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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 04 de Diciembre de 2009



Buenas noticias.- Agora

Querid@s Orejas,
 
me llegan noticias desde Barcelona: se cierran dos centros más. Uno de ellos, Herzegovino, es uno de los 3 clubes infantiles que quedaban tras el cierre, hace unos dos o tres años del club infantil Bauprés. El otro centro que se cierra es Gala. No habrá reemplazos por centros nuevos ni clubes nuevos en Barcelona.
 
Eso significa que en menos de tres años, los clubes juveniles de varones en Barcelona se reducen a la mitad, de 4 a 2, sin reemplazo. A ello hay que sumar que desde hace tres años, como se ha informado puntualmente en Opuslibros, los centros de estudios en España se han reducido a menos de un tercio.
 
En sólo tres años.
 
Yo, personalmente, voy a celebrarlo. Sin entrar en el hecho de que habrá un club menos donde se ejerza la violencia psicológica para que piten adolescentes de 14 años, contraviniendo todas las normas de la Iglesia Católica, un lugar menos donde se ofenda a Dios y se desobedezca sistemáticamente al Vaticano, yo voy a celebrar que la descomposición de este "monstruo" está acelerándose cada vez más.
 
La pregunta que hay que hacerse, por tanto, no es el "qué", sino el  "cuándo", es decir, cuándo vamos a asistir a la confirmación del derrumbe completo de la secta, al que muchos asistiremos encantados mientras nos fumamos un puro.
 
Gracias Agustina por contribuir a hacer todo esto realidad!
 
"Agora"




HABRÁ MISERICORDIA.- Mineru

A propósito de lo que comenta Segundo en su último escrito, con relación a la charla fraterna o confidencia y a la dirección espiritual que se practican en el Opus Dei, opino que el Papa Benedicto XVI –como pastor de TODA la Iglesia- parece tener muy presente en su pensamiento y en su ánimo lo que nos transmite el Apóstol Santiago en su Epístola (2, 13): “la misericordia aventaja al juicio”.

 

Ya comenté en su día que la confidencia no está contemplada por los Estatutos de esta Prelatura en ningún sitio ni bajo ninguna forma expresa “ni como fin del Opus Dei, ni como costumbre de la dirección espiritual. Simplemente, en el “todo lo que es” no existe la charla fraterna o confidencia. (…) la simple lectura del Códice excluye su vertiente de “deber periódico” y de “compromiso contraído con la incorporación”. Y añade el Catecismo de la Obra que con ellos «pueden abrir libre y espontáneamente su alma» (...) «Más aún, se recomienda vivamente esta Costumbre, en la que tanto insistió siempre nuestro Fundador, que todos han de cuidar fidelísimamente y que denota buen espíritu». Se dice que los fieles de la Obra pueden abrir su alma en la Confidencia, porque es un derecho que tienen”.

 

La clave de bóveda del asunto se contiene en la expresión “pueden abrir libre y espontáneamente su alma”, que no es literalmente susceptible de ninguna confusión con el mandato jurídico “deben abrir su alma”.

 

Por tanto, la confidencia se nos aparece JUSTAMENTE como una decisión potestativa y libre del miembro de la Prelatura y no como un deber u obligación de justicia nacidos expresamente de la relación estatutaria.

 

Y ello según las normas comunes aplicables a la interpretación de la Ley, normas que a veces parecen darse de tortas con lo dicho por el Catecismo y otros textos o manifestaciones del Fundador, que no fue elevado a los altares por ser Doctor de la Iglesia, como a veces parecen olvidar algunos de sus mentores, sino por otros motivos que se contienen en el Breve Apostólico de 17 de mayo de 1992. Por cierto que, personalmente, no considero ningún desdoro carecer del título de Doctor de la Iglesia, pues son los hechos y no los títulos quienes dan a conocer a las personas.

 

Así, a pesar de los pesares, DESDE LA JUSTICIA, puede defenderse, con cierto aunque menguado fundamento, que no es una práctica institucional, sino una práctica privada, libre y espontánea del fiel, no susceptible de “corrección jurídica” por la Santa Sede, puesto que se trata en última instancia de una decisión personalísima que no forma parte del contenido obligacional del vínculo jurídico con la Prelatura. Y en esto puede consistir básicamente la defensa de la postura institucional, dicho sea con la necesaria simplicidad de estas líneas.

 

Menguado fundamento al que cabe oponer sumariamente que la configuración de la confidencia, por muy libre y espontánea que se pueda presentar jurídicamente, no deja de tener toda la virtualidad y real apariencia (vid. Escritos del Fundador, Catecismo y nuestra propia experiencia cuando estábamos dentro) de un “derecho” privado al que, también aparentemente (vid. Idem), le corresponde una “obligación” de la Institución para recibir la confidencia en la persona de los Directores por ella designados. Obligación esencialmente unilateral que, aunque nazca fuera o al margen del vínculo contractual con la Prelatura, no por ello deja de merecer la necesaria protección o regulación del Derecho Canónico y justifica plenamente la corrección jurídica por la Santa Sede de la actuación Institucional que no sea conforme a las normas canónicas fundamentales sobre la dirección espiritual, o que vulnere la libertad de las conciencias, o cualquier otra libertad o derecho.

 

Tal como dice Segundo, la corrección me parece de JUSTICIA. Pero me gustaría añadir que también deseo y espero que lo sea de MISERICORDIA, sobre todo pensando en las almas y en la salud mental de las personas. Lo deseo porque, siguiendo el llamémosle "consejo" de Santiago, tengo a la misericordia por virtud superior a la de la justicia.

 

Mineru.





El narcisismo intelectual en el opus dei.- Damián

La obra proporciona a sus socios una formación filosófica y teológica emanada del Studium Generale, a unos se les imparte en su totalidad y a otros se les entrega un plan de estudios adaptado a las necesidades de su vinculación al opus dei. Frente a la mayoría de los fieles católicos carentes por completo de este “Corpus ideológico” ciertos miembros de la obra conformados por estos estudios se sienten superiores a los cristianos de fuera en el aspecto intelectual.

El narcisismo intelectual es un disturbio del autoentendimiento por el que el individuo sobreestima sus habilidades ilustradas y tiene una necesidad excesiva de admiración y afirmación desde los demás respecto a sus destrezas argumentativas. El exceso de narcisismo intelectual puede llevar a exteriorizar un egoísmo ideológico agudo y una grave desconsideración de las necesidades culturales y los sentimientos filosóficos ajenos. La siembra del narcisismo intelectual en algunos socios de la obra se debe a la actitud indiferente o minusvaloradora que en relación a sus cualidades culturales manifiestan algunos directores a sus dirigidos...



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¿Qué hacer?.- Josemh

Qué hacer cuando uno ha dado tantas vueltas alrededor de lo mismo: Cursillos de Cristiandad, Asociación Juan XXIII, Opus Dei, Neocatecumenales, Propagandistas…

Han transcurrido 44 años desde que decidí dar una respuesta positiva a la llamada del cristianismo adulto. Antes había estado en colegios religiosos (marianistas, franciscanos, maristas) y solamente me ofrecían negruras, pecados, condenaciones. Cursillos me habló de la alegría de la redención…pero me fui decepcionando y buscando nuevos lugares…

¿El OPus? Durante ocho años de mi vida estuve muy próximo al Opus Dei. Mi hija estudiando en un colegio de la obra, mi mujer trabajando en ese colegio, amigos son el profesorado del colegio…Nos invitaban a reuniones, retiros, casas…Muy bien, pero siempre éramos críticos en nuestras dimensiones y elegantes en el rechazo.

Nos ofrecían películas de Escrivá de Balaguer , que entusiasmaban a los miembros y que a mi mujer y a mí nos dejaban indiferentes. Eso sí, reconocíamos el carácter de Escrivá, su decisión, su personalidad…pero ¿admiración? No.

Hoy por hoy estoy agotado. He perdido la fe. Seco, muerto afectivamente… me refugio en el pasado… Si hubiera hecho, si hubiera no hecho…Estoy escribiendo una obra sobre el jesuita Padre Ángel Ayala, fundador de la Asociación de Propagandistas, acerca de su criterio pedagógico, pero no me motiva nada, si pudiera devolver el dinero que me han anticipado dejaría de escribirla…

Me gustaría ir a Barcelona y ayudar al Pare Manel…Se dedica a los marginados, a los necesitados, a la escoria de la sociedad…Fue profesor mío de Cursillos en Barcelona en el año 1965…Creo que es una forma de trabajar cristianamente (valores cristianos humanos) aunque ya no creas en Cristo como redentor ni como hijo de Dios…

La muerte sería un lugar acogedor…pero quitarse la vida…suena a estúpido. 

No sé, perdón por la perorata, si alguien la lee. 

José María H.





No te pases Coplasuelta.- Ramón

Aunque me había propuesto no intervenir en Opuslibros, de vez en cuand rompo mi silencio escrito. He leído el correo de coplasuelta (miércoles 1), y compruebo que o bien yo soy muy corto o bien se ha explicado bastante mal.

 

Creo que intenta condenar las ideologías como contrarias a la Iglesia, al proponer su reforma, y por el camino se pasa cuatro pueblos y pone al mismo nivel a Escribá y a Arrupe, la teología de la liberación (y en su contexto más amplio la opción preferencial por los pobres) y la teología/mentalidad de la Opus.

 

En primer lugar, la ideología, en contra de lo que nos han querido hacer creer, en particular desde algunas ideologías muy conservadoras, como las del Opus, no es mala. Todo el mundo tiene una ideología, lo mismo que una mentalidad, y unos ideales que le ayudan a comprender el mundo y a comportarse. Lo malo es cuando esa ideología es intansigente, intolerante y tiránica. De eso en la iglesia católica sabemos mucho. Así que menos lobos, caperucita. Lo que no quieren es que alguien piense con ideologías diversas, y pongan en cuestión el estado actual de las cosas, que en muchos casos dentro de la Iglesia es bastante lamentable. Aunque el Papa haga como que no le afecta.

 

Esto trae lo segundo: "Ecclesia semper reformanda" creo que se decía. La Iglesia siempre debe estar pendiente de su reforma, para ver cómo ser más fiel a Cristo en cada momento histórico. Las prácticas y propuestas del siglo XVI, por muy santos que fueran sus promotores pueden no ser las mejores para el siglo XXI. Y si no lo hacemos así, el mundo nos pasará de largo, como ya lo está haciendo ahora. ¿que los que pregonan la reforma son unos inútiles, inconscientes, o no tienen claro ni ellos lo que quieren, o cómo se debería hacer? Es posible. Tampoco les dejan, dicho sea de paso. Y no nos engañemos: ¿se cree alguien que la Iglesia seguiría en pie sin la reforma del Concilio? ¿Iba a seguir alguien con el rezo en latín, el cura vuelto al pueblo y el Papa en a silla gestatoria?

 

En tercer lugar, difícilmente se puede comparar a Escribá con Arrupe. Ojo, que no digo que Arrupe fuera perfecto. No lo era, era un hombre. Pero la grandeza de su figura no tolera la comparación con Escribá. Arrupe, que empezó siendo un hombre más de su tiempo, con sus prejuicios, fue un apasionado de la búsqueda, de la verdad, de Cristo. Escribá también lo sería, pero sus derroteros fueron hacia la fosilización, el enclavamiento, la intransigencia. Mientras Arrupe ponía en juego su institución, su propia persona, Escriba eregía el culto a la personalidad y creaba una potente estructura financiera. A Arrupe su búsqueda de la fidelidad a Cristo no se le perdonó, porque puso en riesgo dogmas e instituciones. El Papa se encargó de darle la puntilla, a él que siempre permaneció fiel a la figura del sucesor de Pedro. Pero a medida que la imagen de Arrupe crece, la del Papa se encoge. Arrupe fue un hombre siempre dispuesto a aprender de los demás, en los que veía la mano de Cristo: su prisión en Japón, durante meses, amenazado de muerte, fue un periodo de profunda trasformación espiritual... y de conversión para sus carceleros. Su experiencia con la bomba atómica le cambió profundamente, y ya nada fue igual. Lo que él "vio" ese día de 1945 le llevó a despojarse y a despojar a su orden, para servir a los pobres. Lo consiguió a medias, pero por el camino dejó su vida. El contaste con Escriba no puede ser más patente.

 

Finalmente, me parece que denigras la "opción preferencial por los pobres". Pues estás metiendo la pata. Esta pronunciación teológica no es un fruto ideológico, sino una proclamación de los obispos americanos ante la miseria de su pueblo, tras muchos años de servicio a esos pobres. Así, no es un "acto primero", una proclama de principios, sino un acto segundo tras una práctica comprometida. No es una idea exclusivista, porque a Cristo no se le puede excluir, pero situa bien dónde y porqué está la iglesia en el mundo. El propio Jesús dice "anunciar la buena nueva a los pobres, la liberación a los oprimidos...". Esto, que no se te olvide, ha llevado al martirio a muchos cristianos, tanto laicos como agentes de la palabra, catequistas, curas, monjas y obispos. Todo ello ante el estruendoso silencio de Roma.

 

Total, que a ver si no nos dejamos llevar por clichés ideológicos que no sospechamos que tenemos.

 

Con Dios

 

Ramón





Errores y faltas.- Castalio

Estimada María M.,

Hablas de subsanar "errores", pero lo que el Opus Dei -como institución- comete, no son errores o equivocaciones, sino "faltas". Me imagino que sabes muy bien la diferencia. Y muchas de las faltas de las que aquí se habla y trata con mayor o menor seriedad, no son "errores personales". Se trata de modos de operar y actuar que son atribuibles al fundador y al diseño institucional, cultivado más tarde por sus sucesores. Basta con leer las instrucciones sobre el modo de hacer proselitismo, que aquí se publican, para constatarlo.

Por otra parte, aquí no sólo escriben personas "dolidas" (por las que tú pides a Dios), también lo hacemos aquellos que, sin estar resentidos, deseamos dar testimonio o reflexionar sobre una vida que nos fue secuestrada por una institución que a eso se dedica desde 1928, o ¿de qué otra manera podemos llamarle a la forma en que cooptan personas "hablándoles para pitar" o invitándolos a actividades aparentemente inocuas para "plantearles la vocación" a la primera de cambios? ¿de qué otra cosa se habla en los consejos locales cuando se reúnen para "dar seguimiento a los pitables"? ¿por qué ha de ser pitable al menos uno de los "quince amigos" que cada uno de ustedes tienen (o deben tener) "colgados de los dedos de las manos"? ¿Por qué, en fin, le plantean la vocación prácticamente a cualquiera que ronda sus casas? Yo lo hice, yo planee muchos pitajes durante muchos años a sabiendas de que, aun cuando no "veía" por dónde alguien pudiera ser numerario, sentía que debía hacerlo en bien de la Iglesia y por obediencia a los modos institucionales encarnados por los "vocales de San Rafael". Creeme que no estoy resentido, pero sí triste por que exista una institución como esa a la que llamas "mi familia". Mira, cuando la gente mayor de la Obra sufre, como me decía un día don Florencio Sánchez Bella, hay que dejarla para ir "a por más", "a por los pitables". Cuando la gente se va, nadie le pregunta si vive en una ratonera o con un mínimo de dignidad. En tu familia no hay hermanos, sino compañeros de combate a los que jamás puedes tratar como hermanos, o al menos con la confianza con que por principio se trata a los hermanos, pidiendo ayuda y confiando en su discreción y lelatad. Ahí todo es suspicacia, delación, chivatazo.

Eso es lo que vi y viví muchos años, siendo numerario. No me salí cabreado ni resentido, sólo triste por saber que existía el Opus Dei y que su fundador fue canonizado a pesar de haber sido el creador de todas esas raras estrategias que se siguen en la Obra para lograr que se inscriba en sus filas el mayor número posible de miembros célibes.

Saludos, y gracias por encomendarnos a todos. Lo digo en serio.

Castalio.





Para Solrac sobre Eduardo Font.- Zartan

Querido Solrac, no te puedo decir nada de Eduardo Font pues la última vez que lo ví fué a finales de los 60 pero te agradezco mucho tu nota, pues me lo has hecho recordar. Durante un tiempo me he dedicado a borrar de mi memoria todo lo referente a un periodo largo de mi vida pasada, últimamente he visto que eso es parte de mi historia y quiero recuperar lo que es mio. Entre esos recuerdos (en el apartado de buenos) está Eduardo y, sobre todo, su delicadeza y respeto por la libertad de los demás que desde el primer momento me sorprendió gratamente.

Otro recuerdo que tengo de él es que fue quien me enseñó la oración “acordaos” y lo hizo traduciendo directamente del catalán a mi lengua madre. Con el tiempo me he dado cuenta de que “mi acordaos” no es el mismo que el del resto de los mortales pero no he hecho nada por adaptarme a la mayoría.

Tu nota también me ha hecho pensar en otra cosa: nosotros podemos guardar buenos recuerdos de las personas que de alguna forma lo merecieron, incluso pedir noticias de alguien -por puro cariño como es tu caso- en una página como esta donde -se supone o así nos lo han dicho mas de una vez- que lo único que hay es rencor.

Te pregunto a ti pero sobre todo a los “in” que nos leen ¿también vosotros recordais con cariño a algun “ex-hermano o ex-hermana? ¿Sois capaces de recordar públicamente algún hecho -por ejemplo en una tertulia- en el que aparezca algún ex? ¿Ese rencor que veis en esta página no será una proyección del rencor institucional a los que un día fuimos?

zartan 





La formación intelectual en el OD: acariciando lo áspero.- Flavia

 

La formación intelectual en el Opus Dei: acariciando lo áspero.
Flavia, 4 de diciembre de 2009

Amigos/as:

Estoy un poco asombrada por el tono del intercambio generado a raíz del correo de Damián del 23/11, en lo relativo a la imprudencia y la "defección intelectual" en el opus dei.

Ciertamente el correo es muy confuso en su formulación y atribuye a algunos filósofos ideas que no les pertenecen, pero sin ingresar en polémicas filosóficas, pues no creo que ése sea el objeto de la web, me parece que su intervención apunta a señalar lo limitado y reductivo de la formación intelectual provista por la obra a sus miembros.

Quisiera resaltar algunos asuntos a este propósito, asumiendo que, aunque mi perspectiva es la de quien se dedica a la docencia y a la investigación filosófica en la Universidad –universidad pública y laica-, aspiro a realizar algunas afirmaciones de índole general, sin ninguna pretensión especulativa, pues éste no es el espacio para esas lides...



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