Romerito :
La desmesurada inversión fruto de la desmesurada ambición corporativa, al Opus Dei le ha salido otro forúnculo. Al estilo Torreciudad, a lo grande cuando se trata de demostrar poderío, ahora le ha tocado a la ya maltratada Tierra Santa aguantar un bodrio de edificio que no le salen las cuentas.
La campaña para amortizar el desvarío es agobiante, incluso para los suyos. Convivencias para supernumerarios a mansalva, días en el desierto para enjuagar tamaña deuda, y a callar. Ahora toca, avión de por medio, rescatar cual guerrero templario la chulería opusina en tierra de Nuestro Señor. ¡Qué fervor!
Cualquier aniversario o motivo señalado está para proponer viajes a esta nueva Meca particular. Nunca antes, en sus 90 años de fe piadosa, hubo el menor interés promocional en seguir los pasos de Jesús el Nazareno, eso era cosa de parroquias. Que para seguir sandalias -bueno, zapatos bien lustrados- ya tenían al de Barbastro.
Como dijo el genial Woody Allen: “siempre que me empiezan hablando de Dios me acaban hablando de dinero”.
Romerito
Publicado el Friday, 29 November 2019
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