante mucho tiempo, he creído que, si no pienso y actúo como la Iglesia cree que debo de hacerlo, pueda pasar ha ser la mala hierba del evangelio, ésa que dice hay que cortar y arrojar al fuego. Me dan escalofríos solamente de pensar en esas piras humanas organizadas por la inquisición, y en esas personas (árabes, judíos, no creyentes, etc.) torturadas y martirizadas por la Santa Iglesia Católica. Pero claro, todo está en la Biblia: ¿qué hizo Dios con los faraones que no querían liberar al pueblo de Israel?: mandarles las terribles siete plagas. ¡Pero bueno! ¿no les abrió después, a los israelitas, el mar rojo para que escaparan? ¿por qué no lo hizo al principio evitando así tanto dolor?
 
¿Y qué hizo con Sodoma y Gomorra? ¿Y con los coevos de Noé?
 
¿Él, un ser todopoderoso, puede equivocarse tanto que tenga que deshacer (por medio de dolorosos desastres) una y otra vez la humanidad?
 
Indudablemente, el mundo ha sido creado por Dios, pero la Biblia ha sido escrita por los hombres. Y yo ya no creo nada de nada de lo que me quieran hacer creer con respecto a la fe, ni la fe del carbonero ni la del herrero.
 
Ah, y ya no tengo miedo a expresar mis pensamientos, al fin y al cabo, morir hay que morir, así que si alguien piensa que las amapolas impiden prosperar al trigo y hay que arrojarlas al fuego, pues..., bueno, ya he vivido ese valle de lágrimas al que dicen que venimos. De la muerte en adelante sólo me quede la paz.
 
Mas... (aunque solo sea para molestar a quienes dicen que hemos venido a este mundo a padecer), hasta que me llegue el momento de enfrentarme cara a cara con el creador, voy ha gozar hasta saciarme, ¡que se chinchen!, estoy bien segura de que Dios será feliz de verme dichosa.
 
Un abrazo para todos,
 
Amapola




No entiendo que se caiga en organizaciones pseudosecretas.- Juan A.

Hola, buenos dias:
 
Por casualidad -hoy- acabo de dar con vuestra web y aunque la conocia con antelación es mas cierto que  hace tiempo  no la visitaba.
 
Sigo sin entender como en los tiempos que corren hay todavia personas -muy buenas la mayoria- que caen en este tipo de organizaciones pseudosecretas, que se apostillan como catolicas.
 
Soy un cátolico practicante -disculpadme por tan manido termino- y un profundo y gran admirador de personajes que han llevado a la practica su vida de relación personal con Cristo y el Padre Bueno.
 
Entre ellos, se encuentra uno muy especial para mí, Pedro Arrupe, que fue preposito general de la Compañia de Jesus, casualmente muy denigrada y denostada tanto por el fundador del Opus, como  por el  que  fue  papa Juan Pablo II.
 
Este tipo de personas, que han dado y siguen dando su vida por los demás, y a traves de los demas encuentran su razón de ser, son las que realmente necesita la iglesia actual.
 
Este hombre de Dios, que ni ha sido postulado para santo -ni falta que le hace- es mi ideal de cristiano comprometido, y que en mi caso ha servido para reencontrarme con el Padre -despues de muchos años fuera de la Iglesia-, lo prefiero tal y como es, humano, generoso, desprendido, con una gran preocupación social, este hombre, que fue profeta de su tiempo, no necesita para nada englobar la larga lista de santos y perderse en ella, los que lo admiramos lo preferimos asi, cerca, hombre, y que su ejemplo nos sirva para caminar hacia el Padre.
 
Disculpad este correo, pero me siento muy identificado con vosotros.
 
Saludos y gracias por vuestra atención.
Juan A.




"Fieles".- Alberto Moncada

Desde que leí el libro de J. C. Rocca  y hablé luego con él, es un gran tipo, me parecía que esta búsqueda de la independencia de los obispos tendría malas consecuencias para los socios. Pero en el opus el fin justifica los medios y así se han quedado los numerario/as fuera del negocio y sin capacidad para influir en él a menos que los ordenen, algo imprevisible para las mujeres.
 
Andaba yo en esas cuando he descubierto el por qué del  nuevo apelativo fieles, que es como los mandos llaman ahora a su gente. Antes se hablaba de socios, asociadas o incluso miembros y, como ya no son tales, se ha buscado un término que no les compromete jurídicamente.y que parece incluso elogioso
 
Si ésto no es caer en lo de "escribas y fariseos", que venga Dios y lo vea...
 
Alberto Moncada




Con argumentos sólidos pude hacer frente a miembros del Opus.- Arwen

Estudié en Bogotá, Colombia, en la Universidad de La Sabana, que "no es del Opus Dei" pero si...
 
Cuendo estaba terminando primer semestre descubrí que había perdido una materia: se trataba de un taller cuyos trabajos se presentaban en gupo. Los otros miembros del grupo al que pertenecía tenían notas superiores pero yo había perdido la materia!!! Hablando con un profesor me dijo que, probablemente, se debía a que, por aquel entonces era novia de uno de mis compañeros, sobrino de la antigua decana de mi facultad, y que ese noviazgo "no era bien visto".
 
Mis notas eran muy altas pues, gracias a Dios, siempre he sido dedicada y disciplinada. Pero, aparentemente, no podía hacer nada. Comencé a llorar de manera incontenible hasta que un buen señor desconocido se compadeció y me interrogó. Le conté todo, me dio su pañuelo y se despidió con una sonrisa. Días después me enteré de que el buen señor era el fundador y actual rector de la universidad (q.e.p.d.). Logró que se me "perdonara" la falta y que pudiera presentar los trabajos en tiempo de vacaciones... la maestra (supernumeraria) no estaba contenta pero obedeció dándome los temas sobre los que debía trabajar: debía hacer un trabajo sobre la historia de la psicología en cada país del mundo!!! Afortunadamente, y con no poca ayuda de un prestigioso psicólogo y escritor local, pude cumplir con lo que me exigía.
 
Sin embargo el Opus Dei me atraía. Había algo en La Obra que me parecía dulcemente acogedor. Conocí los escritos del fundador y decidí trabajar por mi santificación ahí, donde Dios me pusiera. Me volví mucho más disciplinada y cuidadosa de cumplir todos y cada uno de mis deberes de estado y profesionales. Establecí una relación filial con uno de los sacerdotes que, veladamente, me aconsejó vivir la espiritualidad del Opus Dei sin pertenecer a él.
 
A pesar de tener muy buenas relaciones con los sacerdotes de la Santa Cruz, no ocurrió igual con los miembros del Opus Dei que he conocido a lo largo de mi vida: sus actitudes soberbias, su inclinación a la intriga y el hecho de pensar que no hay Iglesia fuera de su movimiento, me llevaron a replanterar la posibilidad de asistir (con más juicio) a los medios de formación y de pedir el ingreso formal como supernumeraria.
 
Uno de mis hermanos también fue duramente atacado por no acatar las sugerencias de su "mejor amigo", miembro activo y declarado fanático de la castidad irracional.
 
Como católica acato, sin dificultad, las normas establecidas por la Iglesia. Mi vida de oración es activa y busco ser "luz del mundo" y "sal de la tierra". Pero me he tenido que plantar en mi sitio, con argumentos fuertemente cimentados en el Evangelio, el Magisterio y la Tradición, para hacer frente a las frecuentes y amables "invitaciones" de los miembros que me conocen y han visto en mi un miembro potencial.
 
Mi esposo, hace algunos años, comenzó a frecuentar un "Centro Cultural" para asistir a clases de teología y Círculo. Poco a poco se fue alejando de mi y de las niñas pues su tiempo "libre" estaba casi totalmente comprometido con las actividades que le "proponían": clase, círculo, romerías, peregrinaciones, paseos, meditaciones mensuales y retiros... todos en compañía de muchos hombres pero a los que su esposa no podía asistir... Mientras él era instruido yo buscaba formación en los documentos de la Iglesia. En poco tiempo alcancé su nivel y llegué a superarlo pudiendo, de ese modo y con argumentos reales y objetivos, hacer frente a lo que consideraba, sería el fracaso de mi matrimonio.
 
La Providencia intervino con un nuevo empleo de mi marido y la imposibilidad de dedicar tiempo semanal a las actividades del Centro.
 
Hoy, gracias a Dios, su formación ha seguido adelante de la mano de la Iglesia. Sabemos que nuestra familia es Iglesia Doméstica y así deseamos continuar, formando a nuestras hijas en una sana vida cristiana.
 
Aún lucho contra los escrúpulos inculcados desde mi época universitaria. Uno de los más difíciles de vencer ha sido la disyuntiva entre "generosidad con la vida" y "transmisión responsable de la vida". Sin embargo, y siendo radicalmente obedientes a la Iglesia, hemos logrado controlar el número de hijos, de manera que nuestra generosidad se ve reflejada, precisamente, en una católica responsabilidad.
 
Arwen




Pequeño detalle de agradecer un servicio. Para J.A. Botella.- JOEM

José A. Botella,
 
Con un poco de retraso me encuentro tu reacción (viernes 15) a mi correo que sólo pretendía reflexionar sobre algo anecdótico. Como argumento me preguntas en varias ocasiones si yo hablo con todos los que me sirven la mesa. Pues mira, sí, me tengo por una persona educada que siempre intenta agradecer los servicios que se le prestan. De todas maneras, no tendría importancia que yo no lo hiciera, porque yo no quiero ni puedo ni voy a ser santo. Sobretodo si ser santo significa ser un mal educado, un soberbio como el santo Marqués o un prepotente como algunos que yo he conocido bien. Tampoco quiero ser santo si serlo significa  ignorar a
personas que nos están haciendo un servicio (esto también lo hacía mucho el Marqués).
 
Por supuesto que yo no he hecho todas esas cosas que tú comentas, pero yo no soy Papa, gracias. Sí lo hizo, por cierto Juan XXIII, y el clamor de hacerlo santo duró bien poco. A ver cuánto dura el de JPII.
 
De un santo, y de este tipo de santo tan abierto a todo el mundo, yo esperaría el pequeño detalle de agradecer un servicio, de decir gracias, sin necesidad de montar tertulias con las monjitas (por cierto, se os sigue notando demasiado que no tragáis a vuestras hermanas en la fe, hay que corregir eso).
 
Cómo se ve Botella que sigues creyendo que eso que los numerarios hacen con las que le sirven la mesa, es decir ignorarlas y actuar como si fuesen transparentes, es una de las cosas que deben hacer los santos, incluidos los papas.
Venga ya Botella!
 
Contesto también a tu última pregunta: Yo no, tú tampoco.
Vale.
JOEM




Opus Dei: ¿organización desorganizada?.- Para labuhardilla.- Hewlett Packard

Hola Labuhardilla,

Las tesseras no son las famosas hojas "academia-residencia" (¿qué nombre extraño, no?, ¿para esconderse de quién?), pues como recordarás esas hojas eran accesibles a cualquier director local y encargado de grupo que las completaba con los datos del admitido o "admisible".

En cambio, las tesseras (que se elaboran con la información de las hojas "academia-residencia") no salen nunca de las comisiones regionales (a menos que eso haya cambiado ahora) y se generan allí mismo (y no en los centros, como es el caso de las hojas "academia-residencia"). Estas hojas "academia-residencia" eran de papel mientras que las tesseras son de cartulina y pueden ser archivadas en un fichero, no así las hojas de papel "academia-residencia".


Abrazos a todos.

Hewlett Packard (HP)





Destapar la olla de los manejos legales.- Dionisio

Queridos orejas:

Agradezco muchísimo la luz que han dado al tema Merlos (15 de abril), HP (así le llaman los amigos y me gustaría poder hacerlo así) con la sorpresa de que tuve carné y estuve numerado. Cosas veredes, amigo Sancho.... Para que nos vinieran con el cuento de que no les gustaba el secreteo.

Lo mismo para Marypt (15 de abril) compartiendo su incredulidad sobre lo escondido que ha estado el asunto durante 20 años. Coincido con Ángel (15 de abril) en que la Prelatura esa no es donde yo pité hace más de treinta años. A mí desde luego, cada vez que daba una charla sobre mentalidad laical, me parecía que habían muchas cosas que no encajaban entre la teoría y la realidad, pero ahora se ve con claridad nueva.

Gracias a Sonsoles también por su aporte. Algunos preferiríamos pensar que Juan Pablo II no se enteraba de lo que pasa en el lado oscuro. Queremos creer que es así. De una u otra forma eso ya es agua pasada, pero también me da vértigo pensar en la posibilidad de que alguien haya estado jugando con nuestra buena fe y buena voluntad.

Gracias a Compaq por la recomendación de leer el artículo de Flavia del 29 de enero del 2004. Cuando lo leí hace meses no le presté la debida atención. Ahora lo he valorado muy bien y me permito insistir en la recomendación de leerlo.

Por último, cambiendo de tema, igual que Amapola (15 de abril), siento la nostalgia por una Iglesia liberada del poder. Ese sí que es un desafío para el nuevo Papa, tan grande que ni siquiera me hago la ilusión.

Abrazos a todos

Dionisio




 

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