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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 14 de Enero de 2008



Madurez personal y 'rejalgar'.- Elena (Aquilina)

MADUREZ PERSONAL Y REJALGAR

Aquilina, 14 de enero de 2008

 

 

Querido Jacinto,

 

antes de todo te digo que, si no me hubieras citado explícitamente en tu escrito “La maldición del rejalgar”, no me hubiera atrevido a contestar a tu requerimiento, sencillamente porque no tengo respuestas a tu pregunta. No sé como se pueda dejar atrás el “sabor a rejalgar” cuando se tiene encima. Pero, como me nombras, no voy a dejar sin contestación tu llamada.

 

Lo que se me ocurre es decirte que, ciertamente, una vida espiritual y moral sana sólo puede construirse sobre una vida física y psicológicamente sana. Yo creo que en esta consideración puede encontrarse una posibilidad de explicación y, después, de curación, para estas personas.

 

Me voy a explicar. Bastante veces hemos comentado que la vida que conducimos en el opus no nos ha ayudado a madurar como adultos. El adulto, psicológicamente hablando, es quien ya no tiene detrás de sí el amparo y la ayuda de unos padres para resolver sus problemas. En un normal desarrollo físico y psicológico, el adolescente empieza a tener cada vez más autonomía en sus decisiones y en la resolución de sus problemas. Hasta cuando se independiza, psicológica y materialmente de su familia de origen, y descubre y experimenta su autonomía, no sólo como posibilidad, sino como capacidad real. Antes de convertirse en padre o en madre, el adulto vive en un sano egoísmo de quien puede y sabe resolver sus asuntos, de quien ya no necesitas de los demás, de quien puede tomar decisiones por sí solo. Y lo hace. Y cuando acierta, la conciencia de su valor, de poder confiar en si mismo, va aumentando cada vez más, en un circulo virtuoso que hace de él una persona realmente de confianza, para sí mismo y para los demás. La experiencia de “ser capaz” de enfrentarse con la vida y con sus problemas, de poderlos resolver saliendo ganando, poco a poco construye en él la capacidad de ser padre, de poder asumir, además del cuidado de sí mismo, el cuidado de otros más débiles (hijos, pacientes, alumnos, lo que sea) y se vuelve un padre, real o potencial, en la familia o en las responsabilidades profesionales y sociales. Paralelamente, la conciencia moral adquiere la interiorización de las reglas éticas, y poco a poco el adulto se acostumbra a no buscar habitualmente fuera de sí, en una autoridad exterior, el criterio moral frente a las circunstancias singulares de su vida, sino a comparar entre las circunstancias concretas y los criterios éticos interiorizados, y a asumir la responsabilidad de sus opciones concretas.

 

Todo este proceso queda interrumpido con el ingreso en la vida en el opus. Habitualmente, las personas jóvenes que piden la admisión pasan de la tutela de sus familias a la de los directores del centro en el que van a vivir. Aunque a menudo tengan que resolver los problemas económicos relacionados con esta opción, nunca se encuentran realmente “solos” para enfrentarse con las dificultades y poder decidir, en cada momento, si seguir adelante o cambiar de camino.

 

Lo que el miembro de la obra nunca más va a experimentar, si sigue dentro, es la vivencia de la soledad en su sentido más positivo, aquel por el que se vuelve una persona adulta, ya sin cordones umbilicales que le hacen llegar sustento desde el exterior en cualquier forma. Contemporáneamente, no experimenta su valor de hombre hecho y derecho (en esto influye también la ascética fomentada en la obra, muy orientada al anonadamiento “no soy nada, no tengo nada, no valgo nada...”, a una infancia espiritual según las formas dictadas por el fundador, y a una obediencia que, como nos apuntaba tan oportunamente Bithias e su última intervención, no se encuentra mediada por las exigencias de la caridad, y más bien es utilizada como criterio último de moralidad “obedeces, y nunca te equivocarás”). Se pasa de niños a padres (todos éramos empujados a sentirnos padres de familia numerosa y pobre, y a tener paternidad espiritual con el apostolado) sin volverse antes adulto y el desarrollo se queda defectuoso. Las vivencias que provocan madurez estaban substituidas por la repetición de slogans y de actitudes exteriores, no arraigadas en una efectiva evolución de la personalidad.

 

Es muy posible que todas estas circunstancias bloqueen el crecimiento psicológico de gente que pasó mucho tiempo de su vida en el opus, o que vivió con mucha intensidad un paso más rápido. Especialmente se bloquea el proceso de maduración moral, y la persona sigue buscando fuera de sí, a su exterior, en una figura de autoridad la seguridad del criterio moral y la aprobacn que la tranquiliza acerca de que está  portándose de forma moral correcta.

 

Si es así, es inevitable que estas personas sigan añorando la seguridad de la dirección espiritual, personal y colectiva, que tenían dentro de la obra, y que perciban una forma de vida que ya no le proporciona este amparo continuo como una forma de vida ya sin posibilidad de ser íntegramente orientada a la santidad y a la unión con Dios.

 

Al mismo tiempo, estas personas no perciben su falta de libertad interior. En la obra nos formaron con la idea que los conocimientos racionales eran el principio de la libertad: tener doctrina, conocer la verdad, nos metía en la situación ideal para escogerla y seguirla. En cambio la libertad se fundamenta en la madurez afectiva al menos cuanto en el conocimiento. Una persona puede entender con mayor o menor claridad la verdad de algo y no lograr actuarlo por no tener una voluntad integra por falta de madurez emotiva.

 

Estas faltas no percibidas de libertad, de madurez moral, de madurez de desarrollo humano, a lo mejor provocan en estas personas la añoranza de la vida en la obra, el sabor de rejalgar que sigue amargándole el paladar.

 

¿Que remedios hay? Desde el exterior, me temo que ninguno. El cariño, el autentico amor que se le da a una persona no sirve de nada para ayudarle, si la persona misma no quiere ayudarse a si misma. En el pasado hemos argumentado en estas paginas acerca de la necesidad, o no, de tener tratamiento psicoterapéutico para superar las secuelas de nuestro paso por el opus. Yo siempre he sostenido que sí, que es necesaria. En esta última temporada he ido madurando la conciencia de que, por ser la mayoría de los problemas de naturaleza relacional, efectivamente es necesaria una situación interpersonal guiada por profesionales competentes la única con posibilidad de ayudarnos. Hacerlo por sí mismo es mucho más difícil, y a menudo imposible. Por cierto, mucho más largo. Aunque, por supuesto, depende mucho de cuanto uno está damnificado.

 

Pero nadie decide empezar una psicoterapia al ser empujado por alguien, sino porque lo decide él. Paradójicamente, es su mismo sufrimiento el que puede ayudarle. Porque cuando uno se resiste a buscar ayuda, es el llegar a ya no poder más lo que te hace cambiar de idea.

 

Por esta razón el único consejo que creo acertado es el de estar al lado de esta gente, de escuchar más que hablar, de darle soporte empatico: de que los entiendes, los comprendes, has pasado por los mismos trances, sufres con ellos, pero que son ellos, dentro de si mismos, los que tienen que encontrar la salida, su salida. Pero, eso sí , de que se puede salir y ser felices: y que tú eres la prueba viviente de esto.

 

Me parece que lo que he intentado explicar a propósito de este argumento pueda hacer reflexionar acerca también de las responsabilidades personales objetivas y subjetivas de las que se discute en estos días (¿es la institución la culpable o son las personas que pertenecen a ella?), pero esto lo dejo ya para otra ocasión.

 

Un saludo cariñoso para tí y para todos,

 

Elena (Aquilina)



Sobre el matrimonio entre ex miembros de la Obra.- Mercy

SOBRE EL MATRIMONIO ENTRE EX MIEMBROS DE LA OBRA

Mercy, 14 de enero de 2008

 

 

Hola a todos y todas:

 

Hace poco Alcazaba hablaba del tema de casarse con un ex, leí el articulo al que se hacia referencia, el de Cristina. No puedo expresar la cantidad de sentimientos que me hizo sentir. Es una vergüenza que la obra tenga esa negra capacidad de volver imbécil a un hombre (perdón por la palabra), no tolero que un hombre se atreva a golpear ni de broma a una mujer, para mi una sola bofetada sería suficiente para no querer volver a ver a ese fulano.

 

Pero retomando el tema del matrimonio, no cabe duda que en esta viña hay de todo.

 

Mi experiencia es un tanto, un mucho, especial ya que siendo ambos "exes" hay cosas que resultan muy fáciles, y otras algo difíciles. Al principio ambos teníamos nuestras dudas de cual camino era el correcto. La carga de "formación" puede ser un lastre o un salvavidas, depende del cristal con que se mire. Pero algo que en ese momento y hasta ahora nos ha funcionado es el ser directos y no disfrazar las cosas, no como se acostumbraba en aquel lugar.

 

Yo salí un poco mas harta espiritualmente que él. Él quería conservar varias cosas, continuar con la oración, lectura, confesión frecuente y otras. Desde el primer momento pusimos en claro las cosas. Yo por mi parte pienso que aún en un matrimonio las cosas del alma son pura y llanamente personales. Nadie tiene por qué contabilizar las veces que te confiesas o con quien, si rezas o no y cuanto. Y así se lo dije, nuestra vida espiritual es personal y cada quien la va a vivir a su manera. Afortunadamente lo fue entendiendo poco a poco y ahora ya sabemos que lo único que hacemos juntos es ir a misa, pero cada quien se confiesa cuando lo desea y reza a su manera.

 

Y si por alguna temporada alguno de los dos no quiere hacer nada, simplemente se respeta y ya.

 

Para mi el alma y la conciencia de una persona es algo muy sagrado y personal y un terreno en el que nadie tiene derecho a meterse. Es la persona y Dios y punto.

 

Como madre tengo la responsabilidad de enseñar las bases del amor a Dios a mis hijos y así lo hago. Sin duda mis hijos saben que existe un Dios y que nos ama, pero de ahí a que yo los obligue a hacer actos de amor a El, imposible. El amor y el agradecimiento se aprende con el ejemplo y con la propia vida, no con imposiciones.

 

En los demás terrenos no tengo nada que reprochar, tanto él como yo somos seres normales, con defectos y virtudes. Peleamos como todos los matrimonios, lloramos, reímos, VIVIMOS!!. Nos respetamos, conocemos las debilidades de ambos y nos hacemos fuertes mutuamente, no es fácil pero tampoco tienen nada de especial o diferente de las demás parejas.

 

De una cosa si estoy segura: si no hubiéramos podido ponernos de acuerdo en esto a estas alturas no sé si estaríamos juntos. Fueron muchos años [en la obra] de vivir en desacuerdo y aceptando tantas cosas por "amor" que ya ninguno de los dos está dispuesto a volverlo a hacer. Eso lo tenemos muy claro, si estamos juntos es porque QUEREMOS, no porque exista un papel o un sacramento de por medio.

 

En fin me parece que es un tema muy extenso y con muchos matices pero en resumen mi experiencia ha sido buena y positiva, pero al fin y al cabo, personal.

 

Un abrazo a todos y hasta la próxima.

 

Mercy





Tema espinoso y deslizamiento en las palabras.- Ana Azanza

Queridos Orejas,
 
tengo un lejano recuerdo de que el asunto que plantea Isabel Nath al hilo de Heraldo [¿es la institución? ¿son las personas?] ha salido otras veces por aquí. No es un tema fácil dirimir responsabilidades en el Opus, aunque hay algunos trazos gruesos que están más claros. Quiero decir que sí se pueden distinguir formas de ser numeraria. Es evidente que hay personas que han encontrado en su pertenencia a la estructura burocrática un "modus vivendi". A todos los que estuvimos se nos pueden venir nombres a la cabeza de personas que "nacieron directoras de asesoría" y ahí siguen. No se les conoce en toda su existencia otra dedicación. Y no les va mal por aquello de que han entrado en la "erótica del poder".
 
Y desde esa "high class" hasta digamos las "esclavas", es decir, numerarias que sólo obtienen del opus mucho trabajo, un techo y comida a cambio de entregar su libertad hay un buen trecho. En medio hay multitud de situaciones intermedias a caballo entre la esclavitud medio consentida, el cinismo cíclico, el arrepentimiento a ratos, el no aclararse en suma... que me parece es un auténtico lío para poder individualizar cada caso. Quizá no sea lo más fructífero seguir ese camino. Además la postura post opus también está bastante relacionada con lo que se hizo dentro y hasta qué punto se compartió lo que de verdad allí había.
 
En mi caso si no existe el pecado capital de gilipollez yo siento que lo inventé, no me dí cuenta absolutamente de nada hasta mis momentos finales. También considero que he hecho penitencia de sobra. La salida y despegarse de ellos conlleva un sufrimiento que es una auténtica purificación. No es que uno busque sufrir, es que viene dado por la adaptación a la realidad. Soltar esa segunda piel que fue para nosotros el opus, esa "identificación" y "adherencia" que como buena secta consigue en los captados, lleva su tiempo y su dolor. Es un trabajo personal de maduración en el que nadie te puede ayudar, o casi nadie. El grueso del trabajo lo tiene que hacer uno mismo. No digamos lo que para mí ha sido la gran medicina "salir sociológicamente" de su entorno. Cuesta mucho porque has vivido en una especie de "Wonderland", incluso con el cilicio puesto. Un lugar donde no hay retos reales, donde no hay decisiones, donde no hay posibilidad de equivocarse ni responsabilidad tiene algo de "paraíso infantil". Por eso el crecimiento a la salida consiste en dejar ese mundo atrás y enfrentar las encrucijadas de la vida por tí misma.
 
Creo que lo indiscutible es que el opus dei es un sistema que de por sí genera sufrimiento, enfermedad, ruptura en las familias. Hay ya suficiente quorum para saber que, como el opus quiere hacer creer y hasta ahora le ha funcionado, los que nos hemos ido no somos cuatro locos que no sabemos lo que decimos. Somos una multitud primero, y segundo, aunque en detalles podamos no coincidir, el grueso de lo que ha sido nuestra experiencia ahí dentro sí lo compartimos. Para muchos de nosotros si tenemos seres queridos lo último que desearíamos es que fueran captados y pasarán por ese infierno tan inútil.
 
También quería hacer un comentario a Bithias a que su amigo religioso se planteó ser fiel al camino que Dios le habia trazado y que en eso coincide el opus con los demás. El opus  coincide sólo en las formas, en ciertas expresiones, no en la realidad de lo que se quiere decir. Realmente, a no ser que neguemos la libertad, Dios no traza caminos a nadie, te da la vida, una inteligencia y tu libertad y "apáñate". Es el Opus el que traza caminos, un camino muy estrecho, un raíl del que está prohibido salirse un centímetro, en el que no puedes mirar ni a derecha ni a izquierda. Las congregaciones religiosas no hacen un proselitismo feroz con menores de edad, y hasta donde yo sé, no forma parte esencial de su interés por los candidatos la posición económica, la "pinta", las cualidades intelectuales destacadas. Hay siempre un período de discernimiento antes de decidirse, no hay amenazas de rejalgares ni se "persigue" "monotorizando" la vida del que se va. Te vas y es tu decisión libre. Sé que la vida religiosa en la iglesia católica tiene su propia problemática, no existen paraísos en este mundo. Pero me parece importante diferenciar las cosas.
 
Ana Azanza



Los fantasmas institucionales son realmente grandes.- Isabel Nath

Hola a todos,
 
Por alusiones vuelvo a escribir sobre el tema de los fantasmas institucionales para intentar aclarar las dudas que he sembrado. (No tengo claro si es que los fantasmas institucionales son realmente grandes o que al ponerles un foco de luz directo las sombras parecen mayores... Seguramente un poco de todo).
 
Por orden de publicación en la Web, contesto primero a Abelardo. "¿A donde quieres llegar?" me preguntas: a esclarecer la verdad y a que todos la asumamos como es. Por nuestro propio bien, y por justicia. Por cierto me encanta ese paralelismo que has hecho del Opus Dei con el sistema Nazi; creo que nadie hasta ahora había hecho un paralelismo tan detallado y extenso, al menos en esta web (si alguien lo ha hecho que me perdone pero no lo recuerdo)...

(Leer artículo completo...)




Sobre Bidasoa. Para Gelito.- Tido

Hola a todos, luego de volver de vacaciones de Navidad y Reyes, os deseo un Feliz 2008.

 

Que alegría tengo de encontrar el escrito de Gelito, al que contesto con gusto. Antes que nada decirte que me agrada que sepas quien soy, aunque por las iniciales que dejas, estas un poco confundido, casi lo logras, pero nada, venga envíame un email y quedamos pa echar un pote vale? Así lo discutimos cara a cara y seguro que aprendes de mí y yo muchísimo de ti.

 

Mira empiezo diciéndote que no tengo ni rencor ni odio, lo que si busco es que se haga justicia por un lado y por otro lado que ya se deje de hacer tanto daño a tanto inocente. Yo desde que salí de la Obra soy el hombre más feliz del mundo porque precisamente vi el mundo creado por Dios y que nos puso aquí a los hombres para dominarlo con rectitud, con moral y con alegría, pero sobre todo con la Libertad de sabernos hijos de Dios, aunque cuando te sales de la Obra ya incluso hasta eso se pone en tela de duda, la filiación divina, al menos eso lo decís vosotros. Abrí los ojos y encontré a la mujer que tanto me devolvió la felicidad que tenía antes y me ha dado un hijo hermoso llamado Enrique quien me hace a diario ver los ojos de Dios en esa carita tan pura de los niños y que Dios mediante tendrá este nuevo año una hermanito/a. Así que de rencor y amargura nada de nada.

 

Luego decirte que confundes todo pues yo no he estado en Bidasoa,, lo conozco de cerca porque ayudé mucho. Pero lo que si me molesta es que al llegar de mis vacaciones, encontré el escrito y varios correos de ex seminaristas y algunos Curas que estudiaron ahí, pidiendo aclarar esto, porque sois tan ciegos que en vez de corregir o sencillamente aceptar la verdad que se os dice, habéis empezado a atacar a varios de estas personas, pensando que son ellos los que han escrito. Tengo varias personas ofendidas por correos anónimos llenos de calumnia por vuestra parte. He ahí un resentimiento ensimismado vuestro, aunque me culpáis y culpáis a los demás. Que he sido numerario por 8 años, que estudié en Pamplona, viví en un centro cerca de Sancho el Fuerte y salí para Alicante donde vi claro lo mío y salí de la Obra por la gracia de Dios. Dejad de atormentar a ex seminaristas e incluso a tres Sacerdotes en concreto que me han escrito pidiendo ya el silencio contra Bidasoa, porque como tenéis tanto poder en las Diócesis, dos de ellos tienen ya problemas con sus Obispos numerarios por pensar que han acusado al Opus. A ver si ponéis en práctica un poco la justicia y la rectitud de intención que tanto os llenáis la boca pero jamás lo ponéis en práctica.

 

Por mi parte con este escrito, dejo de lado a Bidasoa, por el pedido realizado por 5 ex seminaristas frustrados de su vocación por culpa de los Santos E.F y J. L. B. que han terminado con 5 vidas y frustrado 5 vocaciones divinas, y vulgarmente dicen que son los planes de Dios porque sencillamente no sentían aprecio por ellos o por la obra... que ironía y de 3 Curas que se sienten ya presionados por sus Obispos y es que lo he hecho porque me ha dolido ver a tanto ex seminarista frustrado, tanto Cura con la tara aún de la presión estúpida y porque yo también fui testigo de lo ocurrido y luego trabajé duro por Bidasoa para luego enterarme de las fechorías realizadas ahí.

 

Rectificad, rezad a Dios no así mismo, no idolatréis a gente terrena, no sigáis haciendo más daño a la gente, luchad por la Santidad, pero no os creáis aún Santos, fastidiando a los demás o como ahora, culpando a inocentes, porque para eso sois buenos, para lograr amargar la vida de los demás y por último mirad adelante, sino tenéis valor para mirar al cielo o a Cristo, mirad al frente, pero dejar de veros el ombligo y solo pensar en vosotros.

 

Volveré dentro de 1 mes, para contar qué me pasó en Alicante y también en Pamplona, y no olvides Gelito, que si tanto dices saber quien soy, espero me aceptes la invitación de tomar un pote con unas tapas y conversar mucho, seguro que nos daremos un abrazo fraterno.

 

Saludos

 

Tido



Gracias Bithias.- Lulu

Hola Bithias! Gracias por tus aportes. Espero que estés muy bien!

Besos, Lúlu





El derecho a criticar al Opus Dei desde dentro. A Alberto José.- Trinity

Estimado Alberto José:

 

            Comprendo que la deformación que se difunde en la Obra (para obtener un sometimiento incondicional de nuestras conciencias -que sólo deberían someterse a Dios- a las directrices de l@s directores/as), te lleve a pensar que hay que someterse a los mandatos ilegítimos de ést@s, como medio de identificación con Cristo en la Cruz.

 

No es ése el sentir de la Iglesia católica, primero porque reconoce que todo fiel cristiano tiene derecho a discrepar de los mandatos de sus pastores cuando los consideran contrarios al bien de la Iglesia, y a denunciarlo a la autoridad competente (ver el c. 212 del Código de Derecho Canónico).

 

Además, como viene insistiendo Benedicto XVI, no es cristiano un ascetismo estoicista que considere la anulación de los aspectos positivos de nuestra personalidad como un camino de crecimiento espiritual: Cristo no nos quita nada (bueno), suele decir el Papa: nos lo da todo. Deberías leer el apartado relativo a la deformación del concepto de esperanza, en la cultura de la modernidad, que aparece en los números 16-23 de su nueva encíclica sobre la esperanza, en que se explica que es errónea la idea de que la fe en el más allá nos debe llevar a renunciar a la realización humana acá; así como los números 35-37, en que se delimita el auténtico sentido de la mortificación cristiana.

 

También quería responder al párrafo en que dices:

«Nadie está obligado a estar en una institución como la Obra... Si no sientes tu vocación o si crees que no puedes "aguantar" una disciplina con la cual se puede estar de acuerdo o no, ¿no sería mas saludable para ti renunciar a ella en lugar de hacer críticas en un ámbito que, cuanto menos, es el menos adecuado?».

 

            Quédate tranquilo: en mi caso no estoy en la Obra por necesidad, pues afortunadamente soy de las –proporcionalmente- pocas que no dependen económicamente del Opus Dei, ya que tengo mi propio trabajo. Y tampoco tengo ningún problema vocacional, pues no soy yo quien está traicionando los ideales que me trajeron al Opus Dei, sino los responsables de la organización institucional. Deberían ser ellos los que se fueran o cambiaran, pues nunca la Santa Sede les ha autorizado a cometer las injusticias que vienen perpetrando.

 

            Respecto de no comentar estos temas en este foro respetuoso de comunicación y libertad, agradezco a Agustina que me haya ahorrado el trabajo de explicarte que éste es precisamente el foro adecuado, entre otros motivos porque en el Opus Dei está ilícitamente prohibida cualquier discrepancia legítima.

 

            Si eres el encargado de turno de la Oficina de Información del Opus Dei, no te digo más. Si eres, como dices, un supernumerario que escribe sinceramente, te aconsejaría que leyeras el escrito de Oráculo sobre La libertad de las conciencias en el Opus Dei: tu escrito –perdona que te lo diga- refleja que estás en un notable nivel de falta de discernimiento eclesial, que deberías intentar remediar.

 

Trinity





Cosas que cambian.- Ántrax

Me parece mal que ustedes, casi todos ustedes, no crean a Morgana cuando dice que las cosas están cambiando, que ya no es lo mismo, que ahora es que da gusto porque todo se está poniendo de lo más moderno y natural.

Me consta que se están produciendo modificaciones sustanciales en el seno de la Institución y de tales innovaciones me llegan algunos testimonios que, si Dios no lo remedia y los Orejas me lo permiten, iré desgranando en esta página según se me ocurra (o no).

Anécdota 1. Escenario: el comedor de un importante Centro de Estudios. Protagonista: el numerario Bláfido Fenollar. Informante: anónimo.

La joven numeraria auxiliar Morbidita Pimpóllez sirve el flan del postre al aludido Bláfido. Éste hace un gesto de rechazo con la mano, le guiña el ojo a su hermana y dice:

-          No, chata, hoy no tomo postre, que voy a mortificarme y lo ofrezco por las intenciones del Obispo de la Diócesis. Por cierto, hoy estás monísima. ¡Caray cómo os sienta de bien ese uniforme tan chulo!

Acto seguido, el protagonista se levanta, se dirige a la mesa principal y golpea familiarmente la espalda del Director, don Notorio Augusto pbro. Y proclama:

-          ¿Qué me dices, dire? ¿Cumplo a rajatabla o no las consignas? Bueno, pues me voy a la partidita, que me están esperando en el bar los colegas.

Bláfido Fenollar sale silbando un tango, alarde que es aplaudido y vitoreado por toda la concurrencia. El Director don Augusto, hombre excesivamente aferrado a las viejas costumbres, se desmaya, enterrando la nariz en el flan, lo que provoca un fuerte ataque de hilaridad y arranca numerosos comentarios humorísticos de todos los circunstantes. Fin.

Debo confesar que aún no he contrastado de modo fidedigno la veracidad de la anécdota, pero ya procuraré hacerlo un rato de éstos. De momento la ofrezco a la distinguida concurrencia, por si desean glosarla o, incluso, llevarla a la oración.

Besos

Antrax





No hay necesidad de crearse culpabilidades inutiles.- Australopitecus

Hola:

Isabel Nath expuso una inquietud personal acerca de la responsabilidad personal y sobre que actitud nos cabe a los que participamos en la obra en el pasado y ahora la criticamos. Creo que una cuestion de fondo que le preocupa es la de que puede haber una supuesta hipocresia si uno no acepta algo de culpabilidad por lo que paso en la obra -al menos cuando uno participo activamente en sus labores-.

Esta bien la preocupacion, pero me parece que no hay que exagerar. Tomando en cuenta el tipo de institucion que es la obra esta claro que buena parte de la responsabilidad le cabe a sus directores globales y nacionales y muy poca al resto de los miembros de la obra. En una institucion tan verticalista, que ademas cuenta con el aval de la Iglesia Catolica que no es poca cosa cuando uno conoce la obra siendo catolico, es dificil que uno pueda plantearse desobedecer siguiendo su propia conciencia.

Para mi estaba claro que la consigna era "obedecer o marcharse" y que para "marcharse" el camino era un campo minado de complejos de culpa, rejalgares, desconsuelos -aquello de no poder disfrutar ni siquiera de los placeres mas sencillos- y peligros de condenacion eterna.

Por ello creo que la responsabilidad si puede ser "diluida" en la institucion ya que son sus manipulaciones a la conciencia las que evitan que uno pueda reaccionar. Ademas, eso de llevar archivos sobre asuntos de conciencia de los miembros es una practica comun, al menos lo era en la epoca preconciliar, de muchas otras instituciones catolicas y su fundamento ideologico es de caracter positivo en su expresion. Otra cosa es que la Iglesia haya mejorado en su respeto por la privacidad de las personas y esto ya no se practique tanto.

Otra cosa es que el objetivo de esos informes se cambie por el de tener informacion que permita controlar a las personas y mantenerlas a raya por sus supuestas "faltas al buen espiritu" de la obra. Esto puede llegar a compararse a los archivos que los regimenes totalitarios conservan sobre los disidentes -reales o imaginarios-, pero para los que participamos alguna vez en labores de gobierno la idea era buscar el mejoramiento personal de los que estaban a nuestro cargo y ese bien consistia en su identificacion practica con los criterios que tiene la obra acerca de lo que son los deberes de sus miembros para con ella.

Deberes que se amparaban en un supuesto llamado de Dios y que estan de cierto modo legitimados por la Iglesia en la medida que no interviene para corregir los errores de la obra.

Asi que aunque a alguien le parezca hipocrita, yo no tengo ninguna carga en mi conciencia actualmente por lo que hice siendo del opus dei. Si alguien lee algun escrito anterior mio, puede enterarse de mis dificultades en el ejercicio de estos cargos y como supusieron una fuente de inquietud interior. Muchas veces uno transmite alguna indicacion de la que no esta muy convencido, pero las alternativas no es que sean muy faciles de practicar. Esta el enfrentamiento directo con una orden, que supone una admonicion (o sea una de esas correcciones fraternas con testigos y en ambiente temible) y que el cura de turno le cargue a uno la conciencia con un pecado mortal. O el planteamiento de salida de la obra, que tambien supone la angustia de pensar que uno le esta siendo desleal a un Dios que ha sido generoso con uno (esta alterniativa tambien incluye peligro de chamuscada eterna al final de la vida de uno).

Ademas, hay que tener en cuenta que en las ordenes que se dan en la obra esta implicita la convencion de que todos quieren ser dociles y que todo el mundo esta en la obra voluntariamente, asi que los informes incluyen la premisa no escrita de que se esta ayudando a alguien que de verdad desea esa sumision de su persona a la obra por amor a Dios.

No nos podemos volver anacronicos en los juicios y no tomar en cuenta las circunstancias de cada epoca de nuestras vidas. La verdad dadas las circunstancias, me atrevo a decir que la mayor parte de las personas que pasaron y que estan pasando por la obra se portan muy bien.

Isabel Nath hace la suposicion de que uno se reconcilia demasiado facil con los ex y al mismo tiempo es duro en sus juicios con los actuales miembros de la obra, pero no es mi caso. Yo soy duro con las ideologias que estan detras de los comportamientos de las personas, pero habiendo cometido las mismas faltas pienso que muchos de ellos actuan como lo hacen por falta de oxigeno espiritual. No hay que olvidar que uno dentro de la obra no tiene salidas honrosas cuando no se ve la oportunidad, o peor cuando se ve la inoportunidad de seguir alguna orden. No lo se tal vez como Isabel nunca ocupo cargos de gobierno, no tiene la misericordia que podemos tener los que si cometimos ese "pecado". No hay mejor perdonador que el pecador, se me ocurre.

Este tipo de instituciones con ideologias derivadas de la religion y emparentadas con las sectas tienen ademas la dificultad de que hay temas tabu, que no se pueden tocar bajo las mas horribles amenazas de volverse uno un depravado y estar predestinado al infierno. Es como encerrar a alguien en una carcel imaginaria y convencerlo de que no hay salida es parte de la efectividad del encierro.

Por eso no considero que sea necesario cargarnos con culpas que no nos ayudan a mejorar como personas. Lo pasado ya paso y gracias a Dios pudimos salir de la obra sin caer en la desesperanza que destila de la maldicion del rejalgar. 

Si de algo he podido pecar en mi vida en la obra es de ingenuo, propter has culpas pido veniam et poenitentiam!

Saludos,

Austral





Para Alberto Jose: ES O NO ES un genio el marques?.- Atomito

Hola Alberto José:

pensaba no seguir este dialogo contigo, por lo que te contaba, de que me siento impotente tratando de hacer razonar a una persona que compro un mensaje de marketing. Pero como parece que te sentiste atacado o "descalificado", quiero aclarar las cosas.

Pongamos un ejemplo concreto: el Opus Dei es una familia. Yo estuve 10 anos en esa "familia" y cuando decido que no puedo seguir creyendo mas en los dogmas y credos de la Iglesia Catolica decido irme. Como yo sentia de verdad al Opus como mi familia, y queria a los numerarios con los que habia convivido como si fueran de verdad mis hermanos, les plantee a los directores que me iba a ir de la obra, pero que iba a seguir mi amistad con todos sin ningun cambio. El hecho de que yo no creyera mas en ciertas "verdades" de fe, no significaba que no quisiera mas o que ahora quisiera menos a mis "hermanos". Para mi era la cosa mas natural del mundo, antes de irme, hablar con cada uno, explicarles porque tomaba la decision, y luego seguir la amistad igual que siempre, de modo totalmente natural.

Yo me hice catolico a los 7 anios, porque mi padre era judio, pero no quiso inculcarme ninguna religion hasta que yo decidiera por mi mismo. Cuando le dije que queria ser cristiano y bautizarme, no se opuso en lo mas minimo, ni cambio su amor o su actitud hacia mi. Todo siguio igual. Igual podia haberme hecho musulman o ateo, su amor por mi era exactamente el mismo. Cuando a los 19 anios me fui de mi casa para irme a vivir a un centro de la obra, tampoco cambio nada su carino por mi. Es mas, a pesar de que ya no tenia ninguna obligacion, me siguio ayudando economicamente varios anios, para que no me faltara nada. Esto es lo que yo llamo UNA FAMILIA, una verdadera relacion familiar.

Pero hete aqui, que cuando le digo a los directores que pienso seguir mi amistad con todos los de casa, y frecuentando el centro con toda naturalidad (obviamente no iba a ir a actividades religiosas, pero pensaba ir a tertulias, convivencias, etc.), me dicen que eso no es posible. Que si me voy, estoy faltando a un compromiso, que para los demas de la obra es doloroso seguir viendome, y que prefieren que no vaya mas por ningun centro de "casa". Es mas, me dicen que mejor no hable con nadie y no le explique a nadie por que me iba. Y esto, no es un error del padre X, o del director Z. Esto no lo decidio un director pecador o con mal espiritu. Esto esta escrito en el vademecum de los consejos locales (como salio publicado hace poco en Opuslibros) y es el mas autentico espiritu de la obra: los que se van, no pueden seguir la amistad o relacion con los demas de "casa" como si no paso nada. Hay que dejarles claro que ahora estan afuera y no pertenecen mas a la familia, no sea cosa que alguien se vaya a confundir.

No se como le llamas vos a un grupo de individuos que se consideran "hermanos", pero que si uno deja de creer ciertos credos, deja de pertenecer a la hermandad. Le llamaras seguramente asociacion de fieles o congregacion religiosa, yo le llamo Secta o Logia Masonica. Pero en cualquier caso, eso no es una familia.

Pero la historia no termina aqui. 15 anos mas tarde, se va de la obra uno de los directores que me comunico estas cosas (que estoy seguro no lo decidio el, porque como te decia, es parte del espiritu). Como todos los numerarios que abandonan la obra, se fue con una mano adelante y otra atras. Su "ex-familia" del Opus solo le dio plata para el boleto y un cafe. Cuando me entere que se habia ido y que estaba con grandes penurias, me contacte con el y le gire desde Inglaterra la cantidad de dinero que necesitaba.

No se si te queda claro, pero "somos una familia", "el mejor lugar para vivir y el mejor lugar para morir, el Opus Dei, que bien se esta hijos mios", "nuestra madre guapa la obra" y demas sloganes, son ESO: sloganes.

Lo mas impresionante de los magos del marketing, no es que te convencen de que compres X o compres Y. Lo mas increible es que vos estas convencido de que compras X porque es tu propia decision, que la tomaste porque sos muy inteligente y estas muy bien informado.

El ex-director que te contaba, despues de todo lo que le paso a el y a mi, hoy dia piensa que el Opus es fantastico y solo dice cosas buenas de el. ES O NO ES UN GENIO EL SANTO MARQUES????

Un saludo a todos

Atomito





Elitismo en el Opus Dei México.- Bepo

Me causó sorpresa que este tema de "El Opus Dei en México" de Castalio llegara aquí. Pero aún mas que Castalio hable de ese elitismo del Opus en México. Castalio aporta algunos datos desconocidos para mi, de algunos otros había escuchado pero no lo creía, ahora si lo creo, me refiero a: los feos [sic] no son nomrados directores.

No me gusta y no estoy de acuerdo en algunas puntos del escrito. Castalio usa términos como: burgés, aristocracia, proletario, etc. éstos términos ya estan en desuso, pues no remite a la realidad de México, sino a otra realidad europea, colonial, decimononica,  cometiendo el error que critica del Opus Dei; distorciona la realidad de México para los que leen y no son mexicanos. No es verdad que en México no existe la clase media, si existe. Pienso que Castalio se refiere a que en una crisis ecónomica en 1982 y otras sucecivas se redujo la clase media, y eso es verdad, pero creo que nunca se acabó, y de los que resultaron mermados muchos se recuperaron y otras personas emergieron a la clase media y algunos otros a la clase alta, como el mismo meciona: de ultramarinos al sector financiero. Con todo lo demás no discrepo en nada.

Sirviéndome de introducción la última idea mencionada, es a todas estas personas emergentes, las que se ponen a trabajar y comienzan a mejorar económicamente, y a tener acceso a mejor educación, etc. es a las que se les desprecia en el opus, se les admite en la Universidad Panamericana UP por las dificultades de alcanzar el mínimo número de alumnos para costear la apertura de un nuevo curso, y tratarlos por si los pueden nombrar cooperadores, pero simpre mal vistos. Cuando llegan a ser admitidos como numerarios el maltrato no se disimula. Recuerdo a un numerario de esos mayores (55 años aprox.), tal como los descibe Castalio, con depresión moderada, fuera de la realidad y dentro de la burbuja, dedicado a labores internas y con algun trabajito en la UP, creyendose superior, creo que por el supuesto estatus que otorga ser numerario, (eso ya se acabo, ya no es más en México), maltratar a otro numerario más joven, con pocos años de pitar, llamándolo "nuevo rico". Como este ejemplo de maltrato vi un sinmúmero de casos, muchos muy humillantes. Como dice Castalio, entre los numerarios jovenes los "corrillos" se formaban según el supuesto nivel social, que en realidad es manejo de imagen y apariencias, de los que salian verdaderas vejaciones para otros numerarios.

Otra cosa que quiero comentar, es el famoso tono humano. En México si se dice que a tal numerarito le falta tono humano, se puede entender como: no es de nuestra clase social; ese numerarito no se alinea y defiende su libertad de vestirse según su personalidad, gusto y preferencia que se traduce en ese numerarito no tiene tono de numerario, muy diferente a falta de tono humano. Esto en el ambiente universitario se conoce como rupinos, de RUP (Residencia Universitaria Panamericana): nuemario universitario finta habitante de la RUP, que se distingue por una peculiar forma de conducirse, vestir, hablar y costumbres raras. Pues bien, que ser tachado de falta de tono humano se puede equiparar a ser acusado de no tener buen espiritu o tener espíritu crítico con todas las consecuencias que conlleva. Por ejemplo los jeans o cualquier prenda de mezclilla no va con el criterio de tono humano, sólo se tolera para acudir a la universidad, para todo lo demás es mejor pantalones "cakis", calzado negro formal y una camisa de tono oscuro y manga larga aunque la temperatura sea a 40°C y el sudor forme manchas de humedad en la ropa y tengas facha de sopa aguada, sin mencionar el olor. Bueno esto ya es otra cosa, y para el centro riguroso saco y corbata.

Existe otra dato que quiero comentar, y refleja el trato de la supuesta clase superior al inferior dentro de la obra y que aun permanece como su herencia, que aunque Castalio califica de teatralidad o histrionismo, no deja de ser una humillación para la numeraria auxiliar (sirvienta por aquellos años) el que el Vicario Sacerdote Pedro Casciaro lanzara al suelo la pasta por no tener queso parmesano o pedirle a una nuemraria auxiliar las tijeras y en su cara cortar un mantel de mesa o de altar o lo que fuera (¡que tono tan humano, que educación, que calidad humana, que virtud de la pobreza, que caridad!) frente a todos los comensales y la auxiliar de rodillas limpiando del suelo la pasta lanzada. Creo que esto en una familia normal no se tolera, a mi por una cosa asi con mi padre y mi madre me hubiera ido muy mal. Como puede una persona hacer esto, como puede una persona con esta conducta tan cerril, bestia y prepotente pretender enseñar a pertenecer ó aparentar y conducirse en la clase media o alta bien educada, como puede una persona asi calificar a otros de inferiores en educación y tono humano. Que a Don Pedro no le gustaba la vulgaridad, pues yo no se como se le podria calificar a Don Pedro, pero de persona educada, de clase alta, de clase media no y no. De cerril si.

Gracias a Dios, me fui, nos fuimos.

Bepo





Hermano de sangre en el Opus Dei.- Lulu

Hola! Desde que me fui de la Obra mi vida fue mirar hacia adelante y "no volver la cara atrás..en mi camino..." Di vuelta la página y nunca más me importó el opus Dei. Sentía que era problema de otros ahora que yo ya no pertenecía. Pero resulta que tengo una herman que sigue dentro y engarzada como una perla... Y siento que de ese modo, de vez en cuando tengo el opus Dei presente en mi vida, y me fastidia, a veces me enoja... ¿Alguno de ustedes me puede aconsejar desde la experiencia qué me puede ayudar para que esta hermana mía no me refleje al opus dei cada vez que tengo algun contacto y la pueda ver como a una hermana normal y corriente (tengo hermanas y hermanos de sangre que no son del opus dei) o al menos que no me enoje el Opus Dei a través de ella?

Aclaro que no conservo nada de que me linkee con el opus, ni amigas, ni idas a centros, etc. Mis padres, pero como son supernumerarios y de la segunda hora... no me afecta para nada.

Saludos, lúlu





El rejalgar escrivariano.- E.B.E.

El rejalgar escrivariano – E.B.E.

Horizontes Sombríos. 1

Los beneficios secundarios del rejalgar. 2

Escrivá y el Génesis. 3

La explicación oficial 4

 

Para quienes están pasando por un largo o profundo periodo de rejalgar, como decía Jacinto estos días, van dirigidas estas palabras.

Es difícil decir algo acertado para cada situación. Aún así, creo que puede haber algunos puntos en común.

 

Horizontes Sombríos

En la película Shadowlands, sobre la vida de C.S. Lewis, hacia el final el protagonista hace la siguiente reflexión:

¿Por qué amar, si perderlo duele tanto?
Ya no tengo respuestas, sólo la vida que he vivido.
Dos veces en esa vida me ofrecieron la alternativa:
siendo un niño y siendo un hombre.
EI niño optó por la seguridad. El hombre elige el sufrimiento.
EI dolor ahora es parte de la felicidad de entonces.
Ese es el trato.

Esto es, en la medida en que se acepta lo bueno de algo, se acepta implícitamente lo malo. No en el sentido moral, sino en el existencial. Sin el uno, no se da el otro. El dolor de hoy es parte de la felicidad de ayer. Hoy no habría dolor si ayer no hubiera habido felicidad. Este principio vital es de una gran sabiduría.

¿Y entonces qué? En el caso de Lewis su sufrimiento era legítimo, porque su alegría lo había sido. Pero en el caso de la Opus Dei, donde todo fue una gran ficción, el sufrimiento también lo es.

De la misma manera en que uno se entregó del todo, ahora es necesario hacer un doloroso y liberador acto de apostasía hacia la fe en Escrivá y su Obra.

El rejalgar es efectivo, en la medida en que la fe en Escrivá, sus palabras y su Obra permanecen, aunque sea de manera inconsciente. En este sentido, es necesaria una terapia o desprogramación profunda.

Esto no cambia la realidad de los hechos, pero sí su interpretación, que allí es donde reside el más profundo efecto del rejalgar escrivariano.

Es decir, luego de haber salido del Opus Dei pueden haber sucedido hechos desgraciados o dramáticos, que con la debida sabiduría muchos se pueden convertir en oportunidades de crecimiento y descubrimiento de sí mismos. Cada uno podrá imaginar y pensar esos hechos: divorcios, problemas con los hijos, fallecimientos, quiebras financieras, errores claramente personales, etc.

Posiblemente todo lo que tenga que ver con la vida sea lo más doloroso, pues las pérdidas materiales tienen una probabilidad mayor de ser compensadas más adelante.

El efecto más poderoso del rejalgar se produce en la medida en que uno mismo conecte o relacione los hechos desgraciados con las palabras de Escrivá. Sólo cuando uno descubre que una importante porción del resto de la humanidad tiene los mismos problemas, es ahí cuando se llega a entender que una cosa no tiene relación con la otra (Escrivá) y que por lo tanto las insensateces que ha dicho ese hombre no tienen ninguna relación con un presente que es común a tantas otras personas: quienes tiene problemas familiares, económicos, laborales, psicológicos, de salud, etc.

Pero para que esto se haga efectivo, hay que dejar de creer en Escrivá. Y esto posiblemente sea el punto crítico.

Las maldiciones son, entonces, un efecto secundario. El rejalgar es un efecto secundario (negativo) de un beneficio que pasa desapercibido pero es considerado (inconscientemente) digno de tal precio (rejalgar).

 

Los beneficios secundarios del rejalgar

¿Cuál es entonces el beneficio de seguir creyendo en Escrivá (razón por la cual inevitablemente no se puede dejar de creer en su rejalgar)? Pueden ser variados, pero en general todos responden a evitarse una crisis vital mayor (un mal mayor).

Si uno vive con parientes que son miembros del Opus Dei, o trabaja con miembros del Opus Dei, es muy probable que se haga difícil la convivencia (familiar o laboral) si el Opus Dei o la figura de Escrivá resultan rechazables interiormente. Hay entonces una aceptación pública de la figura de Escrivá, pero sobre todo una aceptación interior, que impide descalificar el poder y alcance de sus palabras. Si uno está rodeado de gente que le reza, le pide, «recibe milagros» y uno lo acepta sin hacerse y hacer públicamente cuestionamientos serios de ningún tipo, es muy probable que cuando se sufra algún tipo de desgracia la figura de Escrivá asome entre las sombras de la conciencia como un ave de mal agüero: «te lo dije y no me escuchaste». De un día para el otro no desaparece el rejalgar, de la misma medida en que no desaparece la fe en Escrivá.

En muchos casos, puede ser evitarse una crisis respecto de la Iglesia, sencillamente porque la Iglesia canonizó a Escrivá. No es una tontería este hecho: en un dolor de conciencia, algo que no se entiende, en lo cual sólo se puede creer o aceptar. De lo contrario, se genera una crisis en relación a la Iglesia.

Después están los errores personales, es decir, hechos o acontecimientos que han sucedido debido a la propia responsabilidad y de nadie más. Reconocer la propia responsabilidad puede  ser doloroso, pero también liberador en la medida en que el rejalgar ya no tiene efectos sobre uno.

Luego de una vida de obediencia ciega, recuperar y reconocer la responsabilidad personal es todo un desafío, porque para una gran cantidad de cosas ya no habrá posibilidad de echarle la culpa a Escrivá ni a su Obra.

Todo lo dicho no evita que cada uno encuentre la solución a su medida, de maneras variadísimas.

 

Escrivá y el Génesis

Las palabras de Escrivá resuenan, ni más ni menos, a la maldición del Génesis. En ambos casos las palabras refieren a la expulsión de sus diversos Paraísos. Irse de la Obra es, entonces, semejante a la situación vivida por Adán y Eva: el rechazo de Dios.

«Entonces Yahveh Dios dijo a la serpiente: « Por haber hecho esto, maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Sobre tu vientre caminarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. (…) A la mujer le dijo: « tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con dolor parirás los hijos. Hacia tu marido irá tu apetencia, y él te dominará. Al hombre le dijo: «Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que yo te había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida. Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Porque eres polvo y al polvo tornarás.» (Gen. 3,14-19)

«Si alguien se descaminara, le quedaría un remordimiento tremendo: sería un desgraciado. Hasta esas cosas que dan a la gente una relativa felicidad, en una persona que abandona su vocación se hacen amargas como la hiel, agrias como el vinagre, repugnantes como el rejalgar» (Escrivá, Meditaciones III, pág. 389).

¿Resulta sorprendente, entonces, que no pocos sientan el peso de la maldición escrivariana sobre sus conciencias? Más aún cuando han creído profundamente en que Dios respaldaba el obrar de Escrivá. Esa creencia no se desvanece de un día para el otro.

Si «hasta esas cosas que dan una relativa felicidad» causarán –según la profecía escrivariana-  «amargura y repugnancia», qué se puede esperar de las desgracias más desgraciadas que le puede suceder a cualquiera, pero de manera particular a quien ha abandonado el paraíso cuyo creador es Escrivá? Como en el Génesis: lo que ayer era placentero, a partir de hoy será fuente de infelicidad en recuerdo constante de la infidelidad.

El dolor de hoy es parte de la fe profesada ayer. Pero no porque lo diga Escrivá sino porque responde a ese principio vital del que habla Shadowlands: EI dolor ahora es parte de la felicidad de entonces. Y la fe era sinónimo de felicidad.

Pero en el caso de la Obra hay una diferencia importante: esa felicidad era ficticia, y por lo tanto ese dolor lo ha de ser también, necesariamente.

El dolor de hoy es la otra cara de la fe (en Escrivá) de ayer y que de alguna manera continúa viva hoy. Esa fe es la que da vida al dolor. La diferencia, con el pasado, es que ayer existía la misma fe (en Escrivá) de hoy, pero sin experimentar las maldiciones (pues no se había experimentado la salida).

Sin esa fe, hoy no habría dolor.

 

La explicación oficial

Los voceros del Opus Dei dirían seguramente que «esas palabras» de su fundador «hay que interpretarlas en su contexto» y que lo que quieren es reflejar la gravedad que supone traicionar a Dios, que no es el caso de la mayoría de los que se van, porque en general no tienen vocación o tienen algún tipo de enfermedad que son causas razonables. Esas palabras se aplicarían entonces a un grupo minoritario, personas que son conscientes de haber transgredido un compromiso hecho frente a Dios.

Esa es la explicación que daría la AOP, por ejemplo. La verdad es otra, o dicho en términos matemáticos, es la misma multiplicada por menos uno (-1): esas palabras reflejan la gravedad de traicionar a Dios, que es el caso de la mayoría de los que abandonan la Obra, porque en general todos tienen vocación y ninguna excusa razonable para marcharse.

«A la vuelta de estos cuarenta y tres años largos, cuando algún hijo mío se ha perdido, ha sido siempre por falta de sinceridad o porque le ha parecido anticuado el decálogo. Y que no me venga con otras razones, porque no son verdad» (Meditación El talento de hablar, abril de 1972, citado en Meditaciones III, pag.232).

Escrivá no tenía medias tintas cuando hablaba de fidelidad a él y a su obra (sinónimos de fidelidad a Dios, en el pensamiento escrivariano). Nunca oí ni leí que el fundador hablara de excepciones razonables para dejar la Obra, sino todo lo contrario.

En la Obra no existe la posibilidad de plantear la propia nulidad, es decir, plantear que nunca se tuvo vocación y por lo tanto es legítimo dejar la Obra sin que esto implique ninguna trasgresión. Para Escrivá, rechazar a su Obra es rechazar a Dios. El fundador afirmaba contundente:

«Tienes vocación y la tendrás siempre. Nunca dudes de esta verdad, porque se recibe una vez y después no se pierde; si acaso, se tira por la ventana» (citado por A. del Portillo, carta 19-III-1992, n. 14)

Los directores pueden –se sienten representantes de Dios- dispensar y declarar nula la vocación, pero los miembros rasos no pueden plantear la nulidad ni pedir la dispensa sin que esto sea tomado –por los directores- como un rechazo hacia Dios, para presionar a las conciencias.

La verdad es que resulta muy difícil entender cómo la Iglesia canonizó a una persona que sentenciaba y maldecía de esa manera. Podrá explicarlo de mil maneras, pero ninguna será satisfactoria para quienes han sufrido psicológicamente las maldiciones del rejalgar escrivariano.

-Fin-





Mi vida sin mí (I).- Books

Mis primeros pasos en el opus dei

Entre los catorce y los veinte años, supongo que mi vida fue parecida a la de la gente de mi  edad.

Me gustaba ir a la discoteca, salir con la pandilla, cambiarme la ropa con mis amigas. Me encantaba que se organizaran fiestas en casa de alguien, pues de allí siempre salía algún amigo especial. Haciendo memoria he recordado que tuve unos cúantos, y tres de ellos, tal vez los que más me gustaban y con los que duré más tiempo, casualmente se llamaban josé maría, eso sí, escrito por separado un nombre de otro. Uno de ellos estudiaba arquitectura, más bien mal estudiante, repetía primero por tercera vez. Otro trabajaba en un banco, y el último hacía la mili en Sevilla, pero era asturiano y bastante mayor que yo. Había pedido la prórroga mil veces, hasta que ya no se lo consintieron más.

No sé a partir de qué momento olvidé todo ésto, y me olvidé, en fin, de mi vida anterior. Tampoco sé cuando dejé de ser yo y comencé a ser otra, pues no he sido consciente de este hecho hasta después de irme del opus dei y  es ahora cuando estoy volviendo atrás e intentando ubicar el momento de mi transformación. Y haciendo este ejercicio mental, me han venido a la cabeza las veces que me dijeron que no era "dócil", claro que ésto adquiere más sentido, porque yo era calificada de indócil, cuando ya no era yo, sino que era la otra. Y ésto que parece un juego de palabras, no es más que un ejemplo, una muestra, un botón, de lo complicado que puede llegar a ser el opus dei, siendo tan simple transmitir un mensaje tan sencillo: el de "amarás a Dios sobre todas las cosas, y a prójimo como a tí mismo", que es al fin y al cabo el colofón de los diez mandamientos.

Tal vez fuera a mitad del primer año del centro de estudios, cuando empezó mi vida sin mí,  o al menos, sin mucha parte de mí. Creo que hasta entonces añoré y eché en falta aquellas cosas que dejé, eso sí, porque quise.

Yo había estudiado secretariado de dirección en una obra corporativa, de mucho renombre en Sevilla. El último año, yo tenía diciecinueve, además de estudiar, trabajaba con un abogado. Ambos estábamos muy contentos el uno con el otro. Por eso se mosqueó tanto cuando le dije que lo dejaba. A mí tampoco me hizo mucha gracia, pero lo tuve que hacer ya que me prohibieron que trabajara con un hombre a solas, y es que yo acababa de pedir admisión en la obra.

De la noche a la mañana, siendo adscrita, me encontré viviendo en la administración de un colegio mayor, el centro de estudios de numerarios. Y de la mañana a la noche, me ví en Madrid, estudiando una nueva "carrera", "Ciencias Domésticas", pues decidieron que a mí se me daba la administración. Así que dije adiós para siempre al secretariado y adiós a Sevilla, por, al menos, cuatro años.

Fue por ello, que durante dos años estuve rodeada por numerarias, mañana y tarde ya que en mi nueva carrera, todas las estudiantes, teníamos esta condición, e incluso el profesorado estaba compuesto por personas de la obra, excepto la profesora de contabilidad, creo recordar.

Y creo que este hecho debió contribuir a dejarme atrás. Cambió mi forma de vestir, el modo de hablar, y de pensar o de "no pensar" y por lo tanto mi manera de hacer. Sí, tuvo que ser así porque si no, ¿cómo se explica que no me negara a salir a la calle a asaltar a niñas para hacerles encuestas absurdas sobre el univ, el Papa y sobre yo que sé? Claro que de estas encuestas, lo que nos importaba no eran las contestaciones, realmente, sino los datos como su nombre, su dirección o su teléfono, si es que nos los daban. Este era el método para "hacer amigas" que se nos imponía a las que hacíamos ciencias domésticas y veníamos de fuera. ¡Que vergüenza pasé¡, al principio, claro. Este modo de actuar no tenía nada que ver con mi manera de ser, pero a base de charlas, praxis, clases y encerronas en el centro de estudios, dejé de pasar vergüenza, sencillamente porque no sentía, porque ya se estaba efectuando en mí el cambio de persona corriente en numeraria impersonal.

Para colmo yo siempre llegaba al centro con muy poca producción, hasta que en segundo, Dios debió venir a verme y me concedió "cuatro amigas", que incluso hicieron un curso de retiro. Y me llamaban por teléfono, y salía mi número, el 62, en la pantalla que había en el comedor y yo chuleaba, cada vez que aparecía, así en grande y en color rojo. Pero ésto duró poco, debió ser que Dios me envió amigas de plástico.

Mi estancia en el centro de estudios no fue ni alegre ni triste, fue sencillamente indiferente, porque yo era indiferente.

Me fui a Madrid engañando a mis padres. Les dije que me iba por dos meses, los que duraba el semestre previo y el que tenía que haber hecho en Granada. Pero yo me enteré el día antes de irme, que mi destino era Madrid, y claro con tan poco tiempo fui incapaz de decirles que no volvería hasta dentro de cuatro años. Mis padres me dejaron de hablar cuando se enteraron, porque para colmo se lo comunicaron desde el centro de estudios, cuando al llamarme por teléfono, les dijeron que yo había ido a Atocha a recoger la ropa de invierno. Sí, así supieron que yo no vovía. Después arreglamos las cosas. Creó que ya por esta época empezó a cambiar mi corazón, y de ser una sentimental, pasé a ser alguien con muy pocos sentimientos.

En mi centro de estudios éramos unas cien. ¡menudo rebaño de ovejas¡ Todas de un lado para otro, ovejas con anteojeras de burros, con las que sólo podíamos ver a la que nos precedía, con los oidos muy abiertos, la boca excesivamente cerrada, el corazón encogido y  el alma muy limpia.

!Qué charlas tan fuertes¡ Obediencia por encima de todo, "cariño sobrenatural" para con todas y para nuestra familia, sinceridad absoluta... pobreza. ¡Qué pobre éramos en el centro de estudios, sobre todo algunas que como yo íbamos con una beca, sí porque así se explicaba que yo, que ya había estudiado una cosa, empezara otra nueva. A mí ni se me pasó por la cabeza pedirle dinero a mis padres y a ellas tampoco, pero estaban haciendo una buena inversión: una  futura adminstradora. En los dos años que estuve allí, por reyes me regalaron una botella de litro de colonia y  unos leotardos color beig. Eso sí, lo del bote de litro me vino bien, pues una vez vacío lo llené de agua bendita, ya que el que yo tenía que era muy pequeño, se me acababa muy rápido y a mi me daba mucha rabia estar todo el día en la sacristía rellenándolo. Eso sí, a nadie le conté lo que hice, por si acaso era una falta de  "buen espíritu".

¡Pobreza! Nunca olvidaré aquella clase. Nos la dió una que gritaba mucho. Por ponernos un ejemplo muy, pero que muy gráfico, gritó a todo pulmón: "si te encuentras una peseta por la calle, esa peseta no es tuya, esa peseta es del opus deiiiiiiii!. ¡Qué miedo¡. Pero luego me decía a mí misma que claro, que se trataba de que nos enterásemos bien, de que aprendiéramos a ser numerarias desde ya, todo era muy lógico. Y me parecía normal que me cambiaran la cabeza, y el modo de pensar, y que no me planteara nada distinto, pero claro, yo no sabía que todo ésto estaba ocurriendo en mí. ¡Qué fácil es llenar cabezas inmaduras de todo tipo de normas, reglas, costumbres... ¿Dónde estaba mi rebeldía?¿Dónde mi corazón? ¿Dónde mis ilusiones" Yo que fui la delegada de curso durante los cinco años que estuve en la obra corportiva, que me peleaba con todas las numerarias por defender a mis compañeras, que no aguantaba a la directora, que me echaban de clase, que hacía novillos, que quería a mis amigas.... Realmente el opus tiene poder, el poder de cambiar las mentes sin que tú te des cuenta, al menos eso fue lo que a mí me ocurrió.

Del centro de estudios se fueron varias, nos decían que no tenían vocación. De una de ellas, la explicación de su salida fue la siguiente: "Pepita se ha ido porque tiene vocación de monja". A mí eso de que quisiera ser religiosa me dio mucha pena. No sé si llegó a serlo, la cuestión es que hace un par de años, charlando con una exnumeraria del mismo centro de estudios, me preguntó: ¿Te acuerdas de Pepita, la que iba para monja?  Sí, le contesté. "Pues me la encontré en un yate, en tal puerto, y !está montada en el dólar¡.... Supongo que cuando recuperó su cabeza decicidió recuperar también el tiempo perdido.

Un abrazo, y hasta la próxima,

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La sinrazon de la desesperanza.- australopitecus

Al hilo de lo planteado por Jacinto Choza el pasado viernes se me ocurren algunas ideas que pueden ser utiles:

1. La maldicion del rejalgar es una consecuencia de la vision heretica que tiene la obra de si misma como camino inevitable de salvacion para todos los que piden la admision. Dentro de esta vision cabe la idea de considerar condenados a los que osan salir de la institucion, es una especie de "Extra Opus Dei Nulla Sallus". Pero ni siquiera la Iglesia se ve a si misma como camino exclusivo de salvacion hoy en dia. Incluso para los que tienen una vision literal del Extra Ecclesia Nulla Salus se entiende que dentro de la Iglesia hay la mas total libertad para elegir camino y cambiarlo cuando las circunstancias lo reclaman.

2. Ademas, seria un pecado contra la virtud de la esperanza el creerse predestinado a perder la salvacion eterna solo por haber fallado a un compromiso que se hizo -en la mayoria de los casos- bajo la coaccion de una manipulacion afectiva y sin manejar informacion que era esencial para tomar esa decision. Para muchos de nosotros, recien pitados vino una convivencia especial donde se expone una vision exclusivista de la salvacion para los que piden la admision, fuera del opus no cabe la salvacion ni la felicidad. Uno cae sin darse cuenta en el error, pero despues es mas facil salir de el si uno recupera el sentido comun catolico.

3. Tambien hay un pesimismo de fondo en las ideas que sostienen esa maldicion. Segun estas ideas Dios prefiere una ascetica de corte estricto y rigido a una basada en la libertad y en la confianza en el corazon humano. La ascetica del opus dista mucho de ser exigente en un sentido sano y es mas bien de tipo estricto y patologica en el sentido de ser obsesivo compulsiva mas que creativa. La exigencia personal como estilo de vida se puede ver de un modo mas positivo si se libera de normatismos y de un Dios tiquismiquis. Un ejemplo de ello son las batallas sobre el uso de pantalones por parte de las mujeres o la eterna batalla de la no asistencia a espectaculos publicos. La supuesta exigencia de pobreza en la obra cuela mosquitos, pero permite el paso de camellos y elefantes.

4. Siguiendo con el peligro de la desesperanza es bastante insensato pensar que Dios no pueda perdonar el supuesto pecado de no seguir en una institucion vocacional donde uno no encuentra la paz interior que debe manar como agua pura de un manantial en el alma si uno de verdad esta en su propia vocacion. Una de las trampas clasicas es la de postergar para siempre el alcance de esta paz por medio del espejismo de un vivir a contrapelo, del que supuestamente seria modelo el fundador, pero el fundador del opus tenia muchos privilegios por razon de su cargo que los demas no tienen (incluida la de abandonar su vocacion si Dios se lo pedia, esto esta claro en el episodio donde llega a pensar en salirse de la obra para trabajar con sacerdotes diocesanos) En realidad hay un nucleo que persevera en la obra con mucha tranquilidad por su acostumbramiento a algun nicho en el que puede desfogar algo de su necesidad de ser libre: hay quien persevera muchos años como director regional, o eterno director de su centro, o en una obra corporativa donde logra conectar con mucha gente joven, pero para muchos este tipo de escapes no es posible y terminan deprimidos y cansados de una vida sin horizontes personales.

5. ARR=Antonio Ruiz Retegui era muy amigo de la frase 'Dios prefiere la felicidad de una persona a su santidad', aca la logica indica que si uno no es feliz entonces no es santo, pero si es feliz es buena señal de estar en armonia consigo mismo y con su entorno.

En resumen, para recuperar eso que en la cultura norteamericana se llama el groove o el mojo, o en nuestra cultura la alegria de vivir, hay que recuperar un poco la capacidad de ver la realidad con los propios ojos y con un filtro optimista, que con el tiempo se descubre que no es un filtro que opaque la realidad sino que corrige una deformacion de la vision inducida por el rigorismo opusino (o el rigorismo que sea).

Aun si uno llega a sentirse culpable de algo por haber abandonado el opus, en la vision cristiana del arrepentimiento se incluye el consuelo de Dios a los que quieren enmendarse. Gracias a Dios el retorno al opus es imposible para el que sale, pero esta ultima idea tendria el peligro de ser malinterpretada para fomentar la dependencia de los ex al opus en forma de cooperadores. Asi que es mejor abrir los ojos y darse cuenta uno mismo que el opus no le conviene como camino, ni siquiera de lejos.

Es tarea de muchos dias y meses desmontar las trampas de relojeria -las espoletas que menciona Jacinto- que el opus te mete en la cabeza, pero si uno tiene la disposicion de pensar en grande las puede desmontar. Todo esta en darse cuenta de que donde no hay paz no puede estar Dios y que Dios siempre crea pensando en la maxima realizacion de las potencias de sus criaturas y una criatura sin paz y sin alegria no puede casi nada. A mi me sirvio pensar que Dios siendo perfecto no puede limitarse por el pasado y siempre esta dispuesto a darle una nueva oportunidad a cualquier persona independientemente de su historia pasada. Un poco de sentido comun para darse cuenta de que la nueva oportunidad no tiene por que incluir al opus dei es necesario, pero dado este, lo demas es mas facil.

Saludos,

Australopitecus



Lo fácil y lo difícil.- Morgana

Hola! a todos
 
He pensado, qué difícil hacerse entender y qué fácil entender distinto.
 
 Mabel, soy opusina de a pie y siempre me he sentido creída por la Obra. Referente a este tema siempre me plantee: si no me creen, allá ellos, es su problema, no el mío. Ahora, considero que cada caso es cada caso. Si normalmente te acostumbras a mentir, cuando dices la verdad no va a ser fácil creerte, así es que disciento contigo, el Opus no peca de malpensado y sí que nos fiamos, tanto, que ya ves, hay testimonios de ex que aseguran haber manipulado las conciencias estando en la Obra. Dime, si eso no es confiar en alguien y salirle el tiro por la culata, entonces de qué estamos hablando?
 
En cuanto a que la Obra se desentiende económicamente etc… no estoy al tanto de esos casos, conozco sólo los descritos en Opuslibros que son una escasa minoría. Lo que yo conozco más bien es la ayuda económica que la Obra ha prestado y sigue prestando a las cientos de familias de los miembros numerarios con escasos medios económicos, que en mi país abundan. Eso se llama caridad. Y no digan que mi amor a la Obra es tan grande que me vuelve ciega, porque esto que he afirmado lo he visto y lo sigo viendo con mis propios ojos que están bien sanos.
 
Personalmente no creo que todo lo que dicen o mandan las Directoras es Palabra y Voluntad de Dios. Jamás he creído en esto, que, además no sé quien lo ha inventado. La obediencia va por otros caminos. Todo está en la libertad de espíritu con que se viva. Me parece que hay que tener el suficiente criterio y rectitud para discernir lo que Dios quiere de cada uno. Muchas veces nos daremos cuenta y estaremos de acuerdo que lo que nos dice la Directora viene de Dios, otras veremos claramente que un capricho personal suyo (que también se da) y no le hacemos caso, por lo menos yo paso por alto. Y la mayoría de las veces descubrimos la voluntad de Dios en la oración personal. Insisto, cada caso es cada caso.
 
Mabel, piensa que con sólo lo que se ha escrito en Opuslibros durante años, crees que no hay una intención de cambiar y de mejorar? A título personal, -lo he dicho muchas veces- yo sí creo en vuestros testimonios y me apena y cuánto quiero que no se repitan esas historias. Si yo, que soy nadie, desde mi sitio, el de una persona normal, corriente, haría lo que sea para cambiar esto, cuánto más una Directora o un Director que os lee. Por qué piensas que no quieren cambiar. El silencio, en este caso no es elocuente, quizás estás esperando una reacción que no se va a dar de la manera que tú y los de Opuslibros desean. Pero que hay una reacción en positivo, es seguro que la hay.
 
A quien me pregunta sobre el aggiornamento –Lulu- le digo, primero que hay unos temas relacionados con el modo de vivir la pobreza cristiana en el Opus Dei que hemos asumido libremente, renovado durante 6 años formalmente y después asumidos para siempre libremente también. Quien no desea vivirlos, quien se encuentra discapacitado para vivirlos, para quien ponga por delante como lo más importante el sentirse “dueña” de una planchita para el pelo… etc, etc,  a todas esas personas les digo que no son aptas para estar en la Obra. Quiero decir que si ven en estos temas una carga insoportable, imposible de llevar, mejor que no se hagan del Opus Dei, porque quien quiere amar a Dios con toda su alma, no se para a contemplar estas nimiedades. Mejor contempla la grandeza y goza de la profunda alegría que da sentirse libre de todos esos “quereres”. Así es que respondo que no a todas tus preguntas. No han cambiado ni van a cambiar esos criterios.
 
Las cámaras de fotos las portan y guardan en sus armarios quienes tienen que usarlas como siempre se ha hecho. Las palm, son relativamente nuevas, hay varias numerarias a quienes he visto usarlas y llevarlas consigo, y no son muestra de mal espíritu. En cuanto a los teléfonos celulares, en mi centro, el 99% de las numerarias portamos uno y no lo entregamos al finalizar el día. El uso de laptop o note book cada vez se generaliza más entre las numerarias como es común su uso en la mayoría de las personas que lo requieren por trabajo. En cuanto al gimnasio y Pilates, conozco Numerarias que van al gimnasio, no les he preguntado el motivo, pero van regularmente.
 
El error, pienso, es que mezclas como se dice “papas con camotes”, en España dirían “patatas con batatas” me imagino. Mezclas criterios que son de pobreza con otros que no lo son y haces un sustancioso caldo de confusión.
 
En resumen, pienso que quien viene al Opus Dei con deseos de entregarse a Dios, primero pregunta y se informa y se entera bien de qué va la cosa. Creo que no puedes negar es que unas de las primeras cosas que te dijeron o de las que te enteraste es que los numerarios no vamos al cine. En mi caso fue una de las primeras cosas que “entregué”. O sea, me pregunto a qué viene tanto deseo de que eso cambie, si son ochenta años viviendo lo mismo y sabiendo que se seguirá viviendo “in aeternum”. A los 16 años no se es una imberbe, se sabe muuuuuuy bien a lo que te comprometes. Y por último si a los 17, 18, 19… 22 años te das cuenta de que no va contigo eso de usar en común el secador de pelo y el disc man y que quieres uno para ti solita, te retiras, nadie te va a decir que no porque se habrán dado cuenta que tu sitio no es el Opus Dei.
 
Un abrazo a todos
Morgana
 
PD. Me hubiese gustado responder a Paulo Andrade pero no sé portugués. Pienso que si él entiende tan bien el castellano, nada le hubiese costado escribir en este idioma.
 

 

Nota de Agustina.- El escrito original de Paulo (en portugués) ha sido traducido hoy por Inés al español. Quién no lo entendió en portugués en la anterior actualización de la web, hoy ya lo puede leer en español.  "Nada le hubiese costado en escribir en ese idioma"... Profunda deducción. Si la obra es "universal" (y no española), nada le hubiese costado a alguien contestar en latín, al que tantas horas dedicamos en nuestros años de estudios internos y por el que todos entenderíamos todo.  ¡Siempre nos quedarán los "crespillos"!, que eso sí que es universal.





¡Santa ingenuidad!, de Paulo Andrade. Traducción.- Inés

 

El texto original en portugués

 

Estamos habituados a las intrusiones, en esta página, de supuestos miembros del opus. Curiosamente el tono de estos contactos ha cambiado y se ha hecho mas suave, especialmente con los escritos de Morgana. Desde mi punto de vista es una “dulzura” puramente estratégica y que no me convence del todo. Eso sí, que el opus ya percibió que esta web es una fuente incontrolable y, por tanto, pretende dejar aquí constancia de su versión.

 

Desgraciadamente para el opus, aun no acertaron con el emisario adecuado. Todo esto lo digo a propósito del último escrito de Morgana...

 

No me voy a complicar en cuestiones de faldas y pantalones, porque siempre usé pantalones aunque en mi interior admita, a veces, que las faldas deben ser mucho más frescas y aireadas en verano. Jamás lo experimenté, todavía.

 

Con todo, no deja de ser interesante y revelador que la cuestión de que las numerarias pudiesen usar pantalones hubiera sido objeto (según creo) de una deliberación en un congreso del opus dei. Esto me hace recordar aquel asunto de las discusiones sobre el sexo de los ángeles o, si prefieren una metáfora más evangélica (la que Morgana prefiera)como aquella expresión “colar un mosquito y dejar pasar un camello”. Encuentro que es más o o menos esto.....

 

Como tú misma dices, Morgana, lo que es esencial no cambió ni va a cambiar. Ahora ahí reside la clave porque mientras no haya cambios esenciales el opus continuará siendo una institución perversa por todas las razones que conocemos y que omito repetir. Curiosamente, incluso en los aspectos accesorios (no esenciales) tampoco me parece que hayan cambiado tanto como dices. 

 

Vayamos a los hechos.

 

a)      La asistencia a las bodas.

En 2003 fui a una boda de un ex−numerario. De sus tres hermanos numerarios sólo uno, repito uno, estuvo presente en la ceremonia religiosa y nada más que en la ceremonia religiosa.

 

b)      El trato con personas del otro sexo.

En 1980 recibí varias correcciones fraternas de un numerario, hoy sacerdote, por haber tapado con mi paraguas a compañeras de la facultad en días de invierno riguroso, a la salida de clase, rodeados de decenas de estudiantes.

 

En 1985, me rompí una pierna y tuve que hacer recuperación durante algunos meses, quedando la consulta del fisioterapeuta en la otra punta de la ciudad donde vivía. Mi hermana (la verdadera, claro) se ofreció para llevarme diariamente a los tratamiento. Lo consulté con el director y fui autorizado. Un mes y pico después me hicieron una corrección fraterna diciendo no ser conveniente que anduviese en coche, solo con una mujer que, encima, me dejaba a la puerta de la residencia. Espanto de los espantos: quien autorizó la corrección fraterna fue el mismo que me autorizó a aceptar el ofrecimiento de mi hermana. Así que empecé a ir en taxi.....

 

A finales de 1993, ya no pertenecía al opus, fui con una supernumeraria, en mi coche, a ver casas para instalar un colegio. Al dia siguiente fui objeto de riguroso interrogatorio y de una advertencia por parte de un supernumerario. Moraleja de la historia: dejé de tratarme con supernumerarias.

 

Di-me una cosa, Morgana, ¿tú eres numeraria? ¿No será que te llamas Alicia y vives en el País de las Maravilla? 

 

No vale de mucho que invoques la idiosincrasia de los países. Soy portugués, como es sabido, un País de buenas costumbres, de fados y añoranzas, de nieblas y “deseos”, y todo de lo que hablo pasó aquí. Aparte de esto, la cuestión de la idiosincrasia solamente tendría alguna relevancia si fuese realmente respetada por el opus y si no un atraso de 50 años (dos generaciones). Lo esencial no cambia. No te engañes Morgana y no intentes engañarnos: si hubo cambios fueron meramente estéticos y en aspectos completamente accesorios.

 

Fueron fruto de algunas cesiones al espíritu de los tiempos, fue inevitable que las autoridades de la obra tragaran so pena- si así no fuese- de apartarse más todavía del mundo real donde piensan que viven y donde se sienten (y son vistos) como cuerpos extraños.

 

Déjame decirte una cosiña (palabra muy portuguesa) antes de terminar: en esta web se puede entrar sin pedir permiso y salimos siempre que queremos sin que nadie nos presiones. Dejas esos modos sumisos y excesivamente delicados porque ya sabes que, a pesar de aquello que dices, eres siempre bienvenida. ¿Sabes por qué? Piensa un poco y tal vez percibas.....

 

¡¡ Feliz año nuevo para ti también y para todos!

 

Paulo Andrade





Sobre el rejalgar.- Rocaberti

Hola a todos:

Al hilo de la carta de Jacinto Choza, querría espresar mi opinión y mi experiencia personal sobre el Opus Dei en la vida de las personas.

Desconozco el momento preciso en que Mons, Escrivà se sintió como la expresión viva de la voluntad divina, y todo lo que hacía, sentía y decía era de Dios. Incluso se me hace díficil pensar cómo se puede funcionar en la vida con este albedrío, pues la propia personalidad debe quedar absorbida en un Dios total, y si uno es seguidor del Atletic, del Barça o del Real Madrid, no debe saber si es él, quien sigue esta opción, o es el mismo Dios que se siente llamado por unos colores determinados. Todo es demasiado complicado, y hasta cierto punto un uso indebido de Dios para las cosas de monseñor.

Dios no puede mandar el rejalgar a los que dejan la Obra, y, en cambio, la comprensión y la ayuda a aquellas personas que dejaron y, según Escrivà, traicionaron su vocación en otras instituciones de la Iglesia. Recuerdo a una monja de la orden de la caridad de Santa Ana que se lió con un médico del hospital en donde prestaban sus servicios. Consideró un error este hecho, y volvió a la Orden, que la recibió con los brazos abiertos. En el Opus para los que se van sólo hay olvido y ,muchas veces,  murmuraciones y chismes, a no ser que sea gente importante o pueda continuar siendo útil a la organización.

Hace pocos días, el arzobispo de Canterbury saludaba el cambio de iglesia de Tony Blair, como una manera de encontrar a Dios por otros caminos ¡Qué maravilla! No es la visión carpetovetónica de Mons. Escrivà, muy moderno para los temas de dineros y empresas, pero muy rancio en su visión del mundo.

Creo que nadie puede sentirse culpabilizado por haber dejado el Opus Dei, si obró según su conciencia. Muy por el contrario ha de pensar que lo importante no es estar apuntado aquí o allí, sino ser fieles a nosotros mismos. Ayer me cometaba un amigo, al ver un programa de la televisión francesa: "los franceses llevan muchos años pudiendo pensar libremente, nosotros, los españoles, muy pocos". Tal vez haya gente que les guste no pensar, que se lo den todo hacho, pero esto no es humano.

También es verdad que la Obra es un sitio cómodo para vivir, pero lleno de flasedad e hipocresía. Tal vez, uno pueda añorar esta comodidad, este sentirse admirado por un grupo de supernumerarios o gentes de la clientela Opus, pero vaya, pobre cosa es esta.

Personalmente, no volvería a meterme en el Opus ni que me hicieran prelado absoluto, y Dios empezara a hablar a través de mi boca. No creo ni que sea un buen sitio para vivir el cristianismo, pues hay muy poca caridad y mucha gilipollez, y no creo que el ser gilipollas sea la característica de un cristiano. Creo que Monseñor Escrivà hubiera estado mejor de curita de pueblo, rezando el rosario con las viejas, que no habiendo fundado una organización que ha hecho tanto daño a las almas, por la mala saña con la que actua si alguien tiene el más mínimo sentido crítico, o sea si piensa por su cuenta, y no se toma la papilla que tienen los directores de la Obra para él.

Un saludo.

Rocaberti 




 

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