¡Madre mía qué regalo ha recibido el Opus Dei en su 87 aniversario de la “fundación”!, y me refiero al sucedido en la Obra Corporativa más antigua del Opus Dei en España, el Colegio Gaztelueta de Leioa (Bilbao).

Nunca me deja de sorprender el dominio que tienen, cómo se saben morder la lengua y tragar quina hasta amoratarse, a la espera de saber mover los hilos y vengarse como sólo ellos saben hacerlo, ¡a lo grande! Y esta vez espero y deseo que no puedan hacerlo, que esta familia, a la que creo absolutamente, pueda disfrutar de la justicia merecida. La justicia aun no ha dicho nada, pero yo tengo la convicción moral de que les asiste la razón, no se han inventado ni exagerado nada.

Me sorprende que el director ya ha sido destituido este curso, y ahora quien ejercía de subdirector ha ascendido, bien dispuesto a dar la cara. Hoy vuelve a ocupar dos páginas en el periódico local de más tirada “El Correo” y responde a una entrevista, bien aleccionado, contestando a todo que no puede hablar, pero que tiene gran interés en que la verdad salga a la luz. Como si no les conociéramos…

Que la Verdad sea terca y salga a la luz. Reconozco que el abuso sexual no es algo habitual en el Opus Dei, pero la mentira sí, y todos sabemos muy bien de personas del Opus Dei a las que se les ha permitido de todo porque eran buenas conseguidoras de “vocaciones”. Así que este caso no me extraña lo más mínimo. En el Opus Dei la única moral admitida es la que les ensalza a ellos. Todo vale por la gloria de la Prelatura, y de esto tenemos abundantes ejemplos.

Otra cosa que me sorprende es cómo rápidamente la web oficial del Opus Dei ha colgado el comunicado del colegio sobre el asunto. En otros tiempos todo se hubiese resuelto por debajo, de forma oculta y sucia, pero gracias a Dios los tiempos son otros. El 50% de los miembros del Opus Dei leen Opuslibros.org, y es más inteligente dar la sensación de que se afronta el tema, señal clara de inocencia. Desde luego poco tienen que ver los escritos de los padres y los del colegio. ¡Al tiempo!

Me alegra que el Papa haya tomado cartas en el asunto. Pero quería comentar algo que me ha sorprendido y creo que pudiera ser un hilo del que tirar por parte del Vaticano para poner al Opus Dei en el sitio que le corresponde. Ayer leí en el periódico las declaraciones del portavoz del Opus Dei, diciendo que la Iglesia no tiene jurisdicción sobre el profesor numerario del Opus Dei, por ser laico.

Igual mezclo churras con merinas, pero ¿no estamos hartos de escucharles y leer  a todos sus sabios canonistas que en el Opus Dei todos los miembros, sacerdotes y laicos lo son de pleno derecho? ¿En qué quedamos? Los laicos, según ellos no son meros cooperadores, como les dijo la Santa Sede. Ahora parece que no les conviene que los laicos estén bajo la jurisdicción del Papa. Ojalá el propio Vaticano caiga en la cuenta, a propósito de este asunto, de cómo engaña el Opus Dei, cómo vive como le da la gana, mostrando una personalidad jurídica distinta según el país y la ocasión. Me gustaría que los entendidos comentaran sobre esto, para que si tengo razón sepamos hacer de altavoz y que no pase por alto a la Santa Sede.  Es un tema serio, aunque ahora no diré por qué.