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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 19 de enero de 2005

 

(de Manuel) Lejanos vientos de cambio

Antes de escribir sobre mi ilusión en los diminutos vientos de cambio en la Obra, quería dar primero las gracias a Opuslibros. Me ha servido mucho leer las experiencias y pareceres. El año pasado dejé la Obra como numerario tras nueve años. Creo que en una primera etapa estás en un estado de shock en el que tratás de entender bien claro qué fue lo que pasó. En mi caso, gracias a Dios, al salir tuve el valor de animarme a aceptar y discutir todo -por más doloroso que fuese. Una parte de ese animarme fue el leer "Tus escritos". Creo que cuando te vas, algunos abusadores te llenan de culpa. Una parte importante de mi proceso de entendimiento fue leer el informe AG -que encontré en esta web-. En este año pude entender qué es lo que pasaba, por qué estaba a disgusto en un marco que supuestamente era perfecto y por qué tenía yo tan poca madurez afectiva... Cosas en mi estaban mal, pero desde luego que algo en la Obra también lo estaba...

[...]

Manuel (argentino) en Madrid

(El correo completo de Manuel está en Tus escritos. Se titula "Lejanos vientos de cambio")


(de Deza) Veinitrés años dentro


El otro día estuve comiendo con dos amigas mias ex-numerarias (ellas creen que estuvieron mucho tiempo en la Obra: una siete años y otra trece) y una de ellas me habló de la página. Yo estuve veintitrés años como numeraria: ahora llevo dos años fuera de la Obra. Me ayuda hablar con ellas porque me desahoga aunque no puedo decir que tengo amargura dentro. Pasé lo peor de mi vida los cinco años últimos años antes de irme, así que creo que cualquier cosa que me pase de ahora en adelante siempre va a ser lo mejor. No pasó ni un mes antes de que conociera al que ahora es mi marido y él sí, es supernumerario, por eso no sé si entraré mucho en la página: por él, aunque el leer testimonios de personas que pasaron lo que yo, me ayuda.

Le comentaba a mi amiga el otro día que yo no tengo ningún remordimiento por haberme ido porque no pienso que abandonara mi vocación. ¿Qué es la vocación?... Mi pregunta los últimos cinco años era:

- Los enfermos son el tesoro de la Obra, pero ¿cómo puede querer Dios la enfermedad buscada por intentar permanecer "dentro"?. Y no es sólo el no encontrarle sentido a la vida, sino el no querer vivir, es más, el intentar el suicidio en dos o tres casos, el tener problemas de todo tipo, el estar ingresada en centros psiquiátricos en tres ocasiones y el desear estar en estos tres centros porque al salir volvía a las andadas. Al mes siguiente de salirme conocí a mi marido. Cuando le conté mi estado de salud mental, él me dijo "apuesto por ti", y me acompañó a un psiquiatra supernumerario. Tardé sólo seis meses en quitarme el tratamiento de camello que tenía: la ilusión de mi vida era tener hijos y con el tratamiento no podía. Ahora no tengo ningún tratamiento, bueno sí: no volver nunca más a estar en contacto con el Opus Dei. De todas maneras conmigo no ha habido problema: a mí no me han planteado supernumeraria o cooperadora o algún contacto. Nadie me llama: yo a veces llamo a mi última directora, pero como vive en una zona residencial, siempre está dando una vuelta cuando la llamo. Ella lo más que hace es mandarme un mensaje por el móvil: ella tiene muy claro "el apostolado de no dar". El último encargo que le hice fue que me consiguiera para mi boda, puesto que ella había estado cuarenta años en Roma, una bendición matrimonial. Pensé que me lo regalaría, pero no: me cobró los 21 € que costó....

Me gustaria tener tiempo y contar mi historia y tantas cosas: a mi boda vinieron cuatro amigos numerarios de mi marido, pero no hubo ningún problema en las mesas del convite porque numeraria no vino ninguna. De esos veintitrés años en el Opus no queda ninguna relación, ninguna amiga, nada... bueno sí: una larga página de mi vida pasada y un marido esperándome fuera que es la razón de mi vida, el sentido de mi vida, lo mejor que me ha pasado nunca... Ahora no tengo que repetir a diario un "serviam" que no significa nada,... pero repito con todas las fuerzas de mi alma a mi marido la fórmula que le dije por primera vez un día de septiembre de 2003: "prometo serte fiel todos los dias de mi vida".

Ojalá me dé tiempo a escribir mucho más

Deza


(de Juan G.) Señores maltratados por la vida

No es coherente que habiendo estado tantos años como dicen en del opus dei o cualquier movimiento catolico; al presentar equivocaciones vocacionales de ambas partes: errores en elegirlos y uds en aceptar, vengan años despues a hablar mal de una obra que a todas luces tiene mas cosas buenas que malas: paginas de Internet se consiguen en contra de Los Jesuitas. Los dominicos,Los Benedictinos, Los Legionarios de Cristo, Los dioscesanos, el vaticano, el Papa, los presidentes, los reyes, el ejercito, la politica ....etc.

Sugiero busquen ayuda con psiquiatria en vista que la religiosidad esta practicamente perdida en ustedes. Encontre esa pagina por error y al leeerla le deja a uno un sinsabor de maltrato, soledad y vidas perdidas por andar confundidos vocaciconalmente y no tener al aplomo de cambiar de camino con la frente en alto y tener la entereza de aceptar las equivocaciones. Procuren construir y no destruir independiente que esten o no de acuerdo porque esas criticas solo sirven para fortalecer las mismas cosas criticadas. Mucha suerte en su empresa... que por cierto no la entendi Y les recuerdo las Industrias son Humanas , nada es perfecto y todo tiene errores, si estudiaron teologia lo saben y esperen solo perfeccion de DIOS.

Sinceramente

Juan G.


(de Dionisio) Sabía querer y sabía pensar.


Hola, orejas:

Os adjunto otra anécdota para la colección que tengo en nuestra web. Sin embargo, como preámbulo me gustaría contaros algo que me vino a la mente mientras estaba ayer meditando.

Me acordé de unos cuantos personajillos en el opus que me hicieron la vida francamente desagradable. Se despertaron los demonios del resentimiento contra aquellos que me hicieron perder la ingenuidad, la inocencia y la confianza. Son pérdidas graves que todavía no he reparado completamente. El contacto con aquellas personas investidas de altos poderes en el opus fue para mi causa de grave escándalo por su ausencia inexcusable de virtudes elementales. Tratando de controlar estos perturbadores pensamientos surgió de pronto en mí la idea (probablemente la leí en esta web, pero no me acuerdo, no hay nada nuevo bajo el sol) de que gracias a ellos se me cayó la venda de los ojos, que gracias a su brutal soberbia fui capaz de romper los últimos lazos que me ligaban al lado oscuro. Si no hubiera sido por su inmoderada prepotencia quizá aún estaría yo allá dentro haciendo el canelo. Gracias a Dios, y parcialmente, instrumentalmente, gracias a esos elementos de cuidado, me he ido. ¡Qué paz! Y ahora la anécdota.

Saludos
Dionisio

Anécdota 24. Mi querido Federico era realmente una persona buena, de esas que dicen que hay a montones en el opus...

[...]

(Si quieres terminar de leer la nueva anécdota de Dionisio, pincha aquí)


(de BUIX) Solamente algunas pocas cosas

Me alegra que dispongáis de tan buen medio para ayudaros mutuamente en una tarea tan personal y difícil. Entiendo que muchas personas piensen que vuestra experiencia está magnificada en su parte negativa; supongo que también es fácil entender ese punto de vista pues queda claro que si alguna dificultad tiene la situación de ex-miembro es la de tener que contar en muchos casos con la conciencia de la incomprensión. Espero sinceramente que eso pueda superarse.

Sólo una cosa más, desde hace bastantes años, no he dejado de rezar diariamente tanto por los miembros de la Obra como por todos los que lo han sido. Llevo 25 años siendo del Opus Dei y no dudo de que puedo contar con la oración de muchos de vosotros para seguir este camino.

Un cariñoso saludo.

BUIX


(de Miguel Ángel) Para Mercy.


Hola, Mercy.

En primer lugar, agradecer tus palabras sobre mi escrito del pasado día 14. Seguramente, me habré expresado mal, no es mi fuerte, y básicamente quise decir eso mismo que tú dices: el amor tiene muchas facetas. En ello estamos de acuerdo.

Por eso, intentaba prevenirle a José Carlos, para que no cometiera el mismo error que yo. A la segunda novia que tuve, quise hacerla a imagen y semejanza de la primera, vestirla igual, que me hablara igual, que oyera la misma música, que hiciera lo mismo... Hasta que descubrí que eso no se puede hacer, que las personas no son juguetes. Y con ese descubrimiento, supe que no la quería, y se lo tuve que decir. Pobre chica. Si hay un daño en mi vida del que me he arrepentido realmente, ha sido este.

Pero no quería dar a entender, como parece que ha así sido, que ese fuera el caso de José Carlos. Por eso le decía que tuviera cuidado, que me parecía que iba por el mismo camino, el de amar a su mujer como había amado su vocación. O al menos, eso entendí. Por eso, también le decía parece que en su caso ha funcionado, lo cual me alegra por los dos, pero que normalmente no es así, que cada uno es cada cual. En el fondo, lo decía por que a algunos les puede pasar, sobre todo a los que estén a punto de marcharse.

Bueno, que me parece que la lío más.
Un abrazo.

Miguel Ángel.


(de zuri) con simpatía para Jose Carlos


Querido Jose Carlos:

he leído tu último escrito y algunas de las contestaciones que te han enviado. Todos tienen "su aquél" y aportan algo a lo que sugieres. Te cuento algo de mi experiencia, para no teorizar demasiado.

Tengo la convicción personal de que Dios me quería en la Obra por un tiempo, o al menos permitió que me quedara allí. Durante ese tiempo (25 años) aunque hubo problemas y contradicciones, fui feliz. Cuando me sentí triste y desgraciado y empecé a ver que no era tan feliz, empecé a interpretar señales que hacía años que recibía, y que eran evidentes para cualquiera que no estuviera obcecado, de que debía irme. Esto se complicó porque me enamoré de la que actualmente es mi novia. En esa situación pedí la salida. Y no es porque antes no hubiera tenido al lado chicas casi tan majas como mi novia, sino que yo las miraba menos, no tenía vacío mi corazón, ni tan tremenda necesidad de cariño.

Las señales normales de que algo no anda bien, o de que no es razonable, cuando uno está convencido de seguir le parecen superables. Cuando uno en su corazón está pensando en irse se les da mayor importancia y pueden interpretarse como señales de Dios. Y lo pienso así por mi experiencia personal. Pero la vida nos envía señales a diario. ¿Hasta que punto son mensajes directos o indirectos de Dios? Juzgarlo depende de la fe y el sentido común de cada cual. Eso sí: "los hechos son testarudos": algunas señales "normales" que ocurrieron inmediatamente antes de mi salida (contestaciones extemporáneas a mis consultas, el apoyo de mis mejores amigos para que tomara una decisión en conciencia) y la decisión de dedicar todo mi amor a una persona yo las interpreté entonces y ahora como providencia ordinaria de Dios en mi vida.

Y nada más, amigo. Si algo te sirve de lo que otros o yo te contestamos utilízalo, y si no, no nos hagas mucho caso.

Un abrazo fuerte para tí y abrazos y besos para aquellos cuya religión se lo permita.

zuri


(de zuri) Dios quiere lo que tu quieras


Tomando el hilo del último escrito de Jose Carlos he pensado que algunas de las cuestiones no se si teleológicas que plantea sería bueno replanteárselas desde otro punto de vista.

Una deformación de las personas que están en la Obra es ver en todo la voluntad de Dios. No es que eso esté mal, pero exagerarlo es forzar la realidad hasta tal punto que deforma toda nuestra vida. Me parece que allí estábamos diciendo a Dios constantemente ¿Qué quieres que yo haga? como sorditos, sin atender a que El nos quería hacer ver a diario: ¿Y tú, qué quieres hacer?

A un Dios que nos ha entregado la libertad y que respeta nuestra voluntad de un modo casi sagrado, le estamos adjudicando el papel de dictador y carcelero de nuestras almas, papel que solo en casos excepcionales quiere hacer.

A la Virgen María le pedíamos " dame fuerzas para hacer eso que yo sé que tu quieres", y ahora me la imagino respondiendo por lo bajini: "no te voy a dar eso que me pides porque yo no tengo nada que ver con lo que te has imaginado que te pido yo".

Esta deformación hizo que se nos planteara nuestra vocación haciendo de menos a la voluntad propia cuando es una de las cuestiones esenciales en el asunto: Dios puede llamarme o, dicho de manera más abierta, invitarme a ser de una institución de la Iglesia, y a un señor de esa Institución le puede parecer que yo sería útil y feliz allí, pero: ¿Yo que quiero hacer? ¿Me apetece, me interesa, me haría feliz estar allí'. Este es el aspecto de la vocación que allí se minusvaloraba, engrandeciendo de manera enfermiza que "Dios nos ha creado antes de la constitución del mundo para que seamos santos". Cierto, pero para ser santos donde y como nos de la real gana dentro de las posibilidades que en la vida se nos ofrezcan. Mala manera de empezar es identificar la vocación con una condena.

Bueno creo que esto se lee mejor dicho en muchos otros escritos, pero creo que, sobre todo ahora que estamos fuera, debemos plantearnos que Dios estima nuestra voluntad como importántisima y que de ninguna manera quiere sustituirla por la suya.

Vivamos la maravillosa libertad del terrible mundo real. "Qui potes capere capiat" o algo así.

Besos

zuri


(de Agustín) No pedir la admision al opus dei, hará que Dios se enoje conmigo??

Deseo pedirles ayuda, soy chileno, vivo en mi país y estudio en una universidad de la obra (Universidad de los Andes- www.uandes.cl). Hace unos 2 años conocí la Obra, desde el primer momento tuve la intriga de conocerla, pues tengo algunos familiares miembros. El problema es que hace unos dias, un secerdote de la obra, me dijo que pensara en mi vocación, que podría ser numerario y todo eso, y a mi no me interesa, de hecho ya no quiero ir al centro de la obra al cual voy y no creo que sea vivir como un cristiano en medio del mundo, vivir como hace 400 años. Muchas veces creo que si no pido la admisión al Opus Dei, puedo decepcionar a Dios, ¿que puedo hacer?.


Agustín


(de José Carlos) Orejas: ¿Os definís por un modelo de Iglesia?


Queridos Orejas:

Me tengo que dirigir a vosotros por el grave giro que acaba de dar vuestra página de opuslibros. Espero que me perdonéis el atrevimiento.

Desde el principio habéis querido dejar claro que opuslibros es una página “sobre el Opus Dei, no contra la Iglesia.” Lo decís explícitamente en vuestro portal de entrada, y enlazáis vuestro pronunciamiento a un largo y enjundioso tratado escrito por Flavia, así como otros textos que lo apoyan.

Con esto, me imagino que queréis salir al paso de la acostumbrada y simplista acusación de que todo aquel que cuestiona ciertos modos de proceder en el Opus Dei es enemigo de la Iglesia. También querréis hacer ver que entre los ex-miembros de la Obra, caben todo tipo de opiniones sobre la Iglesia Católica, inclusive las de los que mantenemos esa fiel ortodoxia que aprendimos como miembros del Opus Dei. Así, evitáis sabiamente enfrentaros a la Iglesia misma (o al Magisterio o a su Jerarquía), pues la reforma de ciertas prácticas dentro de la Obra podría ocurrir – y tendría mayores garantías de éxito, desde mi modo de ver – por medio de los canales eclesiásticos reglamentarios. Hasta ahora.

En la práctica, hasta ayer mismo, la página no se pronunciaba sobre modelos o visiones de la Iglesia. Recogía, entre sus testimonios, todo tipo de opiniones particulares dispares, que afectaban a la Iglesia solamente en tanto en cuanto el Opus Dei es parte legítima de Ella. Ateos convencidos, agnósticos, cristianos ex-católicos y católicos de todo signo conversaban con plena libertad de expresión sobre el Opus Dei y los mayores o menores cambios que debían darse en la Obra, sin apenas cuestionar la naturaleza misma de esa otra institución que la ampara y trasciende. Y la web no tomaba una postura oficial en lo que a la Iglesia compete.

Aunque habéis dicho alguna vez que opuslibros no posee línea editorial porque los orejas sois muy variopintos-as y guardáis vuestras propias opiniones, todos sabemos que sí que la tiene. La hebra conductora es la crítica contra la Obra: y todo lo que encuentra espacio en secciones permanentes como “Tus Escritos,” los “Libros Silenciados” y “Recortes de prensa” ha de pasar ese baremo más o menos antagonista. Y alguien entre vosotros ha de decidir qué escrito, de los muchos que recibís, merece tal promoción.

Puedo entender, conociendo ciertos puntos de vista, que encuentre espacio entre los “Recortes de Prensa” una elucubración sobre la sucesión al Papa (publicada en “Religión Digital” por Nancy Escobar Cardoso), carente de sentido sobrenatural y teñida de catastrofismo y teorías de complots sobre los poderes fácticos que conspiran por hacerse con la cúpula de la Iglesia. Lo entiendo, porque entre esas especulaciones casi siempre se suele mencionar a la Obra, universalmente para mal.

Pero me parece muy grave que el mismo día se recoja entre los mismos “Recortes de Prensa” un escrito que no menciona al Opus Dei para nada: el artículo “Esperanza realista” de José Luis Vigil publicado en el diario español “El País” (que no se distingue precisamente por su imparcialidad ideológica o su aprecio hacia la Iglesia oficial), en el que se presenta una visión de la Iglesia muy específica.

Es esa visión alternativa, heterodoxa, anti-jerárquica, que cuestiona la trayectoria de la barca de Pedro durante el curso del último lustro: que critica la claridad doctrinal del Catecismo y la renovación legislativa del Código de Derecho de Canónico, ignora la profundidad antropológica y teológica de Juan Pablo II, lamenta la aplicación fiel y auténtica de los decretos del Concilio, deplora la caducidad de ideologías disidentes, resiente que la Iglesia de Cristo sea una vez más signo de contradicción en el mundo, y olvida que las corrientes regenerativas de nuevas espiritualidades producen vocaciones de juvenil entrega precisamente en los movimientos, órdenes religiosas y seminarios diocesanos que demuestran mayor fidelidad y unión con la Cabeza visible e invisible.

Es vuestra página, por supuesto, y podéis tomar la dirección que mejor veáis. Creo se os presentan tres opciones a seguir: 1) abstenerse de todo pronunciamiento editorial sobre la Iglesia en sí; 2) la neutralidad, dando acogida a diversos puntos de vista, que encuentren igual publicidad en las secciones permanentes (cosa muy difícil de hacer de modo imparcial); o 3) decantaros por una visión sesgada, como parece que habéis hecho.

Si es así, me parece un serio error para la naturaleza de la página, pues puede dar entrada al sectarismo. No sólo porque creo que esa visión de la Iglesia es equivocada por reduccionista (prescinde de ciertos elementos eclesiales fundamentales, queridos por el mismo Jesucristo); sino también porque emplazáis la crítica al Opus Dei desde un enfoque anti-jerárquico (y por tanto con menores probabilidades de obtener una reforma real y duradera), y corréis el riesgo de alienar a todos aquellos-as que coincidimos con una visión más tradicional de la Iglesia. No sólo no me parece correcto: no es prudente ni necesario.

Quiero creer que la inclusión de ese escrito en los “Recortes de Prensa” sin un balance equitativo y sin advertir lo que implica sobre la línea editorial fue un lapsus del Oreja de guardia; que no ha sido una revelación del plumero orejil; que no explica por qué han ido dejando de escribir en opuslibros otras plumas que sí conservaban entre sus creencias el modelo de Iglesia perenne que aprendimos en el Opus Dei. Os leen y participamos muchos que todavía pensamos así: no queráis dar juego a las sospechas que algunos albergan sobre esta página, si realmente estimáis el objetivo común.

Espero preocupado vuestra respuesta, que aclare definitivamente – con precisión y sin ambages – por dónde van los tiros.

Un abrazo sincero,

José Carlos

P.D. Un beso a Mercy (17-I) por ser comprensiva y cariñosa, y un abrazo a Dany (16-I) por su lealtad y entereza.


Respuesta de Flavia Dezzutto en nombre propio y en el de la WEB:

José Carlos, entiendo necesario aclarar algunas cosas a tu correo:

- La publicación de diversos escritos, entre los que se incluyen los recortes de prensa, responde al objetivo de recopilar material informativo que ofrece algún tipo de interés en relación al Opus Dei. -El artículo de José Luís Vigil sí menciona al Opus Dei. ¿De verdad que lo leíste? Me referiré a él más adelante-. Así mismo, no comprendo la magnitud y "oportunidad" de tu reacción, dado que ya hay materiales en la WEB, por ejemplo, el libro "La fabricación de los santos" de Woodward, que dan cuenta de variados aspectos de la Iglesia actual, en los que puede enmarcarse o comprenderse al Opus Dei. Es claro que la recopilación de material informativo tiene como condición su seriedad, y, por supuesto, la congruencia con los conocimientos que los ex miembros de la Obra tenemos de ella, lo cual no es menor, si contamos con la férrea política de ocultamiento de su realidad, que el Opus Dei ha sostenido y sostiene.


Por ello me parece una conclusión errada de tu parte, cuando identificas lo que dicen estos recortes de prensa, con una suerte de "opinión oficial" de la WEB. En la medida que la WEB no es confesional, puede publicar textos con tonos variados respecto de las cuestiones eclesiales, que para el leal saber y entender de quienes la sostienen, puedan brindar informaciones o análisis relativos a la Obra.

- Con todo, me interesa referirme en particular a la concepción que tu correo trasunta acerca de la "fidelidad" a la Iglesia Católica. En primer término, yo no creo que el Opus Dei sea "fiel" a la Iglesia Católica, pues también entiendo que la proclamada "ortodoxia doctrinal" no basta, no se trata de decir "Señor, Señor...", sino de vivir según los mandatos de Dios. Es el problema clave de la relación entre ortodoxia y ortopráxis, además, la Obra sostiene una peculiar forma de la fidelidad, una "fidelidad secundum quid", según quién sea el Papa, según cuáles sean las líneas eclesiales dominantes en el momento. Así que la "fides" del Opus Dei está más cerca de la primacía de la propia conveniencia, que del servicio apostólico a la Iglesia de Cristo.


El asunto es que la fidelidad, la fides, la confianza depositada en la Iglesia, el respeto debido a los pastores legítimamente constituídos no responde a la lógica del temor servil, sino a la del temor filial, a la reverencia santa por las cosas de Dios, complementado por el amor filial que demanda caminar con humildad y verdad, y hablar cuando corresponde, con la "libertad de los hijos de Dios" (también, tan famosa y tan poco vivida en el Opus Dei).

Desde la famosa frase de San Gregorio Magno en la Regla Pastoral a los obispos, demandándoles que no fueran como perros mudos, que callan cuando el rebaño está siendo agredido, o la de San Bernardo de Claraval, que amonesta a Eugenio III, recordándole que es sucesor de Pedro, y no de Constantino, hasta la infatigable lucha de Santa Catalina de Siena para que el Obispo de Roma volviera a su Sede, a confortar a su pueblo, los grandes "amadores" de la Iglesia, los que nos dan ejemplo al respecto, son los que tienen el valor para decir, en conciencia, lo que ese amor les demanda.

De los recortes de prensa que señalas, justamente es el de Vigil, (teólogo cuyas opiniones pueden ser discutidas ampliamente, lo cual no pienso hacer, pues no es el cometido de esta respuesta) el que pone en discusión la clave de un problema más general, del cual el Opus Dei es parte explícita, y por ello es mencionado en el texto:

"Juan Pablo II no dudó en minusvalorar y recortar más y más la colegialidad episcopal recuperada por el Concilio, centralizando, tomando decisiones contrarias al sentir manifestado de los obispos de la Iglesia, como entre otras la elevación a categoría de diócesis universal del Opus Dei, interviniendo autoritariamente por vía de excepción jurídica sobre grandes congregaciones religiosas y hasta sobre la Conferencia Latinoamérica de Religiosos".

En tal sentido he de decir que las observaciones de Vigil son más extensas, y vos en particular aislás un grupo de ellas, sin ponerlas en discusión, y recensionando con cierta rapidez y descuido su posición. Nobleza obliga.

Pero lo que me interesa resaltar, José Carlos, es que el bautismo no le quema el cerebro a la gente, y, oh paradoja, así como Vigil (que es un teólogo, y un hombre muy comprometido con la realidad del pueblo pobre en América Latina, según me consta) realiza un balance de algunos aspectos de este pontificado que pueden compatirse o no, sí se compromete en un análisis nacido de su conciencia personal, y, si lees el final del texto, en la postulación de una forma de la esperanza que comparto: la Iglesia es para Cristo, no Cristo para la Iglesia, y esa salvación por la que la creación "gime con dolores de parto", es el horizonte primordial en el cual todos los demás temas deben ser discernidos, incluído el Opus Dei, incluído el daño que, según entiendo, el Opus Dei hace a la Iglesia, actuando escandalosamente contra las palabras de Jesucristo. Si no, para algunos, entre quienes me incluyo, sería muy difícil seguir siendo católicos, de hecho, para muchos ex miembros lo ha sido. Reitero, se trata del pecado de "escándalo".


Transcribo sus palabras:

"Porque la esperanza no tiene como objeto 'la figura de esta Iglesia que pasa", sino la misteriosa voluntad de Dios sobre la Humanidad, contando con que pueda ser Él el primero que no se inquiete la posibilidad del deterioro o hasta de la desaparición de esta Iglesia. Yo me apunto a esta esperanza realista".

En fin, como siempre, seguimos, respecto del vínculo entre la Iglesia y la Obra, rondando el problema de la conciencia personal, de la responsabilidad del creyente, y, el punto clave: en Quién hemos puesto nuestra esperanza.

Luego, hay muchos puntos discutibles en lo que decís en tu correo, por ejemplo, el hecho de que la Iglesia pueda entenderse en sus aspectos organizativos en sentido "perenne", y según un sólo "modelo", lo cual es eclesiológicamente falso: basta conocer un poco de historia de la Iglesia, y no la escrita por sus detractores, sino por probados creyentes, así como distinguir a la Iglesia como misterio, y como realidad humana, la dialéctica propia de nuestra finitud, por la que Dios atraviesa la historia humana, no es inmanente a ella, ni es extraño a ella, sino que Dios acampa en nuestra historia, también la eclesial, para salvarla y sanarla.


Y, una cosa más, mientras estuve en el Opus Dei no aprendí nada de la Tradición de la Iglesia, sino un repertorio de normas y formalidades, carentes de espíritu, con las que uno se vincula servilmente: nadie ama lo que no conoce, nadie ama lo que no ha discernido y elegido en su corazón. A mí el Opus Dei no me enseñó nada acerca de la fidelidad a la Iglesia, y esa fidelidad la aprendí, en la doctrina y en la práctica, de muchos creyentes, laicos/as, religiosos/as, sacerdotes, que me comunicaron con libertad y verdad el amor a la Iglesia nacida de la Cruz de Cristo, fecundada en su Resurrección, enviada por el Espíritu en Pentecostés, a proclamar la Buena Noticia del Dios Vivo.

"Si el Señor no vigila la ciudad, en vano madrugan los centinelas, si el Señor no construye la casa, en vano trabajan los albañiles", dice el salmo: creo que es bueno considerar quién mora y cómo en la casa que es la Iglesia, para entender mejor cuál sea la sustancia del "celo por la casa del Señor" que ha de consumir a los creyentes.

Y si hablamos de tradición, y de "celo" por las cosas de Dios, me gustaría compartir el capítulo final de la Regla de San Benito, que se titula, bellamente, DEL BUEN CELO QUE HAN DE TENER LOS MONJES, Y DE LA CARIDAD FRATERNA, y dice:

"Así como hay un mal celo de amargura que separa de Dios y lleva al infierno, hay también un celo bueno que separa de los vicios y conduce a Dios y a la vida eterna. Practiquen, pues, los monjes este celo con la más ardiente caridad, esto es, "adelántense para honrarse unos a otros"; tolérense con suma paciencia sus debilidades, tanto corporales como morales; obedézcanse unos a otros a porfía; nadie busque lo que le parece útil para sí, sino más bien para otro; practiquen la caridad fraterna castamente; teman a Dios con amor; amen a su abad con una caridad sincera y humilde; y nada absolutamente antepongan a Cristo, el cual nos lleve a todos juntamente a la vida eterna".

Habla aquí la Tradición, en la transmisión fiel de la doctrina de la Iglesia de Cristo, ese es el Opus Dei "verdadero", la obra de Dios pura y santa: el mandato del amor que nos hace hermanos, que nos hace hijos, que nos lleva a la bienaventuranza, al encuentro con el Dios Vivo, el que nos ha creado y restaurado. Sancta discretio: discernimiento, en conciencia, en libertad, en fidelidad a la Verdad, que en Jesús el Señor se nos ha manifestado como amor extremo y fraterno.

Existen más que tres opciones a tomar respecto del problema del vínculo entre la Iglesia y la Obra, y hay una central, justo la que no mencionas: hablar en conciencia, buscar la verdad, obrar la justicia. Esas actitudes siempre plantean riesgos, ir más allá de lo aceptado, de lo que en ciertas circunstancias es la "opinión común", o al menos, la "dominante". No confundamos los tantos, y veremos "por dónde van los tiros", con el Opus Dei fundado por Josemaría Escrivá, y con las cosas que importan, porque son aquellas por las Dios nos pedirá cuentas. Saludos cordiales. Flavia Dezzutto, en nombre propio y en nombre de la WEB.



(de JLA)

Un buen amigo, ante mi solicitud de información sobre esta cosa, proporcionó esta dirección.

He estado un buen rato leyendo los distintos artículos, experiencias y, en definitiva, vuestas vivencias y no me ha quedado más remedio que escribiros porque me ha quedado una gran duda.

Ante tales despropósitos, cúal es a vuestro juicio el objetivo final de esta cosa, por supuesto al margen de los aspectos que tienen que ver con la religión, es decir cual sería el objetivo cívico de esta ¿secta?.

Espero que no os importune y que si podeis, me contesteis.

Animo para que sigais adelante en la tarea que habeis emprendido.

JLA


(de Ramón)

Estimada Ana Isabel:

Aunque no soy ni he sido de la opus, soy lector habitual y envío correos a la Oreja. Por eso me he decidido a escribirte, aunque mi contacto con la opus es más bien tangencial.

He leído tu comentario y el de otros miembros de la opus, que en general son bastante desabridos e irritados. Lo entiendo, porque sentís que la web daña algo que apreciáis, pero os rogaría que fuerais más allá y entendierais que muchos testimonios son tremendos, que muestran que hay muchas personas a las que su pertenencia a la opus ha causado mucho daño. Muchos de ellos han estado muchos años en la opus y saben de lo que hablan.

Algunos de los comportamientos que se refieren en ella son humanamente reprobables, y cristianamente rechazables (falta de calor humano, escrúpulos religiosos, clasismo, intolerancia...).

Otros entran dentro de la ilegalidad cuando no directamente del delito (no dar altas en la seguridad social, faltas a la deontología médica, acoso moral, ocultación y manipulación de datos personales, calumnias, daño a las personas en su puesto de trabajo, etc...) Todas ellas son tan importantes para un grupo cristiano, que como mínimo debieran ser oídas y escuchadas por alguien responsable de la opus. Sugiero que se cree dentro de la opus un relator que se ponga en contacto con los Orejas para escuchar estos testimonios, y poner remedio si es que se puede.

No creo que en ninguno de ellos hayas encontrado insultos, vejaciones o expresiones malsonantes, a pesar del sufrimiento de algunas. Tampoco nombres de personas y casi ni de lugares. Difícilmente se puede hablar de calumnias, o de difamación, y seguro que no lo serán si se pregunta a los implicados. ¿Alguien ha pensado en hacerlo?

Te recuerdo que cuando empezó la crisis de los curas pederastas, era cosa de cuatro histéricas. Ahora ha echado al traste el prestigio, la autoridad y las finanzas de la Iglesia católica en USA. Así que ojo, aunque evidentemente, no sea equiparable. Ten en cuenta que criticar lo malo no es destruir, es podar y contribuir.

Me irrita que ataques el anonimato de los escribientes. Mira: aquí no aceptan anónimos. La cordinadora, y muchos de los Orejas no lo son, como sabes. Yo sí escribo con seudónimo, pero tienen mi nombre, DNI y dirección, que gustosamente aporto a cada mensaje. ¿Por qué escribo con seudónimo? En primer lugar, porque mi nombre no importa tanto, si lo que digo tiene valor y sobre todo no es ofensivo. En segundo lugar, porque en mi profesión de médico, hay mucho opus y no son de la rama tolerante. Entenderás que no tenga ganas de que me partan la cara. Por otra parte, porque cuando tienes un contrato interino, es mejor no levantar la cabeza porsiaca...

Y yo te pregunto a tí: ¿por qué no se sabe quién es del opus y quien no? Me explico:

- ¿por qué si voy a un curso de informática no me dicen que ese colegio mayor es de la opus y los profesores numerarios que van a cazar?
- ¿por qué si la opus tiene numerosos locales tienen que pedirle gratis los suyos a mi tía "unas señoras" que quieren hacer un club y dar charlas?
- ¿por qué a mi primo le invitan a jugar al futbol y luego es para rezar el rosario?
- ¿quién paga al periódico ABC para que en sus páginas de huecograbado salgan las peregrinaciones a Torreciudad?
- ¿por qué en los clubes de la opus no se dice que son de esa organización, y su fin catequético?
- ¿por qué no se sabe qué medios de comunicación, colegios, editoriales, empresas, hospitales... son de la opus?
- ¿qué políticos son de la opus?
- ¿qué empresas, editoriales, medios de comunicación no son de la opus pero sus miembros, socios, consejo de administración Si?

Tu me dirás que si van a hacer el bien, da igual. Eso no es así, puesto que su fin es hacer proselitismo, su actividad se supedita a los fines de la opus y sobre todo porque la gente no lo sabe. ¿Si no hay nada que ocultar, por qué no se pone esa lista en la web de la opus?

En fin, muchos españoles y muchos cristianos esperamos que la opus cumpla aquello para lo que dice que está: para ser de Dios, no de sí misma.

Ramón


(De José Antonio) ¿Pensará ésta chica?.

Queridos amigos y enemigos:

He leído la reciente aportación de “una mujer al borde de un ataque de nervios”, que después de 33 años en la opus inmaculata nos envía una misiva muy propia de un sepulcro blanqueado... creo que superblanqueado...:-)

Y digo yo, así en plan reflexión fría, ¿pensará ésta chica que puede iniciarse una conversación insultando al prójimo?... ¿pensará ésta chica?... o se limita a ser felíz...

José Antonio


(de Eutimio) Un anexo a mi último -único- escrito.


Contaba en mi último y hasta ahora único escrito en esta web, un resumen resumidísimo de mis años (8) en el opus dei. Quería contar algo positivo de alguien que sí se enteraba (y ahora es sacerdote numerario). Era mi subdirector en el centro de estudios. Cuando le consultaba cualquier cosa él me preguntaba: "¿Qué edad tienes?". Y yo le contestaba: "18". "Pues ya eres mayor de edad así que haz lo que dé la gana". Probablemente será una excepción, pero era así.

Esta persona fue luego mi director en el último centro en el que estuve y fue sustituido por su antítesis. Un día me llegó con una carta que yo le había escrito a alguien diciéndome: "en las cartas no se escriben iniciales sino las palabras enteras". Todavía no he salido de mi asombro. Agradezco aquel cambio (claramente a peor) de director porque me ayudó mucho a ver que aquél no era mi sitio. Pensaba: ¿voy a ser como este tío cuando tenga su edad? Y me daba bajón. Y pensaba: ¿Y si soy como el anterior me mandarán a Roma como a él? Y bajonazo. Si hay algo que siempre tuve meriadianamente claro es que no tenía vocación de sacerdote y si me lo proponían diría que nones.

Tengo que decir que mi experiencia en general no fue nada traumática salvo un poco la salida (cosa que considero normal: también cuando se corta una relación de ¡ocho años! con una pareja hay un trauma). Pero veo que sí hay gente que sale en muchas peores condiciones. Al fin y al cabo yo sólo tenía 22 o 23 años (¡como tú ahora, Ena!). Bueno, tuve algunas malas experiencias pero no esencialmente distintas de las que he tenido después.

Esta página web me ha hecho pensar mucho. Ahora no tengo claro casi nada. La verdad es que antes tampoco. No sé qué parte del problema está en "el espíritu" y qué parte en "la praxis". Desde luego en la praxis veo (eso lo he visto desde que me fui y alguna cosa antes) claros errores.

Vaya rollo estoy metiendo. Saludos y a vivir que son dos días.

Eutimio


(de Galileo)

Testimonio de ENA

A fuerza de la costumbre de oír expresiones (dentro del opus Dei) cómo: “tiene que pitar este fin de semana”, “hay que insistirle hasta que se decida”, “que hable con el sacerdote a ver si escribe ya”, “este año tienen que pitar X” etc. puede que uno no perciba la aberración intolerable que encierra el relato de ENA cuando dice:

“Nada más montarme en el autobús me dijeron que la directora del centro quería hablar conmigo. Fui y empezó que si vocación arriba, vocación abajo… A las dos horas de darme la brasa me dijeron que quería hablar conmigo la directora de la delegación y … otra vez lo mismo: vocación arriba y abajo otras tres horas (me podía pasar el viaje entero hablando llegábamos al día siguiente a nuestro destino) y así estuve día y medio hablando. Cuando llegué al lugar en cuestión tuve que pasar a hablar con el sacerdote y ¿os podéis imaginar de lo que me habló? Exacto: de vocación. Y no sé muy bien si por el cansancio o porque no quería escucharlas más. Escribí la carta (yo creo que por desesperación).”

Estamos hablando de que tres personas adultas se turnaron para “convencer” a una chica de 15 años. Si eso es una llamada personal de Dios al opus Dei, dónde las puertas están medio cerradas y hay que empujarlas para entrar, yo soy Galileo Galilei de verdad. Es captación sectaria pura y dura, con la participación directa de una directora senior y un sacerdote.

¿Dónde está el discernimiento a la llamada personal de Dios? Que esas cosas pasen en los años 90 resulta increíble, y que ahora nos vengan con las 500 vocaciones, y con las presiones y “santas” coacciones que conlleva esa meta, es patético. Me ha entrado una santa indignación...

Un abrazo a todos,

Galileo


(de Brisas)

Iba a responder al cariñoso escrito de Ana Isabel del pasado domingo pero después de leer las contestaciones que ha tenido, pienso que ni me molesto.

Quiero felicitarlos a todos, especialmente a Aquilina y a Emevé. Emevencita, tu réplica ha sido magnifica, en serio.

Un abrazo
Brisas


(de Curiosa) Zigzag22
Destino San Sebastián-Donosti
¡Atención!-Kontuz

Hola amigas/os de la web opuslibros.org.

Me destinan fulminante a trabajar en San Sebastián y no conozco a nadie. ¡AAAAYYYYYYYY!!!! ¿qué va a ser de miiiiii?

Así que, me gustaría, si hay alguien que tenga la sana costumbre de frecuentar esta web y que me quiera brindar su amistad, se ponga en contacto conmigo. No conozco a nadie en La Bella Easo. ¡¡¡Buaaaaaaa!!!!

Estoy dispuesta a ir en patines, montar en globo, comer chuletón en una sidrería, pasear en bicicleta, bucear en la isla de santa Cristina, ir al cine, regatear, ir al Kursaal, bailar valses (que ahora están de moda en ahí), etc. Bueno que me apunto a un bombardeo, ¡vamos!

Interesados en mi persona, pidan mi e-mail a los orejas.

¡Fridaaaaaaaa!!!! no cumplas más años. Pierde el miedo a volar y ven a San Sebastián que es muy chulo; nos vamos a la playa de la Concha. Andiamo!!!!!!

Curiosa, en el destierro


(de Carmen Charo)

Hola a todos!

Acabo de leer el último escrito de Ebe (La obra como revelación) y tengo que decir que me he quedado maravillada, y se lo agradezco infinitamente. Desde luego, cada uno tenemos nuestro papel en la vida y tengo que agradecer a Dios la lucidez que os ha dado a muchos para dar explicación de forma ordenada y clara a la gran mentira que hemos vivido.

Yo soy más de las escuchadoras personales que de las analistas y razonadoras de grandes teorías. Bueno, no viene al caso. Todos somos importantes y necesarios. Esta es la maravilla de la web, es como un gran gabinete psicoterapéutico, donde todos aportamos ingredientes importantísimos, y todos salimos adelante. Aqui nadie gusta del rejalgar por haber vuelto la vista atrás, sino más bien, hemos aprendido a saborear la Vida. De cualquier forma, el escrito de Ebe, me ha producido también escalofríos.

Ultimamente también por otros escritos va quedando patente la gran aberración que es la obra. Yo hace tiempo que estoy convencida de ello aunque me cuesta creer que tanta mentira y tanto daño hayan sido premeditados. La obra es una burla y estoy segura de que la veremos desmoronarse en unos años.

"Dios está empeñado en que se realice..." eso si fuera cierto que Dios tuvo algo que ver en su creación y en su desarrollo. ¿Qué va a pasar cuando no se sostenga, cuando sólo queden unos cuantos ancianos que no se puedan valer? Yo estoy segura de que voy a poder presenciarlo en esta vida.

Hace unos días me escribía un exlegionario de Cristo y me decía que el vaticano había abierto una investigación independiente sobre las denuncias habidas contra su fundador. ¿No debieramos hacer nosotros lo mismo? Creo que debiéramos denunciar cada uno personalmente el abuso que se ha cometido con nuestras vidas, el daño moral, psicológico y físico que nos han inflingido. Quizá algún abogado sepa por dónde empezar. Yo estoy dispuesta a ser la primera ya que he dado a conocer también mi verdadera identidad.

Un fuerte abrazo y gracias de nuevo por la aportación de cada uno, todas valiosísimas.

Carmen Charo




 

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Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?