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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 04 de Abril de 2005



Nota de la web

Después de 2 meses superando las 3.000 visitas diarias, el día 1 de abril llegamos a 4.254. Es un dato que queremos compartir con todos porque hacemos la web entre todos. Y como bien sabéis, la única y gran satisfacción que compensa al trabajo o esfuerzo de enviar testimonios, reflexiones, experiencias, análisis..., etc., y mantener y actualizar la web, es la ayuda que entre todos estamos dando y estamos recibiendo. Gracias.

La web





EL SANTO PADRE Y UN PATAN.- Flanpan

Como tantos de vosotros, me he pasado el fin de semana pegado al TV, sin poder hacer otra cosa que tragarme hora tras hora, los distintos documentales y testimonios de los viajes y trabajos del santo Papa.

 

En esto del Papa, me ha pasado como con tantas otras cosas. El barniz que recibí en la Cosa, en relación al Papa, me cerró los poros del entendimiento, y ha sido ahora, recién fallecido, cuando a través del TV me he enterado de verdad de los distintos mensajes que el Papa repetía incansable.

 

Me ha dado mucha pena pensar que en las distintas ocasiones en que acudí a ver al Papa (Madrid, Sevilla, Zaragoza, Lourdes, Santiago, Roma,...) no hice otra cosa -imbécil de mi- que “ver” al Papa. En la Cosa, en relación con el Papa, todo se resumía en VERLO y HACERSE VER. Y lo más importante era hacerse ver. Que el Papa se enterara de que la Opus estaba allí. La Opus había llevado a muchedumbres. La Opus llenaba estadios. Todas las banderas y pegatinas eran pocas. La Opus que nunca va a procesiones detrás del Cuerpo de Cristo -“no es nuestro estilo”- se desmelena cuando se trata del Papa. Todo esfuerzo es poco por demostrar al Papa que “aquí está la Obra”.

 

Consecuencia de ello, es que al final uno terminaba concentrándose en lo accesorio y perdiéndose lo importante. Como Marta, la de Lázaro. Los preparativos lo eran todo. Escuchar de verdad lo que el Papa nos decía pasaba a un segundo plano. Estábamos tan ocupados en los cánticos, el Totustus y los aplausos, que al terminar uno no sabía bien qué quería trasmitirnos el Papa. Y no me parece mal. La emoción del momento era tan intensa, que no era fácil asimilar los mensajes.

 

Lo triste del caso es que, a la vuelta al centro, la Obra, sus Directores y toda la logística que eso conlleva, hacían un nulo esfuerzo por que las enseñanzas del Papa nos calaran lo más mínimo. Es curioso ver cómo todo el esfuerzo que se hacía en “dar la nota” delante del Papa, desaparecía una vez el Santo Padre se había marchado.

 

¡Qué distinto era cuando venía el “Padre”! Entonces también había montajes, sólo que mucho más comedidos. Dar las brasa al Papa en la Nunciatura estaba bien visto (aunque no le dejáramos dormir), pero dar la brasa al Padre... cuidadito amiguito.

 

Eso sí. Cuando el Padre se había marchado, durante días y días se recordaba lo que había dicho, sugerido, exigido y proclamado. Venía un dire de la dl o de Comisión, te daban la charla, la brasa y la vara. Lo que decía el Padre tenía una enorme trascendencia para la Cosa. Las palabras del Papa, por el contrario, se perdían en el viento, acompañadas eso sí, de millones de gritos “totustus”.

 

¿Alguno de los orejas recuerda que tras una encíclica del Papa, o de un discurso de un viaje, se dedicaran algunas charlas de los círculos a “comentario de encíclica” o “comentario de discurso”? Seguro que no. Sin embargo, los “comentarios de carta de nuestro padre” eran algo habitual y continuo.

 

Es increíble la desproporción que había en la Cosa entre el cariño que se demostraba al Papa y el poco esfuerzo que se hacía en difundir y analizar su extenso magisterio. Se ve que era más importante tratar por enésima vez en los círculos el tema de “el orden en las cosas materiales” que analizar algo referente a la “doctrina social reflejada en una encíclica del Papa”.

 

Como siempre, de puertas afuera, la Cosa se proclamaba seguidora acérrima del Papa, y de puertas adentro se le ignoraba supínamente. Y lo peor es que uno se pensaba que no había nadie que siguiera más de cerca al Papa que los cachorros de la Opus.

 

Ahora que se nos fue el Papa, me encuentro con un triste saldo de todas las ocasiones en que fui a verle. Recuerdo que canté y grité, que me emocioné cuando le vi de cerca. Pero no soy capaz de recordar una sola idea que se me quedara grabada en la cabeza (pero ¿tenía yo cabeza?).

 

Ahora que está en el Cielo lo tendré más a mano, y le pediré que me inspire buenos pensamientos, pues tonto de mi no fui capaz de captarlos en vida.

 

Gracias Santo Padre, y perdona a este patán que ha sido Flanpan.





Anecdotas de Juan Pablo II.- Gustavo

Orejas:

La muerte de Juan Pablo II me ha golpeado fuerte. No sabía que lo apreciaba tanto hasta esos últimos momentos de su vida, en los cuales no me importó que fuera pro-Opus o no. Era el Papa y punto. Además un buen Papa.

Todo esto me hizo recordar una anécdota, simple, que me ocurrió en un UNIV. Ya la he contado, pero creo que vale la pena repetirla.

Me habían hecho llegar una entrada para primera fila en el Salón Pablo VI. Allí me senté  junto a una niña muy maja vestida de campesina rusa (o polaca, vaya uno a saber) y una señora italiana, supernumeraria, con su hijo, Luca, de unos cuatro o cinco años.

Recordé que el Papa siempre saludaba a los niños, por lo que en la espera me gané la confianza de Luca. Jugaba con Luca, lo revoleaba por el aire y demás, esperando la entrada del Papa. La madre de Luca ya me miraba con desconfianza.

En eso llegó el Papa, y saludó rápidamente a los de la primera fila. La “rusita” le dio un ramo de flores. El Papa le dijo algo y siguió.

Yo me quedé petrificado y el Papa pasó frente a mi y a Luca sin siquiera mirarnos. Atiné a decir “Santo Patre, un baccio per il bambino”. El Papa escucho esto y volvió donde yo estaba, agarró a Luca (a quien yo tenía en brazos) y le dio un sonoro beso.

En un arresto de valentía seguí pidiendo en mi italiano inventado “Santo Patre, ¿e per il otro bambino?” señalándome a mi mismo, a lo que el Papa también me besó. Hombre, que me emocioné mucho.

No voy a poder olvidar la mirada de Juan Pablo II, profunda. De una profundidad que parecía atravesar el alma.

Me hubiera puesto a llorar, como lo hago ahora cuando recuerdo el hecho, pero soy un soberbio terrible y no me lo hubiera perdonado.

No me cabe duda alguna que Juan Pablo II ya estará en el cielo.

Saludos a todos

Gustavo





Con el Papa en la Sixtina.- Nacho Fernández

   He sido periodista de información religiosa durante 32 años en una agencia de noticias española. He llegado a ser el decano de la información religiosa de España. Uno de los acontecimientos de mi vida profesional que más han influido en mi ha sido el día que me dió la Comunión el Papa Juan Pablo II en la Capilla Sixtina del Vaticano. Para mí fue un hecho que jamás esperé, pero que me hizo sentirme en el cielo. Son ventajas de periodista dedicado a este tipo de información, aunque en la mayor parte de los centros de agregados del Opus Dei siempre se pitorrearon de mi por el hecho de dedicarme a tratar con obispos y a dar a conocer la doctrina de la Iglesia en los más diversos ambientes. Debo reconocer que han sido muchas las veces que he visto en persona al Santo Padre ahora fallecido, pero nunca tuvo tanta importancia como aquella que se celebró el 26 de septiembre de 1981, en que se celebraba la inauguración del Sínodo de los Obispos dedicado a la familia...



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¿Que sobreviva el más fuerte? Para Salvelio.- Rocaberti

Apreciados Salvelio y todos:

Al leer tu carta, me he sentido en una situación similar, ya que yo pasé veintitrés años en la Obra como socio agregado. Es cierto que uno puede irse cuando quiera; no está tan claro que entre de igual forma, pues se le oculta información. Me parece una salvajada  la postura de muchos directores: que piten aunque después despiten,  que sobreviva el más fuerte. Ellos tienen tanta idea de la voluntad de Dios como la tenía Don Quijote, el de la ilustre figura, aunque, al hablar se creen que son la papisa Juana. Creo que se equivocan al poner como centro de todo a  la Obra. El bien y el mal se relativizan, ya que es bueno lo que beneficia a la Obra y malo lo que la perjudica.

Desconozco la ulilidad de esta Web; yo me propuse, al dejar la Obra no hablar mal de ella; no por mis convicciones religiosas, ya que  me alejé totalmente de la Iglesia , sino por respeto y cariño a personas que continuaban dentro. Sin embargo, leer las cartas de muchos, recordar cosas buenas de los años mozos, reconocer a Jacinto Choza, quien fue muy amable conmigo y dio unas clases magníficas. Todo esto me alegra y me hace estar interesado, ya que aunque haya dejado la Obra, de la que no siento ninguna nostalgia como organización, sí que influyó en mi vida, de tal forma que hasta mi muerte habrá muchas cosas intoriorizasas. Pongo un ejemplo: Hoy, por televisión, he visto el responso del cardenal Camarlengo al Papa. He considerado: qué buen latín tiene, además entendía todo el contenido de las oraciones ¿Cómo un gilipollas como yo, a no ser por los estudios internos, y porque leia el evangelio en latín, podría reaccionar así? Entiendo el resentimiento de muchos; yo lo tengo a nivel espiritual, ya que estoy seguro que de no meterse en mi vida con tanta intensidad no hubiera llegado al escepticismo actual.

Sobre el tema carta de dimisión, si alguien que lea la Web piesa hacerla: no es mi intención que nadie deje la Obra, al revés; pero si alguien se encontrara en esta situación, que no se preocupe. Yo hice una y la rompieron, y me pidieron otra; les contesté que la escribiera el que la había roto y no quise escribir otra, o sea se quedaron sin y me dieron la dispesa igual.

Otro tema que a veces veo que molesta es la amenaza de condenación eterna. Yo creo que esta forma de hablar del Padre y de don Álvaro era para asegurar la perseverancia, aunque fuera con exageraciones,  así que no os lo toméis muy en serio. Ya sé que los ortodoxos me dirán: ya verás en la otra vida. Yo no conozco nadie que haya vuelto de allí. Personalmente creo poco en ella. Menudo follón de juicios continuos. Dios estaría harto. Además la diferencia entre el que se condena y salva a veces sería difiícil. Supongo que algunos habréis formado parte del algún tribunal de oposiciones. Yo sí, y entre el último con plaza y el primero sin, hay la diferencia de un pelillo. Además condenarse por tocarse la manginga, o no aguantar vivir con alguien toda la vida, o no ir a misa los domingos me parece de chiste. Si vamos, iremos todos los ex, y no hay nada que  hacer, ya que nuestra alma no vale dos perras chicas. Así que disfrutad todo lo que podáis, los que seais un poco entrados en años como yo, comprad Viagra que esto se acaba, y ya sabéis lo que nos espera. Gastaos los ahorrillos con alguna moza hermosa, o algun mozalbete, según las preferencias; cuando lleguemos allí nos pondremos juntos y cantaremos el Trium puerorum, para que bajen la calefacción. Es broma. Espero y deseo que si hay una vida después de esta, podamos estar todos juntos los de la Obra y los ex, gozando de Dios, ya que esta vida ya es bastante jodida, para que nos castiguen con otra más jodida y enterna, vaya, estaríamos en las manos de un Dios loco y cruel, peor que un demonio.

Agradezco a Satur los buenos ratos que me has hecho pasar con tus relatos. Tú debiste ser un numerario enchufado. Menuda abundancia de visitas a Roma. Yo fui una vez y basta, aunque tuve ocasión de hablar con el Padre en Villa Tevere. Fue una magnífica experiencia. Ayer recé por el alma del Papa. Yo le vi en Montserrat. En Cracovia, por azares de la vida, viví en la casa provincial de las hermanas de la Caridad, en un anexo que tienen para familiares de las monjas. Me atendió Sor Irina que le conocía bien, ya que había sido rector de una iglesia cercana, y me contó cosas de él. Creo que ha sido muy polaco, y ahora queda una asignatura pendiente en la Iglesia: los justos lo tienen todo a pedir de boca, pero qué hacemos con los pecadores - divorciados, disidentes teológicos, maricones etc.-, ya que Cristo dijo que venía a buscar a los pecadores, no a los justos. Veremos como se las apaña el nuevo Papa; pero esto de que hay mil millones de católicos no se lo cree ni el Pupas, porque si empezamos a restar los que están en situaciones irregulares, los números cambian, y una religión necesita adeptos. Esto de valen más pocos y buenos era para la época de Nerón, pero desde Constantino las cosas cambiaron.

Un abrazo muy fuerte a los de dentro y de fuera. Me encanta estar unido con vostros a través de Internet.

Rocaberti





Pitajes forzados y predestinación.- Ana Azanza

Hola Orejas:
 
me parece muy interesante el tema que saca Fulcro sobre la predestinación a propósito de los pitajes forzados. En realidad todo pitaje lo es, como estamos viendo el método que utilizan es siempre el de la coacción. No importa la felicidad de nadie sino los números, y si hay un pitable a la vista se hace cualquier cosa, organizar un retiro, una convivencia o freír durante una tarde entera al candidato hasta que acaba escribiendo.
 
Pero quería comentar lo de la predestinación. Por supuesto que escuchándolos a ellos uno está predestinado a ser del opus y si no lo haces irás al fuego inextinguible, no sólo tras la muerte sino que ya aquí, tu vida carecerá de sentido y felicidad. Has dicho no a Dios.
 
Me pregunto muchas cosas a raíz de estas actuaciones ¿tú crees Fulcro, o cualquiera otro Oreja, que realmente los directores y gente con 2 dedos de frente ahí dentro se cree lo de la predestinación? ¿se la creen también para sí o se la creen sólo para los demás? mi sospecha es que es un discurso útil para aprovecharse de la gente criada en la fe y una vida cristiana desde la infancia.
 
Yo creo en la providencia y pienso que quien me ha creado tiene un plan para mí, pero me niego a aceptar que nadie ni el opus ni cualquier otro ser humano esté autorizado para decirme "este es tu camino y no hay otro".
 
Pienso que el plan lo va descubriendo cada persona al hilo de las cosas que le van pasando y ese camino es algo que no está en manos de ningún ser humano decírselo a otro. Forma parte del misterio qué es cada una de nuestras vidas. Por eso el opus es tan pernicioso, porque suplanta y se pone en una especie de escalón superior al resto de la humanidad para decirle a cada uno cuál es su puesto. Ahí es nada. Juegan a ser Dios. Por supuesto que este juego se lleva muy en "secreto", no es algo que el opus esté dispuesto a reconocer  públicamente pero todos los ex sabemos que así funcionan.
 
En el fondo como ya dijo alguien en la web no hace mucho, con sus prácticas acosadoras y sus diversas varas de medir demuestran que no tienen fe. Pido al cielo que el nuevo Papa suponga un giro para la iglesia, se va necesitando. Un papa que sepa hacer frente a la secta.
 
Ana Azanza




Sobre Tony de Mello.- Lucía B.

Estimados Orejas:
 
Qué bueno encontrar un lugar donde las personas podamos expresarnos en libertad!
 
He visto algun comentario agresivo en contra de Tony de Mello. A esta altura de mi vida puedo decir sin tapujos que para mi Tony de Mello es un grande de la Espiritualidad cristiana del Siglo XX-XXI-XXII y más.....
 
Si, si, si. La Iglesia del 2200 pedirá perdón por poner en el Index los libros de Tony. Qué le vamos a hacer... ya lo dijo Jesus: Nadie es profeta en su tierra.
 
Se acuerdan cuando la misma Inquisición - hoy rebautizada Congregación para la Doctrina de la fe - quemó todos los libros de  Teresa de Avila?? Si, si,si. La misma Santa Teresa que luego la misma Iglesia nombró "Doctora"
 
En fin... la incoherencia de la Iglesia es de larga data y en diversos frentes. Lo que fluye por todas partes en el Vaticano es la ignorancia y el miedo a los cambios. Son muy seguros los muros y la guardia suiza de los estados pontificios. La sensacion de poder y proteccion también son una gran tentacion para quedarse dentro, física o psicológicamente hablando. La libertad es para seres espiritualmente avanzados.
 
Rezo por Juan Pablo II para que su alma  esté en paz.
 
Rezo por todos los cristianos, entre los que me cuento, para que tengamos un nuevo Papa que esté a la altura de las necesidades de todos los que no anhelamos el encierro de alcazares y fortalezas. Sino de aquellos que vivimos la vida de frente. A pulmon, y siempre para adelante.
 
Un beso a todos !!
Lucia B




Por que me da la gana.- Motroton

En primer lugar daros las gracias por vuestros testimonios, he podido comprobar que todo eso no lo he pasado yo solo sino que es bastante general (vamos que no soy tan rarito). En segundo lugar quería dar mi testimonio de ex-agregado sobre un tema bastante objetivo.

Estaba estudiando y trabajando y me plantee montar mi propio negocio para cuando terminara la carrera. Para ello necesitaba una pequeña inversión económica y plantee ahorrar durante dos años diez mil pesetas al mes para hacer frente a la inversión. Me dijeron que no podía ser, que tenía que confiar en la Providencia (como los pájaros y los lirios del campo...), que debía de tener paciencia puesto que la Obra solo tenía cincuenta años. Se me encendió una luz interior y apareció el espíritu crítico, a mis padres les pasaba una miseria y por tanto duplique la cantidad (aunque no querían los directores), las tertulias me parecían infantiles, ect. Sentía que me estaba enterrando vivo sin esperanza de ningún tipo, pero marcharme era algo así como hacer puenting, salir de la burbuja y saltar al vació.

En esas que otro miembro de la prelatura me comunica que había tomado la decisión de marcharse. Yo como buen hermano en Cristo, trate de disuadirle pero él me insistía. Me planteo más de cien razones por las que pensaba marcharse, pero yo se las tumbe Todas, todas menos una. O bien por falta de visión Sobrenatural, o falta de generosidad o falta de entrega... excepto una: Porque me da la gana, esa si es la razón más sobrenatural.

Escribí la carta de dimisión sabiendo que la podría leer mucha gente (en confidencia claro...) y por tanto guardo mucho las formas y el contenido. Pero no me la admitieron, me dijeron que ponía en mal lugar a los directores. Como no estaba dispuesto a discutir exigí que me la dictaran. Al día siguiente, la carta verdadera la envíe por correo certificado a Don Alvaro del Portillo, al Colegio Romano. Supongo que no le llegaría al Padre, pero ese es problema de la Prelatura. Han pasado quince años y ahora puedo decir también: gracias a Dios me fui.

Motroton




 

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