dlmO 3/2012

Por aquél entónces andaba yo haciendo endecasílabos de la prosa diaria y he aquí que, cursando el segundo año del Centro de Estudios, encontré mi primer trabajo en una escuela universitaria (ajena al Opus). Dadas las condiciones del trabajo, no me hicieron contrato laboral sino de prestación de servicios; en una palabra, me contrataron como "autónomo". Tras firmar el contrato, corrí alegre y confiado a cumplir los trámites necesarios: darme de alta en Hacienda en el censo de autónomos y, al día siguiente, a la Seguridad Social para darme de alta en ¡ay! el Régimen Especial de Autónomos. A fin de cuentas, había que santificarse en las obligaciones corrientes de la vida ordinaria.

Al llegar al Centro, con mi buen espíritu y criterio, corrí raudo a poner al día al scl -secretario del consejo local- de mi situación, es decir, que si pax, que si in Aeternum, que si mira que voy a cobrar tanto al mes y que estos son los gastos que preveo a partir de ahora, que si quizá debiera comprarme un traje nuevo, quizá el abono de transportes para economizar ...

- muy bien, muy bien, respondió el scl: sácate el abono de transportes y el traje quizá sería mejor que se los sacaras a tus padres.

- ¡Ah! (yo, poker-face), bien; por cierto, que tengo que darme de alta en "autónomos" de la Seguridad Social que supondrá una cuota mensual de unas 25.000 pesetas.

- ¡Ah! (el scl, poker-face), pero esa cuota no es obligatoria, ¿no?.

- Sí, sí, afirmé, me he estado informando y es obligatorio para los autónomos.

El scl se quedó callado y comentó:

- Mira, como es un tema delicado, voy a consultaro en el resto del cl -consejo local- y ya te diremos algo.

- Pero, insistí yo, es un pelín urgente porque tengo un plazo para hacer estos trámites y...

El scl me miró y dijo:

- Como dijo nuestro padre: si es urgente, puede esperar; y si es muy urgente, debe esperar. ¡Pax!

- In Aeternum.

Aclaro que el scl no es que fuera malo, sólo estaba contaminado. De hecho, su cortesía y bondad saldrían al año siguiente... en que dejó de ser de casa -se piró, vamos-.

Pasados unos días, el scl me llamó.

-Pax, pax. -In aeternum, in aeternum. Mira, que hemos pensado que mejor que no te des de alta en la Seguridad Social, que aquí en casa estamos fatal de dinero y que no nos parece un trámite indispensable... con el alta en Hacienda te vale para firmar el contrato y así nos ahorramos un dinerete que nos va a venir muy bien.

-Pero, pero, yo querría empezar a cotizar a la Seguridad Social para el tema de coberturas médicas, la pensión y todo eso...

-Mira, aquí en casa, nunca te va a faltar de nada, así que olvídate.

- Y, giro ladino por mi parte, ¿no estamos incumpliendo una obligación legal? Es que no entiendo que nos saltemos una Ley...

-Mira, replicó el scl, en casa, aunque no somos tomistas, sí que nuestros planteamientos son los de las escuelas filosóficas de corte realista y la Ley escrita, cuando no es justa, no nos obliga a cumplirla. Pax, pax.

- In aeternum, in aeternum.

Manda narices, vamos. Escribía en este foro hace unas semanas alguien, advirtiendo que cualquier numerario que saliera del Centro de Estudios estaba preparado para defraudar a Hacienda. Quizá, añado yo, no con el conocimiento técnico para el fraude, pero sí con un refrito filosófico en la cabeza que le va a llevar a lo de siempre: mangas demasiado anchas en algunas cosas (impuestos) y mangas demasiado ceñidas en otras (por ejemplo, moral -tomista o no-)

Resopon