Al leer a EBE y después a Aquilina me he quedado pensitabundo. Creo que ya sabéis mi tendencia a rumiar los pensamientos para llegar a mis propias conclusiones o, dicho de otra manera, soy de pensar lento.

Aquilina hace un resumen que nos viene muy bien a los cortos de entendederas, en tres puntos en los que basa su defensa la gente IN:

1. Que las críticas que se le hacen a la institución por parte de los ex, son similares a las que se hacen las partes después de un fracaso matrimonial.
2. Que los errores son fruto de la debilidad de las personas y no son achacables a la institución.
3. Que desde que dejamos la maravillosa barca ha habido muchos cambios.

Con relación al primer punto...

me da la impresión que Aquilina justifica su criticidad en haber dejado de ser una EX en buen plan. Ante esta afirmación creo necesario señalar que los sentimientos no tienen peso jurídico, aunque humanamente puedan ser muy importantes y significativos. Los sentimientos de esas EX-NAX pueden ser profundos y marcadores pero no tienen peso jurídico, como tampoco lo tiene para la validez de una crítica ya sea hecha desde una postura de “buen plan” como desde su contraria. Lo que interesa ante la ley (la que sea) son los hechos. Me importa un solemne píffero si alguna de esas EX-NAX se ha sentido menospreciada al no recibir el sueldo justo, lo importante es si lo ha recibido o no. Lo importante es si se ha cumplido en su trato lo previsto por la ley civil y canónica. No se le han pagado las imposiciones previsionales que señala la ley... pues es posible que haya delito y eso con independencia de si la víctima lo vio en su momento como una ofensa o como algo inherente a su vocación. Un EX en buen plan o un IN puede que no vea -o no quiera ver- que de esa forma se ha violado la ley, pero sigue siendo algo contrario a la legislación con independencia de sus sentimientos o deseos. Yo quiero mucho, pero mucho mucho, que mañana sea domingo y no por eso mi deseo es una realidad. Los sentimientos no alteran la realidad. El que un IN o un EX en buen plan no vea la injusticia no quiere decir que no la haya.

El segundo punto, el socorrido y super-utilizado segundo punto, sería admisible si las violaciones de los derechos fuesen casos aislados, pero por mi experiencia personal puedo pensar que no son metidas de pata personales (que también puede haberlas) sino la consecuencia de aplicar “lo previsto”. El trato que ellas han recibido creo que es el mismo que se ha dado con todas las NAX en todas las épocas y en todos los lugares. Y si hay experiencias distintas son la excepción que confirma la regla. En mi caso personal (sin haber sido NAX) salí de la barca con lo puesto y con lo que sería equivalente a 20 € y buenas noches que si te he visto no me acuerdo. Lo sorprendente es que, cuando yo era un IN incondicional, me hicieron creer que nuestra institución (en comparación con religiosos y otras marcas) era de trato humano con los que abandonaban, pero luego la vida me ha hecho ver mas bien lo contrario. Veo que un religioso abandona su congregación y sus ex-hermanos se preocupan de ayudarlo el tiempo necesario para que se estabilice económicamente, le ayudan a encontrar trabajo, le buscan alojamiento, etc. Y no conozco a ningún EX que haya recibido un trato ni remotamente parecido a eso. Si alguien ha sido tratado materialmente bien en su salida que, por favor, relate su experiencia.

Ad tertium respondeo dicendum quod que sí, que es posible que haya habido muchos cambios, que no los pongo en duda pero que me parece que son simplemente cosméticos. Vamos, que en lo profundo no hay forma de cambiar porque sería traicionar el espíritu tallado en roca. Y, si los ha habido o si dicen que los hay, que tengan presente lo difícil que se hace de creer. Recuerdo que en mi época se asignaba sin posibilidad de cambio tanto al confesor como al receptor de lo que entonces se llamaba confidencia. Eso es algo contrario al mismo derecho canónico y cuando parece que les llegó el monitum (coscacho o coscorrón en latín) va el entonces namber guan y dice que eso no es así, que siempre en la obra ha habido libertad para escoger confesor y director espiritual. Si eso responde el gran jefe y tanto para gentes en buen plan como en mal plan, es claramente falso, es una mentira, su credibilidad se va a freir monas y esa es la misma credibilidad que tienen las afirmaciones de los muchos cambios. Si miente el de arriba lo lógico es pensar que mienten todos.

Un punto que yo veo también muy importante es -como señalan EBE y Aquilina- la confesión, la admisión de la metida de pata y, que sin esa admisión, el valor de una petición de perdón -como dicen los matemáticos y los físicos- tiene el valor de epsilon (pequeño y despreciable). Los argumentos anteriores son utilizados para no aceptar esos errores o actuaciones incorrectas y por tanto, cualquier pedida de perdón en esas condiciones es aire frito. Voy a pedir perdón por todas las barbaridades realizadas por los vikingos, incluso la de haber llegado a América antes que Colón, pero no soy vikingo y no hablo en primera persona, no admito haber cometido ninguna tropelía, mi pedida de perdón es una entelequia que si queremos que dure un poco mas, será necesario escribirla en papel de lija para que no se le dé el uso habitual.

Zartan el de la selva