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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 07 de Marzo de 2005



Enhorabuena!. Para Sonia e Iván.- Isabel Nath

Acabo de leer la nota de sociedad de Nacho y solo quiero daros una grandísima enhorabuena a los dos, y desearos toda la felicidad que sin duda os mereceis.
 
Después de leer a Nacho me ha quedado un regusto muy dulce en el corazón y voy a empezar mi día con mucha energía. Que alguien empiece una nueva vida con otra persona a quien quiere y que le corresponde (se casen o no) siempre da mucha alegría. El cariño verdadero que ves en otras personas es contagioso, igual que lo es la tristeza. En el opus dei se nos ha contagiado muchas veces la tristeza, la frustación, la carencia de sentimientos de amor verdadero que había en los que habitaban nuestros respectivos centros. A mí me ocurrió, al menos, supongo que a más de uno también. Como decía alguien hace poco, la alegría que se vive en los centros del opus dei, salvo momentos puntuales, es por lo general muy poco auténtica, puro escaparate. Seguramente por eso no se contagia. A mí las personas del opus dei por las que siento un auténtico cariño (bien porque fuimos juntas al colegio mucho tiempo, o por lo que sea) no me transmiten ninguna alegría, más bien me queda el corazón un poco encogido después de verlas y hablar con ellas; no porque las vea teóricamente mal, pero de hecho me dejan como un regusto de preocupación, no sé si me explico.
 
Sin embargo la boda de Sonia e Iván, que no los conozco de nada, me da mucha alegría, qué curioso no? (curioso lo habría puesto en cursiva, pero luego Sancho no lo puede leer y me sabe mal; pero leedlo en cursiva, con ironía...). Mientras escribo todo esto estoy dandome cuenta de que efectivamente la alegría verdadera se desborda, y además es serena, no?. La alegría ficticia es de sonrisa profident y frases empalagosas, del estilo de la que hay que enseñar a los de san rafael cuando tras mucho perseguirlos y montarles encerronas conseguimos que vengan a la tertulia del sábado... La alegría de verdad sale natural, la ficticia se 'prepara', como las tertulias....
 
Bien, la idea no era tanto hablar del opus dei como alegrarme con los recién casados, agradecer de corazón a Nacho su crónica, fundamental para dejar constancia también de cosas buenas, dulces, optimistas y con brillante futuro por delante. A ver si cunde el ejemplo, solteros!.
 
Por último estoy muy de acuerdo con Nacho en que 'algo de bueno' tendrá esta web aunque solo sea el hacer que la gente se encuentre!. Bueno, no sé ni para qué digo ésto, porque los que de una u otra forma formamos parte de ella ya sabemos muy bien todo lo bueno que tiene, a pesar de la cantidad de cosas tristes y negativas que pueden leerse en ella. Una cosa es lo triste y negativo, de lo que hablamos en pasado; otra lo brillante, alegre y positivo, de lo que hablamos en presente y sobre todo en futuro. Y este hecho, independientemente de las ideas de cada uno, de su forma de expresarse, de su experiencia en el opus, etc, etc, etc, es algo muy positivo y muy importante que nos une a todos. Si a través de las 'discusiones' que montamos aquí todos tenemos claro que nos movemos hacia adelante (cada uno a su velocidad), entonces todo esto merece la pena.
 
Mi enhorabuena quiero hacerla extensiva a la 'familia' de los novios, o sea, a todos vosotros, orejas de guardia o de no guardia.
 
Un abrazo muy sentimental hoy (a mí es que las bodas me dan así...),
Isabel Nath




Extraña misión apostólica.- Dionisio

Queridos todos:

Acabo de leer lo que cuenta emejota (6 de marzo) sobre cuando la directora le ordenó hacer apostolado con una chica de su colegio. Su historia me ha traído a la memoria algo que tenía olvidado, probablemente porque fue algo completamente ridículo.

Es, como pasa a muchos españoles, una historia de la mili, etapa de la vida que da para mucho. En mi caso, yo llevaba unas pocas semanas en el campamento inicial y estaba tan verde como cualquier otro novato. A mí un capitán me parecía que era poco menos que un hijo de los dioses, como Aquiles.

En la primera oportunidad que tuve para salir un fin de semana del campamento, el cura de mi centro me dijo que buscara al capitán castrense (al cura del campamento, para entendernos) y le invitara a un retiro para curas. Queridos orejas, ya os estoy viendo la cara de coña que ponéis, pero os aseguro que es absolutamente cierto. Dionisio en aquellos tiempos era un tío bien entrenado en el centro de estudios, que hacía lo que le dijeran que tenía que hacer, sin decir ni pío.

En el autobús de regreso al campamento lo comenté con otros de casa que compartían conmigo vida militar. Los más cabroncetes se revolcaban de la risa, lo más sensibles me decían "Joé, qué putada." Sin embargo, Dionisio no se amilanó. Cuando tuvo oportunidad fue a la oficina del cura. "¿Da usted su permiso, mi capitán?" "Pasa, chaval" Yo todo formalito, siguiendo al pie de la letra el protocolo militar. "A las órdenes de usted, mi capitán" Ya el cura debía estar medio mosca del recluta, me dijo con cara de no me hagas perder el tiempo "¿Qué quieres?" "Pues nada, es que D. Fulano me ha pedido que le invite a usted a un curso de retiro para sacerdotes los días tales y tales" Mi capitán, el cura, me miró con cara de "¿hasta aquí me persiguen?", y me dijo muy amable "Muchas gracias, ya veré si puedo ir." 

Y de esta expédita forma terminó mi tan extraña como verdadera misión apostólica. No sé si os haya gustado, pero a mí recordarlo, me hace reír. ¿En qué estaría pensando el cura cuando me dio semejante encargo? Estoy seguro de que muchos de vosotros tenéis algo igual de absurdo o más, por supuesto. Animaros a contarlo y nos seguimos riendo.

Un abrazo

Dionisio, riéndose en el Areópago

 





Para Carbono14.- Merlos

Querido Carbono14:

No salgo de mi asombro -no soy el único- al leer tu último mail. Hay quienes creen en tu sinceridad. Otros, como Kaiser y yo mismo, mantenemos nuestras dudas: son muchos años de experiencia en Casa como para creer a la primera un testimonio como el tuyo, ni aun certificándolo 100 notarios.

Sugiere Kaiser que puede tratarse de una trampa para que los lectores de esta web te aconsejen abandonar la Obra. Si fuere así, no deja de ser una trampa bastante Evangélica, del tipo de ¿A quién hay que pagar el Diezmo? y en consecuencia el consejo es sencillo: deberías agudizar la estrategia, sobre lo cual en la Obra se sabe bastante; chico, así no vas a pasar de subdirector 2 de un curso anual de adscritos.

Si tuvieses buena voluntad en tus palabras, sin embargo tienes mal espíritu. Y sorprende especialmente que alguien con la fidelidad recien hecha, conserve la candidez que intenta transmitir tu mail, por no mencionar lo lejos que se halla de la prudencia de las serpientes que debes practicar nuevamente por consejo evangélico. Desde luego, quien te haya dejado hacer la fidelidad, o tenía la imperiosa necesidad de marcarse un tanto numérico, o se ha cubierto de gloria.

En fin, sea como sea, y aun a riesgo de la trampa, previa deliberación por tu parte, la cosa no puede estar más clara: pues ten en cuenta que casi lees más esta web que los Crónica, y trasciende que esperas con más anhelo los testimonios que aquí se publican que las Cartas del Padre, queridísimosqueJesúsmeguardeamishijasyamishijos. Conclusión, vete ya y no sigas enredándote.

Saludos cordiales,

Merlos





Recuerdos a propósito del 19 de marzo: La Generosidad.- Emevé

"Emevé, hay convivencia de estudios este fin de semana, van a estar fulanita, sutanita y menganita, ¿te anotas?"- ¡Claro!.-

Y allí fue a dar Emevecita, con sus pitables 17 años, su cara de boba y su “no-enterarse-de-nada” que te mueres. La convivencia fue “mixta”, es decir, chicas de los dos centros de mujeres de la ciudad al norte del Perú en donde vivía. Profesoras universitarias (pescadoras) y alumnas (peces), todas mezcladas. No recuerdo más detalles, para mí fue una convivencia más, en donde siempre salía con cargo de conciencia porque hacía de todo, menos estudiar.

Último día de la convivencia, vendría Don Torreón a darnos la meditación. A pie de página anoto que Don Torreón era un santo en vida, porque había vivido con el Fundador algún tiempo, era de los casi primeros, y fue el cura a quien tuve que acudir luego que me dijeron que no renueve y yo anegada en llanto dije “pax” y él respondió frío, seco, inalterable “Ave María Purísima”... yo ya no estaba autorizada a decir “pax”, pero me salí del tema, volvamos al “flash back”.

Oratorio con luces apagadas, sólo la luz del Cristo Yaciente que servía de altar, precioso, doliente, con las manos extendidas pidiendo nuestro corazón. Tema de la meditación: Generosidad. Y allí Emevé, con el corazón conmovido ofreció que esta vez sí se pondría a estudiar y que nunca más iría a perder tiempo a una convivencia. Su mejor amiga, Lady, ofreció algo más.

Era una convivencia de pitables (lo sé porque organicé alguna después), y el tema de la generosidad, las luces, y todo, estaban “fríamente calculados”. Lo que no se calculó fue que Don Torreón no me convencería ni de subirme a un autobús, así que para variar, “no me enteré de nada”.

Lo que no calcularon tampoco fue que la amiguita de Emevé, Lady, sí se iba a dejar llevar por todo el aparato. Y dos días después, Lady quería pitar.

Me contó con el corazón en la mano lo que pensaba hacer:

- Emevé, voy a pedir la admisión como Numeraria.
- Oye, ¿eso no es de viejas? .
- Noooo, ¡monga! Si C. es numeraria, ¿no te das cuenta?.
- ¿Ellaaaaa? ¡pero si es sólo un año mayor que nosotras!.
- ¡Claro! Por eso yo sí puedo.
- Ahhhhhh, ¿y qué puedo hacer para ayudarte?.
- Pues reza conmigo “Señor, que vea”.
- Ok Lady, yo rezo por ti, voy a ofrecer todas mis horas de estudio y voy a rezar mucho, mucho “Señor que vea”.
- Gracias Emevé.

Un día después, antes del ensayo del Coro, estaba arrodillada en el Oratorio del lugar donde estudiaba (Obra Corporativa) rezando por Lady, en eso se enciende la luz verde (eso significaba que el confesor estaba allí por si alguien se animaba). Muy feliz por mi amiga Lady, entré corriendo a decirle “Don Perico, Lady quiere pedir la admisión, es lo más generoso que hay, imagínese que esa decisión la tomó luego de la última meditación de la convivencia del fin de semana”. Y a partir de allí, la conversación fue más o menos así:

- ¿Y tú qué propósito sacaste de esa meditación, Emevé?.
- Yo voy a ser más generosa con las horas de estudio, padre
- ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿Ese es tu propósito???????? ¡Lady va a entregar su vida y tú ¿¿¿¿sólo eso????????????!!!!.
- Pero Padre, si el estudio es oración.
- Sí, sí, pero ¿no te das cuenta, pequeña, que a ti Dios te pide más?.
- ¿A mi?.
- Sí, a ti, todo esto Dios lo ha montado para que tú veas lo que te pide
- ¿A mi Dios me pide cosas?.
- Pues claro, Jesús desde la Cruz te ha llamado, te ha elegido desde antes que nazcas para que seas de Él.
- ¿A mi? ¿A Emevé? A una chica que no sabe nada de la vida, ¿Dios Todopoderoso?.
- Jeje, síiii tonta, a ti.
- ¿Está usted seguro?.
- Por supuesto, y no le puedes decir que no
- No, yo a Dios no le quiero decir que no, ni en sueños, entonces ¿qué hago?.
- Pues sal corriendo y busca a la Directora y dile que quieres pedir la admisión en el Opus Dei.
- ¿Yo puedo ser del Opus Dei?.
- Tú debes ser del Opus Dei, pequeña, para eso has nacido.
- Pero tengo ensayo de coro, y no puedo faltar.
- Pues después del coro.
- Padre, ¿qué es eso de la Directora?.
- Pues tu amiga con la que hablas, ella es la Directora.
- Ah, o sea que voy a buscarla y le cuento todo, y le digo que quiero ser del Opus Dei
- Exacto, con mucha firmeza, que te vea convencida y que no te irás de allí hasta que te diga que sí, y luego ¿me buscas y me dices qué tal te fue?.
- Ok, padre, ¡gracias!.
- Gracias a Dios.

Y hubo ensayo de coro, y yo muy contenta porque no le iba a decir que no a Dios, eso nunca.

Emevé





Felicitaciones, abrazo y comentario.- Emevé

Queridos Orejas,
 
quería alcanzar en primer lugar mis felicitaciones a Satur, por su escrito de ayer, que me ha parecido estupendo. Una vez más, hace gala de la habilidad que tiene de tocar temas trascendentes con lenguaje terrenal, no sé cómo has sobrevivido tantos años en la Opus mi querido.
 
Un fuerte abrazo de bienvenida a Ludwik D'Alancourt que con su tertulia pirata me ha hecho reir y conmover.
 
Finalmente, para decir a mi amigo Sancho (04.03), por mi parte, no estoy de acuerdo contigo, porque yo no escribo para "convencer" a nadie de marcharse y decirles que aquí, "del otro lado de la fuerza" se pasa "genial", yo escribo para que nadie más sufra lo que sufrí (y sufro)yo y punto, así que como ya te dije ese día en que nuestras pieles se abrasaron en paralelo (eso quiere decir, al mismo tiempo), no estamos en opuslibros por las mismas razones, y sin embargo sé que me entiendes.
 
Saludos a todos, y besos a mis amigos.
 
Emevé




Más santos.- Cooper

De D. José María Hernández Garnica tengo una frase pronunciada en un curso de gente que salía de España a otros países, que nunca me ha abandonado, incluso despues de tanto tiempo.

Nos dijo:

Hay gente por ahí que dice "Piensa mal y acertarás"; pues yo os digo  "Piensa mal y os quedaréis cortos".

En aquel momento me sublevó, 45 años después todavía me irrita.

Con cariño

Cooper





Felicidades.- Marigo

Saludos a todos y todas

Y mil gracias a Megaman por sus comentarios.

Felicidades tambien a los exagregados por su boda, que sean muy felices!!

Marigo





Muchas gracias y piropos. Para Cooper.- Carmen Charo

Quiero felicitar a Cooper, de quien soy admiradora. Es de las personas en esta web que muestran más mesura y equilibrio, es siempre descansante, balsámico, cálido y comprensivo.  Creo adivinar que los muchos años pasados y la honestidad personal en el propio camino son, en buena parte, las que a uno le llevan de hablar así. Asi que ¡muchas gracias Cooper! No te quejarás de los piropos!
 
Me encantó su opinión acerca de Isabel y Ana, ¡las dos fantásticas y con muchísima razón en sus argumentos!, y a las que yo comentaría que cuando algo nos escuece es porque tenemos una herida. Esto nos sirve a todos, por supuesto. A mi la primera.
 
Es mejor mirar dónde y qué nos ha hecho la herida que cargar contra quien nos echa alcohol sobre ella de forma involuntaria. Es mucho más saludable para uno mismo y ayuda a la reconstrucción personal de una forma eficacísima.
 
Carmen Charo




Mi evolución personal desde que conocí la web.- Carmen Charo

También quiero felicitar a EBE por todos sus escritos pero en especial por el último, con el que estoy totalmente de acuerdo.  Al leerle he ido pensando en mi evolución personal desde que conocí esta página en octubre de 2003.
 
Creo que he cambiado mucho. En mi entonces había un odio feroz hacia todo lo que tuviera que ver con el Opus Dei sin distinguir entre institución, directores, demás personas y hasta sedes materiales. Se me revolvía todo con sólo pasar por delante de un centro.
 
Hoy vivo serena aunque aún haya algún tema que me exacerbe (las heridas y el alcohol). Veo con meridiana claridad que la obra como institución es mala, y creo que lo ha sido siempre, pero salvo a las personas, a muchas personas que son víctimas y verdugos a un tiempo porque son incapaces de ver aún. Al fundador, no le quiero ni le debo juzgar aunque cada vez más lo siento como un pobre hombre. El sabrá que le movió a actuar como lo hizo.
 
Soy capaz de querer a esas personas y reconocer que cada uno tenemos nuestro tiempo para ver y nuestras fuerzas para decidir. Soy capaz de respetar sus vidas y decisiones.
 
Hoy, aunque vea que la institución es mala y está podrida, no siento odio, sino pena, porque yo sí que me he creido que mi destino no está aqui, ni se acaba con unos pocos años de vida, y ellos que tanto lo predican, viven ajenos.
 
Esa misma certeza me lleva a comprometerme sin miedo, a hablar, a dar mi identidad, a trabajar por esclarecer la verdad y a no permitir que la obra siga funcionando como lo hace: llenando de dolor miles de vidas.
 
No pienso ni les deseo la condenación eterna, en la que no creo tal y como me la explicaron, ni creo que Dios nos juzgue al final de los tiempos. El juicio y el infierno son ahora, están aqui, y los vivimos a cada instante. ¡Ya es suficiente!
 
Me parece magistral cómo explica EBE que el quedarnos fijados en los buenos recuerdos contribuye a la impunidad de la obra, es un engaño tonto y el recurso deseado por la obra para seguir en su empeño de crecimiento humano.
 
El hecho de que cada vez seamos más capaces de reconocer lo bueno que vivimos en la obra dice de nuestra categoría humana, de nuestra sinceridad y honestidad personales, pero no puede ser la baza fácil para la obra.
 
La verdad es que tu escrito, EBE, me ha llevado a hacer examen y ser capaz de separar qué hace referencia a mi reconstrucción personal, que tiene que ir derivando en comprensión, perdón, y reconocimiento de lo bueno y lo malo que hubo, y qué hace referencia a la verdad objetiva que es la obra. El que yo vaya siendo capaz de perdonar, no tiene porque impedir que me sienta cada día más obligada a comprometerme en destapar la gran mentira que es el Opus Dei.
 
Yo me siento comprometida con esta tarea al cien por cien, y me encantaría que fueramos muchos los que nos implicáramos en ello.
 
Un fuerte abrazo para todos.
Carmen Charo




Una de mucha risa.- eutimio

Hace unos meses un amigo que no tiene nada que ver con la cosa contó la siguiente historia:

Tiene un compañero de trabajo supernumerario que tiene problemas para tener hijos. Al parecer el médico que le trata le dijo que tenía que hacerse unos análisis de semen. ¡Puuuff, y ahora qué hacemos!!!

El amigo no podía hacerse una gayola, claro, ni pincharse un huevo, con perdón, para sacar la materia a analizar. ¡Menudo dilema! Y encima le pondrán mala cara si no tiene familia numerosa. Así que fue a pedirle consejo al numerario con el que hace la charla.

Y aquí viene lo mejor: le dijo que hiciera el amor con su mujer con un preservativo agujereado con un alfiler. Jajajajaja. No sé si especificó si lo tenía que agujerear antes o después de ponérselo. Esto lo contó mi amigo en una reunión con amigos de los cuales ninguno -salvo Eutimio- sabe de qué va la cosa. Todavía no han conseguido unir sus mandíbulas. Ellos no se reían porque no lo entendían. No podían entender el ¿razonamiento? que había detrás de ese consejo surrealista.

Un abrazo,

Eutimio.





Comentarios y respuestas.- José Carlos

Querida Isabel (4-III):

 

Me quiero unir al elogio de Cooper (4-III) que dice que leer tus escritos es refrescante, por su optimismo, sinceridad, sentido común y constantes ánimos que das.  Sabemos que no quieres ofender a nadie y que hablas con el corazón: eres un sol.  No sé si sabrás que yo me pasé un mes en Nueva Delhi de labor social (“Viajes Internacionales Prelatura OD, Inc.”), y como tú me prendí de ese maravilloso país y sus gentes.

 

Querido José Antonio (4-III):

 

Con abogados como tú hay que decir las cosas con mucha precisión :).  Agradezco tu amistad.  En mi correo  (2-III) a Deza no digo que sea mala idea utilizar la brújula: a fin de cuentas no la inventaron en el crucero.  Simplemente constato la observación de que en nuestro proceso de reconstrucción muchos desconfían de la misma brújula porque vieron que se usaba en el crucero, aunque en realidad también pueda servir en nuestros veleros.

 

Sobre los pasajes del Evangelio, creo que la dificultad es natural: oímos muchas veces interpretaciones particulares de ciertas escenas, que pueden ser perfectamente válidas en alguna situación pero que chirrían en la nuestra; por tanto, para poder sacar todo el jugo espiritual de las parábolas de Jesucristo, por ejemplo, hemos de hacer el esfuerzo intelectual de trascender esas interpretaciones y buscar otras más pertinentes a nuestro caso.

 

Una última aclaración general sobre ese correo del velero, por justicia hacia mi querida mujer: cuando dije que me acompañaba a misa algunas veces, me refería a los días entre semana; los domingos vamos siempre juntos.

 

Querido Ántrax (28-II):

 

Yo no estoy en posesión absoluta de la verdad: de hecho me equivoco muchas veces, sí, también cuando escribo.  Pero así es, todavía en el siglo XXI hay personas que creen con toda el alma y sin rendir la inteligencia que Jesucristo es la Verdad y la Vida, y que su Iglesia tiene acceso a esa verdad.  En lo temporal y lo disciplinar también se puede equivocar, pero en la fe y en la moral, en lo que compete a Dios, al ser humano y su misión en el mundo, no.  Y no, nunca mataremos por amor a la Verdad.  Eso sí, rezaremos y trabajaremos para que la reconfortante paz de nuestra certeza ilumine el triste cinismo y escapismo que imperan en nuestros días.

 

Un fuerte abrazo,

José Carlos


 

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