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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 27 de Junio de 2005



26 de junio.- Emevé

Queridos Orejas y todos,
 
me volví a despistar y se me olvidó la fecha importantísima que es hoy, 26 de junio, sé que llegaré un poco tarde y no me lo van a publicar este día, pero no quiero que crean que se me ha olvidado y quiero que sepan que este día es importante para mí y para mucha gente, porque es el cumpleaños de estephany26 una amiga y casi paisana mía, así que querida estephany26 que sepas que tu cumpleaños hace que este día sea especial y que disfrutes mucho de la juerga norteña.
 
Un abrazo a todos, y perdonen el despiste...
 
Emevé




Experiencia y juicio.- Flavia

Queridos amigos:

Vuelvo a escribir después de un tiempo, pues hay algunas cosas que deseo compartir con Uds.

Sigo la WEB cotidianamente, y he leído aportes muy interesantes, y testimonios que resultan conmovedores.

Quisiera detenerme en dos temas que me han preocupado últimamente, a saber, la posibilidad de hacer experiencia en la Obra, me refiero a cómo en una institución de esas características, fuertemente normatizada y automatizada, las personas pueden o no hacer experiencia de sus vidas, desde los miembros de a pié, hasta los directores y directoras; y derivadamente, en la posibilidad de juzgar acerca de sí y sus actos...



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Quiero irme, creo.- Marina

Estimados Orejas, o como prefieran que les llame:
 
Les escribo después de muchas dudas, y aun ahora no sé si hago bien en comunicarme con ustedes. Voy directo al grano, que eso sí he aprendido en la Obra: a ser sincera hasta la crudeza (incluso creo que contaré en la charla, dentro de dos días, que escribí este mail).
 
Llevo 12 años en el Opus Dei. Soy numeraria, y mi currículum es relativamente nutrido: he sido subdirectora en un Centro de Estudios varios años y directora en un centro de numerarias jóvenes por un año y medio. Desde hace algunos meses estoy en un centro de mayores, y sigo pasando las de Caín.
 
La verdad, yo soy la que pedí que me sacaran del centro en el que era directora. Sucede que quería dejar la Obra y no quería escandalizar a las que vivían conmigo. Quería y quiero irme por razones que no sé si son suficientes, pero sí claras para mí:
 
1) Tengo síntomas de depresión y ninguna persona de mi familia, tenga la edad que tenga, ha sufrido ni sufre esa enfermedad. Eso me hace sospechar que mis particulares circunstancias son las que producen ese malestar.
 
2) Un psiquiatra de la Obra, al que acudo acompañada siempre, me ha dado unos antidepresivos que han reducido mi angustia pero me hacen doler la cabeza, me tienen medio atontada todo el día y hasta me hace oír ruidos extraños dentro de la cabeza (sic).
 
3) He querido tomar unos días de descanso alejándome de la ciudad en la que vivo, acompañada por otras de la Obra, y con todas las garantías de que podré hacer las Normas, y las directoras de la delegación me han contestado que lo nuestro es lo ordinario, que debo obedecer y estar tranquila, y que en el centro están dadas todas las condiciones para que me reponga si hago caso.
 
4) Antes de ir a este psiquiatra, he ido a un médico generalista (también de la Obra). Éste me dijo que era muy importante que hiciera ejercicio físico. Las directoras con las que hablé me dijeron que les parece muy bien, y que lo haga, pero no me permiten ir a un gimnasio porque va contra la pobreza y porque debo vivir con delicadeza exquisita la guarda del corazón (van hombres al gimnasio). No pareció serles útil lo que les dije: que no quiero un novio, sino hacer ejercicios que me ayuden a estar mejor.
 
5) He dicho que quería irme de la Obra y me han contestado que las decisiones importantes como ésa sólo deben tomarse con la cabeza fría, con salud, y en la presencia de Dios. Que sería una imprudencia hacerlo ahora que estoy mal. Entiendo que es hasta cierto punto razonable lo que me dicen pero, a la vez, pienso que estoy mal por estar en la Obra y que nada me garantiza que en el futuro vaya a estar mejor para tomar la decisión. Conclusión: puedo pasarme la vida esperando el momento para estar en condiciones, y éste no llegar nunca. ¿Qué me dirán cuando tenga 40 años –hoy tengo 30-, cuando quiera irme y sea todavía más difícil recomenzar a esa edad?
 
6) Pienso en el futuro, y no quiero estar en la Obra dentro de unos años, ni siquiera sana: veo a las numerarias mayores (sobre todo a las que han estado en cargos de gobierno muchos años) y me apena su vida. Son rígidas, ingenuas, ignorantes, pseudomilitares para algunas cosas y aniñadas para otras. Una anécdota me hizo ver claro: Consulté una corrección fraterna para una, por considerar que estaba siendo rígida y poco lógica en sus juicios. La directora me contestó: Tienes que entenderla, ha estado muchos años en la Asesoría. ¡Me parece demencial que los años en la Asesoría produzcan estrechez mental! Si las que tienen la mente más estrecha son las que nos gobiernan, estamos apañadas…
 
7) Quiero a nuestro Padre, y lo admiro, pero no puedo creer que todo lo que dijo en su vida se aplique a nosotras, tantos años después, sin necesidad de correcciones, actualizaciones, enmiendas. Ser santo no lo hace inmune a los errores, no lo hace infalible. Las veces que he insinuado esto me han dicho que era una falta de unidad y de humildad y de otras diez virtudes más. Sigo pensando que era santo y, por santo, humano, y por humano, falible. Y nosotras, idiotas por creer que todo lo que dijo viene de él, baja directamente del Espíritu Santo, sin escalas.
 
8) He contribuido a la rigidez mental de muchas numerarias (el Centro de Estudios me dio la oportunidad de llevar varias decenas de charlas), y me siento culpable por eso. Cuando he tenido ocasión, últimamente, he llamando aparte a cada una y le he pedido perdón. Ya van dos que me hicieron correcciones fraternas por haber pedido perdón por eso.
 
9) Me da desconfianza que me digan que si me voy de la Obra no seré feliz y me juego la vida eterna. Me da desconfianza que lo haya dicho nuestro Padre, que lo repitiera Don Álvaro y que ahora lo diga el Padre. Me parece imposible que supieran cómo es la vida después de dejar la Obra, y me recuerda lo que le pasó a una amiga cuando le dijo a su novio psicópata que lo dejaba: él le dijo que sería infeliz, que no podría vivir sin él, que luego se arrepentiría… Un loco, en definitiva. No quiero pertenecer a una institución que consigue que yo persevere por miedo a lo que me pasará si me voy. No quiero más miedo en mi vida. Supongo que eso es lo que me enfermó.
 
10) Siempre creí que la vocación era un misterio. Una elección que Dios hace de una, y que una acepta si quiere. Y que Dios llama todo el tiempo (eso son las gracias actuales, ¿o no?). No creo que irme sea decirle que no. Será decirle: Sí, te quiero, pero creo que puedo quererte más de otro modo, porque así me estoy amargando, agriando el carácter, y enfermando… Supongo que obediencia inteligente es eso: le digo que sí, y pongo la cabeza para hacerlo lo mejor posible. Y lo mejor es sana y contenta, no enferma y deprimida. Y si irme del Opus Dei es decirle que no, pienso que no hay pecado que Dios no pueda perdonar ¿o no es omnipotente?
 
En fin, no tengo muchas razones más, creo. Tengo asfixia, claustrofobia, hartazgo… ganas de vivir la vida sin tantas reglas absurdas. Vivir. Simplemente vivir.
 
Creo voy a imprimir este mail y lo entregaré en la charla, para que la directora entienda lo que digo con claridad (no creo poder decirlo bien cara a cara).
 
Si alguien tiene algo para decirme que crea que puede ayudarme, se lo agradezco de verdad. Y si no, pues ya me ayudé a mí misma poniendo esto por escrito.
 
Gracias por adelantado. Abrazos,
 
Marina




A por el doctorado - E.B.E.

En el día de ayer, domingo, Vittorio Messori comenta en el Corriere della Sera una indiscreción de la que se enteró recientemente: la Obra está buscando que su fundador obtenga el título de Doctor de la Iglesia:

«un’indiscrezione, finora inedita, mi dice che in viale Parioli, sede mondiale dell’organizzazione, si sta valutando la possibilità di farlo proclamare «dottore della Chiesa», titolo rarissimo e di massima gloria, per la sua dottrina di santificazione nel lavoro, quale che sia, di ogni cristiano.»

No es ninguna novedad desde el punto de vista de la originalidad de la idea, pues si existiera la posibilidad de hacerlo Papa, lo presentarían como candidato. La novedad es que parece que la idea se está concretando.

Saludos,
E.B.E.





Experiencias propias sobre médicos. Para Ramón.- Penélope

Estimado Ramón:

Me ha encantado el esfuerzo que has puesto en informarnos sobre el asunto Polaino. Necesitaba más información y tú me la has dado. Muchas gracias...

¿Te cuento algunas experiencias propias sobre médicos cuando estaba dentro?

Primera: A la edad de 13 años, sufrí un "eritema nudoso". Tenía ronchas rojas por las piernas y abultadas. Total, que tratamiento de penicilina, Benzetancil 1.200.000. Ya desde pequeña siempre padecía anemias, etc. pero desde entonces, me dí cuenta que "muy fuerte de salud" no iba a ser... En fin, que cuando "pité" a los 15 años, aún no cumplidos, me pusieron después de estar durante varios meses "disfrutando" del ambiente de adscrita, me dijeron que yo para agregada. Total, que yo puse bastante empeño en que no, que lo mío era ser n. Total, que bueno, por fín, dados mis pataleos, hablaron con no sé qué médico de "la otra sección" y por supuesto "a través del sacerdote" se enteraron las jefas de que sí, bueno, que podría seguir de nume...porque se me pasaría, o quizás, simplemente tendría que descansar un poco más que las demás y yá está.

Segunda: Por supuesto, cuando me fuí al centro de estudios, de eso del descanso nada de nada. Y lo de ir al médico, porque mi madre andaba todavía detrás. Más, el primer año, como tenía que trabajar para mantenerme, estudiaba de noche y se me aplaudía eso como una gran heroicidad..Total que dormía 4 ó 5 horas.

¡Ah! Un día que tenía cita con mi médico privado, por supuesto pedida con un mes de antelación, avisada mi madre, que también venía además de la numeraria de turno "para que se viera que éramos famila", me dijeron que tenía que anularla porque teníamos no sé qué conferencia en el centro y aquello era una "actividad apostólica" que había que apoyar y por supuesto era más importante lo apostólico que mi médico. En aquella época, no sé por qué, se me hinchaban mucho los piés...

Tercera: Durante la carrera, en verano, para "ganarme" el sustento, me iba a trabajar a las administraciones de los Colegios Mayores de Chicos. Desde que terminaba los exámenes hasta septiembre. Fueron 3 veranos. En ninguno de ellos, desde que empezaba a trabajar, me venía la menstruación...

Cuarto: Cuando vino el Papa a Santiago de Compostela, me puse enferma allí de varicela.

La directora que venía en el autobús era médico. Por supuesto, no cambiamos para nada el ritmo de la "convivencia". Subí al monte del Gozo, con la caminata aquella, cuando me brotaban ya por el cuello los granos. Estuve durante toda la noche aquella que no sé si tú la viviste, pero no he pasado más frío en mi vida. temblaba como una loca, estoy segura de que tendría fiebre. Luego, a la mañana siguiente, La Sta Misa y al autobús, ya con toda la cara deformada...por supuesto caminata además cargada con no sé qué bolsa de la "convivencia"...

El viaje de vuelta fue tremendo. Me cuidó una cooperadora que era la única que se atrevía a acercarse. Las dos de mi centro, me dijeron que a ellas ni las tocase que no la habían pasado...Además estuvieron muy entretenidas coqueteando con el chófer.

Cuando llegué al centro "mi casa" . Por supuesto no vino ningún médico a verme. Uno, por teléfono, super, con eso fue suficiente. Me recetó por teléfono...Total que pasé 15 días en cama, sin fuerzas, no podía destapar ni una tapadera de un yogurt...Yo tenía entonces 21 años. Pasé todos esos días sin visitas porque "se contagiaba". Horas y horas desesperada, mirando por la ventana, sin poder levantar la cabeza de la almohada...Y muerta de hambre...porque yo no sé a quién se le ha ocurrido eso de que los enfermos comen menos...Me daba la comida la administradora que era de otro centro, porque ella sí había pasado la varicela. Me tiraban las pastillas a una altura prudente por encima mía para no tocarme, ya que la dire entonces se iba a una convivencia  a Austria y no se la quería "perder". Muchas veces pienso que debería de haberme ido de la Obra cuando ´vi aquello. Pero me lo tomé "santamente" en expiación de mis pecados". seguramente aquello era para bien...etc etc..

¡Ah! Uno de los días, no tuve fuerzas para hablarle a la que asomó su cabeza por la puerta para darme de comer y hasta las 16.30 o así, no comí...

Cuando salí a la calle a Misa a los 15 días, me cogió un señor por la calle, al que yo no conocía de nada, me zarandeó y me dijo "¡¡¡Niña come!!!, ¡¡¡Niña come!!! Menos mal que luego me cambiaron de casa y la otra dire me permitía comer bocadillos a media mañana. Ella era médico y en esa ocasión tuvo más luces.

Más cosas...por supuesto de lo del reuma ya me cansé de montar el show para ir al médico, porque me habían cambiado de ciudad...así que dejé de ponerme las inyecciones...y ni idea del título aslo ni nada. Hasta los 11 años después no volví a mi médico, con la consiguiente bronca por parte de éste. Por supuesto "en mi casa" ni se acordaban de que tenía reuma, etc. etc.

Más cosas: me nombraron del Consejo Local. Lo pasé bastante mal, porque me dí cuenta de que no se estaba gobernando bien en el centro y que había que pararle los piés a la dire. se los paré, con toda la venia de la dele, pero me costó una casi depresión. Pedí que me llevaran a un médico. Me llevaron, por supuesto, super. Este se limitó a decirme que seguramente yo era escrupulosa y que intentara hacer las cosas por mí misma y no preguntar qué debo hacer o cómo debo hacerlo. Total que tuviese más capacidad de decisión. Yo pensé para mis "adentros" ¿cómo puedo hacer eso en el sitio que estoy, si tengo que pedir permiso hasta para respirar?

Más cosas: Una vez, pasados ya muchos años desde aquello, fui a una revisión anual, a la consulta de una médico agregada. Al decirle que me notaba que me cansaba muchísimo y desproporcionadamente, me dijo que pidiera permiso para acostarme antes (por supuesto en la tabla) y que si me decían que no, que aquello era la Cruz, porque como en la vida hay Cruz, aquello era la cruz del Señor.

Total que no había manera de que nadie prescribiese que yo me cansaba más de lo normal, que tenía que dormir en colchón, etc. Por las noches me despertaba de noche del dolor en las articulaciones y no podía mover las extremidades. Eso sí lo conseguí por las "bravas" al final de mi tiempo allí.

Más cosas. cada vez que me cambiaban de centro, tenía una sentada con la dire de turno para decirle todo el tema de mi salud...Por supesto me decía que le dijera cuándo me quería ir a la cama antes y sin problema. Y luego, cuando llegaba el día, no veas la cara de extrañeza que me ponía, con la consecuente charla sobre la "fortaleza" el dia de mi charla...Total venga quebraderos de cabeza, venga a sentirme mala, muy mala, muy débil, muy malísssima.

Mido 1.85 y de los 60 kilos no he pasado nunca. No veas lo canija que me quedé....

Ahora, he vuelto a acudir a mi médico con tranquilidad y me quiere ver cada seis meses...No me dice nunca que deje de ir...¿por algo será, no? digo yo...

He engordado con los pucheros e mi madre. Y todavía se me ve muy muy delgada. La gente me dice que ¿cómo estaría?

Pero sobre todo lo que noto es la posibilidad de dormir más sin que te remuerda la conciencia como si hicieras algo malo. Me lo noto hasta en el carácter. Antes estaba irritable, agotada, lo veía todo negro. Ahora soy mucho más optimista y tengo más capacidad de ser agradable con los demás.

 Bueno, me he saltado el capítilo de una operación que tuve mientras estaba allí...

Perdóname que te haya dado el pestiño, pero se me ha puesto "de pié" todo esto cuando he leído lo que "deben" hacer los médicos....por aquello de ir siempre de médicos de favor...

Hasta otra, Penélope.

 





Los hijos de la herejía hipócrita. Ultimo cap. de 'Nuevas herejías'.- Iván

Los hijos de la herejía hipócrita (VI)

Última entrega de NUEVAS HEREJÍAS

IVÁN, 27 de junio de 2005

 

Es evidente que todo ser creado es imperfecto porque participa de alguna de las perfecciones de su Creador, pero no de todas, ya que entonces sería el mismo Dios y no una criatura suya. En lo tratado hasta ahora hemos visto como para el Fundador y los miembros del Opus Dei la Obra es perfecta. También hemos estudiado como para ellos ese conocimiento no es consciente sino irracional, subconsciente, visceral. Nadie de la Obra dice explícitamente que su Institución es perfecta, con lo que estaría definiéndola como la Santa Iglesia de Cristo; pero al no ver ningún defecto en ella, al no tolerar ninguna crítica negativa hacia la Obra, al aseverar reiteradamente que quien ataca al Opus Dei ataca a la Iglesia, al no responder más que con el silencio ante lo negativo que se le achaca o contestando que quienes opinan en contra de ella se van a condenar... con esa conducta, implícitamente, están afirmando que para ellos la Obra es totalmente perfecta; fenómeno que hemos dado en llamar herejía hipócrita, pues con la boca afirman lo contrario de lo que sienten y viven: que la Obra carece de imperfecciones por lo que la colocan al mismo nivel de Dios...



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¿A cuántos hemos hecho infelices?.- ancasti

De vez en cuando me dedico a pensar el mal que hemos hecho a mucha gente. Me siento entonces descorazonado, impotente al no poder pedir perdón a todos aquell@s que hemos ayudado a arruinar su vida, a "entregarse" sin tener la madurez necesaria para tomar una decisión tan vinculate y que cuando se han dado cuenta de su equivocación han salido con remordimientos de conciencia, con un enorme complejo de culpa, depresivos...

No sé si alguna vez podré obtener el perdón de toda esa gente a la que, gracias a mí, su vida ha quedado marcada para siempre.

He escrito  esto casi sin pensarlo, pero lo necesitaba.

Ancasti





Familiares como nuevos miembros.- Miguel C.

hola
 
enhorabuena por vuestra página. Solo la he mirado por encima, pero me alegro encontrar un sitio donde encontrar información del opus dei.
 
La razón por la que me acerco ahora a curiosear sobre el tema, es que mi suegro ha acabado haciéndose miembro del opus dei. Empezó yendo a reuniones, iban a visitarle, y finalmente se ha metido. Aclara continuamente que no le han pedido ningun dinero (por la opinión comúnmente extendida sobre el opus dei). Desde entonces no he ido a visitarles, pero me temo el dia que tenga que ir, me encontraré con no sé muy bien el qué.
 
De principio ha aparecido la costumbre ahora (hasta ahora no existía) de reunirse los padres de mi mujer con todos los hijos juntos y las parejas respectivas cuando coincidimos todos en la misma ciudad.
 
En resumen, como desconozco los medios del opus dei, no puedo evitar desconfiar de cualquier novedad en las costumbres familiares.
 
Muchas gracias
atentamente
 
miguel c.




¡¡Ufff!!.- Lappso

Que no, Carmen Charo. Que digo que:

1. La Web ha acusado explícitamente de un delito a Aquilino Polaino.

2. El único argumento en el que se ha basado es que en la radio un tío narró que su madre le dijo que Aquilino le contó que en casos extremos utilizaba terapias de electroshock.

3. Eso no es serio ni es justo ni es ná. En un estado de derecho, no se puede imputar un delito concreto a una persona determinada sin otra base que un relato radiofónico de tercera mano. Y en un foro serio, ya fuera de lo jurídico y de lo constitucional y de esas cosas tan importantes, tampoco...



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Mirar para otro lado. Y coincido con Gustavo.- Valle

Hola a todos.

Hace tiempo que quería escribiros esto, pero me he ido resistiendo hasta hoy.

Creo que todos aquellos que piensan que la Iglesia desconoce lo que verdaderamente pasa en la opus, son un poco ingenuos. Para mi está clarísimo que quien podría/debería poner coto, conoce perfectamente sus prácticas y, por la razón que sea, prefiere mirar para otro lado.

Pido por favor, que nadie se sienta ofendido ni aludido por este comentario que no es más que una opinión más.

Para Gustavo (26/06): a mi, con los libros, me pasa exactamente lo mismo. Sólo he dejado sin terminar un libro porque me era imposible, y he terminado muchos que no me gustaban nada, porque algo en mi, me impide dejar un libro a medias; lo que ya no sé es si será una "tara" de nuestro paso por la opus, como tú dices o qué.

Oyendo a alguien sobre cómo inculcar el interés por la lectura en los niños, una cosa que me llamó la atención fue que había que alentarles a dejar los libros a medias si les resultan aburridos, o si se dan cuenta que no son de su interés, y es lo que hago con mis hijos; sin embargo, no puedo aplicarme el cuento...

Abrazos y besos

Valle





Gracias Minerva.- Sancho

Sólo quería agradecer a Minerva el haber tenido el valor de dejar su testimonio en esta página. Creo Minerva que tu testimonio, al igual que el de tantos otros ex miembros, puede ayudar a muchas personas que estén pasando por una situación similar a la tuya.

Fue buscando testimonios, que no peluquerías, como llegué a esta página a través de la de ODAN que encontré en "El Código Da Vinci". En ese punto dejé de leer la novela para nunca más retomarla, ya que, a parte de no gustarme en absoluto, me vicié tanto con esta página que no me dio tiempo a leer nada más por una buena temporada. Quisiera por tanto animar a todo aquel que esté dudando si contar o no sus experiencias dentro, fuera o alrededor del Opus Dei, a que también lo haga. Contar sin tapujos ni censuras lo que nunca antes fuiste capaz de contar, o hablar de temas que hasta ahora te resultaban tabú, es una experiencia enormemente liberadora y además es muy posible que haya personas que se sientan identificadas con todo o parte de esas experiencias y les ayude a no sentirse "bichos raros".

Siempre desde mi humilde y personal opinión, considero que este tipo de testimonios son los que más enriquecen la página y rompen un poco la monotonía a que nos tiene sometidos últimamente el ataque de lo más selecto de la Aristocracia de la Inteligencia de la Perlatura. Y ya saben los lectores habituales a quienes me estoy refiriendo.

Me alegro muchísmo de tu rápida recuperación. Mucho ánimo y adelante.

Un fuerte abrazo,

Sancho



Hay tiempo para todo.- Aitziber

Queridos Orejas:
 
En estos días, pensaba, como poco a poco, mi vida ya es completamente normal, después de dos años fuera, pensaba en las personas que en estos momentos acaban de salir y muchas de ellas tendrán mucha prisa por correr en hacer cosas que antes no podían.
 
Yo les animaría a que se tomaran su tiempo y no se agobiaran, ya que todo llega, trabajos, amistades, amor. (Da igual la edad nunca es tarde si se quiere vivir)
 
Las prisas no son buenas y los agobios menos, todo se irá consiguiendo y aunque parezca mentira se consigue VIVIR, incluso a veces se llega a ver el opus como algo muy muy lejano que pasó por nuestro lado en un determinado momento.
 
Ánimo a todas las personas que se plantean salir, o las que acaban de hacerlo,que merece la pena !!y no estáis solos!!
 
Un abrazo y saludos a los orejas
 
Aitziber




¿Obra así la 'partecica'?.- Ramón

Hola Orejas,
 
Según numerosos testimonios de esta web, si un jesuita se acerca a un centro de la cosa, se le debe invitar a salir por donde ha venido. Decía el santo marqués que la obra era una partecica de la Iglesia. Que sepamos, los jesuitas son cristianos y partecica de la Iglesia.
 
Aquí viene el contraste que quiero señalar:
 
En la diócesis de Santander, dada la afluencia de creyentes ortodoxos, el obispo les ha autorizado a compartir una parroquia, hasta que tengan su propio templo. Su sacerdote oficia la misa, etc... en una parroquia católica, sin mayores problemas. Vamos, que nada de salirse, sino - como manda la caridad cristiana y el ecumenismo - se les abren las puertas de la casa.
 
¿Cómo se entiende entonces que una partecica expulse a otra partecica si la Iglesia acoge con brazos abiertos a estos hermanos ortodoxos?
 
Ramón



 

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