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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 12 de Julio de 2006



Acerca de la falsedad ideológica.- E.B.E.

El último escrito de Haenobarbo sobre falsedad ideológica me ha parecido muy bueno porque concreta en qué consiste esa falsedad. A tal punto es una buena vía de análisis que, pienso, posiblemente serviría para iniciarle juicios masivos a la institución y no veo de qué manera podría justificarse.

 

Se puede hablar de fraude en muchos sentidos en la actitud de la Obra, pero no siempre es fácil de demostrar lo que se ha padecido. En cambio, en este caso se trata de un análisis «material», que es constatable muy fácilmente. Por eso creo que es una vía de juicio accesible y donde la Obra se vería acorralada por sus propias mentiras de manera flagrante.

 

A todo esto, lo notable es comparar el escrito de Haenobarbo con las palabras mismas del fundador, que las pronuncia con cierto tono defensivo, tal vez a modo de descargo o, en el peor de los casos, con mala conciencia:

 

«Al suscitar el Señor su Obra, nos ha dado una ascética, un espíritu plenamente secular y unos medios que no son como una adaptación de los métodos de las familias religiosas» (del fundador, Meditaciones, VI, pág. 345).

 

Si no son como una adaptación, ¿cómo son, entonces? «Específicos para nuestra situación en medio del mundo», continúa el fundador.

 

El fundador habla aquí de los medios, no de las ceremonias de incorporación. Pero aún así pienso que hasta esos medios de los que habla -el llamado Plan de Vida- fueron copiados de la vida religiosa (un tema para que Haenobarbo siga ampliando, espero).

 

Lo que está claro es que el fundador tenía clara conciencia de cómo era la vida religiosa y de que estaba negando cualquier relación de aquella con la Obra. Frente a esto, la evidencia material que expone Haenobarbo es un serio fundamento para cuestionar estructuralmente la honestidad del fundador y su fundación.

 

Saludos,
E.B.E.





Ir a un psiquiatra independiente.- Spiderman

Dice Oráculo:

Prescindir cuanto antes del consejo de esos controladores de la personalidad y acudir a profesionales independientes, que nada tengan que ver con la Prelatura. Cuando esto se hace, no es infrecuente que entonces se abran puertas a la esperanza y que los enfermos inicien la lenta andadura de su gradual recuperación.

Yo soy uno de ellos. Fui al psiquiatra oficial hasta que mi madre se plantó y decidió llevarme a uno de su confianza. El médico nunca me habló de dejar el Opus Dei, respetaba mi opción. Pero sí que me dijo qué actitudes y maneras de proceder eran las que me estaban provocando estrés y me habían conducido a una depresión mayor. Una vez detectado el problema sólo quedaba reunir el valor para marcharme, por mi propio bien. Nadie apoyó mi decisión entonces. Con el tiempo, (después de un año) muchos han reconocido que fue la decisión acertada. Nada hubiera sido posible si hubiera continuado con el "tratamiento" propuesto por el psiquiatra "oficial" de la Obra, de eso estoy convencido. Y en este proceso no he perdido la fe, ni me he ido de la Iglesia... simplemente me he recuperado de una enfermedad.

 Spiderman





Una de proselitismo infantil.- Cooper

En linea con Isabel, he reunido mis memorias de cuando pité, mas que nada, por si a alguien le pueden aprovechar.

Cada vez entiendo mejor al Cardenal Hume, cuando les prohibió seguir haciendo eso en su diocesis de Londres, Por cierto yo estuve por alli en esa epoca, pero jamas me enteré de eso hasta después. Debe ser que no convenía.

“No sabiem mes, tenien quinze anys”. [No sabían más, tenían 15 años]

Al acabar estas notas he pensado que nadie como Serrat, para proyectar la sensación que yo quería reflejar en estas lineas.

 

Hace ya muchos años, era por finales de los 50.

 

Se trataba de un chaval de 15 años que sacaba buenas notas en el Instituto de una ciudad de provincias. Tenía problemas de amigos porque era demasiado joven para el curso que hacía y sus compañeros lo veían muy crío. Probablemente lo era, si no intelectualmente si en desarrollo físico y mental.

 

De pronto las cosas mejoraron mucho. Era el último curso del Insti y aparecieron nuevos alumnos por allí, gente que le hacían caso y que en seguida le invitaron a las cosas que ellos ya hacían. Iban a una Residencia a estudiar, organizaban excursiones, meriendas  unas cosas que se llamaban Círculos y cosas así. El ambiente era estupendo y lo que era mejor uno se sentía cómodo y querido. Además había estudiantes universitarios que estaban dispuestos a escucharle y a charlar y hasta algunos días merendaba con más gente, incluido el Director de la Residencía, que era un Señor muy simpático. Este periodo duró unos meses y fue muy bueno, además sus notas mejoraron y la verdad es que se lo pasaba muy bien. Al final se pasaba por allí todo su tiempo libre. Aprendió a ir al Oratorio y “hacía oración” unos minutos cada tarde.

 

También de pronto, le empezaron a hablar de vocación, a él, a un chaval de 15 años y medio; y además,  de que manera. Sus nuevos amigos, el cura con el que a veces hablaba, el universitario tan majo que tocaba la guitarra y daba su Circulo y hasta un día el Director.

 

No lo veía muy claro. Ya rezaba ya, como le decían, pero nada. El no lo veía nada claro, pero parecía que todos los demás si que lo veían, y claro no iba a quedarse atrás por un asunto de falta de generosidad. Así que un día, después de otra conversación más donde le plantearon su vocación como un asunto de generosidad, se fue al Director y le dijo. “Oye, mira, puede que tenga vocación de Numerario. Muy claro no lo tengo, pero escucha, si alguna vez no lo veo claro, ¿Me puedo echar atrás?” El Director con una sonrisa de oreja a oreja le dijo ” Pues no faltaría mas, Nuestro Padre dice que para entrar las puertas son estrechas, pero para salir están abiertas de par en par; además tu no te preocupes, porque yo creo que has tomado la decisión correcta”.

 

Así fue mi entrada a la Cosa, con 15 años y medio, haciendo Preu y sin saber dónde me metía. A mi no me explicaron detalles, no me dieron a leer nada, no sabía las diferencias entre Numerario y otras cosas, Yo solo quería ser Santo en medio del mundo, santificar el trabajo ordinario, aprovechar las cosas pequeñas y poco más y me dijeron que eso se hacía pidiendo la admisión como Numerario del Opus Dei.

 

Es por eso que yo tengo tan claro que se abusa de niños. Yo entonces  lo era. Me encontré jugando una partida de cartas con un grupo de gente que sabía lo que hacía, mientras yo iba como un pardillo.

 

Lo cierto es que esto, como otras cosas, lo mantienes como una cosa privada hasta que lees en estas páginas que tu historia no es única, que la cosa se repite, que el caso aislado y por lo tanto disculpable, es un sistema recolector perfectamente estudiado. Además y lo que es peor, tienes en tu conciencia que tú has formado parte de ese sistema.

 

Yo creo que como rebote por todo esto, he puesto en mi vida la Libertad como uno de los valores más altos. Además, no veo contradicción entre esta valoración y los Evangelios. Ahí siempre se invita, no se engaña, ni se conspira ni se aprovechan las circunstancias para forzar una voluntad. Yo, como consecuencia, veo en ese proselitismo de las cifras, una gran falta de respeto a la Voluntad de Dios, como si en el fondo no creyesen mucho en El.

 

No es solo “rogando y con el mazo dando”. Es rogando,  con el mazo dando, con premeditación, con curas actuando sobre la conciencia, en grupo y  con chiquillos que es mas fácil.

 

En fin, así les va como les va.

 

Con cariño,

 

Cooper





Privilegios en el Opus Dei.- Trinity

            Una realidad que debe corregirse en el Opus Dei es el trato preferente que los Directores dan a aquéll@s que aportan sustanciosas cantidades a la Prelatura.

 

            Si son Numerari@s, se les permite todo tipo de libertades y exenciones: realizar sus viajes sin consultarlos previamente; realizar una vida social y profesional sin ser presionados para someterse al horario del Centro en que viven; no cargarles -si es que se los encargan- con encargos apostólicos que puedan hacerles costoso compatibilizarlos con su trabajo profesional; poder elegir el lugar de celebración de su Curso anual y de su Curso de retiro; realizar gastos sin consultar; vivir una pobreza sui generis. Y otro tanto puede decirse, mutatis mutandis, de l@s Agregad@s que tienen una posición social destacada.

 

            En definitiva, se les permite hacer lo que les da la gana sin que reciban recriminaciones o les fuercen a marcharse si no rectifican, cosa que no ocurre con los demás, a quienes se les ata en corto. Es decir, no todos interesan lo mismo, ni a todos se les trata de la misma forma. Para esos miembros no hay inconveniente en concederles un auténtico status social dentro de la institución, que no funciona en esto como una familia y que se comporta de forma muy humana e interesada, a pesar de la insistencia que hacen los Directores en que se actúe por motivos sobrenaturales y con desprendimiento: ni humildad ni desprendimiento institucionales.

 

            Si son Supernumerari@s, también se les conceden privilegios que ni los Numerari@s tienen: me refiero a ofrecerles  que asistan a eventos especiales en Roma, siempre que lo desean; a que tienen las puertas abiertas para que sean admitidos sus familiares –hijos, nietos- en empresas educativas o colegios mayores universitarios regentados oficial o fácticamente por la institución; a que cuentan con la disponibilidad de sacerdotes de la Prelatura para celebrar acontecimientos familiares; a que disfrutan de un trato deferente a la hora de hacer la Confidencia; a que reciben invitaciones a la Delegación o Asesoría o Comisión regionales, y se les presta un trato especial, que no se tiene con l@s Supernumerari@s de pocos recursos económicos; a que se les invitan a audiencias privadas con el Prelado; y un largo etcétera.

 

            En fin, que la pasta cuenta, y mucho, aunque procuren disimularlo, porque lo relativo al dinero es la actividad más celosamente discreta de toda la Obra. De hecho, se lo persigue hasta el lecho de la muerte: especialmente, en esa circunstancia. Y su posesión ocasiona que, como diría George Orwell en Rebelión en la granja, aunque en la Obra todos son iguales, unos son más iguales que otros.

 

                                               Trinity





La Hermandad Secreta de Torre 2. De cómo escondimos el material sensible.- Alanc

De cómo escondimos el material sensible…. y no nos volvieron a agarrar

Cap.6 de 'La Hermandad Secreta de Torre 2'

Alancourt, 12 de julio de 2006

 

La Hermandad pasó unos días de preocupación tras las fuertes redadas a las que se sometió a los habitantes de la Torre. No teníamos tabaco del bueno (había que fumarse aquellos horrosos Lucky Strikes o Chesterfield que costaban a 125 pesetas el paquete), el filósofo andaba acojonado de que le descubrieran sus otros libros prohibidos, y pasábamos un hambre terrible en nuestras largas partidas jugando rol (no, para los lectores mal pensados, los del jamón pata negra y los distintos tipos de bebidas alcohólicas no éramos nosotros...)

Algo tenía que hacerse, y por supuesto que como buenos aristócratas de la inteligencia le encontramos una solución más que buena.

1) Uno de los temas más delicados, era el de los libros. No sólo los altamente peligrosos volúmenes clasificación 5, sino que también teníamos todos los libros de los juegos de rol. La solución era más que evidente. El mejor lugar para esconder libros, es una….. biblioteca. La Torre tenia una habitación en el abandonado piso 7 que poca gente sabía de su asistencia. Un miembro de la Hermandad solicitó el encargo de asistente del bibliotecario, y así resolvimos dos problemas: a) Podiamos esconder los libros, y b) podíamos escondernos sin que posiblemente nadie nos encontrara a jugar nuestras largas partidas.

Probablemente más de uno esté pensando que éramos un poco lerdos, al insistir de jugar en la Torre, pero vayamos al tema práctico:

*¿Cómo 4 tíos que están medio fichados, salían de un lugar con más controles que el Banco De España sin darse a notar?

*Una partida podía durar entre 2 y 8 horas (que las llegamos a durar) y eran pocos lugares que nos podían acoger tanto tiempo

*Pamplona es un lugar pequeño, y 4 numerarios juntos daban el cante (ya sabeis, pantalones de tela, gafillas, camisa manga larga, jersey oscuro…)


2) Pero nada, volviendo al tema, resuelto el problema de los libros, venia el problema de la comida y del tabaco.

Fue ahí, que nuestro aspirante a médico, hombre práctico como el sólo descubrió los armarios roperos. Estos armarios , generalmente llenos de maletas, nadie les hacía el más mínimo caso durante el invierno, por eso se convertían el lugares perfectos. El truco consistía en buscar tu propia maleta, tomar un par de prendas de vestir que no usaras, y guardar el material que fuera hasta que se necesitara.

Las cosas se complicaban cuando se trataba de cosas más grandes, o artefactos que no se podían esconder. Aquí me refiero a ropa nuevas, ordenadores, zapatos, objetos de lujo y similares. Pero eso, lo dejare para otra ocasión.

Best Regards,

Robert Smith (Alancourt)



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No son capaces de respetar otros caminos.- Jacintaunzue

Al leer lo que publicó Isanath sobre los colegios no pude dejar de recordar el mío... La descripción que hace de cómo se imparte la formación religiosa es tal cual lo viví yo... y recordaba una conversación con mi hermana una semana atrás...

A ella, al igual que a tantas, la asediaron para que pitara de numeraria sin darle respiro. A pesar de lo cual, mi hermana nunca pidió la admisión como numeraria.. y no solo eso, vivía peleada con el sacerdote del colegio. Fue a raíz de recordar al Presbítero en cuestión que me contó que cuando recién terminaba su carrera univesitaria en una universidad que es obra corporativa del Opus Dei, se encontró que el nuevo capellán de la misma era nuestro antiguo capellán del colegio. Fue a verlo con el afán de reconciliarse con el sacerdote (al menos hacer las paces en su interior ya que nunca se habían peleado formalmente...) quien la recibió con gran alegría. Mi hermana le contó que era muy felíz con su marido y le mostró unas fotos de su hija recién nacida. El cura miró las fotos y le dijo a mi hermana "todo esto es muy lindo, pero vos tendrías que haber sido numeraria"

Cuando mi hermana me lo contó no lo podía creer... Qué tiene esta gente en la cabeza??? qué les pasa??? y llegué a la conclusión de que su avaricia de almas es tal, que ya no es celo apostólico, es afán de poseer... no pueden ver a una persona de valía sin sufrir porque no pertenece a la Obra... El celo apostólico se caracteriza por querer hacer partícipe a los demás del amor a Dios que inunda el alma del apóstol... pero he aquí que si una persona ama a Dios y busca servirle pero no es del Opus, se vuelven locos!! (a no ser que sea un religioso... ahí le hacen la cruz como a Drácula!!)

Es que no son capaces de respetar otros caminos? Por lo visto no...

Mi hermana nunca sintió el llamado de Dios para ser del Opus Dei y siguió la voz de su conciencia... esa conciencia que pone nerviosos a algunos pensando que son resabios luteranos dentro de la Iglesia Católica... si no hay nada más ortodoxo que actuar en conciencia!!!... y si no pregúntenle a Tomás Moro... a Santo Tomás Moro.

Jacintaunzue





Abducido a los 17 años.- Luis

Abducido a los diecisiete años.

 

Animado por la espléndida narración de Isabel Nath, me animo a contar cómo fue la mía. Creo que es interesante que en Opuslibros proliferen estet ipo de relatos, ya que ponen al descubierto en primera persona una de las principales objeciones que se le puede achacar al Opus Dei.

1.Contacto fraudulento.

Todo empezó a mis dieciséis añitos. Ese verano lo pasé en casa de una hermana, lejos de la localidad donde vivía con mis padres y resto de hermanos; mis padres me decían que me llamaba a casa con frecuencia un tal Fernando, que decía ser amigo mío, aunque mi madre estaba algo mosca porque tenía una voz demasiado de “mayor”. Yo estaba también muy intrigado por quien sería el tal Fernando: a pesar de ser un nombre tan común no tenía ningún amigo que se llamase así, ni siquiera  compañeros de clase. Además se negaba a dejar teléfono, a pesar de la insistencia de mis padres...

Llegado el mes de septiembre, ya de vuelta a casa, un día me llama el tal Fernando ¡por fin!. Tras  saludarnos le pregunté por su identidad y por esa supuesta  relación de amistad entre nosotros que a mí no me constaba.

-“En realidad -me dijo- es que somos compañeros de colegio porque yo estudié también en los Maristas” (prestigioso colegio de la localidad).

-“Pues te equivocas porque yo estudio en La Salle”, tuve que decirle. Grande fue su sorpresa... pero contraatacó:

-“¿Pero tú no eres Luis Mernabo?” (quedó fatal: ni siquiera sabía con quien estaba hablando: Mernabo era un compañero de clase)

-“Pues no.” 

-“¡Ah!, perdona, tú eres Lucio Domínguez”(otro compañero). Ya tuve que cortarle, algo más que molesto:

-“Mira, yo soy Luis  Plomez, llevas llamándome todo el verano diciendo que eres mi amigo y ahora resulta que  ni siquiera me conoces ni sabes a quien llamas. ¿Quién eres tú y  qué quieres exactamente?”...



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Pedro Poveda y José María Escrivá, dos amigos canonizados.- Marcus Tank

PEDRO POVEDA Y JOSÉ MARÍA ESCRIVÁ,

DOS AMIGOS CANONIZADOS

 

Como complemento a mi escrito sobre La acción fundacional del Opus Dei donde propongo una revisión de las biografías oficiales de José María Escrivá, van aquí unas líneas para ilustrar algunas de las afirmaciones de ese escrito Ahora amplío, con datos sacados de páginas oficiales de la Institución Teresiana, mis consideraciones sobre la probable relación “de espíritu” entre Pedro Poveda y José María Escrivá.

Sabemos que ambos personajes coincidieron en Madrid durante la década de 1926 a 1936, que se conocieron y que se trataron personalmente. Jesús Infante afirma que Escrivá se inspiró en Poveda, y que se interesó especialmente por los estatutos de la ya aprobada Institución Teresiana. Tanto lo uno como lo otro podrían ser objeto de una interesante investigación, a la que animo a los que tengan olfato histórico o inclinación por el tema. Su servicio a la verdad sería muy de agradecer...



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ME SIENTO MUY AFORTUNADA.- DAME

Que tal!

 

Tengo un par de meses leyendo OPUS LIBROS y hasta hoy me animo a escribir. Me siento muy afortunada porque solamente duré un año en el Opus Dei (como numeraria). Hice mi carta en Roma en el UNIV 82, a los tres meses ya estaba viviendo en un centro y para la navidad ya me quería salir. No se de dónde saqué  fuerzas para no dejarme envolver con los argumentos que ya todos conocemos, pues apenas tenía 17 años y confiaba en la obra y en mis directoras, como si fueran la máxima autoridad.  Durante 6 meses me taladraron el alma y la conciencia, tratándome de convencer de que me quedara... hasta que en el verano del 83 fue mi liberación. Han pasado ya más de 20 años de eso y Gracias a Dios, me fui!!!.

 

Espiritualmente quedé marcada, dejé de ir a la iglesia  por más de 10 años. Claro! como hija de supernumerarios, cuando me salí, fue toda una afrenta. Para evitar el enojo de mi papá, horas después de que la directora de mi centro me llevó a mi casa, mi mamá me puso en un tren, junto con mi hermana mayor, rumbo a la capital, para que pasara el verano en casa de una tía, mientras se le pasaba el berrinche de que su hija lo había avergonzado al salirse de la obra. Al regresar, papá me dijo: "Me ha dicho tu director espiritual, que en su opinión, tu sí tienes vocación de numeraria, y que si te has salido es porque no quieres ser fiel...así que yo me encargaré de hacerte la vida difícil, para que no creas que te saliste para pasarla bien afuera".

 

Pero mi caso es "pan comido", yo no sufrí nada!!!... mi queridísimo hermano, que entró a la obra al mismo tiempo que yo...se quedó 20 años!!! De los cuales me ha confesado que solo 2 fue feliz. Gracias a Dios,  acaba de salir... pero en un estado!!! que da pena!!! Poco me ha contado de todo lo que sufrió para poderse salir, pero suficiente para que me duela en lo más profundo lo que hicieron con su vida y cómo él lo permitió... Lo más curioso del lavado de cerebro al que los someten, es que ya afuera, siguen protegiendo de alguna forma a la Obra... yo le dije que padecía el "Síndrome de Estocolmo". Si, tristemente reconozco en él, muchas cosas de las que he leído en su página.

 

Quisera que alguien me ayudara a entender, por qué esa necedad de que te quedes, por qué esa lucha y esa manipulación de la conciencia tan fuerte? Para qué quiere el Opus Dei  a socios tan infelices, deprimidos, enfermos de los nervios, etc? El costo es muy alto!! incluso en lo económico (Hay que pagar al psiquiatra, al doctor, las pastillas para dormir, para la ansiedad, etc)... y las horas y horas de charlas para convencerte de que te quedes...con qué fin?. No le encuentro sentido... independientemente de que me parece una inmoralidad.

 

Gracias! y Saludos a todos,

DAME





Patada al Opus en el trasero de Navarro-Valls.- Brian

Benedicto XVI escoge a un jesuita para sustituir a Navarro-Valls como portavoz

 

La Compañía de Jesús recupera peso en el Vaticano en detrimento del Opus Dei

 

ENRIC GONZÁLEZ  -  Roma

EL PAÍS  -  Sociedad - 12-07-2006

 

Joaquín Navarro-Valls, miembro del Opus Dei y director de la Oficina de Prensa del Vaticano durante 22 años, se despidió ayer del cargo. Con su marcha desaparece uno de los personajes más significativos de la época de Juan Pablo II y adquieren mayor claridad los rasgos del papado de Benedicto XVI. El nuevo Papa ha elegido como portavoz a un jesuita, el padre Federico Lombardi, hasta ahora director general de Radio Vaticana y del Centro Televisivo Vaticano. "Es un periodista muy experto, tenemos confianza en él", comentó el propio pontífice sobre Lombardi...



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Fin al espectáculo del Opus Dei en el Vaticano.- Pablo

FIN AL ESPECTÁCULO DEL OPUS DEI EN EL VATICANO

 

Por: Jaime Escobar M. Director de Iglesia en Crónica Digital y editor de la Revista Reflexión y Liberación.

Santiago de Chile, 12 de julio 2006

 

Benedicto XVI cambia de cara. Sustituye al hasta ahora plenipotenciario portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls, miembro conspicuo del Opus Dei, por Federico Lombardi, un no menos especial jesuita.

 

Eso quiere decir que la gestión de la imagen pública de la Iglesia, algo tan importante en la sociedad de la información, pasa a ser directamente gestionada por la Compañía de Jesús.

 

Roma vuelve a sus orígenes; los jesuitas, bien apartados y marginados durante el pontificado de Juan Pablo II, recobran hoy protagonismo en el aparato vaticano, no sólo desde la Sala de Prensa.

 

El Papa Ratzinger parece querer recentrar el timón eclesial, escorado claramente por su predecesor hacia los movimientos neoconservadores. Tanto que llegó a acuñarse una frase que decía: "El Opus Dei suplantó a los jesuitas en el corazón del Papa Wojtyla".

 

Benedicto XVI está dando claras muestras de asumir una mayor pluralidad en la Iglesia y una evidente recuperación de las órdenes religiosas clásicas, quizás no en detrimento, pero sí al menos al mismo nivel que los movimientos. Y ahí están sus más recientes grandes nombramientos para demostrarlo. El Salesiano Tarcisio Bertone como número dos y Secretario de Estado y, ahora, el Jesuita Lombardi como jefe de prensa y portavoz de la Santa Sede.

 

Sumar en vez de restar y punto final a las iglesias dentro de la Iglesia. Los movimientos tendrán un lugar, pero ya no se seguirán creyendo, como hasta ahora, los "reyes de la fiesta". Saben que el Papa quiere, y así se lo ha dicho explícitamente, que se integren a fondo en las estructuras misionales diocesanas. Se han terminado las "capillitas". Y favoritismos hacia los movimientos de índole conservadora extrema.




 

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