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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 28 de Junio de 2006



Documento interno. Control supernumerarios y cooperadores.- Webmaster

Control de supernumerarios y de cooperadores del Opus Dei

Ficha de control de supernumerarios = s

 Ficha control de supernumerarios

 

Ficha de control de cooperadores = cp

 Ficha control de cooperadores

 

Nota de OpusLibros: se incluyen dos datos de conciencia: si se confiesa (CF) cada semana y si acude a la dirección espiritual (Ch, para los supernumerarios y desr para los cooperadores). Luego, se registra si asiste a los Círculos (ces), al Curso Básico de formación humana y cristiana (Cur.Bás.), si hace la aportación económica (Ap.), si asiste a los retiros mensuales (rt), al retiro trimestral para sólo supernumerarios (rti) o a la meditación para sólo supernumerarios (med), al curso de retiro (crt) y a la convivencia (cv) anuales.





La obsesión por el control, en el Opus Dei.- Trinity

            Mi agradecimiento a Marcus Tank por su impresionante estudio sobre la labor fundacional de José María Escrivá. Otro de los aspectos que destaca es el contraste sobre su predicación acerca de la libertad y su tendencia a controlarlo todo.

 

            Se ha escrito mucho estos últimos días sobre los informes personales. Me pide un amigo que os cuente que en un Centro de labor con universitarios (ésa que se hacía en la Obra antes de que se dedicaran a los niños) el Consejo local debía rellenar y mandar todos los meses a la Delegación un impreso tamaño folio en el que se detallaba cómo habían vivido los adscritos una serie de virtudes y normas. Incluía un apartado “c” que se refería a la castidad. Allí se ponían el número de caídas (pecados) que había tenido el interesado durante ese mes. También existían apartados sobre cumplimiento de las Normas, estudio, apostolado, corrección fraterna, etc. Esta práctica era habitual en aquella Delegación, pues los impresos se los enviaban desde ella. Luego dejó de hacerse porque no lo ha visto en otros lugares. A él le extrañaba un poco esa práctica, pero dice que, como era un ignorante salido del ateísmo, carecía de suficiente madurez de conciencia como para valorar ese tipo de prácticas “cristianas”; pensaba que eran normales en las organizaciones religiosas (quizá esto les sirva a Black y a Federr para entender por qué algunos participaron de buena fe en una práctica cuya inmoralidad desconocían).

 

            Además de ese tipo de informes relativos a cuestiones personales, se pueden mencionar los informes colectivos mensuales sobre la asistencia a los medios de formación de las distintas labores apostólicas, los resúmenes sobre actividad pastoral de los sacerdotes (número mensual de confesiones, charlas de dirección espiritual, meditaciones, retiros, cursos de retiros, clases, homilías, misas, etc., dirigidos a chic@s de san Rafael, cooperadores/as, numerari@s, agregad@s, supernumerari@s y sacerdotes) y el control de los supernumerarios y cooperadores.

 

            Para que el lector pueda hacerse una idea más concreta, copio una ficha de control de supernumerarios = s (la de color amarillo) y otra de cooperadores = cp (la de color blanco). Como puede verse, ahí no se incluyen más datos de conciencia que si se confiesa (= CF) cada semana y si acude a la dirección espiritual (= Ch, para los supernumerarios y desr para los cooperadores). Luego, se registra si asiste a los Círculos (= ces), al Curso Básico de formación humana y cristiana (= Cur.Bás.), si hace la aportación económica (Ap.), si asiste a los retiros mensuales (= rt), al retiro trimestral para sólo supernumerarios (= rti) o a la meditación para sólo supernumerarios (= med), al curso de retiro (= crt) y a la convivencia (= cv) anuales.

 

 

 

            Mal asunto: cuando necesitan tanto control es porque falta el Espíritu, la libertad, la confianza: la mística, que decía E.B.E. en su correo sobre los planes quinquenales. No me extraña que Raimon Panikkar explicara que se fue de la Obra cuando ésta dejó de ser “un grupo de amigos con un ideal: vivir el Evangelio (del cual estoy cada día más enamorado) en la vida” y “se institucio­nalizó y su fundador aspiró a convertirlo en organización” (entrevista en “XL Semanal”, 973 [18-24.VI.2006] p. 52). Como dice Doserra cada vez que critica ciertos modos de gobernar de las autoridades de la Prelatura, ¡cuántas energías malgastadas!

 

                                               Trinity

 





MAS SOBRE RECLAMACIONES JUDICIALES.- Alberto Moncada

Algunos me han preguntado por qué yo, que soy persona conocida, no inicio ese camino de reclamaciones judiciales. Yo hice, en su momento, lo que pude. A poco de salir me entrevisté para pedir me devolvieran lo que había aportado. Ni él ni la ley estaban a mi favor.

 

Tampoco podía alegar daños. El opus, todos lo sabemos, es clasista, además de machista y yo había disfrutado de un status peculiar, como hijo de familia pudiente, con  “peculio” y libertades que me servían para llevar una doble vida que me salvó, creo, del desequilibrio mental. Nunca fui de entera confianza, nunca fui director salvo a nivel local ni nunca me propusieron ser cura. Yo servía para sacar dinero y para montar tinglados, él último la Universidad de Piura, que, para el mando, era la manera de utilizarme y retenerme, con halagos hasta que la cuerda se rompió. Nunca tuve problemas psíquicos aunque los presencié y fue una de las razones para abandonar aquella casa de locos que era Daniel de Urrabieta 16, en Madrid, donde estaban pirados casi todos. Como cuento en “Los Hijos del Padre”, una mañana cargué el coche y sin más me largué, dejando solo el cilicio y las disciplinas.

 

He conocido diversas negociaciones entre el opus y los ex y con tal de que no haya escándalo, el opus concede compensaciones, pero son  graciosas, no fruto de decisiones judiciales, que es el paso que debería darse ahora, a mi juicio.

 

A tal fin hemos encontrado una abogada especialista que se brinda a llevar esos casos y el que quiera contarle el suyo, que pida a Agustina su correo. Es una persona discreta y eficaz.

 

Tal como lo veo yo, esta es la posible lista de  DAÑOS Y PERJUICIOS RECLAMABLES:

 

- Recluta precoz. Aprovecharse de la minoría de edad y circunstancias para lavar el cerebro y conseguir que los niños entren en una vida regulada al extremo, antinatural y peligrosa para el equilibrio mental. Violación de la patria potestad.

 

- Apropiación de bienes, herencias y salarios

 

- Para los trabajadores internos, no acceso a los derechos de la seguridad social general o acceso en condiciones precarias.

 

- Coacciones permanentes.

 

- Daños físicos y mentales, apoyados en certificado médico e historia clínica.

 

Pienso que también podrían reclamar familiares de los ex, sobre todo si éstos están incapacitados o incluso en caso de suicidio.

 

Alberto Moncada





La confesión y la fe en el Opus Dei.- Rocaberti

Hola a todos:

La confesión es un tema muy serio dentro de la concepción católico romana de la salvación.  Es  el sacramento a través del cual se canaliza de forma ordinaria el perdón de los pecados. Visto así es una maravilla como dice Satur, pero, a veces, el entusiasmo intenta camuflar el gato por la liebre, algo que en la Obra es pan de cada día. Desgraciadamente, la confesión sirve para que los sacerdotes tengan acceso a  lo más profundo de la intimidad de la gente, y abre la llave para poder influir en cada uno. Por esta razón me parece que unicamente quien se acerca al sacramento debe decidir con quien se confiesa. Bien, pues la Obra se ha inventado una praxis que contradice este principio.

Unicamente los sacerdotes de la Obra tienen las cualidades precisas para poder confesar a los socios de la Prelatura, y esto por qué. Por varias razones: no es bueno que nadie ajeno se meta en la intimidad de un socio, ya que podría sugerir ideas que fueran perjudiciales para la Obra, aunque pudieran favorecer a la persona en concreto, pero lo que importa no son las personas, que entran y salen: o se van o se mueren, sino el Opus; La confesión representa uno de los medios más eficaces para influir, y también manipular, a la gente. Todos hablamos de la persona que nos invitó a hacernos de la Obra, pero olvidamos que esta persona fue un "mandao" del consejo local, y que allí se coció nuestra vocación, con una intervención decisiva del "cura". Además a través de la confesión el sacerdote nos fue envolviendo. Una vez dentro, todos podemos  recordar la  falta de libertad y expontaneidad de los consejos dados en la confesión. Todo estaba manipulado.  

Otra razón es que si cada uno se confesara con quien quisiera, especialmente con sacerdotes que no fueran de la Obra, aumentaría el clima de descontrol interior, la laxitud y había una gran libertad, ya que los directores perderían el poder de controlar la salvación de las almas de los socios, y cada uno la buscaría por su cuenta, y esto sería una catástrofe para la organización, tal como está planteada. Os imagináis si nos confesamos con el cura de la parroquia de que tenemos falta de fe en que el Prelado sea la voz de Dios, el pobre cura pensaría que estamos locos, nosotros y el Prelado, y seguramente nos tranquilizaría diciendo que podremos encontrar a Dios en nuestra conciencia y en la revelación, pero no en las palabras de un hombre, incluso podría indicarnos que esta forma de proceder es como una idolatría, ya que poníamos a Dios en lugar de un hombre, por muy sucesor del Monseñor Escrivà que fuera. O sea que  todo se iría al garete.

Otra razón también sería mantener una imagen de perfección, especialmente en temas de castidad, en los ambientes eclesiásticos. Me ha sorprendido lo que he ido leyendo sobre cómo algunas personas han vivido este tema. Yo fui un pardillo, pues en veinte años, me esforcé como un jabato en este tema. Jamás hubiera pensado que algunos hermanos míos se iban de picos pardos. Lo sabía de algún supernumerario, pero jamás lo pensé de un numerario o agregado. No lo critico, pues mis primeras experiencias en este campo han  sido después de los cuarenta, y lo considero una chorrada. Además de que me sirvió, con la manga ancha que ahora tengo.

En resumen, mi tesis es que la confesión puede ser útil si el penitente la vive como un medio de liberación, pero tal como se vive en la Obra se ha convertido en un medio para tener bien cogidos, por abajo, a los miembros de la Obra, y de aquí la insistencia de este tema que nunca cambiará, pues es esencial en la estrategia de poder opusdeiana, que sirve para relativizar todo aquello que no es  provechoso para la Obra, y en cambio magnificar aquello que a la Obra le interesa. Desconozco cómo funcionan las chicas, pero supongo que para ellas, el acercarse al sacerdote, alguna vez, debe representar un tormento, ya que es la  única carta que él puede utilizar para comerles el coco de forma personal.  ¡Viva la libertad!

Rocaberti





¿Y los medios sobrenaturales?.- Black

Muchos de los testimonios ahondan en la mala fe y en las intenciones materiales y ocultas que desde la parte alta de la pirámide de la Caja Negra –buena expresión- llegan hasta los más sencillos de la base. Son muy diversos los temas en los que supuestamente tienen o pretenden tener el poder material: la conspiración con los informes para que unos pocos tengan controlados a muchos, el sistema macroeconómico que llega hasta el billete del autobús de un numerario de Soria, el intento de control informático que pesa sobre iniciativas anti-cosa como esta web, las listas de candidatos a dar o colaborar con iniciativas apostólicas, la continua publicación de textos para la recta y correcta formación de sus miembros… todo esto y mucho más. Todo siempre muy material: lo que importa es el poder, sobre todo el poder económico. ¿No tenía la cosa nada de “espiritual” o “sobrenatural”?

 

Cuando estábamos en la cosa no era infrecuente la aplicación de medidas sobrenaturales que adoptábamos para conseguir un fin, por ejemplo apostólico –que Rhodo pite de numerario: encomiendo- o económico –que voy a hablar con el Marqués de Matarrubias para pedir un dinerillo: encomendamos todos- o de cualquier otra naturaleza –que operan de cataratas a la abuela de Satur: encomendamos también-. Pero no todo era encomendar. Las carnes también sufrían.

 

En una de las crisis de uno de los indios de mi centro vino el dire con su habitual prudencia y me comenta: “encomienda a Neptuno, lo está pasando mal, si te parece ofrece una mortificación extraordinaria, así lo haremos todos los del centro” (viva la libertad personal y la iniciativa propia. ¡Viva!). Con todo el buen espíritu del mundo esa noche sonaban las carnes con mayor o menor intensidad, pero sonaban. Paréntesis. Pocos o ninguno deja la cosa por la mortificación corporal. Con algo de espíritu cristiano que se tenga se entiende la mortificación en general, que sea de mayor o menor intensidad depende de cada uno y de cada espíritu. Cierro paréntesis. El caso es que paseé por el centro por algún motivo justificado y, estando cerca de la habitación del director – algo más apartada de las del resto-, oí como sus carnes rompían el tiempo de la noche. Se te helaba la orín de la vejiga. Qué salvaje. No era simulado. Algunos dirán que darse así es hasta pecado, puede ser, pero no es el tema de hoy.  

 

Con esto cierro el círculo: de un lado toda esa mala fe o mala leche, control material y económico, poder sobre los demás, estar encima de la pirámide… De otro el marcado carácter, digamos, no-material con el empleo de medios “no-agradables” (qué dolor) que parecen incompatibles con la supuesta búsqueda de bienestar. Y el dire era muchas cosas pero de tonto tenía poco. Pesado un rato.

 

A los que hemos vivido situaciones parecidas a esta, y a los que hemos sido primera persona en situaciones parecidas a esta –que somos muchos de los que viajamos por aquí- esto no nos puede cuadrar con las críticas materialistas que algunos exponen. Sí pero no. Al menos merece un analísis mas profundo. Y esto no son hechos, es una opinión.

 

Black





Ponderación y verdad: comentarios a la entrevista de Agustina.- Rous

He escuchado la entrevista radiofónica que le hicieron a Agustina en Radio Euskadi y creo que es la mejor imagen de esta web: ponderación, verdad y afán de ayudar al que lo necesite. Me ha encantado el tono de sus respuestas, su serenidad, su buen juicio y sobre todo la total ausencia de eso que algunas veces nos achacan: revanchismo. Se palpa el respeto hacia las personas, que comparto absolutamente. Pero también tenemos obligación, no sólo derecho, a denunciar todos los fallos de una estructura que genera tanto descalabro emocional en gente que se entregó generosísimamente a una misión supuestamente divina. El análisis de Agustina es tan bueno que sobran mis palabras. Sólo quiero recomendaros escucharla y agradecerle a ella su implicación desinteresada en esta labor.

Rous





El 'numerario chulito'.- Karel

En la Opus que yo conocí había tres tipos de numerarios crack: el terminator, el más-chulo-que-un-ocho y el chulito-de-pura-cepa.

La especialidad del numerario terminator era coger un criterio, ponerlo al microscopio (o llevarlo a la oración, que las dos medias horas dan para mucho) y extraerle las consecuencias prácticas más enrevesadas para exponerlas al hilo de las preguntas del examen del círculo breve. Recuerdo a uno que advirtió severamente contra la costumbre -que se estaba infiltrando subrepticiamente entre los del centro- de mirar por la ventana mientras se rezaba el rosario. Lo típico, estás dando vueltas como un jodido tiovivo, y de repente te paras junto a una ventana y echas un vistazo a la calle... "Ahí, ahí: ¿qué nos puede interesar de la calle? ¿Adónde lleva esa curiosidad? ¿No nos toparemos
alguna vez con una vecinita en el edificio de enfrente que nos llame la atención?".

El numerario más-chulo-que-un-ocho respondía al perfil de tipo bien plantado, con más cara que espalda, de los que van con garbo por la vida y sobrado de confianza en que merece la pena arriesgar (porque lo peor que te puede ocurrir es que te mueras y-para-nosotros-la-muerte-es-vida...). Solía ser un tipo simpático y con un denominador común invariable: gran capacidad de reírse de sí mismo. Conocí a varios. Eran de esa gente con cuyas virtudes, por así decir, te vestías interiormente: te hacían sentirte orgulloso de ser del Opus Dei; pensabas que algún día la gracia supliría a la naturaleza y te parecerías a ellos.

El numerario chulito-de-pura-cepa era idéntico al modelo anterior salvo en la capacidad de reírse de sí mismo. Mala cosa. Espoleado por la buena fe y ardiendo en celo por las almas, se sentía tan seguro en el trono de la gracia de estado (bueno, el trono era casi siempre un sillón con orejas en una sala del centro) que acababa pasando como un pánzer por encima de las susodichas almas.

Años ochenta. Era yo adscrito y en la charla había comentado que una de mis hermanas creía -y practicaba- que el sexo enriquece el noviazgo. Que la encomendaba, vaya. El numerario chulito-de-pura-cepa archivó el dato. Dos semanas más tarde, al concluir los consejos prácticos -o sea, el examen particular- se debió quedar con la duda de si me habían quedado claros los conceptos, así que remachó ilustrativamente: "De que tu hermana sea una puta tienes tú la culpa por no cumplir las normas". Entonces descubrí lo que significa el término "estremecimiento": una descarga que te recorre desde el occipucio hasta la punta de los pies. No sé qué me dejó más paralizado: si que llamase puta a mi hermana o la increíble asociación de ideas que el tío se había sacado de la manga sin cambiar el gesto. Pocos años después perdió el sillón con orejas, la gracia de estado y la pasión por las almas: dejó de ser numerario.

En el centro de estudios conocí a otro ejemplar. No estaba en el consejo local, pero era un poco más mayor que el resto y daba charlas, recibía confidencias, tocaba la guitarra en los festivales, era superhiperapostólico, siempre tenía anécdotas y las contaba con mogollón de gracia... Eso sí, como buen chulito-de-pura-cepa le podía la vanidad y, si surgía la ocasión, te enseñaba cualquier página de su agenda, garabateada de arriba a abajo con todas las gestiones apostólicas o de aop de ese día. Lo peor, con todo, es que nutría las filas de los que se sienten en la obligación de hacer el bien a diestro y siniestro, aprovechando cada minuto. Una de sus maneras de cumplir con tan noble ambición era soltar pullas sin ton ni son: al cruzarse contigo en el rellano de una escalera, por ejemplo.

Como mi condición de numerario arrastrado era evidente -en quince años no me pitó ni una pobre alma-, conmigo ejercía la dirección espiritual de rellano cada vez que podía. Me imagino que después de meterme el rejón se iba contento pensando que ya había hecho algo útil entre la oración de la tarde y la cena...

Años más tarde volví a encontrarlo en un curso anual. Yo subía al oratorio y él bajaba desde esa planta. Según se acercaba percibí cómo se le iluminaba la mirada: le excitaba vislumbrar una nueva ocasión de sembrar con el mínimo desgaste... "Chaval, que te veo meditabundo... ¡A ver si espabilas de una vez, que llevas una caraja...!". Me rebelé interiormente y respondí: "Es que no sabes, tío: me han propuesto irme a Canadá a hacer la labor y tengo una semana para contestar. Comprenderás que no dejo de darle vueltas...".

Era mentira, claro, pero al tío le cambió la mirada. "Oye, te entiendo: pero piensa que esas cosas siempre compensan: al principio cuestan, pero imagina el bien que puedes hacer...". Siguieron cuatro días gozosos: me miraba como alguien que estaba a su altura -"lo que debe haber cambiado este hombre para que le quieran enviar a un país correoso...", debía pensar-, me hablaba con naturalidad y sin pullitas... Fue fantástico. En la charla fraterna debió comentar que me estaba encomendando especialmente para que viese claro y reuniese las fuerzas para decir que sí, que me iba a Canadá. El director le miró ojoplástico y le hizo salir de su error: "¿A Canadá? Pero si a este tío le enviamos a un apeadero en Navalmoral de la Mata y deja de crecer la hierba..." Se cogió un rebote o globo del doce. Me dejó de hablar.

No volví a coincidir con él. Un año más tarde dejó de ser numerario: en una de esas actividades sociales hiperapostólicas con las que llenaba su agenda había conocido a una numeraria y, oye, lo que hace el roce: matrimonio de duberarios. Igual en la cena se sueltan pullas para no perder la forma...

Karel





El obispo prelado vitalicio.- Nacho Fernández

EL OBISPO PRELADO VITALICIO

 

 El 14 de junio del año 2007 cumplirá 75 años el prelado del Opus Dei, monseñor Javier  Echevarría Rodríguez.. Se trata de un edad en la que los obispos diocesanos, titulares o auxiliares  y todos los altos cargos de la Santa Sede deben presentar la renuncia a su cargo al Santo Padre, de acuerdo con el Código de Derecho Canónico, pero la Obra fundada  por San Josemaría es distinta hasta para eso, pues sus sucesores directos en el cargo son vitalicios. Monseñor Echevarría es obispo titular de Cilibia y cada año ordena a un grupo de más de 30 miembros de la Obra.

 

No hace mucho se supo que Juan Pablo II se planteó dimitir como Papa pocos años antes de morir, pero al final decidió continuar en el cargo. Hubiera significado una revolución dentro de la Iglesia. ¿A que no se atreve a dimitir monseñor Javier Echevarría? Se aferrará a las normas establecidas por su fundador para justificar su postura y dirá que ese es el espíritu fundacional. Recuerdo que cuando se aprobó la prelatura las notas de prensa de ésta hablaban de “obispo prelado”, pero luego no han vuelto a repetirlo.

 

En estos días se ha producido el relevo del cardenal Angelo Sodano al frente de la Secretaría de Estado del Vaticano. Ha sido sustituido por el arzobispo de Génova, monseñor Tarcisio Bertone. Para  el cambio se ha invocado el artículo 354 del vigente Código de Derecho Canónico, que establece que todos los altos cargos de los distintos organismos deben presentar la renuncia de su cargo al Papa, al cumplir los 75 años. En similares términos se pronuncia el mismo Código  en sus cánones 401 y 402 al referirse a los obispos diocesanos, obispos coadjutores y obispos auxiliares. A estos últimos se les concede una sede titular ya desaparecida, como a monseñor Echevarría.

 

Si observamos las normas por las que se rigen las distintas órdenes y congregaciones religiosas, el cambio o reelección del superior general se produce en períodos regulares de tiempo pero su mando no es para toda la vida. Claro, los directores  o jefes de la Obra escribaniana no les gusta hablar de ello y menos compararse con las personas que tienen este carisma religioso dentro de la Iglesia. Por ello, se pusiieron contentos cuando  hace casi veinticinco años fueron aprobados por la Santa Sede como prelatura personal, al tener que depender de la Congregación de Obispos y no de la de Religiosos e Institutos Seculares, como ha sucedido a los demás. Un caso de este tipo son los Legionarios de Cristo que tienen tan reciente actualidad por la decisión tomada por la Santa Sede y que afecta a su fundador, el padre Marcial Maciel.

 

Pero el Opus Dei es distinto. En mi mente se ha quedado el recuerdo de la vida del fundador San Josemaría. El solía decir sobre lo que internamente se llamaba “la intención especial” (la futura ordenación jurídica) que deseaba un tranvía al que no se pudiera subir nadie. También hablaba de una barca a la que no se pudiera subir nadie. Con ello el santo aludía a que cuando el Opus fue el primer instituto secular aprobado por la Santa Sede después vinieron “otros” que utilizaron fórmulas parecidas a las de los religiosos. Hasta el año 1982 numerarios y agregados de la Obra debíamos hacer votos de pobreza, castidad y obediencia, “según el espíritu del Opus Dei”. Escrivá repetía una y otra vez “no quiero ni votos, ni botas, ni botines, ni botones”. Su deseo se llevó a efecto cuando el Opus de convirtió en prelatura personal. Sus seguidores dicen que tratan de vivir todas las virtudes cristianas. Para ellos, la pobreza, la castidad y la obediencia, son unas virtudes más.

 

No hace mucho dije que monseñor Javier Echevarría Rodríguez es “la maravilla de las maravillas”. Aludía al hecho de que con 21 años era doctor en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Santo Tomás de Roma y con 23 en Derecho Civil por la de Madrid y la Pontificia Lateranense de Roma. Todo ello lo compatibilizaba con ser secretario de su fundador. Eso se llama aprovechar el tiempo.

 

Ahora va a convertirse en un caso especial. Es obispo titular de Cilibia (diócesis desaparecida) pero su cargo tiene carácter vitalicio. Goza de una situación parecida a la del Papa, que está en el cargo hasta la muerte. Los opusianos hablan en nombre de la Iglesia, pero en la Iglesia los obispos no son así, vitalicios.

 

NACHO FERNÁNDEZ 





Sobre la entrevista a Agustina.- M.M.

Queridos miembros y lectores de Opuslibros:
 
He escuchado con sumo interés la entrevista a Agustina López de los Mozos en Radio Euskadi y, ciertamente, me parece muy importante que se sepa la verdad, para que la gente tenga conocimiento de causa, si llegara a tener trato con el Opus Dei. Pero me interesan especialmente algunas cosas que se han dicho en la entrevista, porque me sirven para responder a dos personas:
 
- Emevé escribió, en su correo publicado el día 19 de Junio, que; "el tema en concreto (el de Carmen Charo) no es materia de esta web que es de “ex opus”, no de católicos, “ex católicos” y simpatizantes, y a lo mejor hay un foro mejor para tratar la conveniencia o no de ser católico". En parte, estoy de acuerdo con esta afirmación: Ciertamente, Opuslibros no es una web que tenga como una de sus finalidades, que yo sepa, conservar y o dejar de conservar "ovejas" católicas en el "redil" de la Iglesia; esto ya lo sé. Sin embargo, la misma Agustina señala, en su entrevista, que muchas personas que se salen del Opus se ven afectadas en su fe católica por lo que pasaron dentro de esa Institución (cosa que no me extraña demasiado) y a mí esto, como católica, sí me preocupa y me parece que puede y debe ser tratado en Opuslibros; Respeto escrupulosamente la libertad de la gente, pero eso no quita que el asunto me preocupe. Y habrá gente que me dirá: "pues no te preocupes, porque estamos bien"; me alegro mucho de que estéis bien, pero sería gravemente incoherente y egoísta por parte de los católicos despreocuparse frente a este asunto, ésa es la verdad.
 
Si Opuslibros denuncia (y lo está denunciando) que hay gente que abandona la Iglesia Católica por culpa del Opus Dei, esto es muy serio y merece atención, también en esta web, por parte de los católicos, aunque la gran mayoría no tengamos la autoridad del Papa y los Obispos. No deberías menospreciar la opinión de los católicos no opusinos, Emevé, yo creo que os interesa, o debería interesaros.
 
- En cuanto a ti, Nemo (correo del pasado Viernes 23 de Junio), te diré que no sé por qué estás tan seguro de que el Vaticano sabe todo, todito sobre el Opus Dei. Agustina deja muy claro en la entrevista que ni siquiera muchos de los que están dentro del Opus lo saben todo acerca de esta Institución; mucho menos van a saberlo quienes están fuera, pese a que hayan tratado con la obra durante años (comprobado por mí misma); y es posible que pueda incluirse en esto último a la Santa Sede; ¿Acaso no ha explicado Agustina que el Vaticano sólo recibió las Constituciones de la Obra, pero no su catecismo? Yo ya dije en un correo mío publicado el 19 de Abril que tengo muchas dudas acerca de lo que el Vaticano pueda saber sobre el Opus, porque esta Institución se guarda muy mucho de darse a conocer cabalmente; y lo mantengo.
 
Aparte de esto, no te ofendas, pero tu idea de citar a Stalin para criticar la actitud del Vaticano me ha parecido repugnante y miserable. En cuanto a lo que dices de Franco, no es esta la web indicada para comentar ese asunto, pero te aconsejo que dejes el tema quieto: En España tuvimos una guerra civil terrible y Franco no la ganó solo. 
 
Un cordial saludo.
 
M.M.




La Hermandad Secreta de Torre 2. La Magistral salida del Showba.- Alancourt

La verdad que en Torre 2 en Pamplona a principios de los 90 habia todo tipo de personajes curiosos.

Y asi pensando en esos personajes me acordé del extraño grupo formado unos misteriosos numerarios gallegos que aparecieron de repente en la Torre para comenzar aquel año lectivo 1990-1991.

De ese grupo, lo que más nos marcó a la Hermandad fue la extraña salida del Showba. Si alguien me pregunta el nombre del chaval la verdad es que no me acuerdo, pero si que tengo muy grabado como decidió una noche de diciembre abandonar el Centro de Estudios y no volver nunca más. Al dia de hoy todavía lo admiro por la forma magistral en que se largò para siempre...

Resulta y viene a ser que el 8 de diciembre de 1990 a eso de la doce, saliendo de misa en la parte vieja de Pamplona (no me acuerdo la verdad porque fuimos todos a misa allí) empezó a nevar copiosamente. Cuando llegamos al campus, estaba todo blanco, y a eso de las ocho de la noche cayó la temperatura y empezó a hacer mucho pero que mucho frío.

A eso de las 8.30 empezamos a oir unos gritos de guerra en el campus. La noticia corrió rápido, los tios del CM Larraona habian ido a declarar una guerra de bolas de nieve a los tios de  Belagua Fase I y Fase II. Pronto llegaron emisarios a las torres. Necesitaban refuerzos. Los niños bonitos de las Fases no era capaces de enfrentar a los “mangutas” de Larraona y necesitaban ayuda urgente.

Un grupo de aguerridos numerarios decidió ir al rescate de nuestros desafortunados compañeros de campus. El equipo de Torre 2 (sin consentimiento de los directores) lo lidereaba el Showba un gallego inmenso  (muy buena gente por cierto)  que con un grito de guerra salió con el batallón del Centro de Estudios. Según salió el primer grupo, Pablo, subdirector del Grupo II decidió parar la salida del segundo grupo. No habria más numerarios participando en aquel acto vandálico el cual no era propio de la aristocracia de la inteligencia. Hubo protestas pero era que no. Que no saldria  nadie más. Además decidió mandar a un secretario de grupo a obligar al retorno del resto de los numerarios involucrados en la batalla de bolazos de nieve.

Al poco rato retornó el grupo. El secretario tenia la cara más roja que un tomate de la venguenza de tener que hacer retornar a ese grupo de numerarios del campo de batalla. Pablo, más recto que un mastil ,  mandó a todo el mundo a la cama (esta noche todo el mundo castigado sin examen de conciencia) y procedio a cerrar con 7 cerrojos la puerta de la torre encerrando a las 120 almas que viviamos alli,  privándonos del espectáculo dantesco de la lucha de bolas de nieve.

Camino a mi habitación veo al Showba ataviado con su ropa de combate. Me dijo en bajito que la batalla iba a seguir y que Pablo no lo iba a parar.

No le hice mucho caso. La Hermandad se iba a juntar esa noche (era viernes) y el follón de la batalla de nieve cubria nuestras voces para seguir en nuestra partida.

De repente oímos un alarido y desde nuestra ventana del piso 7, vimos como el Showba emergia de la Torre I armado con bolas de nieve por todos lados (al parecer habia un tunel que conectaba ambas torres, aunque ese lugar por más que lo buscamos nunca apareció).

Todo Torre 2 se asomó a ver el espectáculo. Pablo abrio la puerta de la Torre y le insto a entrar. Showba dijo algo en gallego que no entendía, le tiró un potente bolazo al subdirector (que por supuesto le impacto) y se perdio en la noche. Nunca más volvió.

Se decia por lo bajini que el chaval se habia vuelto loco. Pocos dias después la Hermandad pudo comprobar que aunque estaba loco para los estandares de Torre 2, el hombre andaba muy cuerdo paseandose por el campus con una preciosa rubia.

Desde ese dia lo sigo admirando… por su genial fuga, y por haber logrado buscar el consuelo con aquella belleza que lo acompañaba el dia que lo vimos…

Best Regards,  

Anticuario (registrado como Alancourt)

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Gracias Ana Azanza.- Juanjo

Gracias Ana Azanza,  por haber escrito ese libro de testimonio, tan valiente, tan clarito.

Me gustaria poder tomarme un dia un cafe, o dos! contigo y charlar sobre todo esto.

Otra vez, gracias.

Saludos, Juanjo





Para Irínida, Margarita y Lázaro.- Supo

Queridos todos.

Irínida ha enviado un mensaje, que ya ha tenido respuestas, bastante fuerte. Desde aquí quiero decir que puede salir adelante y que cuenta con nuestros apoyos y oraciones. Ahora quiero añadir otro tema. Vivimos en un mundo fuertemente virtual (buena prueba de ello es esta página web), sin embargo, muchas personas necesitan apoyo no solo virtual sino también material (no hablo de dinero, sino de poder conversar con alguien tomando un café). Estamos ante un dilema: confidencialidad frente a mundo virtual. Este mundo virtual nos permite mantener nuestro anonimato (aunque alguno Mjm) se ha lanzado a dar su nombre (pero sus circunstancias son muy diferentes a las de otros), sin embargo, algunos nos gustaría poder hablar cara a cara con otros, sobre todo con aquella personas que como Irínida lo necesita. El problema es que no sabemos ni siquiera dónde viven. ¿Qué podríamos hacer?

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Para Margarita:

Dos cuestiones. ¿Has dicho a tu directora que has participado en esta web? No creo que les haga mucha gracia que un miembro mire esta página.

Segunda: ¿puedes explicar qué significa "lo de presionar tanto". ¿Te has preguntado a ti misma si amas a tu hijo por ser una persona o por ser del Opus lo amabas más? Cuidado con la respuesta que una u otra significa mucho. Sé que no es comparable, pero recuerdo una frase del Evangelio: Las prostitutas os antecederan en el Reino de los cielos. Lo importante es amar no estar en el Opus.

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Estimado Lázaro:

Supongo que para un numerario no autorizado mirar esta web debe ser pecado, según los directores (que no los diez mandamientos). Así que si ya te has acercado es porque tienes bastante clara tu marcha. Reitero los consejos dados:

No digas nada a nadie. Contaré lo siguiente como ejemplo. Cuando pensaba en marchaba, como tenía que buscar un sitio para vivir, se lo comenté a un amigo que vivía solo en un apartamento lo bastante grande como para los dos. Me dijo que tendría que consultarlo con sus padres que eran los que pagaban el apartamento. No lo consultó con ellos, sino que se fue corriendo a un centro de la obra y le dijo a un numerario que yo me quería marchar. De esta forma, la liebre saltó antes de tiempo. No me trajo complicaciones porque había hablado ya con los de la Delegación y con el director de mi centro, pero el asunto es mejor que no lo sepa nadie.

Para ahorrar: mira cómo puedes desviar algo del dinero de tu trabajo a otra cuenta. Por ejemplo, si trabajas en una oficina, te abres otra cuenta en otro banco y le dices al de personal de tu oficina que a partir de ahora te pase la nómina a esa nueva cuenta.

Me parece que no vives en España. Tendrás que valorar si puedes vivir en la ciudad en la que estás.

Sigue viviendo con normalidad antes y después de marcharte.

Si ya has pensado en marcharte, debes marchate porque si te quedas algún día deberías decir que has tenido tentaciones contra la fidelidad y a partir de ese día no volverán a confiar en ti. No se cumple el asunto de que hay más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente que por cien que no necesitan pedir perdón. Eso en el Opus no se cumple más que de forma cariñosa con un numerario majo en el momento de hacer la charla, pero después no sé que pasa. Debe ser el tema de los informes esos, que por cierto después de seis años en la Obra no supe que se hacían, quizá porque nunca había llevado la charla de nadie.

Supo





Respuesta a Agustina y comentario a Satur.- Sevillano

Pues sí, supongo que tiene razón Agustina en lo que dice en relación a mi propuesta de convertir esto en un foro: Quizás fuera ponérselo demasiado fácil al Opus...

Me ha parecido muy divertida la última intervención de Satur. Y sí, el Opus es una secta, claramente. Sin embargo, acaba diciendo: "uno se queda con la Iglesia, pero sin partecitas, sin grupitos que me vendan seguridades de “Avón llama“, y que me ofrece lo único que debe ofrecerme la Iglesia: el conocimiento de que ya estamos salvados –porque esa es la primera misión de la Iglesia, el anunciar la salvación gracias a Jesucristo- , y el camino para alcanzar la alegría, pero sin exclusividades de buen pastor, a través de esa maravilla que es la confesión y los sacramentos" (subrayado mío).

El problema que le veo a esto es que es protestantismo puro. Eso de que "ya estamos salvados" me parece protestantismo puro. Si las obras no cuentan, estamos con la "sola fides" y Lutero. Digo "las obras", no "la Obra", naturalmente.

A mi este asunto me interesa, aparte de que eso de considerarse "salvado" me parezca totalmente pueril, porque tengo la sospecha de que el catolicismo tiene la batalla perdida frente a los protestantes. Quizás también por las conexiones tan estrechas que hay entre protestantismo, capitalismo y democracia, y el buen estado de salud (hasta donde podemos ver) de estos dos últimos.

Sevillano




 

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