Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Correos: Depre para mí, depre para ti, mucha depre veo por aquí (1).- SaturiaValentín

105. Psiquiatría: problemas y praxis
SaturiaValentín :

 

DEPRE PARA MÍ, DEPRE PARA TI, MUCHA DEPRE VEO POR AQUÍ 

 

Buenas. SaturiaValentín de nuevo. Saludos y, ya que se acercan las fiestas, feliz Navidad a todos los lectores de Opuslibros.

Aquí estoy con una nueva entrega. Esta vez toca el tema de la salud mental en el Opus Dei. Como me ha salido tan sumamente larga, que ya sabéis que yo me enrollo con cualquier cosa, he pensado mandarla por entregas, que si no esto es un tostón. Hoy, la introducción.

- Introducción.

Part One: muy mal debieron verme.

Part Two: de lo que se siembra, se recoge.

1.- Agotamiento

2.- La incoherencia de ser libre a la fuerza

3.- La esquizofrenia de la razón

4.- La falta de cariño.

5.- La deconstrucción de la persona

6.- La simulación

7.- Cómo se trata la depresión en el Opus Dei.

 

Introducción

Quisiera centrarme en el hecho, incontestable, de que el Opus Dei está hasta las patas de enfermos de depresión. De todas las edades. Lo cual es indiscutible, vamos. Negar tal cosa es tan inútil como quererse tapar del sol con un cilicio. Muchos son los factores objetivos que conducen a tal inevitable fin, y muchos son los que han hablado de esto en la web. Quisiera aportar lo que buenamente me ha salido de la chola, pero primero hablaré de mi propia experiencia, que siempre hay aoplgún desconfiadillo que tiende a pensar que no sabemos de lo que hablamos. Qué tontucos somos, de verdad. Cuánta estulticia y animosidad rula por el mundo…



Recuerdo que a principios de los 90 estaba yo en Madrid, estudiando. Y me encontré, a las ocho y veinticinco de la mañana, en la mismísima calle, con una numeraria que había sido adscrita conmigo. Así que la llamé, y nos paramos a hablar. Esta chica estaba ilusionadísima de habernos encontrado, y fue una alegría para las dos. Resulta que vivía en un centro allí mismo, a un tiro de piedra de donde yo estudiaba. Era administradora de otro sitio, pero quedamos en que yo iría algún día por la tarde al centro donde vivía, así nos encontraríamos, y podríamos ponernos al día, y, por qué no, estudiaría yo algún ratejo en la sala de estudio. Dicho y hecho, al primer día que pude, allí nos vimos y hablamos un poco de todo.

Una de las cosas que me dijo, en plan comentario abuelo cebolleta (tipo “nuestros tiempos eran mejores tiempos / nosotras teníamos más brío / las nuevas generaciones son más birriosas que la nuestra / eso sí que era frío, no lo de ahora”, de ese pelo) (ninguna de las dos había cumplido 30 años, ya nos vale), pues lo que contaba, decíamos, era que de las numerarias de ese centro, como la mitad, tomaban psicofármacos porque no podían con la vida. Estamos hablando de un centro de san Rafael. Estamos hablando de universitarias. A ella misma le habían mandado unas pastillas que tenían “un poquito de anfetamina” (sic), para poder trabajar bien y no estar decaída, ya que hacía una dieta de adelgazamiento. Lo que no la alarmaba en lo más mínimo. Nunca escuché a nadie fuera del Opus Dei decir nada parecido. Me refiero a decirlo como si fuera normal (siempre habrá alguien que coja atajos pelín discutibles, pero normal no es). Y he conocido a muuucha gente que hacía dieta y trabajaba al mismo tiempo. Es más, lo habitual es hacer dieta y trabajar al mismo tiempo.

Para los que tengan curiosidad en saber en qué acabó la cosa entre mi amiga y yo, pasó algo que en su momento no entendí (ahora sí, claro. Gracias Opuslibros. Cuántos episodios de mi vida ya van teniendo sentido). Después de unos días me indicó que no podía ir más por su centro. Era el que yo tenía más cerca, y era en el que vivía ella, pero no, no me convenía ese centro. Ni siquiera ir a estudiar. Ni a rezar. Yo tenía que ir (“me han dicho que tienes que ir”, sic.) a otro, uno a tomar por saco. Aunque ella no lo veía. No entendía la lógica, y pensaba que no me pegaba mucho. Eso también me lo dijo. “Pero es lo que me han dicho”. No estaba contenta.

Fui tan sumamente ingenua que incluso un día lo intenté: habían quedado en recogerme en la parada tal, así que cogí el autobús y atravesé la capital de sur a norte y me bajé donde me dijeron. Eso era como las afueras de una urbanización, bastante desangelado. Yo no encontré nada ni nadie vino a buscarme. Además, tenía jaqueca. Así que cogí el autobús de vuelta y nunca más se supo. Fin de la historia. Nadie me llamó ni se me dio explicación alguna. Tampoco pude volver a hablar con mi amiga (tenéis que entender, jovenzuelos que esto leéis, que eran los tiempos pre-móvil y que si no puedes llamar a casa de alguien y menos ir allí, se acabó).

Ahora entiendo que cuando su consejo local se enteró de mi status de ex, se echaron las manos a la cabeza. Mi amiga sabía que yo era una ex sin culpa ninguna, una ex a la fuerza y “en buen plan”, pero no le sirvió de nada y se tuvo que plegar al mandato de las superioras. Porque yo era una proscrita, y además una proscrita inservible. No les servía. No servía para ser reclutada, ergo no servía para nada. Menos mal que el Opus Dei está para dar doctrina a troche y moche y que de 100 almas, etc., que si no, ni te cuento, me largan a pedradas. (Espero que estés bien, querida amiga, estés donde estés, y que ya no tengas que endrogarte a saco para poder hacer vida normal).

 

Próxima entrega: Part One: muy mal debieron verme




Publicado el Friday, 08 December 2023



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 105. Psiquiatría: problemas y praxis


Noticia más leída sobre 105. Psiquiatría: problemas y praxis:
El psiquiatra Enrique Rojas no es catedrático.- Angeles Sanz


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.120 Segundos