Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Correspondencia
Inicio
Quiénes somos
Correspondencia
Libros silenciados
Documentos internos del Opus Dei
Tus escritos
Recursos para seguir adelante
La trampa de la vocación
Recortes de prensa
Sobre esta web (FAQs)
Contacta con nosotros si...
Homenaje
Links

Google

en opuslibros

CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 26 de Octubre de 2007



La patología narcisista del Opus Dei.- Oráculo

LA PATOLOGÍA NARCISISTA DEL OPUS DEI

dedicado a quienes trabajan en la Curia Romana

 

© por oráculo

 

 

 

 'Imagen en espejo', de Lucile Montaque

 

1.      No sé hasta qué punto muchos de los lectores de esta web son conscientes del singular momento que actualmente se vive ad intra, por dentro, en la institución Opus Dei, que para muchos lo fue de sus amores y también de sus desdichas, como bien claro dejaba el escrito de Robb del pasado 18 de octubre. El hecho cierto es que la página opuslibros está prestando un inestimable servicio a sus lectores y, en general, a cuantos desean conocer la verdad de ese fenómeno eclesial. Y no me cansaré de repetir esta opinión, por más que algunos se empeñen en trivializar ese valor tomando excusa en los aspectos más secundarios de cuanto aquí se escribe, se publica, se comenta o se discute. La sola presencia del apartado de Documentos internos es, por ejemplo, un aval de rigor del que carecen todas las páginas oficiales de la institución.

         Hoy vuelvo a este foro para poner sobre la mesa algunas informaciones, en línea con temas ya comentados en otros escritos, porque lo reclama este “especial” momento que con el ministerio de Benedicto XVI se ha abierto para el Opus Dei. Juan Pablo II es ya historia pasada, bien que sea reciente. Los organismos de la Santa Sede que actualmente se ocupan de esta institución y de sus actividades (¡y también del seguimiento de esta página!) deberían esforzarse (y también “forzar”) lo necesario, y aun lo  imposible, para alcanzar la luz segura que les permita emitir sus juicios y adoptar las decisiones certeras. No seré yo quien sugiera cuáles son. Pero sí deseo ayudarles llamando la atención sobre algunos obstáculos que les saldrán de continuo en el camino. De ahí mi dedicatoria...



(Leer artículo completo...)




En el mundo libre también se puede ser feliz. A Cilicio.- Carmela

Querido Cilicio,

Para mí fue muy, muy difícil, no porque me  cerraran la puerta si no porque cada vez que quería irme me llenaban de cariño y yo me sentía comprometida, mis ganas de irme con mi infierno interior no podían contra mis deseos de complacerlos.

Tal vez tuve el síndrome de Stocolmo porque una vez que pude irme los seguí queriendo, tuvieron que pasar más de ocho años fuera para que mi cerebro empezara a razonar sobre mi paso por la obra y sus consecuencias en mi vida y en la de mi familia, lo que detonó la liberación de pensamientos fue el enterarme que estaba embarazada por quinta vez.

Solo puedo decirte que fuera de la obra se puede ser muy feliz, también hay mucha gente buena en el mundo libre y además se siente tan bien estar liviano de prejuicios y culpas.

Animate a ser feliz¡¡¡¡  Vale la pena¡¡¡¡¡   Soñá y te vas a quedar corto¡¡¡

Apoyate en nosotros, los exs que nos animamos a dar el difícil paso, nos podés encontrar aquí y en Vuela libre.

No te olvidés de quemar las naves y espero que pronto cambiés tu nick, me da alergia…

Recibí todo mi apoyo, no sé dónde estás, yo estoy en Sudamérica

Un abrazo

Carmela





Diferencias reales hombres-mujeres en el Opus Dei.- Ana Azanza

Estimados Orejas,
 
vaya una típica discusión opusiana,  pañitos sí, pañitos no. Pues vale, si los hombres también lo usabáis me parece excelente. Es algo que he copiado tal cual del libro de Véronique D. Las razones para andar con pañitos son farisaicas. Al tiempo que tiene esos miramientos con un cáliz, no les escuece pisotear los derechos humanos y pasarse la conciencia y los sentimientos de la gente por donde todos sabemos.
 
No tocabáis el cáliz, pero no dormíais en una tabla y fumabáis. Si el tabaco es malo para las mujeres también lo es para los hombres.
 
 Me parece que es históricamente real que las mujeres empezaron a entrar en el opus dei por las necesidades de la intendencia. No por una especial iluminación de Escrivá como se quiere hacer creer dentro. Las primeras numerarias eran las cocineras, lavanderas, planchadoras, limpiadoras... Me da la impresión de que hay una mayor proporción de numerarias dedicadas a lo "interno" que entre los hombres también hoy.
 
El testimonio de Véronique más importante es cuando cuenta como su marido la maltrata y ridiculiza delante de la gente. Hasta que Veronique dio con un cura no opusiano que quiso hacer de mediador en el matrimonio. Lamentablemente no sirvió para salvar nada. Recomiendo la adquisición del libro porque es muy interesante para romper tantos esquemas sobre la "vida en rosa" que "parece" llevan las supernumerarias. Merece la pena y no estaría nada mal que se hiciera una traducción al español.
 
El tema de fondo sigue siendo el mismo, el opus es iglesia para lo que le conviene, reclutar. Y no es iglesia cuando no le conviene, el totalitarismo en estado puro en el interior de sus centros.
 
 ¿Sabía la iglesia diocesana de mi pertenencia al opus dei? en absoluto. ¿Tienen constancia de mis "incorporaciones"? ni por lo más mínimo. ¿Enseñan los directores opusianos sus archivos y sus informes a las autoridades eclesiales? ¿Conocen los obispos los informes que se hacen sobre los posibles candidatos y sobre los miembros? ¿Tiene algún miembro o ex del Opus Dei un papel con la firma de una autoridad de la prelatura comprometiéndose a algo? very interesting... porque los directores opusianos tienen nuestra firma por todas partes. ¿Eso es un contrato válido? ¿Dónde figura públicamente el estatuto de la numeraria para poder reclamar? etc, etc...
 
Y que haya habido otros desastres dentro de la iglesia en el pasado no hace de este desastre un desastre menor.
 
Ana Azanza
  
 
Más bien se confunde voluntariamente el ámbito de la dirección espiritual y el del gobierno, que como aquí habéis dicho hasta la saciedad son prácticas prohibidas en la iglesia católica.
 
Y me entero de que Josef K fue numerario ¡que lo hubiera dicho como hemos hecho los demás!
 
Ana Azanza



Lo tienes fácil. Para Cilicio.- Alberto Moncada

 
Lo tienes fácil. Mete todo en el coche, menos el cilicio, claro, y lárgate a un hotel por unos días donde no estés localizable.
No hables ni con los del opus ni con tu propia familia. Vete al cine después de trabajar y si tienes una primita asequible invítala a cenar y a bailar.
Eso fue lo que yo hice esos primeros días, por eso te lo recomiendo
Un abrazo
Alberto Moncada




Punto de partida ¿secta?, ¿ vocación?.- Armando

 Hola a Todos!

 

Hay temas que se clavan en el subconsciente y es imposible desecharlos porque por más que lo intentes siguen ahí. Aún con lo que supone la vida cotidiana actual, siempre está  el asunto en el pensamiento y lejos de dejarlo a un lado, se sigue con ello hasta llegar a unas conclusiones, a la vez reconozco que suelen ser como refugios, una especie del “jardín del buen retiro”, para desconectar del ajetreo del trabajo. No obstante, a medida que se profundiza en ello surge invariablemente la vocecita interior que te dice “eso lo han escrito otros y mucho mejor de lo que tú posiblemente escribas, listo”.

 

Y es precisamente esa idea anterior la que está presente en cada una de las palabras que utilice para escribir esto, porque estoy totalmente seguro que muchos lo han analizado y explicado brillantemente, no obstante, conviene como volver a plantearlo para mantener la atención en el verdadero objeto de análisis y así, retomar las veces que sea necesaria la dirección, por decirlo de alguna forma, del por qué venimos a esta página. En concreto, profundizaré más –si es que puedo lograrlo- en el tema del Opus Dei como secta...



(Leer artículo completo...)




Solo es cruzar una puerta.- Sancho1964

Estimado Cilicio:

 

Te diré que yo pasé mas de 12 años intentando marcharme (pité a los 14 años y desde los 15 lo intenté repetidamente, año con año...). Siempre había la presión suficiente de los directores para encadenarme de nuevo a mis “Fantasmas”: el infierno, el propio fracaso, la infelicidad a la que me condenaban, el temor a escandalizar...

 

Pero todo esto pasó en el momento que crucé la puerta. Desde luego que es difícil la reintegración a el mundo, tu mundo, pero la alegría de saberte por fin responsable de tu propia vida te de la fuerza para superar lo que te encuentres. Mi experiencia es que la felicidad que me encontré afuera no se compara con la felicidad de “animal sano” con la que viví en una jaula... Desde luego que yo, ni nadie, somos quien para decirte que te marches: eso te lo debe dictar tu conciencia y nadie más. Pero es un hecho que se repite (conozco muchos numerarios y muchos que se han marchado): Si eres “feliz" dentro es porque no has llegado a darte cuenta de lo infeliz que eres...

 

Mucha suerte, y puedes estar seguro que Dios esta contigo en donde tu te encuentres.

 

Un abrazo.

 

Sancho1964





Cilicio, tienes una cita.- Luxindex

Querido Cilicio, yo de ti me iba. Es más, muchos de nosotros, cuando éramos ellos, nos fuimos. Y tan panchos. Se han ido miles, Cilicio, y ni uno volvió ni siquiera para darse el gusto de volver a irse. Bueno, aunque conozco yo a una que le cogió gustillo a los portazos, pero es que hasta en eso es única en su género.

 

Verás, no quisiera restarle heroísmo a tu situación pero tampoco aumentarlo, pues tengo la sensación de que eso de hacerse holocausto tiene su puntito de morbosidad atractiva, en la medida que nos hace, ante los propios, ejemplares y, ante nosotros mismos, irresponsables. Lástima que el resultado de tan santa mezcla, como bien sabes, no sea la felicidad, sino la duda permanente.

 

Te presionan los directores y supongo que tú mismo. Es natural, se establecen lazos tan intensos como prohibidos, unos miran a los otros, pito pa´que pites tú, persevero pa´que perseveres tú... Cilicio, hay un poemita de Antonio Moreno Figueras que viene al caso. Se titula Con las botas puestas y dice así:

 

IMAGINA lo que sintió

el general Custer

cuando tras gritar

adelante mis muchachos

se volvió

y comprobó que no le seguía

nadie.

 

Custer debió sentir un ridículo bastante... general, pero si al personaje del poema lo degradamos quitándole los galones, lo tratamos, lo encomendamos, lo encajamos, pita y se lleva veinte años en el Opus Dei ® y buen día dice: “adelante mis muchachos” sin que nadie le siga, yo creo saber qué sentiría ese personaje: paz.

 

Al irse uno, te adelanto, se pasa por una fase eufórica, maniática, mezcla de la libertad recobrada con el sobresalto de los eslóganes que retumban en la cabeza, ciertos tics... bah, tonterías. No pasa de ser una desintoxicación.

 

Pero pronto la vida te alegra, pues sientes que te invita de veras y no como convidado de piedra.

 

Y hablando de invitar, invitar a una chica a cenar es un placer: ¡¡te da un poderío!! Te hace sentir tan vivo, tan entusiasmado... Si ella no sabe nada de tu pasado, qué quieres, la sorprenderás y te verá como lo que eres: un bicho raro. Pero si mantienes el humor, la escuchas, y te comportas como eres, te confesaré algo, las mujeres son tan hospitalarias que acabará sorprendiéndote ella a ti: les gustan los bichos raros, con tal de que sean sinceros, buenos y quieran hacerlas reír (ni siquiera hace falta ser simpático, valoran más la intención).

 

Otra cosa, sólo hay un placer superior a leer lo que te apetece, no leer lo que no te apetece.

 

Con el tiempo, y unas cuantas cenas y unos cuantos libros prohibidos, la gravedad con que te tomas estas cosas la verás infantil y harás chistes al respecto.

 

Y sí, Cilicio, creo que para casi todos fue tan difícil salirse de aquella maraña. En mi caso tengo la sensación de haber estado más años intentando salir que estando dentro. La única explicación que se me ocurre es que entré mucho antes de pedir la admisión y que tardé en estar fuera aun habiendo franqueado la famosa puerta que permanece de par en par. (Lo siento, pero en este punto siempre tengo que preguntar lo mismo: ¡¿de qué sirve una puerta abierta de par en par?!).

 

Cilicio, la felicidad os espera, a ti y a tu voluntad. Esperamos ansiosos que nos cuentes cómo fue la cita.

 

Luxindex





No parece ser una vocación para ti. Para ‘Cilicio’.- Asunta

Querido Cilicio,

 

ni siquiera se te ocurre otro nick par ti que cilicio. Se te  imagina no sólo triste sino abatido. Pues está claro que tantos años descontentos y dudando agotan. Yo nunca estuve segura pero fueron dos los años de trancas y barrancas con un pie fuera y otro dentro. Me mantuve siempre bien psicológicamente pero cansada de tener siempre en el subconsciente que esa vida tan rara, donde estaba tan protegida y vigilada, no era vida.

 

Está claro que esto no es lo tuyo. Otro tema es si es o no una vocación para los demás pero por lo menos no parece serlo para ti. Piensa en ti. No pienses en el tiempo perdido, pues no es perdido… Has aprendido muchas cosas buenas otras menos buenas y tendrás que “desintoxicarte”, eso sí y convertirte en un tío más normal. Dios nos paga esos años de entrega. A algunos muy pronto a otros los hace esperar más… No te preocupes, la energía la recobrarás, te pondrás hasta más joven. No estás solo. Ahora contáis con Opuslibros y el foro Vuela libre donde puedes encontrar comprensión, apoyo, sugerencias, gente… Y tú dices que profesionalmente eres independiente pues ¡Adelante sin miedo no te quedes atrás! que la vida es muy corta y tu Jesús quiere que seas feliz.

 

Un abrazo, pienso y rezo ahora mismo por ti y todos los que están en duda.

Asunta





¿Es así como sirven a la Iglesia?.- Emevé

Luego de la lectura de antiguos escritos y el del de EBE que, como siempre, es tan claro como 2+2, se me ocurre preguntarme ¿quién es el mejor crítico de la opus?

 

Algunos sostienen que sólo tienen derecho a criticar el opus aquellos que están dentro de la Iglesia Católica y que viven según sus reglas. Por otro lado, EBE (seguramente inspirado en algunos escritos de esta web) parece señalar que las mejores críticas no pueden venir de dentro de la Iglesia, sino de fuera.

 

Yo pienso que ambos tienen razón.

 

No es que quiera quedar bien con ambos lados. Porque ni los conozco, ni les debo plata. Cuando digo lo que pienso, es porque lo pienso. Y en este caso... creo que quien vive dentro de las normas eclesiales, y a pesar de ello notan que el opus es como un “marciano” dentro de la Iglesia, hacen muy bien en denunciarlo. Eso puede abrir los ojos de quienes están dentro todavía y se creen que sirven a la iglesia y a lo mejor logran limpiar las legañas de las autoridades eclesiales pertinentes.

 

Por otro lado, es también verdad lo que se ha dicho sobre que es prácticamente imposible para quien observa con claridad -como hace EBE y como hice yo misma hace tiempo atrás- que el opus es una secta, el entender cómo es posible que la Iglesia no haya actuado y sobretodo haya canonizado al Fundador en un proceso plagado de suspicacias. Algunos vemos claro que en algún momento los que dirigen (y hacen las normas) en la esposa de Cristo se “separaron de hecho” y la Iglesia dejó de buscar el bien de las almas y se dedicó a alguna otra actividad, relacionada con la acumulación de riquezas y de poder y por ello nos cuestionamos su autoridad moral sobre nuestras vidas.

 

En este sentido, es verdad lo que señalan (con y sin rasgamiento de vestiduras) de que desde esta web muchas personas al final de todo, nos cuestionamos a la propia Iglesia. Y es verdad que no somos ni los primeros ni los únicos. Y es verdad que ese tema no compete directamente al tema de opuslibros, pero sin embargo, muy posiblemente, si no hubiéramos vivido el opusdei en nuestra piel, no nos haríamos estos planteamientos.

 

Lo que puedo rescatar es que a mi entender, y para muchas personas, el paso por el opus dei nos aleja de la Iglesia Católica. Y entonces viene la pregunta ¿es así como sirven a la Iglesia? ¿La Iglesia quiere ser servida alejando de su seno a personas que hubieran dado sus vidas a su servicio? No importa si no somos lo “mejorcito” del mundo y no me digan que sí pues, qué bueno que se alejen maricones, madres solteras, novias de divorciados y gentuza de esa (gentuza como yo). Porque es para los pecadores para quienes vino Jesús y es para nosotros (pecadores) para quienes dejó sus palabras y trajo su consuelo.

 

Muy buen artículo de EBE, como siempre, fenomenal.

Emevé



¡Que vergüenza!.- Jota

Hace algunos meses que no frecuento estas páginas. Ayer lo hice para leer lo sucedido con D. Antonio Petit. Al ir leyendo solo venía a mi cabeza una expresión: hijos de la gran… Por primera vez en mi vida me sentí avergonzado de haber pertenecido a la obra.

 

Sucio, rastrero, indecente, inhumano, inmoral… Cualquier adjetivo de este calibre que califique la actuación de la institución y de sus jerarcas con este sacerdote, me parece un piropo.

 

Al rato, ya más sosegado, me pregunté ¿De qué me escandalizo? ¿Por qué me asombro?

Precisamente ese comportamiento justifica en muchos casos la salida de la obra. Esto no hace más que ratificar lo que en su momento vimos en la obra.

 

La obra no quiere a nadie, se quiere a si misma y se relame y regodea en su aparente y formal perfección. Los que quieren son las personas, los individuos, son ellos los que manifiestan sentimientos. La cúpula prelaticia con su corte de esbirros desalmados no quiere ni pueden manifestar ningún sentimiento.

 

En su afán desmedido por la mayor gloria de la obra, los que mandan –a todos los niveles- son capaces de pisotear sin ningún reparo a cuantos dejan de ser útiles, eso si, “propter regnum caelorum”

 

Hay veces que he llegado a pensar si la obra de dios –en minúsculas deliberadamente­- no se está convirtiendo en obra de Satanás.

 

¡Que vergüenza la de estos santos desvergonzados!

 

Y lo peor de todo es justificar lo injustificable. Y lo más cruel, más que el maltrato psicológico, más que los desplantes, más que la calumnia y la difamación, es el olvido y enterrar hasta el recuerdo. Es el mayor exponente de la crueldad con que actúa la institución.

 

Son palabras muy duras las que empleo al escribir estas líneas. Soy consciente de ello, pero también lo soy de la tremenda dureza que emplea la obra con los que han dejado de “servirle”.

 

No nos engañemos. Siempre ha sido así. En la obra no se puede pensar, no se puede discrepar en nada, no se pueden preguntar cosas “políticamente incorrectas”, y si con buen espíritu se es “salvajemente sincero”, lo único que se consigue es dar armas a los que dirigen para destruirte.

 

Una cosa son las personas y otra las instituciones. No puedo ni debo opinar sobre las personas, que normalmente actúan de buena fe. Después de mi paso –quince años- por la obra, tengo claro que los que la dirigían no tenían ningún escrúpulo cuando se trataba de mantener limpio y puro el espíritu. A costa de lo que fuera, machacando, mintiendo, descalificando y al final olvidando y enterrando el recuerdo.

 

Sería deseable que el prelado se despojase en algún momento de su querida mitra y llamase a su gente a ejercitase en la humildad colectiva y en las virtudes que tanto predica.

 

Jota.





Al escrito de Jacinta Unzué.- Jasu

Mas allá de otros comentarios que seguramente suscitará quiero decir que para mi ha sido especialmente emotivo el escrito de Jacinta Unzué.

Recuerdo todavía muy "vívidamente" cuando ella estaba por pa (pedir la admisión según el código de los informes) y me hacían encomendarla y ofrecer tantas cosas: yo también era una adscrita muy chica y mis padres no me dejaron asistir a ese ca (curso anual). Me pasé todo el verano en la playa sufriendo...en serio sufriendo... y ofreciendo por las pitables y vinieron a verme y me trajeron la noticia de que Jacinta había pa... la primera aspirante... luego había que encomendar su perseverancia... desde esos lugares colmados de tentaciones... había que "apuntalar"...

 
    Luego la vida nos llevó juntas por tantos lugares... y ahora nos vuelve a juntar aquí.
 
    Además hablando con un ex muy cercano, querida Jacinta, deberías agregar que tanto eras "de casa" desde que naciste... que cuando tus padres salían de noche el que cuidaba tus sueños y el de tus hermanos era un vecino tuyo muy de San Rafael, luego adscrito...
 
    Como dices en el escrito: las dos hemos sido niñas y hemos entrado, las dos hemos salido.
    Un gran abrazo Jacinta!
 
        de
    "Jasu"




Para Cilicio, sin dolor.- Lulu

Hola Cilicio... ay, me duele sólo escribirlo...

Primero qué valentía la tuya para escribir... y abrir así tu corazón.
Miedo se siente a lo desconocido, a empezar una nueva etapa de la vida.
Es normal, es natural...
Mi mamá cuando le dije por teléfono (yo estaba en otra ciudad) que me estaba planteando irme, y ante mis lágrimas me dijo: lulu, tu escencia no cambiará, vos vas a seguir siendo la misma. Sólo cambiarán tus circunstancias.

Cilicio, si vos pitaste porque querías ser santo en medio del mundo, eso seguirá en pie, porque podrás serlo... y mucho más porque estarás a pleno en medio del mundo. Podrás estar codo a codo con la gente, no hablándoles desde el otro lado de la vereda, sino compartiendo las mismas cosas, porque por primera vez desde que entraste a la obra las estarás viviendo como un cristiano corriente en medio del mundo. Lo serás de verdad. Y Dios nunca nos deja solos. El no. Vas a sentir muchas cosas nuevas, vas a sentir un alivio muuuuuy grande, eso te lo aseguro. Y vas a poder hacer vida eso que te llevó a pitar. Encontrar a Dios en el mundo, ser otro Cristo para los demás, pero no desde el sermón, sino del acompañamiento.

Te deseo lo mejor, cara a Dios una pita, cara a Dios uno se va.

besos, Lulu





Respuesta a cilicio.- Dionisio

Querido amigo cilicio:

Antes que nada ¿No podrías haber elegido otro apodo? Llamar querido amigo a un cilicio no es un plato de gusto exquisito. 

 

Respuesta a tu pregunta: Sí. Nunca ha sido fácil. De por sí no es fácil admitir que 20 años de tu vida, en mi caso fueron casi 30, han sido invertidos tan desafortunadamente. Luego, cuando ya está uno en los 40’s, o muy cerca, como debe ser tu caso, no dan ganas de empezar a hacer cosas. Además, uno ve como otros con menos escrúpulos se acomodan perfectamente para hacer lo que les da la gana y torear a los directores, viviendo una vida con unos niveles de lujo y comodidad poco comunes. Se puede vivir muy bien allá adentro si uno tiene la suficiente cara dura. Y por último, los directores no lo ponen fácil. Lo de la puerta abierta para salir lo dicen de cara a la propaganda. La puerta casi siempre la tiene que abrir uno a patada limpia, a no ser que les interese que te largues y entonces te la abren con una sonrisa adorable. Lo suelen poner tan difícil que yo opté por largarme sin decir ni buenas tardes. Es lo que te recomiendo que hagas para que te evites algunas amarguras innecesarias.

 

Por lo demás, lo único que se me ocurre añadir es ¡QUÉ BIEN SE ESTÁ DE ESTE LADO!

Mucho ánimo y hasta pronto.

 

Dionisio, embelesado por la belleza del otoño en el Areópago.





Mi pequeña historia (I).- Julia

Me cuesta comenzar éste escrito, ya que mi historia, como la de la mayoría, no es sencilla. Empezaré por decir que yo no he sido NUNCA miembro de Opus Dei, pero casi.

 

Mi relación la obra comenzó en el año 1975, cuando terminados mis estudios de bachillerato con excelentes calificaciones, junto con mi firme vocación de estudiar Periodismo y dada la fama, que por aquel entonces, detentaba la Universidad de Navarra, así como los bienintencionados consejos de profesores y amigos, un buen (mal) día del mes de Julio me vi en Pamplona, realizando los exámenes previos a la Facultad de Ciencias de la Información (periodismo). Recuerdo, perfectamente, mi reticencia a entrar en dicha Universidad. Había oído, ya entonces, diversas críticas al Opus Dei dueño y señor de dicha Universidad. Reconozco que sentí miedo y una cierta depresión que achaqué a la salida de mi casa hacia un mundo desconocido. Pero me quedaba corta. No era solamente el cambio de la enseñanza secundaria a la universitaria; ni siquiera, el dejar atrás a mi familia, amigos y ciudad. Poco podía imaginar mi intuición el oscuro mundo en el caí: El Colegio Mayor Goroabe, centro de estudios y donde cohabitábamos 120 mujeres de las cuales cien eran numerarias y veinte (en calidad de adscritas) que ni lo éramos, ni sabíamos prácticamente nada del turbio camino que acabábamos de emprender. Muchos de vosotros tuvisteis la oportunidad de conocer el ambiente que palpitaba, por aquellos días, en todos los centros de la Obra, máxime en un centro de estudios de la Universidad de Navarra, a escasos tres meses de la muerte de Monseñor.

No recuerdo si habían pasado apenas cuatro días de mi estancia en Goroabe y tras la consabida acogida de sonrisas “colgadas” de TODAS las numerarias, cuando no sé como, me encuentro con una “amiga” P.C., que me viene a buscar a clase, me invita tomar café, se sienta a mi lado en el comedor y entre bromas y juegos comienza a darme la pelma, hablándome de su vocación al Opus Dei, del Padre y de la conveniencia de tener un director espiritual y quien mejor que el capellán del colegio, D. A. A.. El primer paso obligado, ya sabéis, fue llevarme de la mano al oratorio para confesarme con D. A.A.. Nunca olvidaré aquel primer encuentro, vía confesionario, con el cura del Colegio. Nada más arrodillarme, me llamó por mi nombre (señal inequívoca de que me estaba esperando) para después, a través de una voz encantadora y un físico impresionante (era guapísimo) manipularme con técnicas dignas del mejor terapeuta. Me contó- cómo no- la historia de su vocación, sus estudios (tres carreras universitarias) y su vida de joven madrileño de la calle Serrano, que conducía una moto de gran cilindrada y a quien perseguían las chicas. Le creí a pies juntillas, repito que era guapísimo: alto y delgado, pelo negro, siempre engominado, ojos enormes, también oscuros, sonrisa pícara y con un atractivo personal fuera de lo común. Cuando le veía entrar, atravesando El Mayor hasta el oratorio, no dejaba de preguntarme cómo habían destinado un capellán tan guapo a una centro de estudios de chicas, en edad de merecer. Tiempo después, comprendí que utilizaba su atractivo físico para dar ejemplo de su renuncia y al mismo tiempo, servir de “santo cebo” a las jóvenes numerarias que allí vivían. Desde aquella primera confesión fueron muchas las ocasiones en las tanto P. C. como otras numerarias (muchas) me invitaban a acercarme hasta el oratorio y confesarme con él. Al cabo de un mes, yo ya era “famosa” en Goroabe. Creo que todas me miraban como una “capra hispánica” como un pitaje inminente y apetitoso. Comprobé con el estupor de los diez y ocho años cómo, también algunos profesores numerarios y numerarias, me sonreían de manera especial y controlaban durante las clases, para ver si encendía un cigarrillo (en aquellos años, se permitía fumar en las aulas).

Julia

Continuará



Respuesta a Cilicio.- Edu

 

Vaya nombre que has escogido Cilicio...

 

Preguntas si es tan difícil salir de la Obra. Pues sí, ¡para qué nos vamos a engañar! Yo también estuve más de 20 años como numerario y, claro, no te sueltan así como así. Sobre todo cuando en mi caso (para más INRI) sólo pitaba en el centro gente que yo trataba. Además les di varios millones de pesetas de una modesta herencia. ¡Con lo bien que me vendrían ahora que casi no llego a fin de mes...! Tiene bemoles ¿verdad? Pero eso es otra historia. Eso sí; estoy tan contento de haberme ido de esa jaula de grillos, que no lo puedo describir con palabras.

 

Tienes la suerte de ser económicamente solvente así que – si lo ves claro – no lo dudes más. Yo quise irme “de buenas” y me costó más de un año de charlas casi diarias, cursos de retiro, comidas con gente de la Comisión, charlas en la Delegación y demás medios de presión. Cada día que estés allí dentro sin tener vocación (o haberla perdido, que también es posible) es un día perdido. El mundo es fascinante y el verdadero Dios  vive allí (como hizo Jesús); NO en medio de tanto despropósito, normas, glosas, vademecums, notas, instrucciones, correcciones fraternas, cilicios, mangas largas en verano y demás familia.

 

Si de verdad quieres irte, ¡vete! Ponte una fecha, busca un pisito o algún sitio donde vivir, escribe la carta al Padre (si quieres, si no por las bravas) y hasta luego Lucas. Yo antes no pensaba así, pero desgraciadamente la Obra se ha convertido en una secta. ¿Ensañar el Evangelio? ¿Vivir la caridad con el prójimo? En absoluto; sólo les importa el poder,  y el dinero. La Obra, de verdad, no sirve para NADA.

 

Con el nick que tienes no quisiera pincharme al dártelo, pero recibe un abrazo muy fuerte de

 

Edu.





La vocación existe, sólo se entiende desde la perspectiva del amor.- Morgana

Un saludo desde Sudamérica!!
 
Comparto la opinión de lulu, la web es para quienes salieron del Opus Dei, contar sus experiencias etc. No tiene sentido que una persona que está dentro de la Obra escribamos en Opuslibros, así es que permítanme hacer una reflexión más, la última de mi breve participación.
 
Durante estos últimos días después de haber leído buena parte de vuestros correos y el escrito de Josef K le he ido dando vueltas a lo acontecido en mi larga vida J. He podido reafirmarme en varios temas, es decir, me he ordenado, he ordenado mis ideas y solucionado mis dudas:
 
En primer lugar, me da mucha paz considerar que Dios me ha dado, regalado, la vocación a seguirle. Me escogió y yo dije sí. Me ha dado su amor y yo he tratado de corresponder lo mejor posible a ese amor tan grande. Esto es un hecho del cual no tengo duda alguna hasta el día de hoy.
 
Dios quiso que el camino para yo corresponder a su llamado fuese el Opus Dei con unas características y modo de vida tal como me lo enseñaron y transmitieron a través de todos estos años, características que yo acepté desde el primer momento y con las que he tratado de vivir en concordancia.
 
Dios quiso que calara muy hondo en mi alma lo esencial del espíritu de la Obra, como camino que me conduciría a su amor, al mismo tiempo me ha dado tal libertad de espíritu que gracias a ello he tenido el norte de mi vida muy bien trazado siguiendo, repito, con lo que a mi me ha parecido lo esencial: ama y haz lo que quieras, la letra mata el espíritu, nuestra celda es la calle, lo dicho en mi primer correo, más lo que siempre he tenido presente, que la Obra siempre estará al día, el aggiornamento, punto muy importante a tener en cuenta. Con esos cuatro temas como base me he manejado dentro del Opus Dei.
 
Al leer los testimonios de Opuslibros a los que doy crédito en un 95% (el 5% son las exageraciones y falta de veracidad que puede haber en varios de ellos, espero no exaltar los ánimos) no puedo mas que convencerme que la Obra es perfecta en cuanto que es de Dios, porque sí creo que es de Dios, pero también creo que las personas somos tan imperfectas que somos capaces de estropear algo divino, es el mismo caso del mundo creado por Dios. El mundo es bueno pero le podemos dar un buen o un mal uso entonces lo convertimos en malo, eso depende de nosotros.
 
Equivocaciones, errores los ha habido y los hay actualmente en la Obra. Soy partidaria de no echar más leña al fuego así es que no voy a narrar hechos vividos por mi, basta con vuestros testimonios. Que, por otro lado me parece, que aunque son duros de leer, sirven para caer en la cuenta de que es preciso actuar distinto. Es preciso que cambiemos y que siempre pongamos por delante y en primer término de nuestra actuación la caridad.
 
Por otra parte veo la intención de “denunciarlos” (los errores),  de alguna manera para que la Obra “tenga su merecido” o que “desaparezca”. Pero como bien dice Josef K no se puede pretender que la Obra no forme parte de la Jerarquía Eclesiástica, así como no se puede decir que un terrorista no es un ser humano porque se le estaría restringiendo la responsabilidad de sus actos. La Obra es parte de la Iglesia, queramos o no lo queramos y sólo corresponde a la Iglesia juzgarla.
 
Mi punto de vista es que los modos, las formas, que se han utilizado para conducir por este camino a otros, muchas veces han sido y son equivocados dada la inexperiencia, ineptitud o poca vida interior de los que mandan. Esto puede hacer más o menos duro el caminar dentro, dependerá también de las personas, hay quienes son más sensibles, los hay más recios etc. somos distintísimos.
 
El hecho de que la Obra sea esencialmente lo que es, a mi me da seguridad, esto supone para mi algo muy importante para seguir adelante en este camino en el que llevo tantos años con tanta alegría.
 
Bien, será hasta otro momento amigos, si es que se diera el caso. No quería dejar de decir lo dicho. Les mando un abrazo y les deseo lo mejor en sus vidas.
 
Morgana
 
P.D Por cierto, soy una numeraria que no hace calceta JJ (tan castiza la frase que casi no la entiendo) ni vive su vejez en un rincón (me imagino una abuela de los años 40 del siglo pasado con su moñito y sentada en su mecedora J J J) y menos!, al margen de la conversación de sus hermanas “las profesionales”. Nada que ver! Si me conocieran!!!




A Cilicio, sobre su salida: proceder con sentido sobrenatural.- Chispita

Estimado Cilicio:

 Mi proceso de salida de la Obra fue una suma de falta total de empatía con muchas personas de la Obra en mi ciudad, al que se unió la clara visión de estar sufriendo mobbings mas o menos claros o disimulados en el trato humano. Esto -con ser grave- se capea con oración y paciencia. Pero fue la comprobación personal de que mis charlas de dirección espiritual estaban siendo reportadas a los directores, y la clara conciencia de la burla y desobediencia a la Iglesia y a la Jerarquía lo que me llevó a pedir explicaciones y a luchar por la verdad y la Justicia en el Opus Dei.

 

Mi decisión de salida fue tomada en mi oración, no sin haber consultado a Nuestro Señor al respecto, y con la conciencia de hacer Su Voluntad. Y yo creo que eso es lo importante: no hacer nuestra voluntad sino la de Dios. Tu salida ha de ser reflejo de la Voluntad de Dios para ti. En mi caso percibí de modo claro también que mi ruptura era con la Institución, pero que mi llamada a estar contemplativo en medio del mundo sirviendo a Dios en medio de ese mundo continuaba clara y neta. Por tanto, hay que hilar fino: tu proceso de salida no puede ser solo consecuencia del lógico hastío que esta gente provoca, sino consecuencia de una decisión madura y sobrenatural de un hijo de Dios que se rebela contra el engaño institucional, las penumbras, las medias verdades y las mentiras a medias, los desenfoques, las manipulaciones, las amenazas y las presiones de quienes han corrompido el Opus Dei y lo han inutilizado. Continúa el carisma, se corta con la Institución. Pero sobre todo, se procede por amor a Dios y por amor a las almas. Yo creo honestamente que el cansancio no es nunca lo definitivo para la salida. Es fruto de un proceso de reflexión intelectual que se aquilata en la oración y que surge del deseo de defender la propia vida interior.

 

Chispita



Querido amigo Cilicio.- Hechicera

En estos instantes he terminado de leer tu correo. Sinceramente, físicamente me duele el estómago solamente sentir la situación en la que te encuentras.

Te escribo Querido amigo, porque puedes tener la certeza que las personas que formamos parte de OpusLibros te queremos, te enviamos todo nuestro cariño y eres nuestro amigo sin conocerte físicamente.

Cilicio, como tu, estuvimos muchos ex-Opus Dei, hay testimonios en esta web que seguro te pueden ayudar.

Decirte que pienso estás bloqueado por la presión y la dependencia psíquica del Opus Dei, por tanto comprendo que aunque tengas muy claro lo que quieres hacer, tomar la decisión final de irte, sin más, te sea casi imposible.

Puedo aportarte mi experiencia personal por si pudiera servirte de ayuda:

Durante meses expresé mi intención de irme del O.D, en mi caso como en el de la mayoría de ex, no fué cierto que: "entrar en el Opus Dei es dificil y para salir las puertas están abiertas". Me tuve que "pasear" por la directora, la delegación, la directora de S. Miguel. en fin......

Un día, al límite de lo soportable por una persona, a pique de la destrucción total, ya que el desgaste psíquico es tremendo, me armé de valor, fuerzas y no se de que más, ni idea tengo de donde las saqué.

Me presenté en el despacho de la directora, le dije: - Me voy. Respondió: - Tu no te vas. Tal cual tomé las escaleras abajo y la directora corría detrás de mi  (yo no había tomado Redbull, pero llevaba alas en los pies).

Salí de allí, fuí a casa de mis padres, les expliqué que me había ido, no quería seguir siendo del OD, que si venía alguien del OD a hablar conmigo hicieran el favor de recibirles ellos, como así fué. (las recibió mi padre, mamá era supernumeraria).

Recibí llamadas, muchas!. Pasado un tiempo, cuando ya me sentí fuerte y persona que vuelalibre, volví a ponerme en contacto con ellas para terminar de hacer las cosas bien y de forma educada.

Me fuí sin nada material, lo material como bien dices carece de valor, para mí la persona es lo primero, ante todo tenemos una dignidad humana inherente a la persona que nada ni nadie tiene derecho a quitarnos.

Recibe un abrazo muy fuerte lleno de cariño.
Hechicera





Como coaccioné para que una adolescente, se hiciera del Opus Dei.- Madreselva

Buenos días buena gente!

En un intento de esclarecer la verdad de los hechos, hoy voy a contaros como "pitó" conmigo, es decir, pidió su admisión al Opus Dei, la única persona a que coaccioné para que entrara en la Obra (y no diré "gracias a Dios", aunque sea la única, pues esta responsabilidad sigue pesando sobre mi conciencia).

Vivía en un club de bachilleres. El grupo al que impartía formación, eran chiquitas de lo que antes era COU, es decir, 17-18 años. Varias se habían hecho ya numerarias los años anteriores, desde los 14. Eran una monada de crías, simpáticas y nobles como ellas solas. Yo "amigué" con una niña, de su misma clase del cole y amiga del resto, que en pocos meses pasó a convertirse en un "objetivo pitable". Aunque a mis 22 me sentía casi su madre, pues ella tenía 17 (fi-ja-te-tú), teniamos muy buen feeling. Mi "pitable" en cuestión, era una empollona obsesiva. Tenía unos ragos de perfeccionismo académico, que le hacían sufrir y llorar frente a los notables acaecidos en su expediente. También era una niña de una inseguridad enfermiza. Pero era todo corazón y tenía unos padres con bastante pasta.

Total, que cada cual analice las causas posibles, pero desde la dirección del centro me dijeron: "a por ella". Y fuí a por ella: ¡mi primera pitable real!. Fíjate que ilu. Total, que un día, encontrado el momento propicio, le casqué el consabido "tienes vocación de numeraria al Opus Dei, es una predilección especialísima de Dios por ti, tienes la oportunidad de hacer con tu vida lo más grande de este mundo", etc, etc, todos argumentos de lo más disuasorios. Se me puso a llorar, pues la pobre veía acercársele el marrón desde hacía tiempo, y no paró en semanas. Entonces yo me empecé a preocupar. La vi tan agobiada, desborda por una situación, que cualquiera con las mínimas nociones de psicologías comprendería que le quedaba grande... que empecé a informar a los directores para que desmontaran "el sarao", pues no consideraba muy festiva ni abocada a un final feliz dicha la situación. Yo tenía 22 años. Una pipiola, aprediz del "verdadero arte proselitista". Y cuando me di cuenta de que mis dires, la dire del centro y el sacerdote, no parecían notar nada extraño, inadecuado en la situación... renuncié a mis propios criterios, siguiendo docilmente los de la dirección (me había vuelto una experta en semejantes docilidades, que aparcaban mi uso de la libertad y la responsabilidad. Era sin darme cuenta, una marioneta encantadora).

Así seguí, y seguí con saña, convencida de mi misión divina, mientras esta niña se iba derrumbando psicológicamente ante mis argumentos "invencibles". Y llegó el día de escribir la carta para pedir la admisión. Mi pitable lloraba frente al papel. Y la escribió del siguiente modo, diciendo: que, no, que no la escribo. (Al minuto), que si. (Al otro minuto), que no, que no puedo... así alternativamente, en lo que resultaba un triste espectáculo y todo ello sin dejar de llorar. Y yo venga, erre que te erre. Solo me faltaba escribirla por ella. Como cualquiera puede comprender, una decisión del calado de entregar una vida no "vale" tomarla en semejantes condiciones de duda y coacción, por no hablar de las emocionales de la candidata. Una vez firmada la carta, yo ya muy preocupada, fuí a hablar con la directora para explicarte cómo había firmado, que pensaba "que la había coaccionado siguiendo sus intrucciones" pero eso no me "sonaba" que fuera el espíritu de la Obra. Y cual fué mi sorpresa cuando me di cuenta, que tanto directora como sacerdote, no prestaron la menor atención a mis inquietudes, dándome una palmadita en el hombro por mi "buen" trabajo, y más contentos que unas pascuas. Me dijeron que no me preocupara, que todo estaba fantásticamente bien. Y reconozco que su tranquilidad, contagió pronto mi conciencia y si hubiera tenido oportunidad, habría actuado igual con la siguiente. Eso si: con menos escrúpulos.

No sé qué habrá sido de esta muchacha. Al año siguiente, abandonó la casa de sus padres para irse a hacer el centro de estudios a otra ciudad. Era extremadamente compleja de cabeza, inestable emocionalmente y sufría mucho por la educación que había recibido y su carácter. Ojalá dejara pronto la Obra, o en su dirección alguien tuviera la caridad de decirle que "no era lo suyo". Solo se, que con lo vulnerable que me pareció, los años que estuviera dentro (quizá aún lo está, no lo se) tuvieron que desequilibrarle necesariamente un montón. Una vocación tan exigente y perfeccionista como la de la Obra, era justo lo que no necesitaba.

Y bueno... yo tuve responsabilidad inegable en este estropicio. La anulación de mi libertad interna, se que me exime en buena parte, pero era una persona adulta, pacté con una actuación inadmisible.

¡Así pitan algunas personas!, es mi vivencia. Besos para tod@s,

Madreselva





Para Antonio Gonzalez.- Books

Hola Antonio:

Me gustaría felicitarte por tu página, pero no puedo hacerlo, ya que creo que es bastante defectuosa.

 He hecho muchas preguntas, en distintos días y a horas diferentes. Te he comentado algunos aspectos sobre lo que defiendes y tú no das señales de vida. No me creo que siempre te esperen 100 emails por contestar, entre otras cosas porque casi siempre aparecen los mismos escritos. Por otra parte, te he enviado un correo personal a la dirección que ofreces y me lo devulve. En fin, que no.

Tus directores inmediatos  te habrán dado una palmadita en el hombro, para animarte a continuar con esta labor de apostolado que pretendes llevar a cabo, pero no seas ingenuo, ellos saben que las respuestas que das son siempre "más de lo mismo".

Con 23 años, y si pitaste con 15, no llevas ni diez en la obra. Es cierto que hay gente muy capaz de enterarse un poco de qué va el tema, pero creo que tú no eres de esos. Te imagino en un club de bachilleres, con muchos chiquillos, en muchas actividades pasándolo bomba. Supongo que estarás en el último año de carrera, si es que la estás haciendo y si no has repetido (no creo, tienes cara de empollón y modosito). Después darás algunas charlas o círculos, y asistirás a tus medios de formación, y harás la oración, la lectura, irás a misa... En fin que no debes tener mucho tiempo para estudiar en profundidad lo que es el opus dei, o lo que dice que es. Por otra parte también parece ser que dedicas algunos ratos a leernos. Empiezo a  caer en la cuenta de que tal vez por todo ésto, te sea imposible contestar a quienes te esperan. Ya sabes que el que mucho abarca poco aprieta.

Al ser un apostolado dirigido (tiene gracia que el apostolado que es "amistad" tenga que ser dirigido) supongo que siempre habrá alguien que te dé las pautas. Si hicieras más caso a tu corazón y a  a tu cabeza, creo que lo que escribes tendría más alma, más profundidad, más verdad.

Para mí eres un crío con muy buena voluntad. Pero te animaría a que no desprecies nunca el sentido común y a que no te dejes manipular. Así, si algún día te das un porrazo, el dolor no será tan fuerte.

Te deseo lo mejor.
Un abrazo,
Books





Si yo fuera tú no me pensaría ni un segundo más. A Cilicio.- Artemisa

Estimado Cilicio:

Seguramente nos separa algo más que las circunstancias en que nos encontramos, el tiempo de permanencia en el opus dei, la profesión, la edad, la solvencia. Pero algo nos une: tu no eres feliz en el Opus Dei y yo tampoco lo era.

Mi vida en el Opus Dei se acabó hace 7 meses. Desde entonces no dejo de vivir la vida como mejor me ha parecido. Entré con 18 años y me fui con 25. Me quité un peso enorme de encima, después de una crisis de 3 años. Hoy por fín puedo respirar y lo único que puedo decirte ahora es que no sigas forzando tu situación, no te conozco -lo sé- pero si yo fuera tú no me lo pensaría ni un segundo más. Te puedo asegurar que no me he arrepentido en ningún momento de la decisión que tomé aquel día.

Adelante amigo, descubre que puedes y debes llevar las riendas de tu vida.

I tried to live alone
But lonely is so lonely, alone
So human as I am
I had to give up my defenses

So I smiled and tried to mean it
To make myself let go...

Say goodbye to the world you thought you live in...
 

In any other world you could tell the difference.

[Any Other World. Mikka]

Artemisa





Te envío mi apoyo. Para Cilicio.- Otaluto

"Cilicio",

 

Te envio mi apoyo a la distancia. Es imposible comunicar la felicidad que se siente al dejar la Obra. No importa la angustia que uno haya sentido antes, es como volver a vivir, como salir de una prisión. Cada pequeña cosa adquiere un relieve mayusculo, hasta las minimas acciones, en la medida en que son de uno y que no deben ser realizadas con un fin ulterior, midiendo, calculando, si me harán más o menos santo, si servirán más o menos al apostolado. Cuando uno deja la obra, de verdad puede comenzar a vivir su espiritu: valorar cada pequeña cosa de nuestras vidas, las amistades, el trabajo…y sobre todo al principio, poder dormir… largas horas de siesta los fines de semana, sin que nadie te interrumpa…. Realmente, Cilicio, no sabes lo que es poder dormir, con el sueño de un hombre libre.

 

Paz a todos.

Otaluto.





De ‘largarte’ no te arrepentirás nunca.- Para ‘Cilicio’.- Un_amigo

Tu llevas veinte años; yo me largué contando veintisiete de permanencia. La temporada anterior a tomar físicamente las maletas (tres o cuatro meses) fue angustiosa, literalmente quería morirme, que alguien me borrara del mapa. Si alguien me hubiera dicho que esos espasmos eran normales posiblemente no me lo hubiera creído, pero por lo menos hubiera encontrado diálogo con alguien ajeno al aparato del opus. Esta página entonces no existía. En aquél entonces hablé con pocos amigos que pudieran comprenderme. Uno me dijo algo bastante pegado a la tierra y que rezaba así: "mira colega, tanto si decides irte como quedarte hazlo con dos cojones..." Lo del quedarme ya lo había intentado antes con esa furia, así que me afané con el empeño recomendado comenzando una nueva vida. Y desde entonces no me he arrepentido nunca, es más, hubiera deseado que la crisis hubiera llegado quince años antes para no dilapidar una parte importante de mi existencia.

 

Si tras veinte años de pelea sientes el deseo racional y existencial de largarte, te recomiendo que no lo dudes más y que tomes las de villadiego. No esperes a verlo "claro" en la oración, porque más claridad que tu falta de acomodo no la encontrarás en ningún sitio. Además, la oración por muy omnipotente que pueda parecer, nunca soluciona problemas de este tipo; en este sentido tengo mi propia experiencia y la de diez más que tras su salida charlamos sobre esta cuestión, sobre las posibles soluciones que se pueden encontrar en la introspección del silencio de la oración. De largarte no te arrepentirás nunca, hazme caso, sé de lo que hablo, en cambio, de quedarte lo lamentarás siempre.

 

En tu texto dices que eres económicamente solvente y que no aspiras a llevarte nada. Yo tampoco aspiraba a llevarme grandes cosas. Cuando tuve la conversación definitiva con uno de la Comisión le dije: si no se quiere que me quede en la prela, supongo que tampoco se querrá que se queden mis circunstancias... No, bueno, ejém, -respondió éste- ¿a qué circunstancias te refieres...? Me refiero, respondí seguro, a los millones de pesetas que he dejado en la caja, después de restar los gastos ocasionados por mi persona.

 

El de la Comisión se puso rojo de vergüenza y tartamudeando intento hacerme ver que eso era innegociable. Entonces mi situación anímica no estaba para más peleas y lo dejé estar levantándome de la butaca para irme y no volver nunca. De tener la fuerza y el convencimiento que ahora me acompaña hubiera montado un buen lío para solucionar esta última e importante cuestión, pero se quedaron mis circunstancias.

 

Ánimo, no desfallezcas y comienza a ser feliz mañana mismo, que te queda mucho por vivir auténticamente "en medio del torrente circulatorio de la sociedad".

 

Que tengas suerte amigo.

Un amigo





De acuerdo Lulu, no hay que perder el enfoque.- Australopitecus

Hola:

Estoy de acuerdo con Lulu en que la verdadera idea de opuslibros es compartir experiencias entre los exmiembros que nos sentimos perjudicados por la institucion y ayudar a aquellos que estan pensando en salirse pero no lo hacen debido a presiones sicologicas -lo cual esta incluso en contradiccion con alguna consigna de la prelatura, aquella de que "las puertas estan abiertas para salir", como no?-

Por eso, a pesar de que no pienso pedir que se censuren aquellos escritos que se basan en la defensa de la Iglesia y su ortodoxia -que a veces algunos ponemos a la Iglesia en entredicho y por eso nos responden y nosotros respondemos a las respuestas y asi hasta el infinito y mas alla-... a pesar de ello, por un tiempo me abstendre de entrar en esas discusiones y si alguien no las encuentra interesantes, pues muy bien. Hasta es mas sano estar al margen de esas discusiones que tienden a la abstraccion :-)

Leido el ultimo correo de Jacinta me vinieron a la mente muchos recuerdos de mis inicios en la "vocacion" al Opus Dei y me identifico mucho con su escrito a pesar de las diferencias en las circunstancias entre nuestros casos particulares. Muchos ya lo han dicho, en la Obra te halagan hasta la saciedad para que caigas mas facilmente en sus propuestas y luego te aplican el latigo de la exigencia descarnada muy poco tiempo despues de pitar.

Para ser aclarar las cosas, cuando me referia a cumplir los compromisos que de verdad lo fueran en un escrito anterior, me referia a aquellos compromisos que de verdad resultan naturales como cuando te divorcias y debes responder por los hijos de ese matrimonio. En el caso de los compromisos al celibato, dificilmente veo que uno deba quedar con ningun escrupulo despues de haber obtenido la respectiva dispensa, e incluso antes uno debe estar siempre tranquilo. Si a uno no le dieran alguna dispensa importandole a uno el asunto, en la Obra ni siquiera esta claro porque deba darse una dispensa, pues seria una injusticia y uno tendria derecho a olvidarse del asunto. Yo no veo que obligacion le queda a uno con quien no ha hecho mas que sacarle el jugo a uno a cambio de que uno quiera seguir lavandose el cerebro.

Mas bien habria que preguntarse por que la Obra se desentiende economicamente de personas cuyos ingresos y bienes ha disfrutado despues de que uno logra la dichosa dispensa. No tiene sentido decir que eso ya estaba claro, porque lo cierto es que estamos hablando de un consentimiento logrado bajo presiones morales indebidas. Y uno tiene derechos inalienables incluso delante de la propia Iglesia, porque si Dios es misericordioso esos derechos son inalienables incluso delante de El. O si no apague y vamonos. No tiene sentido dialogar con fanaticos que piensen que Dios siendo misericordioso le haga daño a alguien aunque sea bajo su consentimiento, esto es simplemente una locura. Por eso no puedo creer en la Escritura, el caso de Abraham y el de Jesus me resultan repugnantes moralmente, de ahi se pegaron y se pegan todos los que predican la abnegacion para los demas mientras ellos viven muy bien.

-----------------------------

Por eso me parecen mas interesantes aquellos correos que se enfocan en un aspecto particular y concreto de la vida en la Obra para destapar su caracter contradictorio y perjudicial, como el correo de Jacinta.

Si esta web ayuda a quien se siente injustamente presionado a salirse de la obra, me parece que todos ganamos. El que se sale, porque se libera de una manipulacion y la Obra porque se libra de una persona que de entrada desprecia, en la Obra se jactan de que si alguien es tan debil sicologicamente como para sentirse presionado a quedarse dentro, pues no cabe alli.

Desde este punto de vista lo que menos interesa es la opinion de terceros: incluyendo obispos de la Iglesia y la propia Santa Sede. La felicidad de las personas concretas es mas importante que su santidad (como decia Antonio Ruiz-Retegui) o que cualquier ortodoxia (que es una cosa abstracta al fin y al cabo). Aquellos catolicos que se sienten ofendidos por opuslibros podrian enfocarse en obras de misericordia corporales y de las espirituales recomiendo las que se refieren a la promocion humana. Asi colaboran a la redencion, la pasan un poco mejor que en un debate y hasta es posible que algun dia nos reconvirtamos algunos (desde su punto de vista).

Aca nos concentramos en dar apoyo moral y hasta material y profesional en algunos casos -a traves de Vuelalibre- a quienes fueron afectados por la institucion Opus Dei y no son ayudados por esta, esto no nos lo pueden prohibir, faltaba mas!

Saludos desde mi pulpito :),

Austral

 





Información estructura organizativa...y más.- Gica

Desearia saber como se estructuran los directores. Aparte del director regional, en España, p.ej., existen directores de delegaciones o se pasa ya al director local. En una ciudad grande como Barcelona hay un director de delegación que está por encima de un director local? Qué atribuciones tendrian uno y otro? Yo no soy del Opus ni nunca lo he sido, pero tengo un hermano metido hasta el cuello desde hace 30 años. Cuando tuvo un hijo sordo recibió como consejo del director (espiritual, local o de delegación, esto no lo sé) de darlo a alguna institución benéfica y de ir "a por otro" más sano. Esto le hizo replantearse su relación con el Opus, pero lo cierto es que continua metido y también ha colocado a la hija mayor (supernumeraria y muy bien colocada) y ahora a otro hijo más pequeño (el que deberia substituir al sordo). De abandonarlo, no lo abandonó, pero puedo añadir que se llama Josemaria. Alguien me puede explicar como pueden darse tales aberraciones y que el miembro de la obra no reaccione? Muchas gracias.

Gica





Para Cilicio.- Norske Fjorder

Hola Cilicio (menudo Nick!)

Por si te puede servir, léete el escrito de H.E. Desear dejar la Obra y sentir miedo o buscar en la página otros escritos con los que seguramente te identificarás y te ayudarán.

Sí, es muy difícil, pero no estás solo y, desde luego, no estás haciendo nada malo.

Creo que si quieres que te ayudemos un poco más, podrías intentar contarnos cuáles son tus miedos, para que los que ya hemos pasado por eso podamos darte una opinión más concreta.

Un abrazo,

Norske Fjorder





Una propuesta.- Norske Fjorder

Estoy de acuerdo con Lulu en lo de intentar dar más diversidad a los temas que tratamos en esta página;

 

me parece importante dar más testimonios de vida real que demuestren con ejemplos concretos lo que vivimos y las consecuencias que tiene en la vida de tantas personas una mentalidad como la del opus porque creo que los ejemplos reales y concretos dicen mucho más que miles de discusiones que muchas veces entendemos solo nosotros y que ahuyentan a los que queremos que nos lean, a los que queremos ayudar (y todo esto sin olvidar que, como dice Dionisio, nos guste o no, esta dichosa prelatura es parte de la Iglesia, por más vueltas que queramos darle);

 

respeto profundamente y leo con gran interés a los expertos en teología y ciencias afines de esta página, pero me gustaría que participaran también las personas de a pie, que no se dejen apabullar por el altísimo nivel de algunos escritos, porque su testimonio es igual de importante y puede que incluso llegue a más gente (del mismo modo en que a veces atrae más un “milagro” que miles de teorías sobre la religión, así un “testimonio” puede aclarar mucho más que mil explicaciones elevadas, aunque por supuesto estas también sean necesarias: mi intención es solo señalar que de las primeras podemos aportar todavía muchas más, porque las segundas en esta página funcionan perfectamente, y os lo agradezco);

 

en cuanto a los testimonios, creo que sería interesante hablar de las cosas que vivimos dentro, esas con las que sabemos que, en muchas ocasiones, quienes nos leen se están identificando de lleno o puede que no, que se sorprendan, aunque también me gustaría que lo dijeran, porque una cosa que he notado es que cuando se cuentan este tipo de cosas nadie te da una opinión, un feedback (palabra tan de moda), no sé, algo del tipo “a mí también me pasó cuando...” o “a mí me pasó todo lo contrario porque...”, porque me da la impresión de que cuando contamos algo personal, nadie vuelve a hacer referencia a ello, y es difícil seguir contando en esa línea, como si estuvieras hablando solo, porque los demás están enzarzados en discusiones más importantes;

 

y, por último, creo que sería interesante hablar de cosas que nos pasan también en la vida fuera, después del opus, cuando nos damos cuenta de que nuestras reacciones o nuestros modos de sentir o de pensar están influenciados por lo que vivimos allí, a mí personalmente me ayuda mucho cuando tengo una reacción fuerte ante algo darme cuenta de que la raíz está en tal o cual cosa del opus que viví y me gustaría saber si es así también para vosotros.

 

Por ejemplo, Pensativo se siente solo, ¿no habéis pensado nunca que nuestra soledad es más fuerte y más profunda de “lo normal”? Es una vergüenza que, en nombre de Dios, nos hayan hecho perder la Fe, si no toda, en parte, según los casos, y que hayan destrozado la vida de tanta gente, y la inocencia de todos.

 

Yo tengo 32 años y la típica situación de esa edad. Tengo un trabajo en el que me explotan y me pagan una miseria, y tengo un novio con el que me gustaría casarme y quisiera comprarme una casa para dejar de tirar todo el dinero que gano en un alquiler sin contrato... y noto que la gente de mi edad es como si lo tuviera más asumido que yo. En las mismas circunstancias, no se sienten tan explotados. ¿No será porque yo ya he cubierto el cupo de explotación?

 

 

En fin, ya me diréis qué os parece.

 

Un abrazo a todos y todas.

 

Norske Fjorder





Mi soledad y yo (tres facetas distintas y una Emevé verdadera).- Emevé

El correo de Sonsoles me autoriza a hablar de mi soledad. Y ya leo a la gente diciéndome “no estás sola, nos tienes a todos” o “no estás sola, tienes a tu hijo”, o algún pensamiento del tipo “ah, a pesar de tener sexo fuera del matrimonio estás sola” (o quizá “estás sola por calzonflojo... bien hecho, te lo mereces, por madresoltera... y gentuza”).

Para evitarles expresiones de ese tipo, les aclaro que quiero hoy hablar de mi soledad, no como una víctima de ella, sino como alguien que en algún momento eligió deliberadamente estar sola. Y claro, como alguien que ha hecho esa elección inconsciente pero firme, tengo que llegar a entender el por qué me he hecho eso (eso porque no me creo que una sea producto de las circunstancias, sino que los hechos del presente son consecuencia de los actos o elecciones del pasado)...



(Leer artículo completo...)




Una gran labor.- Aht

Hola!

Soy miembro de una familia relativamente relacionada con la obra, y estudié algunos años en un colegio de Fomento (El Prado) de Madrid.

Yo no entré, a mi me pillaron algo mayor, y con las ideas un poco alocadas, pero bastante formadas como para influir en ellas. Esto no es óbice para que dejaran de intentarlo, pero gracias a Dios les rechacé, lo cual empezó a traerme serios problemas académicos, y tuve que acabar mi formación en otro centro. Pero he leido algunos testimonios en su web, y me parecen escalofriantes, especialmente porque en algunos casos recuerdo situaciones similares, charlas con el sacerdote, con el jefe de estudios, alguna esporádica visita al "centro Amura", que era la casa donde iban lo que ya estaban dentro a rezar y a hacer esas cosas...

Tengo un caso cercano, (un tío) que cerca de los 45 años "se fué". Y me he encontrado hablando de "chicas" con mi tio porque yo tuve mi primera novia, y mis primeras relaciones mucho antes que el. Me parece que le daré su link para que lea, y con algo de suerte, que se les una. Descubrir que uno no está solo, siempre es agradable.

Pensarán que a donde quiero ir a parar con este escrito... Tan solo era agradecerles su trabajo, sus testimonios, transmitirles mi apoyo y mi admiración. Me parece un magnífico trabajo el suyo. No lo dejen!

Un cordial saludo.

Aht




 

Correos Anteriores

Ir a la correspondencia del día

Ir a la página principal

 

Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?