Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

18-3-2004


(De Llopis)

Me gustaría saber si los miembros del Opus Dei son libres cuando van a votar. ¿Se les recomienda un partido en concreto? ¿Se les sugiere que escojan, de entre todos los partidos, a los que mantienen una actitud beligerante ante el aborto, la eutanasia y demás? ¿Se les deja libertad absoluta de voto, de modo que sea su conciencia la que decida? ¿Se les indica que votar a determinados partidos supone pecado? ¿Se les permite escoger entre las opciones que no se consideran pecaminosas o sólo pueden votar a un partido?

Os agradeceré que me ayudéis a aclarar mis dudas. Acabo de pasar por una situación paradójica sobre este tema y me gustaría entender la actitud de los miembros en esta situación.

Gracias y un abrazo para todos.

Llopis.


(De atp) Para José Carlos

Gracias, José Carlos.

En España estamos sufriendo mucho. Todas las oraciones son pocas y pienso que debemos agradecerlas todas. Este acontecimiento terrible me lleva a hacer un propósito similar al que expresas en el último párrafo de tu correo -17-III. Creo que eres sincero y eso me emociona. Sabes que no soy precisamente admiradora tuya... pero el dolor es unitivo y al menos a mí y parece que a ti también, me mueve al perdón, a la comprensión, a la reflexión serena y a la tolerancia. Hago votos por que así sea, incluso entre nosotros. Abjuro de la agresividad, el odio y el rencor al ver sus consecuencias y le pido a Dios que me ilumine y me haga más buena.

En el contexto de ciertas circunstancias personales, esta tragedia me ha afectado profundamente.

Por favor, reza por mí José Carlos. Te felicito por tu humildad y valentía al expresarla públicamente.

Un abrazo
atp.


(De Tapatio)

Muy estimado Logan, como la mayoría de los que han leído mis estritos en esta web saben que no me detengo a contestar ni a polemizar sobre escritos de otros, pero me detengo a leer cada uno de los que aquí se van publicando y el tuyo no fue excepción, y ahora me permito por primera vez contestarte directamente a tus ideas y a ver si puedes abrir los ojos.

Primero que nada qué bueno que das tu testimonio pero y aquí viene el gran pero: esta web es para dar opiniones distintas a las “oficiales” y lo que leído en lo tuyo es un batidillo que comúnmente lo escuché por unos años de parte de los directores. En cuanto a que no te arrepientes considero que què bueno aunque supongo no has pensado detenidamente en tu vida mas bien estoicamente vas hacia adelante queriendo no arrepentirte, pero ese no es el punto principal. En cuanto que sabias que no ibas al Tabor, qué consuelo tan tonto, ¿te consideras alguien nacido para sufrir? ¿Crees fuertemente que tu santidad es directamente proporcional al grado de sufrimiento que llegues a soportar? ¿Te sientes tan indigno de nada que lo único para lo que naciste fue para sufrir? ¿Dios tu creador te hizo un receptáculo permanente del dolor o un ser con vocación para la vida la felicidad? O me negarás (de acuerdo a la doctrina que conoces) ¿que el fin ultimo del hombre es la felicidad? Entonces si la felicidad es el fin ultimo del hombre ¿por qué no pones medios “felices” para llegar al fin?. Por otro lado si cumplías las normas o no o las haces ahora o no, por favor no te des baños de pureza y eso guárdatelo para la charla que a mí me tiene sin cuidado si rezas mil rosarios o usas 5 horas de cilicio. Cuando hablas de entregas sin reservas, ¿no quiere decir una despersonalizacion de tu ser?, ¿hay límites? o si tu director con su “gracias de estado” (de la cual dudo) te dice aviéntate al vacio ¿lo haces porque si obedeces no te equivocaras? y tu criterio ¿dónde queda?

Y lo mas importante Mr. Logan y eso me enoja, me duele por ti. Confundes rotundamente a Dios con el Opus Dei tus palabras textuales son las siguientes “vi que si no fallaba a Dios e intentaba perseverar, tal vez seria mas feliz” Disculpa pero te puedo decir por experiencia propia que por el hecho de no perseverar, no le he fallado a Dios y sabes qué: SONRIO; no estoy triste para nada, porque sé que Dios es una cosa y la opus otra completamente distinta. Espero que algun día se te ilumine el intelecto y te des cuenta de esa diferencia tan esencial que no acabas de captar.

Preguntas que por qué no se quiere perseverar y planteas unas incógnitas, a lo que se ve que no has leído con detenimiento lo que aquí se escribe. Ahí encontraras las razones por las que hemos corrido a vivir una verdadera y santa vida. Que por las exigencias del apostolado ¿? Por favor cuando me pitaban de 5 por mes?? No jueges, y ya que hablaste de ti permíteme hablarte de mi. Organicé sin numero de labores sociales, fui director nacional de convenciones para san rafael. Sin dormir en una semana completita, fui el único de todos que pude mantener ese ritmo por años. Si se trata de aguantar dolor como tú lo planteas entonces ya soy santo. En una ocasión me golpearon brutalmente en la calle y al día siguiente golpeado y con fiebre y duramente lastimado de las costillas me levanté a hacer mis labores y sabes que eso no es santidad, eso es tener pantalones para con uno mismo compromiso profesional que no es exclusivo del opus.

La cuestión de irse con la chica de al lado que dices que es comodidad es el planteamiento clásico del opus; nada nuevo. Solo te digo que no es fácil. ¿Crees que es cómodo tener que ganarte a una persona sin engaños siendo autentico? No es cuestión de comodidad, es cuestión de AMOR que todavía no tienes en tu corazón. No tienes idea lo que es que alguien realmente se preocupe de ti, te busque en tu trabajo, la llamada a media tarde para decirte que te quiere, y ¿sabes? no es cursilería de novios, es amor de matrimonio, ¿sabes la felicidad que te da un hijo? Lo reconfortante de un abrazo y te cuanto lo que no ves y por eso juzgas de comodidad; si crees que solo estamos vegetendo recibiendo hedonistamente los mimos de nuestras parejas te equivocas, es una responsabilidad cuidar y proteger de tu familia, dar la vida por ellos si es necesario, es levantarte al igual que tú temprano pero ahora convencidos de que tiene sentido, llevar a los hijos al colegio, enseñarlos a rezar, a vivir a respetar y sobre todo a ser libres, dime ¿tu crees que es fácil? Y te digo una cosa, mas responsabilidad tendré yo con mis hijos y más cuentas que dar que tú con tus sin fin de chavalos de San rafael . “NO CAMBIES EL AMOR POR LOS AMORES” , por Dios que mal estabas Escrivá. Lo que nunca nadie le informó y por lo tanto a ti tampoco es que el Matrimonio es mas digno y mas importante que el ser numerario o agregado, y eso nos lo ensañan desde chicos en el catecismo; da la casualidad que el MATRIMONIO es un SACRAMENTO bendecido pon Dios con gracia santificante. OJO, no te pierdas en consideraciones raras, tu pertenencia al opus Dei no es un Sacramento. Y te digo algo más: en el matrimonio y en la vida fuera del opus también se me ofrece el ciento por uno y la vida eterna. Y además te digo que es un mito el que nos vamos con la compañera de al lado, por favor si tontos no estamos, nos vamos con quien queremos, con quien vemos que es para nosotros y nosotros para ellos; el matrimonio es una vocación no la desprecies, no la hagas menos que es un error gravísimo, y recuerda que seremos juzgados por cualquier palabra ociosa.

Y en cuanto al cilicio ¿¿crees que eso te hace salvo?? Además de la gangrena tremenda que te causa?? Te has puesto a pensar que tu cuerpo no te pertenece le pertenece a Dios y tú lo acabas con mortificaciones de la edad media, por favor madura, piensa y valórate.

Y por ultimo lo mas grave que haz dicho, “pero tengo un contrato con Dios, y creo que leí en argumentos que la vocación es como un contrato,”

LO que más lástima me da es que ni siquiera tu entiendes qué es el opus dei y a que estás llamado; en lo que tienes razón es que si es un contrato pero te recuerdo o te informo que es un contrato con el Opus Dei no con Dios, que quede claro. Si recuerdas tus compromisos de la oblación, dicen más o menos así “me comprometo a adquirir las virtudes humanas bajo el espíritu del opus dei” y el opus se compromete contigo a darte los medios y asistencias para que lo logres. Por eso está presente un director como parte representado a la obra y por el otro lado tú. Qué lástima que ni te hayas tomado el tiempo de leer la traducción a tu lengua de lo que dice el contrato. En ningun momento se menciona Dios como parte y aunque se mencionara, ¿con que facultad reprentan de esa manera a Dios? (que claro que no es el caso).

Así que te digo que NO, en lo absoluto, no tienes un contrato con Dios. Si así lo ves estas acabado y nunca has entendido nada, y por favor las decisiones de la vida no las tomas por honra, se toman con la razón, con la verdad y la certeza de que vas por buen camino; ahora que, si lo único que te queda en la vida para perseverar y sentirté feliz y sin arrepentimientos, es el honor pues ahí te lo dejo, no vaya a ser que esa banquito endeble sobre el que pisas se rompa y tu caída sea muy drástica.

Disculpa si perdí la compostura o subí el tono en algún momento, no pretendo de ninguna manera faltarte al respeto, es solo que hablo duro y me he contenido, lo que pretendo es que abras los ojos y has dicho “a buen entendedor pocas palabras” y por eso me he extendido porque, a pesar de que dices haber leído no has entendido nada de porqué nos vamos, y voy mas allá, no has entendido nada de tu relación con Dios, con la Opus, y te recomiendo que preguntes a que te comprometiste, lee detenidamente las palabras de la oblación. Y como alguien ya mencionaba en esta web repito con el “La repetición de actos perfectos no te hace perfecto”, replantéate en quien crees si en el opus o en Dios, piensa en ti y tu felicidad, y sobre todo simplemente piensa y por favor no nos metas más de esas dosis opusdisinas de librito, como las preguntas que has hecho al aire. Y yo te dejo algunas custionantes para ti y para los que aun siguen ahí (la idea como lo habia comentado era publicarlas juntas pero te adelanto unas)

- ¿Cuando fue la ultima vez que consideraste la posibilidad de ser feliz fuera del opus?

- ¿Te da miedo hacer esa consideración y te sientes infiel?

- ¿Cuando fue la ultima vez que tomaste una decisión importante en tu vida?

- ¿Cuando fue la ultima ves que un director te dijo “muy bien vas bien” sin exigirte más y más?

-Si no vas al cine, al teatro, a reuniones, no tomas licor, no vas al estadio, no puedes leer lo que tu consideres a tu gusto, no eres dueño de tu dinero, ¿¿crees realmente que estas santificandote en medio del mundo??

Pues ahí lo dejo, no quiero saturar mas la web. Pido una disculpa por detenerme a consideraciones que no acostumbro pero Logan, por favor, reacciona y quiérete un poco.

Tapatio


(De Aquilina)

Querido Logan,

Por lo que escribes me pareces muy joven aùn. Eso no es malo. Es una situaciòn por la que todos tuvimos que pasar, que no nos exime de tomar decisiones que van a ser importantes en el futuro de nuestra vida (que a tu edad es aùn muy largo), en la que ya hemos alcanzado cierto grado de madurez, de libertad y, en consecuencia de responsabilidad que nos hace sentir como que hemos llegado a la plenitud de nuestra existencia, y que aunque tenga algunos aspectos no positivos, la juventud es algo que al final todos continuamos añorando en las siguientes épocas de nuestras vidas.

Pero… hay un pero. Es una edad en la que no se logra, salvo a lo mejor alguna exepciòn, ponerse en la piel de gente que tiene más experiencias y una visiòn en tres dimensiones de la vida. Es una edad de pocos matices, en la que sale muy facil clasificar las cosas sólo como blancas o negras, acertadas o equivocadas, buenas o malas, sin dejar la posibilidad a una tercera opción.

Casi todos los que estuvimos en la obra pasamos los primeros años como tù, enamorados de nuestro camino, convencidos de que era lo mejor que nos podìa haber tocado, seguros de que nuestras ataduras eran con Dios y no con estructuras humanas y como humanas, falibles y a veces engañosas. Como sabemos todos por aquì, lo que atrae es el bien, y el mal solo en cuanto es disfrazado de bien.

Lo que pasa es que después, con el paso de los años, nuestra experiencia va situando, de manera diferente de lo que pensábamos en el comienzo, los hechos de nuestra vida cotidiana; comenzamos a interpretar de manera distinta las actitudes de la gente que nos rodea, porque solo la repeticiòn de las cosas nos hace caer en la cuenta de que, a menudo, hay algo que se obstina a salir de la cama de Procuste, en la que las reglas, las costumbres, las indicaciones y los criterios, quieren encerrar la multitud de los hechos que nos pasan… A veces nos damos cuenta que lo que nosotros entendiamos de una manera, tiene todas la caracteristicas de ser de otra… Y entonces, exactamente porque quisimos salvar ante todo la autenticidad de nuestra relaciòn con Dios (que, no lo olvides, solo puede darse dentro de una relaciòn autentica con nosotros mismos), aunque para muchos -por razones de edad, de recursos, de cara frente a los demàs- nos hubiera sido màs facil continuar dentro (algo asì como para ti, ahora que eres aùn muy joven y en los comienzos, «te resultarìa màs comodo dejar todo e irme con la chica que se sienta al lado en mi clase»), tuvimos que salir. No es un asunto de deslealtad, ni de no honrar un contrato, ni de cansancio: es exactamente lo contrario: la vida y la experiencia nos hicieron llegar al meollo de la cuestiòn, y se nos volviò imposible seguir adelante en la misma direcciòn.

“Es que no sé por qué no se quiere perseverar”. Yo creo que por ahora tienes que aparcar el problema. A la vuelta de algunos años, si vuelves a la web, quizá lo vas a entender mejor. Solo quien tiene el corazòn y la cabeza listos para escuchar, puede entender. Para tì, evidentemente, es aùn demasiado pronto. El hecho de que aùn no te extrañe nada es la demostracciòn, segùn me parece, de que aùn las experiencias de la vida, el sufrimiento (el verdadero, no aquel que sale de la pereza por cumplir las normas o las molestias que causa un cilicio apretado: voy a decirlo mejor, no el sufrimiento que te proporcionas tú voluntariamente sino aquel que te impone la vida y ante el cual tienes que rendirte) no es suficiente aún para que escuches otras voces interiores que hablan a tu corazòn.

Gracias por tu testimonio, por su tono sencillo y educado, por la honradez con que reconoces tus faltas y responsabilidades: todo esto me hace esperar que, dentro de algùn tiempo, conseguiremos entendernos mejor, aunque tu no tengas necesariamente que acabar pensando como yo. Testimonios como el tuyo a mì me devuelven la tranquilidad de saber que yo también fuì una joven generosa y no una ingenua irrecuperable -como a veces se me ocurre pensar ahora-.

Un saludo,

Aquilina


(De Fabrizio)

(Traducción al español con muy buena voluntad por parte de este oreja pero que puede tener fallos. Podéis leer el email original de Fabrizio en italiano)

Querido Logan,

ante todo me felicito contigo porque eres tan feliz en la obra y también porque tienes el coraje de confrontarte abierta y amablemente con otros que, en cambio, ya no logramos serlo y precisamente por eso nos hemos ido. Por mi parte sólo puedo contestarte sobre la base de mi experiencia personal de casi 15 años de numerario y de las ideas que he madurado en los años posteriores.

1) es difícil decir en una palabra porqué, de acuerdo con los directores, decidí irme, pero indudablemente no lo hice porque me costaran las normas, el cilicio y el apostolado o porque me creyera un sparring; si hubiera sido así no habría esperado mucho tiempo a irme. Esencialmente influyó el modo de vivir y de pensar al que se me redujo en la obra que no se parecía en nada al programa inicial: “luchar para ser santo viviendo en el mundo”; “en la obra somos libres”; “el motivo más sobrenatural por el que estamos en la obra es porque nos da la gana” (y sólo cito algunos).

2) me permito recordarte que el contrato jurídico a través del que nos atamos a la obra no es con Dios, sino con la obra. Y el hecho que la Iglesia prevea que pueda ser desatado, lo confirma: de otro modo nunca habrían podido la Iglesia y la obra permitirse “desatar lo que Dios ha unido.”

3) aunque la consideración anterior no sea motivo suficiente para irse de la obra, el hecho de que yo me haya ido es manifestación de libertad humana y espiritual, igual que tu decisión de quedarte en la obra.

4) decir que “la entrega es sin reservas” sólo es un modo de decir genérico y simplista, porque en todo caso hay límites: además de aquellos establecidos por Iglesia en los Estatutos, están los de la inteligencia, de la libertad y de la conciencia del que generosamente se entrega a Dios en la obra.

Con esto no quiero poner absolutamente dudas en tu joven vocación, que espero pueda seguir dándote la felicidad que experimentas hoy. También yo por muchos años he experimentado esa felicidad en la obra y, aunque hubo mucho sufrimiento en el alejamiento, no tengo sentimientos de odio y venganza, pero no creo haber sido entonces un traidor, ni de serlo hoy si cuento lo que ha sido mi experiencia en el Opus Dei.

En un poco de tiempo mandaré un escrito un poco más largo en el que, si te apetece, podrás profundizar en los puntos anteriores.

Un abrazo.
Fabricio.

Caro Logan,

innanzitutto mi felicito con te perché sei così felice nell’Opera ed anche perché hai il coraggio di confrontarti apertamente e garbatamente con altri che invece non riuscendo più ad esserlo proprio per questo se ne sono andati.
Da parte mia posso solo risponderti sulla base della mia esperienza personale di quasi 15 anni da numerario e delle idee che ho maturato nei tanti anni passati da quando ho smesso di esserlo.

1) è difficile dire in una parola perché, d’accordo con i direttori, decisi di andarmene, ma sicuramente non lo feci perché mi costavano le norme, il cilicio e l’apostolato o perché mi credevo uno sparring, altrimenti non avrei aspettato tanto tempo a farlo. Essenzialmente mi resi conto che il modo di vivere e di pensare a cui mi ero ridotto nell’Opera non assomigliava per nulla al programma iniziale: “lottare per essere santo vivendo nel mondo”; “nell’Opera siamo liberissimi”; “il motivo più soprannaturale per cui restiamo nell’Opera è perché ne abbiamo voglia” (e ne cito solo alcuni).

2) mi permetto di ricordarti che il contratto giuridico mediante il quale ci leghiamo all’Opera non è con Dio, ma con l’Opera. E il fatto che la Chiesa preveda che possa essere sciolto lo conferma: altrimenti mai avrebbero potuto la Chiesa e l’Opera permettersi di “sciogliere ciò che Dio ha unito”.

3) sebbene la considerazione precedente non sia motivo sufficiente per andarsene dall’Opera, il fatto che io me ne sia andato è manifestazione di libertà umana e spirituale tanto quanto lo è la tua decisione di restare nell’Opera.

4) dire che “l’entrega es sin reservas” è solo un modo di dire generico e semplicistico, perché in ogni caso i limiti ci sono: oltre a quelli stabiliti dalla Chiesa negli Satuti, quelli dell’intelligenza, della libertà e della coscienza di colui che generosamente si dona a Dio nell’Opera.

Con questo non voglio assolutamente mettere dei dubbi nella tua giovane vocazione, che mi auguro possa continuare a darti la felicità che oggi sperimenti. Anch’io per molti anni ho sperimentato proprio tale felicità nell’Opera e, sebbene abbia tanto sofferto nell’allontanarmene, non riesco a provare sentimenti di odio e di vendetta, ma non ritengo di essere stato un traditore allora, né di esserlo oggi se racconto ciò che è stata la mia esperienza nell’Opus Dei.

Tra un po’ di tempo invierò uno scritto un po’ più lungo in cui, se ti fa piacere potrai approfondire i punti precedenti.

Un abraccio.
Fabrizio.


(De Kimmy) Gracias por su pagina web. Testimonio

Querid@s amig@s:

Yo tambien estuve vinculada al opus, aunque por suerte nunca entré en la organización como numeraria, supernumeraria, o cualquiera de las subdivisiones que existen dentro de la organización. Mi contacto tuvo lugar a través de un colegio privado en el sur de España, al que mis padres me mandaron porque era "el mejor".

Mi paso por este centro me dejó, entre otras cosas, una buena educación, excelentes amigas que aún conservo, y una profunda aversión por el opus dei que, por desgracia, se extendió al resto de la Iglesia.

Yo doy fe de la agresividad de sus métodos de captación, de las múltiples excursiones, campamentos, romerías, retiros, etc. Tambien doy fe de las continuas amenazas que sufrí durante ese tiempo. A mí llegaron a decirme (con 16 años) que estaba llevando a mis amigas al infierno con mis continuas críticas al opus dei y que algún día me arrepentiría de todo el daño que estaba causando. También que tocar a un hombre era pecado, no solo para nosotras, sino para ellos. De acuerdo con la filosofía de esta profesora en concreto, al tocarles provocabas en ellos deseos impuros, y también irían al infierno, por tu culpa. Vamos, que llegué a pensar que el demonio me iba a tener que pagar comisión por toda la gente a la que estaba llevando a su terreno...

También recuerdo las obligatorias misas semanales, la hora semanal (plática) que nos encerraban en el oratorio a oscuras mientras que el sacerdote de turno nos daba una charla sobre las cosas mas absurdas del mundo (Por ejemplo, cómo no tomarnos una coca-cola o saltar de la cama nada más sonar el despertador podian cambiar el mundo, etc...), las estadísticas que mantenían sobre cuanta gente confesaba en cada curso, etc, etc, etc...

¿Y han visto ustedes las fantásticas "listas de pecados" en los que pensar que dejan en los bancos del oratorio?:

- ¿Has cometido algun acto impuro? Si lo lees cuando tienes 13 años, te preguntas a qué se refieren

- ¿Solo o acompañado? Como???

- ¿Por personas de distinto o del mismo sexo? Eh! Que esto se esta poniendo interesante!!!

Vamos, que si no lo habías hecho te daban la idea ellos solitos!

En fin, es absurdo, y patético. Y mas patético todavia que sean tan fuertes... Como diria Quevedo "Poderoso caballero es don Dinero"...

Yo solo puedo decir una cosa: A los que habeis creado esta página, MIL GRACIAS.

Y a los que todavía estais atrapados en el opus: La verdad esta ahi fuera...

Kimmy


(De FML) ÚLTIMA ENTREGA AL ESCRITO "UN AÑO FUERA DEL OPUS DEI"

Queridos Orejas y queridos lectores:

Este creo, será mi último escrito en la web, en cualquier medio público, mi última comunicación sobre mi vida en el Opus Dei.

Ahora quiero descansar. Quiero dejar que el pasado sea historia, quiero disfrutar de mi familia, de mi novia, de mis sobrinos, de mis amigos…

Os seguiré leyendo, a cada uno, no faltaré a la cita de las 21.00 horas todos los días, cuando se actualizan los correos. Pero ahora creo que debo rezar, disfrutar y dedicar tiempo a los míos, y ello sin que salga cada dos por tres el tema del Opus de Dios. Aunque sé que es difícil, vosotros orejas lo sabéis.

Aún así, recuerdo un día hablando con mi novia, en que me decía que no me imaginaba callado… porque el Opus era una experiencia que se notaba me había dejado marcado. Le hablé de heridas, cicatrices… esas cosas que todos nosotros sabemos. Ella me dijo que me imaginaba en la sala de estar de mi casa, junto a la chimenea… con mis hijos… y escribiendo sobre mi experiencia en el Opus Dei.

No soy un ex numerario que se va a esconder, porque ahora privadamente continuaré ayudando a cada persona que lo necesite, que me pida ayuda. Y eso, lo haré con la conciencia tranquila, en nombre de la libertad, de la justicia, de la verdad… en nombre de Dios.

Orejas de Guardia que coordináis la web, vosotros sois únicos, tenéis mucho mérito, os quiero un montón. Queridos demás orejas de la web, gracias, mil gracias por ser personas buenas de verdad. Algún día os conoceré a todos, segurísimo. Si no aquí en la tierra, será en el cielo. Incluso esas personas que han dejado de creer por su experiencia en el Opus Dei, incluso a esas me las encontraré allí arriba.

Espero verme con Jaume y Satur en ese Mar del que habla en el escrito… para quienes necesiten un empujón, les aconsejo que piensen en ese Mar, pero no sólo ese Mar, es que la vida en sí vale la pena vivirla.

El otro día hablaba con un ex numerario, y salió el tema de cuánto ayuda Dios a quienes nos hemos ido del Opus Dei. Reconstruir las vidas como muchos la habéis reconstruido después de tantos años metidos ahí dentro… eso es un milagro. Mi vida fuera de la Obra (sólo un año) está llena de pequeños detalles de Dios, de pequeñas caricias cotidianas pero divinas a la vez. Ya dije en la primera entrega de estos escritos, que he visto más frutos apostólicos fuera que dentro del Opus Dei.

Pero antes de finalizar, quiero rememorar qué paso el 19 de marzo de hace un año… Vino el director del centro de estudios a mi piso. Y nos fuimos los dos a Misa. Estuvimos hablando sobre qué iba a hacer... quedaban pocas horas para que el día acabara y antes de las 12 de la noche, debía de renovar mis compromisos... una simple llamada telefónica o un mensaje al móvil a las 23.59, diciendo que quería renovar, me haría permanecer en el Opus un año más... o por el contrario, si no lo hacía, dejaría de ser de la Obra (a la que durante 4 años había servido) para siempre.

Para mí en aquellos momentos, dejar la Obra, era en partes como dejar a Dios, porque así me lo intentaban hacer ver, aunque yo insistía en que no. Luego más adelante comprendí con gran certeza que eran cosas muy distintas, y que allí me habían engañado.

Recuerdo llegar al piso esa noche... y llorar y llorar... desesperado, llamo a mi casa, y le cuento todo a mi madre... mi madre que no podía parar de llorar y no podía ni hablar... recuerdo que me dijo como pudo: "Paco, haz lo que quieras, y no olvides que te quiero mucho, que yo te quiero mucho..." y sin yo poder decir nada, me colgó el teléfono. Allí me hubiese hecho falta estar con alguien... un amigo, un apoyo... quien sea, pero nadie estaba, nadie… Esto que acabo de narrar, como otras muchas cosas, no se me van a olvidar en la vida.

Como se ve, mi familia estaba al margen de cualquier decisión que tomase, es más, me amarían mucho aunque siguiese en la Obra. Sin embargo, un supernumerario se dedicó a escribir al periódico de Almería diciendo que me había ido por presión familiar, y también porque había conocido a una chica. A parte me llamaba insincero, desleal… no sé si se confesaría el hombre o no, pero desde luego a mi familia nadie ha pedido perdón. Que a mí no me hayan dicho nada, me da igual, pero mis padres y mis hermanos, son intocables.

Mi familia, con toda la tranquilidad del mundo y saber estar, calló y no dijo nada ante dichas críticas.

Por eso me molesta mucho que pueda venir un director como vino hace tres semanas, a decirme que no hablase más de la Obra… cuando yo digo verdades, tanto buenas como malas… sin embargo, ellos acusan con mentiras.

Esto es todo lo que quiero decir y dejo aquí escrito, como testimonio personal de mi vida en el Opus Dei. Quien no se crea lo que escribo, le entiendo, yo a veces tampoco me lo creo, pero la realidad por desgracia es así.

Un fuerte abrazo para todos los coordinadores de la Web, para todos los orejas, para todas aquellas personas que nos leen. Gracias, mil gracias.

Ahora sólo seré oreja para quienes necesiten alguien que les escuche.

Francisco


(De Mar) To be or not to be… ¿Renovar o no renovar?

La semana previa al 19 de marzo me envolvió durante años en una profunda angustia.

En mi conciencia veía con claridad que ser miembro no era lo mío y al mismo tiempo repicaban las ideas de que había prometido a Dios el “para siempre” en el opus dei...

(El correo completo de Mar está colocado en Tus escritos y se titula ¿Renovar o no renovar?)


NOTA: cuando el oreja que está de guardia contesta a alguno de los correos, su comentario va en cursiva y es la opinión personal del oreja que contesta. Lo hace expresando su opinión como uno más de los que escribís, no como línea editorial de la web. Sus opiniones son igual de personales -y criticables y respetables- como las opiniones que se vierten en los correos que se reciben.



 

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