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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 18 de Septiembre de 2006



El Opus Dei no pide vocaciones, las inventa.- Doserra

El Opus Dei no pide vocaciones, las inventa – Doserra

 

Me han llamado la atención las palabras de Benedicto XVI, el jueves 14 de septiembre, al encontrarse con los sacerdotes y diáconos de Baviera. Parecía como si estuviera refiriéndose al abuso que se viene perpetrando en el Opus Dei en su pastoral vocacional, del que traté hace un mes al hablar del sacerdocio en la Obra.

 

En el susodicho encuentro, Benedicto XVI manifestaba que una de sus mayores preocupaciones para la vida de la Iglesia es la falta de vocaciones. Pero advertía que esto no puede llevar a intentar conseguirlas al modo como las empresas persiguen sus objetivos: Cristo «no pidió ir a llamar voluntarios o a organizar campañas de gestión de empresas para encontrar nuevos reclutas». Al comprobar que la mies es mucha, pero los obreros son pocos, lo que hizo Jesús fue invitar a rezar al Dueño de la mies para que envíe obreros a su mies. «Tenemos que rezar a Dios, pedirle: "vamos, despierta el corazón de los hombres". Tenemos que pedir al Dueño de la mies que suscite un profundo sí en el corazón de los hombres». De lo contrario «el ministerio se convierte en activismo», añadió: ya no es una labor divina, no es apostolado cristiano (apóstol significa enviado: por tanto, apostolado es algo que se hace en nombre de Dios y que le tiene a Él como protagonista principal), sino un montaje humano, actividad empresarial.

 

Y esto es lo que sucede en la Prelatura. No piden a Dios que hable a los corazones, sino que les hablan ellos en nombre de un dios que, según el prelado, les tiene preparadas quinientas vocaciones. Y, respecto de la vocación al sacerdocio, ni siquiera se preocupan: mientras en muchas diócesis andan inquietos porque en el primer curso del seminario hay muy pocas solicitudes, en la Obra no tienen ese problema: ya se encargan los Directores de reclutar por decreto a los necesarios para cubrir sus previsiones.

 

No deben andar muy seguros de que Dios esté a por la labor de lo que ellos pretenden, y no se arriesgan a compartir la oración a Dios con la que Benedicto XVI redondeó espontáneamente ese día su enseñanza: «Tú lo sabes, la Iglesia es tuya. Tú nos regalarás a los colaboradores para tu obra. Allí donde nosotros no llegamos, estás Tú».

 

Saludos cordiales,

 

Doserra





CRÓNICA AUTÉNTICA DE LA TUNA Y EL EMBAJADOR.- Satur

Habíamos cantado en una tertulia con Don Álvaro. En el autobús nos cambiamos el traje de tuno por el de calle. Como por la tarde asistíamos a oficios, alguno se puso un traje azul oscuro, pero -¡horror¡- se le olvidaron los calcetines. No le dio más importancia.

 

Comimos en un restaurante cerca de la Plaza España. Allí, en los postres, propuso nuestro mecenas (el que nos gritaba ¡¡¡para la Virgen, coño, para la Virgen!!!), que podríamos visitar la embajada de España en el Vaticano y proponer al embajador cantar a su esposa, si la tenía, y a sus hijas, si las tenía, o a su perro, o a él mismo. En fin, un plan nada concreto y que, probablemente, lo que pretendía era que ocupáramos el tiempo en algo en lugar de andar zascandileando por Viale Corso, dispersos y dejados de la mano de Dios.

 

Allá que nos fuimos ocho tipos, el del traje sin calcetines a la cabeza. La embajada de España está a escasos metros de la Plaza de España. Un palacio muy romano y tal, con una cancela o verja en la entrada protegida por unos policías y una especie de bedel, así como con galones y cara de llamarse Poyales. Muy amable se acerca hacia nosotros y pregunta “¿desean ustedes algo?”...



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Sigo con mis confidencias...- Merchelo

Y sigo...
 
       Después de los ejercicios espirituales fuimos cuatro compañeras por el centro “one“, pero entre nosotras no hablábamos de lo que nuestras nuevas “amigas” nos decían. Mi “amiga” numeraria Pachi era muy divertida y yo le contaba mis cosas abiertamente. Había algo que me identificaba con las numerarias: su afabilidad,  su devoción, el pequeño oratorio tan pulcro con esa  entonación de luz cálida que matizaba los mármoles de colores, un crucifijo pequeño en el centro, sobre el sagrario dorado que brillaba con luz propia, de lo limpio que estaba. La verdad, que esa decoración me fascinaba más que el nuevo estilo de hormigón de los años 70 que me parecía más bien grotesco... Han tenido que pasar años para  que volviera a valorar que lo externo no importa para ser buen cristiano...
 
Bueno que las formas me envolvieron entonces, junto con el mensaje de ser cristianos corrientes que se santifican con su trabajo ordinario, y con mi docilidad característica, pedí la admisión. Luego supe que otras dos compañeras pitaron, estuvimos juntas en  el primer curso anual de nuevo en el Pinarillo y que ellas lo dejaron varios meses después.
 
A partir de ahí empezó la cuesta arriba, salpicada de algunos recuerdos divertidos y habiendo conocido a gente muy valiosa. Ahora caigo en la realidad de lo que pasaba con muchas chicas adscritas (al parecer, éramos aspirantes pero yo no sabía que era aspirante, sino que ya estaba dentro, y vivíamos con nuestros padres todavía. Nunca me dijeron que podría irme cuando quisiera, libremente, como se dice en el Catecismo de la Obra).  Muchas desaparecían de un curso anual a otro...
 
Como explica genialmente heavy y creo que nos ocurrió a todos, empezaron los tiquismiquis y las vueltas de tuerca: normas y mas normas, que me exprimían. No era precisamente la vida de una colegial adolescente...
      
A los que salimos, se nos debe decir, como a los marcianos ¡BIENVENIDO A LA TIERRA !  Y ten cuidado que los pasos los debes dar tú solito, construir tu vida con tu propia libertad,  Si necesitas apoyo, para eso tu familia.  Como eres un ser sociable ya encontrarás a alguien que te aguante, y hasta te quiera.  Yo tuve la suerte de que mis padres no perteneciesen a la prelatura y que no soy tímida para hacer nuevas relaciones. Porque todo lo que tuve antes y durante, lo perdí...
 
Perdonad por si mi relato no es lineal, salto de una cosa a otra, pero es que han sido muchos años sin hablar de ello y ahora se me agolpan los recuerdos.
 
Me levantaba a las 7 para hacer media hora de oración por la mañana y misa en una parroquia cercana. Después al colegio, vuelta a comer a casa, 15 minutos de lectura del evangelio y vuelta al cole, que estaba a un buen paseo. A las cinco y media, caminando tomar (no digo el palabro prohibido en Argentina y Uruguay), media hora de autobús para ir al piso mencionado a hacer la otra media de oración de la tarde, las normas semanales charla fraterna y confesión, meditaciones, charlas, círculos... El encargo de la “casa” fue planchar los pañitos del oratorio, que tenían cienes de pliegues. A todo esto tengo que decir que en casa de mis padres no ayudaba nada de nada, y me veían poco el pelo (no seas mala Agustina). Se supone que tenía que hacer los deberes del colegio, estudiar y hacer apostolado (llevar a gente, como sea). De nuevo caminar al autobús y dormir en casa de mis padres.
 
Mi entrega fue total a las ordenes que me iban dando, incluso empapelamos una habitación entre otra numeraria y yo... pero siempre había que dar más, siempre me sentía culpable de no dar la talla. Este sentido de culpabilidad me ha acompañado en mi vida y todavía lucho contra él.  Te daban una orden disfrazada en un eufemismo tipo... ”sería conveniente”..., “podrías”..., y ... ¡A hacerlo, para ganar la santidad! Ahora lo hago por mi familia y las personas que dependen de mi trabajo, porque quiero, que es la razón más natural.
 
Me hablaban de la familia de verdad, que no era la familia de sangre. Desde luego parece que se refieren a la de drácula. Que mi familia de verdad era el opus... Y yo me lo creía y lo trataba de digerir.
 
Todo allí está calculado para beneficio de la institución, disfrazada de Dios. Es verdad que en el fondo me siento dolida por los que mandan en la Iglesia por dejarnos de lado... Y ese desencantamiento nos ocurre a muchos. Aun así, hay personas de dentro de la Iglesia y fuera del opus, que se interesan por nosotros. Para los de dentro ya no existimos cuando nos vamos, a no ser que quieras seguir yendo, donde nadie te conozca, a recibir los "medios de formación". Y no se dan cuenta de que esos medios de formación y esa parafernalia, la letra muerta, ha tenido mucho o todo que ver con la salida. Los que habéis salido y seguís con mucha Fe, os admiro.  Lo mío no es nada, ya que cuando tuve la mayoría de edad para ir a vivir, lo dejé.  Y por tanto no he sufrido tanto. Pero mi fe se tambaleó. No me enseñaron razones para amar a Dios sino para temerlo. Fuera de la obra no había salvación así que ¿cómo iba a acercarme a ese Dios que me enviaba, con 18 años, al infierno?
 
Gracias a Agustina y a todos los colaboradores, que habéis puesto a nuestra disposición los libros prohibidos o silenciados, así como los testimonios que nos hacen llorar y reír....
 
Cuidaros mucho
Merchelo
 




¿Contrato renovable?.- Peter

Estimados amigos, les estoy escribiendo respetuosamente, recurriendo a Uds, porque estoy en este momento en una incertidumbre y les pido su opinión. Yo estoy asistiendo hace 4 meses a las clases semanales del OPUS DEI en mi país, les confieso que a mi me parecen muy interesantes e importantes. Yo en realidad soy una persona muy conservadora y no me cuesta mucho la rigidez de funcionamiento en el cual se mueve la OBRA  y en cierta forma me gusta. También quiero contarles que soy casado y tengo 2 hijos. A mi me gusta asistir a las clases semanales y retiros mensuales. Pero hay una cosa que NO me agrada mucho, la cual consiste que de acuerdo a lo que me informé antes de asistir a las charlas hay que firmar un CONTRATO DE 1 AÑO renovable, etc,etc,etc. Yo si entro entraría como SUPERNUMERARIO puesto que tengo familia, soy casado y tengo 2 hijos, pero lo que no me gustó nunca en ningún acto de mi vida es obligarme a algo, por eso les pido que me informen por favor en que consiste aunque sea brevemente y que te exigen en el famoso CONTRATO con respecto a los  SUPERNUMERARIOS.
 
Muchísimas gracias por su ayuda,
Peter




Cartas al padre.- E.B.E.

Muy bueno el envío de Haenobarbo sobre las cartas al padre. Espero su continuación.

Saludos,
E.B.E.





Veinte o más paradojas opusinas.- Asunta

VEINTE O MÁS EJEMPLOS  DE LO PARADÓJICO DE SER “BUENOS CRISTIANOS” Y “LAICOS” DE LA PRELATURA

Asunta, 18 de septiembre de 2006

 

Primero un inciso para  Merchelo:

 

Me identifico con todo lo que dices. Las historias están como clonadas, ¡es increíble! Y es que buscaban  a gente del mismo perfil para formarla de la misma manera. Estoy también de acuerdo con  que nos da pereza contar algo porque ya hay quien lo ha contado e intentar hacerlo con la gracia de Satur o Isabel Nath, por nombrar a algunos,  no es moco de pavo. Además hay que hacer ejercicio de memoria pues yo, lo tenía casi todo olvidado, ya que mi vida, afortunadamente, está muy llena con otras realidades , intereses y (pre)ocupaciones desde hace más de 17 años. Me hace hasta sonreír el recordar estas cosas tan increíbles que yo llegué a hacer y testimoniar y parece como que todo fue un raro sueño  o una larga “mili” para chicas.

 

Siempre, desde que pité de supernumeraria y me “empujaron” a hacerlo a los seis meses de numeraria, en Roma durante el UNIV, me chocaron muchas cosas de la Obra y las decía, pero muy ingenuamente me creía lo que me daban por respuesta, seguramente porque la directora también se lo creía tan ciegamente que no me daba la impresión de que me estuviera mintiendo.

 

Bueno, a lo que iba, que siempre me pareció, y me parece, casi todo en la Obra incoherente y paradójico:

 

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Ruedo Ibérico (11).- Ana Azanza

EL DERRUMBAMIENTO DEL PUENTE DE MOLINS DE REY. Cuadernos de Ruedo Ibérico 37- 38 (1972). Sin firma.

Comentado por Ana Azanza

 

 

En los anteriores envíos sobre Opus Dei en Ruedo Ibérico se trataban temas de tipo ideológico, prensa, política o finanzas. En este artículo se habla de un puente que se hundió a consecuencia de unas riadas en los días 7 y 30 de diciembre de 1971. En aquel momento era ministro de Obras Públicas el opusiano Gonzalo Fernández de la Mora, en losgenoveses.net/Personajes%20Populares/fernandezdelamora.html se explica brevemente la biografía y se enuncian los libros que escribió, algunos editados en Rialp.

 

Fernández de la Mora empezó en la “vida política” española como monárquico, pero a finales de los cincuenta se fue acercando al opus dei, la “tercera fuerza” de Calvo Serer y algún otro opus de la que ya se ha tratado en alguna ocasión. Dicen que el libro del que estaba más orgulloso es “El fin de las ideologías”, en el que expone una de las tesis que parecían defender los opusianos tecnócratas en el pode: se acabaron las ideologías en la política. Ya sólo cuenta la gestión, auténtica falacia que oculta el interés egoísta de los opusianos en su búsqueda y afán del poder. Eso es lo que a ellos les conviene, que la gente ni piense ni sienta por ella misma, para así manipular más fácilmente.

 

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Sobre las cartas de dimisión.- Ana Azanza

Sobre las cartas de dimisión
 
Con respecto a lo que dice haenobarbo, no veo la necesidad de escribir una carta en presencia de una directora. Si decido que me voy escribo una carta diciendo me voy y la echo al correo con su sello. Escribí mi carta desde mi casa, nadie me "vigiló" para decirme "quita esto y pon aquello", con más de 30 años bien pasaditos en mis espaldas ¿podré escribir una carta yo sola o todavía necesito instrucciones? ya está bien de tomaduras de pelo.
 
La mandé a Bruno Buozzi y en la página 390 de mi libro reproduzco el texto de la misma. En ella explico las cosas como yo las veía en ese momento, hace cuatro años. AHora tengo la certeza de que nunca existió un "opus dei" en el que merezca la pena estar, siempre fue una secta.
 
También llegó a mi buzón una carta en la que supuestamente iba la dispensa, no usaron el servicio de correos como hacemos la gente corriente. No, mandaron a una numeraria a que echara la carta personalmente en mi buzón. Pero como explico también en mi libro, cogi el dicho sobre y sin más lo rompí y lo tiré a la basura.
 
La libertad me la devolví yo a mi misma cuando desperté, no hay un contrato con el opus, es un puro fraude, pues una parte tiene todos los derechos y la otra sólo obligaciones. Además del "dolo" inicial: "Dios te llama".
 
Todo lo que cuenta Haenobarbo que se hace con las cartas al padre es una auténtica vergüenza, no hay derecho a semejante manipulación e investigación de la intimidad de la gente. Ese tipo de cosas es el que debe salir a la luz.
 
Ana Azanza




¡Qué mentalidad mas cerrada!.- Raul

 

 

el botijismo

 

En las webs que el opus tiene, que son cientos, que actúan como satélites de la web oficial uno puede encontrar todo tipo de cosas. Muchas veces parece que no hacen más que hablar de Opuslibros. Copio a continuación el fragmento del un correo publicado hace un par de días en una de ellas que se refiere a las fotos de “Quienes somos”.

 

Mentalidad más cerrada que un botijo, CERRADA 100%:

 

[...]

 

A esta locura añado otra: una joven que primero marcha a una ciudad de Europa, tras dos años allá, marcha luego a otra ciudad, muy distinta a su ciudad natal en costumbres, idioma y clima y ¿sabes? pude ver una foto que me enseñó su padre, pude ver algo que me llamó la atención cuando leí el dictamen de un psiquiatra sobre las fotos donde la gente aparece sonriendo y las clasifica en dos, una que es la genuina sonrisa, lleva el nombre de alguien en francés que desconozco y no retuve el nombre, perdonarás la imprecisión y otra es la sonrisa PanAm, en clara referencia a la otrora aerolínea, donde las sobrecargos aparecen con esa sonrisa.

Al ver la foto de esa niña, pregunté a un amigo que sabe del dictamen del psiquiatra si era risa francesa o PanAm, la respuesta inmediata y explicativa que omito porque es larga, fue, francesa, es decir, genuina.

A mi amigo no le detallé nada, solo le pregunté cómo calificaba esa sonrisa.

Veo la foto otra vez y me pregunto, por qué tanta alegría y la respuesta es inmediata, es que todos los días esa niña se entrega a quién sabe qué tantas cosas, pero de que es feliz, es feliz.

Por el contrario, en la página de nuestros buenos amigos, han empezado a salir algunas fotos de ellos y no puedo decir lo mismo, son el reflejo de lo que viven y saborean de continuo, un amargor que se les manifiesta en el rostro, pobres, hay que echarles la mano con nuestro cariño y oración, creo que más no podemos hacer.

 

[...]

 

Desde luego, vaya teorías raras se inventa la gente para desprestigiar e insultar. Qué pasa!? Es que sólo los de la prelatura pueden hablar del Opus??? Es que nosotros no tenemos derecho a pensar y opinar sobre el Opus.   ¿Por qué no rebaten las cuestiones de fondo que se tratan en Opuslibros y dejan de insultar?

 

QUE MIEDO OS DA ESTA WEB!!! VERDAD??? Pero seguid leyéndonos que para eso estamos.

 

No se, tal vez el psiquiatra a quien la persona que escribió esto consultó sobre las fotos, sea el que le está dando pastillas para perseverar.

 

Un saludo a todos

 

Raúl




 

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