Qué más nos dará a los ex a la hora de cobrar nuestras pensiones, de que por los miembros de otras instituciones religiosas tampoco se haya cotizado a la Seguridad Social.

 

¿Acaso una injusticia compensa la otra?

 

No quiero decir que no me importe lo de dichos religiosos que, por otro lado (dado que a ellos no se les forzó y engañó para que tomasen los hábitos y por lo tanto entraron con más convicción), no creo que sean tantos los que abandonen sus congregaciones. Sí me importa, y mucho, pues cualquier empresa laboral, además de haber cotizado por el empleado, propina a éste con una buena indemnización a la hora de su despido, por lo tanto no considero legal que en ese otro tipo de empresa (la de la religión) se abuse de las personas que hayan tenido la desgracia de equivocarse al elegir su camino, dejándolas en la calle a la buena de Dios.

 

Acusas a Sancho de no tener fe, pero ¿el hecho de no tenerla (él sabrá por qué, sus buenos motivos tendrá, y hasta quizás coincidan con los míos), ha de impedirle opinar sobre lo que considera justo o injusto?

 

¿Qué tendrá que ver el tocino con la velocidad? ¿Crees que desde la otra orilla del río no se puede divisar el agua?

 

¡Pobre burrito de noria que gira y gira sin poder ver más allá de lo que le permiten sus orejeras!

 

Me estremezco por ti Juan Rosigue porque te veo tan desvalido como lo fui yo en mis años de ceguera.

 

Amapola