Opuslibros - Una carta. El discernimiento y la proporción numerarios

Armando :

Como nos lo anunció Antonio Moya, fue publicada la carta firmada por don Fernando en la cual se repite lo sabido por todas y todos, sin ninguna “novedad” fuera de cierta terminología supuestamente actual a modo de ideas postizas que son una mentira del tamaño de una catedral. Pero sorprendentemente, la misiva no provocó un aluvión de comentarios en esta página, confieso que esperaba sendos escritos y salvo las contribuciones de Gervasio y Carmen Charo, no ha aparecido nada más, seguro que es que la estáis trabajando en la oración.

Otro aspecto a destacar es que algunos la tuviéramos en nuestras manos (en nuestros móviles) antes que fuera publicada en los centros. Tengo entendido que la epístola estará a disposición de los “fieles” de la Prelatura el día 06 de noviembre, ocho días después que la leí yo. Mucho se podría decir de la misma, no pretendo haceros un análisis circunstanciado de ese escrito de marras, porque de eso se trata, de un texto que viene a repetir algo sabido y sin enterarnos el por qué reiterar en lo mismo, pero me detendré en el remate de un párrafo, cuando habla de los agregados porque me vi reflejado, como si don Fernando hubiese leído mis informes de vida.

Dice el presbítero Ocáriz que puede suceder que exista un deseo de ser numerario o agregado, pero que cada quien es libre de pedir la admisión en lo que Dios le dé a entender (el parafraseado es mío), es decir que uno puede entrar en confusión en cuanto ser numerario o agregado y efectivamente eso me pasó a mí; yo pedí ser numerario, pero, oh sorpresa, lo que Dios me hacía ver a mí en la oración, no era lo mismo que les mostraba a los otros, en plan plataforma Netflix que cada quien puede escoger la peli que desea ver usando el mismo medio en simultáneo. Y aquí aparece el cumplimiento de esa puntilla en uno de los párrafos que llamo mi atención, viene a decir que, uno puede pensar que Dios lo llama a ser numerario, pero que debemos dejarnos llevar por aquellos que tienen mayor discernimiento, don Fernando usa “aconsejar” en lugar de “llevar”. En síntesis, uno llega y dice “en la oración he visto que Dios me pide ser numerario” y te dirán “ejem, no, va a ser que no, porque en la oración me ha dicho a mí que vas para agregado” y eso es lo que se hace.

Otra “cosita” que dice el señor Ocáriz es que el fundador decía que por cada numerario debían existir 2 agregados, en España puede ser que sucediera, aunque lo pongo en duda, si tomamos como referente en el número de centros de agregados que existían (en mi época) en relación a los de numerarios; en una ciudad como Zaragoza, por ejemplo, centros de agregados habían 2 y para de contar. Si esto lo trasladamos a Centroamérica, ahí las cosas eran más patéticas porque centros de agregados en el estricto sentido de la palabra no existían, habían unos apeaderos para captar agregados, otro llamémosle “mixto”, porque pillaban vocaciones para uno u otro y también para de contar, de tal cuenta que, en los años que hago referencia, puede ser entre 1985 – 2000, yendo de sur a norte en Centroamérica, agregados habían: 5 en Costa Rica, 0 en Nicaragua, 0 en Honduras, 5 en El Salvador y 10 en Guatemala, si esos números los comparamos con la cantidad de numerarios en aquella región antes de la partición, veremos que la relación 2 agregados por 1 numerario no se cumplía en la Región de Centroamérica y me atrevo a pensar que ni en la Región de España. Y eso que hablamos de los años en que aún pitaban los chavales.

Si continuamos con el análisis y vemos la Región de Colombia, conocí un grupo de agregados en Bogotá de 15 personas más o menos, lo mismo sucedió en la Región de Perú en un centro de agregados a modo de apeadero en la ciudad de Lima. Estos datos correspondientes a los años que he consignado.

Ahora en este Siglo XXI la situación es peor. En el caso de la Región de Centroamérica Meridional que es Nicaragua, Costa Rica y Panamá, de los agregados que sé que aún existen 02 son permanentes y un ir y venir de “vocaciones foráneas” a cuenta gotas, del resto no tengo noticias que existan vocaciones de agregados. De la región de El Salvador, sobreviven 04 permanentes y un pitaje de vez en cuando que luego despita. De la Región de Guatemala – Honduras, hasta donde sé, quedan 05 de las viejas glorias y también pitajes a paso de procesión y despitajes en un santiamén.

De la Región de España y en concreto la Delegación de Zaragoza, más de lo mismo, no ha habido pitajes de agregados que perseveren. Dicho esto ¿dónde está el cumplimiento de eso que el prelado actual cita del fundador?

Un último apunte, citas de cartas y comentarios varios, la respectiva a la última encíclica del Papa para quedar bien, cuando el texto citado no tiene nada de relación con lo que habla el supuesto autor de la misiva, pero, como apunta acertadamente Gervasio, una ausencia total de los Reglamentos, Estatutos y documentos que sustenten jurídicamente todo lo afirmado.

Un abrazo

Ángel V.

Publicado el Friday, 06 November 2020