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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 20 de Noviembre de 2009



Ayuda.- Cheli

Hola a tod@s:

Hace tiempo que no escribo nada en la web, pero sigo vuestros pasos cada día y la verdad es que me siento muy acompañada de tanta gente que tiene los mismos sentimiento que yo.

Ya conté en su momento que he sido nax [numeraria auxiliar] durante 2O años, y como tal, supongo que sabeis lo que eso conlleva al dejar la obra, no me voy a extender ahora, pero sí quiero manifestar aquí la inquietud, el desasosiego y la preocupación que tengo, pues me está siendo muy difícil encontrar un trabajo. Estoy al amparo de mis padres, que me dan todo lo que necesito, pero no puedo seguir así mucho tiempo. Os reclamo encarecidamente, por si álguien tiene una puerta abierta para mí. Gracias de corazón.

Cheli

Nota de Agustina.- Cheli vive muy cerca de Madrid, lo digo para situarla geográficamente y significar que Madrid está muy bien comunicado. Aunque el tema del trabajo está mal por la crisis, seguro que alguien podría, si se pone a pensar en amigos y conocidos, contactos laborales, etc., recordar o caer en la cuenta de que quizá, para tal o cual trabajo que ha oído o leído o tiene noticia, Cheli podría ser una buena candidata o, al menos, podría probar. Cuando se reclama encarecidamente -y no es fácil pedir como bien sabemos cada uno; es mucho más fácil dar-, es que hay necesidad. Un abrazo y feliz fin de semana. 





Miradas En Retrospectiva De Una Ex Supernumeraria (II).- Salypimienta

Hola a Tod@s:

La vez pasada que escribí prometí que escribiría sobre los retiros y convivencias de las chicas de "San Rafa", no había podido hacerlo antes ya que estuve un poco delicada de salud, pero como lo prometido es deuda, ahora cumplo con mi palabra.

La primera vez que fui de 'convivencia' me tocó estar recién pitada y fue en la Hacienda de Montefalco. Esta casa fue donada por una familia "X", que pensó que mataba dos pájaros de un tiro: se deshacía de un 'elefante blanco' que estaba en ruinas y que no había modo de vender, y de paso se ganaba muchas bendiciones. El opusdei estaba encantado con el regalito, podríamos decir que don Pedro Casciaro (que era el consiliario) no cabía en sí de la emoción de contar con una casa tan grande y señorial para organizar retiros, convivencias y demás actividades de apostolado, proselitismo, etc. El único problema que tenía Montefalco era que sólo contaba con las paredes, porque los techos y los suelos brillaban por su ausencia... casi de inmediato ser organizó una estupenda campaña de colecta de fondos (al más puro estilo opus) para la restauración de la Hacienda y en pocos años todo estuvo listo...



(Leer artículo completo...)




Peliculas de Escrivá.- E.B.E.

En relación a lo que comentaba boli, cuando yo veía las películas de Escriva, en tertulias generales especialmente, la impresión que me llevaba era de una decepción muy grande. Siempre parecía que «iba a decir algo importante» pero luego, nada.

Lo que más me sorprendía, para mal, era que sus respuestas muchas veces eran la repetición de la pregunta. "Tú mismo te has contestado", solía decir. Y a mí me parecía que no respondía, que esquivaba la pregunta o que no sabía qué decir. En definitiva, una decepción. El resultado de la película era un gran vacío. Uno se quedaba con nada.

- ¿Qué dijo el fundador?
- Nada.

Saludos,
E.B.E.





Los directores locales SÍ llevan la dirección espiritual.- Levantisco

      El 16 de este mes, Haenobarbo demostraba documentalmente la falsedad del absurdo subterfugio que nos refería Trinity, que los directores habían maquinado, para justificar lo injustificable: que los directores locales reciban la confidencia (charla de dirección espiritual) de aquellos a los que gobiernan. Ejerciendo el gobierno local y la dirección espiritual sobre ellos en contra de las indicaciones claras de la Iglesia. El argumento esgrimido consiste en afirmar que los directores locales no son parte del gobierno de la prelatura, y por ello es lícito que puedan llevar esta dirección espiritual.

      Es evidente, como dice Haenobarbo, que los directores locales no gobiernan toda la prelatura, pero sí ejercen el gobierno de los Centros de la prelatura, y también llevan la dirección espiritual de los que pertenecen al Centro.

      En definitiva, lo que ahora afirman es que no existe un gobierno local, cuando en los documentos internos que se encuentran en Opuslibros podemos leer todo un vademécum del gobierno local (19-III-2002).

 

      Es penoso y quizá lo que nos quedaba por ver: que ya no tengan ni la valentía de defender y sostener las Instrucciones (31-V-1936) que ha dejado el fundador:

 

31      [257] Los asuntos se han de estudiar, por tanto, con la seriedad debida, como en un laboratorio: el fenómeno en sí, y luego los antecedentes, y los fenómenos paralelos que sean similares. Después, sólo después, se toman las decisiones. Porque no basta que haya fidelidad y disciplina: hace falta conocimiento de las personas y de las cuestiones, y evitar herir a nadie innecesariamente.

         Cuando el gobierno local no está completo, porque alguno de sus componentes está fuera del domicilio del Consejo local —en sus trabajos profesionales, o en un curso de retiro, visitando una casa, un Centro, o una de las obras apostólicas—, hay que esperar a que se reúnan los elementos ordinarios, a que vuelvan, para tomar decisiones de una cierta importancia.

 

34      No habiendo tiranía, es más fácil dar a cada cual lo suyo, con caridad de Cristo, con amor fraterno; teniendo en cuenta que no se gana a las gentes dándoles más; porque muchas veces se les da más, dándoles menos.

         Sobre todo, en nuestra circunstancia de almas dedicadas al servicio del Señor en medio del mun [262] do —en la calle—, es preciso que se formen todos los hijos míos, que los forméis vosotros, que les ayudéis a formarse con bondad y reciedumbre, pero de tal manera que huyan de los dos extremos. Y para esto está el gobierno local, que —siendo colegial— de seguridades suficientes para la unidad de la organización y para la hondura de la formación.

 

76      [311] Sin embargo, los hijos míos que llevan poco tiempo en el Opus Dei agradecerán que los Directores de la casa, a la que estén adscritos, se preocupen con cariño —como un medio más de formación— de leer las cartas que ellos reciban: para poder orientarles, darles un consejo, evitarles un disgusto innecesario, etc.

         [312] El hecho de que se entregue una carta abierta, no se considera como una prueba de desconfianza: obedece sólo a una razón ascética, o a una medida práctica de ayuda en la labor de formación. Además hay que tener en cuenta que los Directores nunca comentarán con otros el contenido de las cartas que han llegado, y que ellos han tenido el deber de leer: pueden, en cambio, y en muchos casos deberán hacerlo, cambiar impresiones con los que forman el gobierno local.

 

89      Los Directores no deben olvidar que dirigen hombres que aman a Dios y sirven a la Iglesia, pero hombres: con debilidades humanas. No los juzguéis nunca sin oírles. Recordad aquellas palabras de San [328] Juan (VII, 51): numquid lex nostra iudicat hominem, nisi prius audierit ab ipso et cognoverit quid faciat?, ¿acaso nuestra ley condena a un hombre antes de oírle y sin averiguar lo que hizo?

         Al cambiar impresiones con el gobierno local, ved en primer término las buenas cualidades de vuestros hermanos; después, conviene —es caridad fraterna— que veáis sus defectos, pero sin exagerarlos.

         Sed prudentes al descubrirlos, para no dejar en sus fichas personales una afirmación difamatoria. Ya os dije que no debe ponerse etiquetas a la gente para toda la vida. ¡Es tan hermoso rectificar! Y, en [329] muchas ocasiones, una grave obligación.

 

Levantisco





Querido Miguel M. no hagas desesperar a tu hijo.- Damián

Se cuenta que hace ya muchos años en la ciudad de Vilna., Aaron Waldenmeier el rico negociante inmobiliario, un viernes ya de noche al comienzo de la cena del buen Sábado, estaba sensiblemente consternado, porque su hijo Kapell que ya tenía veintitrés años no había encendido las velas del comienzo de la noche, no había acudido a la sinagoga a celebrar el oficio de recepción del Santo Día y además se había presentado a la mesa, despeinado, mal vestido y con la cabeza descubierta. En ese preciso instante el padre antes de bendecir el pan le reprochó en público a su hijo todos los defectos que previamente había detectado.

A la cena no sólo acudían los miembros de la familia ya que Aaron Waldenmeier generosamente aquel día había invitado a muchos de sus empleados a compartir el “Gut Schabas”. Kapell contestó insolente y sin respeto a su padre y este se levantó de la mesa se acercó a su hijo y entre ambos surgió una discusión violenta, tanto que Aaron abofeteó en presencia de todos a su hijo y este le devolvió la ofensa con un terrible sopapo. Aaron Waldenmeier en la mañana del domingo se presentó ante el gran Gaón de Vilna exigiéndole que castigara a su hijo pues había ofendido a la gran mizvah de “Honrar a Padre y Madre”. Pero el buen Rabino le contestó lo siguiente –“Antes debo castigarte a ti porque has provocado el pecado de tu hijo y además mientras le pegabas profanaste la paz del Santo Sábado, si no le perdonas yo debo sancionarte previamente a ti”-.

Querido Miguel M. te sugiero que no desheredes a tu hijo, golpea con perseverancia a las puertas de la Iglesia y reclama compasión para ti y tu mujer, ese es un buen camino de redención para tu hijo. Que Dios os bendiga.

Damián





Ángel ha muerto.- Bastián

Acabo de enterarme del fallecimiento (en octubre de 2008) de quien en esta página firmaba sus artículos como Ángel, con quien coincidí un tiempo en Aralar. Era peruano, dirigió un importante periódico de Lima y fue uno de los impulsores del partido político que llevó al poder al presidente Toledo. Tal vez Agustina quiera recordarnos sus colaboraciones en la web. Hubo una temporada en que Ángel, Ántrax y Bastián, tres ex combatientes, nos divertimos contando historias de aquel seminario que nosotros creíamos que era un colegio mayor universitario, donde habitaba la bestia honoraria: un director espiritual vociferante y ultramontano, quien pensando en ordenarnos sacerdotes puso tanto empeño que en cuanto pudimos defendernos económicamente nos dimos el piro del convento.
Os pido un recuerdo y una oración por nuestro compañero de web fallecido.
 
Otra cosa: suscribo punto por punto la carta que Daniel escribe este miércoles pasado a Miguel M. sobre cómo actuar ante la postura de su hijo. Donde más le duele al opus dei es en el bolsillo.
 
Bastián.




Razones sin razón.- Aquilina

Otaluto, 18-11-2009: “Esto yo no lo juzgo, me da igual, que hagan lo que les de la gana. Pero la pregunta es: para qué dar explicaciones que no fueron solicitadas. Y puestos a explicar, por qué es tan necesario decir algo que no es cierto? No es más fácil decir la verdad?

 

Leyendo esta consideración de Otaluto, se me volvió a la memoria una nimiez que desde siempre, cuando lo pienso, me provoca por un lado sonrisa y por otro verguenza ajena por la tonteria de que son capaces también personas importantes, puestas en la ocasión. ¿Os acordais –los que teneis edad suficiente- allá por los comienzos de los años ’80, cuando, después de la muerte del fundador, don Alvaro del Portillo dejó de utilizar gafas y empezó a utilizar lentillas?

 

Yo recuerdo distintamente una tertulia en Castel d’Urio en la que nos comentaba que había tomado esa decisión “por obediencia” al fundador, que en vida siempre le reprochaba por hacer él a menudo el gesto de ajustarse las gafas encima de la nariz. Según él, esta era la razón por la que él había decidido enfrentar el gasto (por entonces aún considerable) de utilizar lentillas.

 

Y aunque en la epoca yo aún era una numeraria de muy buen espiritu, acostumbrada a no meter en tela de juicio las cosas que llegaban directamente de la boca de “el Padre” nunca logré totalmente hechar de mi cabeza el pensamiento de que el argumento era una tonteria, y más tonta aún la pretensión de justificar algo, que no necesitaba ninguna justificación, con razones tan debiles.

 

Como decían nuestros padres latinos: “excusatio non petita, accusatio manifesta”. Lo que don Alvaro precisaba era una justificación por haberse permitido algo, de suyo inocente, pero en la epoca de poco buen espiritu para cualquier numerari@ de a pié. Aún quedaban muy lejos los tempo actuales, con sus moviles y sus ordenadores personales…

 

Aquilina (Elena)





Mi experiencia. Para Miguel.- Opacan

He leído el tetimonio de Miguel. No he podido evitar retroceder en el tiempo y buscar en mis recuerdos. Pité con 15 años y me fui de casa con el equipaje en bolsas de playa y similares una semana después de cumplir los 18 años. Mis padres no me vieron en más de año y medio, porque me mandaron a  más de 1000 km de distancia. Mi padre me  llamaba  con cierta frecuencia. Mi madre, lógicamente, estaba muy dolida y no tenía fuerzas ni para hablar por teléfono conmigo, no oí su voz en todo ese tiempo. Contrariamente al caso de Albert, mi salud era excelente.

Pero los padres siempre son los padres, los lazos de la sangre, el amor incondicional desde el día en que naces,  sus desvelos,  su dedicación y su preocupación por tí, no se olvidan.  Así que poco a poco fuí dándome cuenta de lo que había dejado, empecé a echarles de menos, buscaba  de forma inconsciente su natural ternura en las directoras, y no la hallaba. Me consolaba la oración, el sagrario, sentarme delante y decirle al Buen Jesús: "Menos mal que Tú estás conmigo". Derramé muchas lágrimas, nadie sabe cuantas, era una cría de 19 años, que necesitaba  la atención y el cariño que siempre había tenido en mi familia. Así que cargué con mi cruz y seguí adelante. 

¿Que pasó después? Pues lo que cuenta Inés en su último escrito, llegó la segunda parte. Llegó la depresión... y esa cría tan alegre y chicharachera que era, se fue apagando y convirtiendo en una joven enferma, medicada hasta las cejas, medio dormida por los pasillos, incapaz de afrontar y sacar adelante sus estudios, en resumen, inútil para llevar una vida de numeraria..., no tenía vocación pues no podía con las exigencias que de ella derivaban.

 Cuando me hablaron de pedir la dispensa para volver con mi familia, primero sentí rabia y luego miedo; había tenido valor para dejarles, pero me faltaba valor para volver porque era consciente de que les había hecho mucho daño, aunque en aquel momento, (¡oh, paradoja!) no sentia ningún remordimiento moral, pues era una consecuencia supuesta de haber obedecido la Voluntad de Dios,... o eso creía. 

El caso es que 2 años después volví con ellos y me acogieron y ayudaron como en la parábola del Hijo Pródigo, cuanta paciencia tuvieron que tener pues después de ello seguí acudiendo al centro una temporada, seguí con mis encorsetadas normas....

Hoy soy madre de cinco niños, felizmente casada, sin relación  con  la Obra, aunque conozco, logicamente, miembros y exmiembros. No puedo con la vocación de nume, pero sí con mi familia, mis hijos y mi trabajo fuera de casa a jornada completa. No me falta la ayuda de Dios, ni el cariño de los míos y, como una madre quiere lo mejor para sus hijos, que sean buenos y felices, trato de evitar que tengan la más mínima relación con el Opus Dei, para ahorrarles el sufrimiento que yo pasé,  tanto a ellos como al resto de la familia.

Ánimo a Miguel y a su esposa, estoy con ellos y les deseo lo mejor, que su hijo se recupere y lo tengan pronto con ellos.

Opacan





La chapuza del Opus necesita continuos parches y actualizaciones.- Ex apéndice

Con avidez, leo, al menos cada semana tres veces,  los comentarios y testimonios de quienes participamos en Opuslibros.  Últimamente, mi atención se detiene  con más  interés del que acostumbro, en la percepción de una “rareza” (una más entre las muchas que aquejan al opus) que suele aparecer con toda lógica y con mucha frecuencia, en estas páginas, dado el batiburrillo que, dentro del opus, supone la división, subdivisión, clasificación, segregación, categorización y discriminación  de sus miembros, socios, asociadas, fieles o como quiera que se les llame, según sea su circunstancia espacial, social, económica, intelectual, sexual o genérica.

En ese tema, como en otros tantos, el opus está lleno de chapuzas. Se parece un poco a esos programas informáticos tipo Windows, que se lanzan al mercado con la pretensión de ser perfectos pero que, en cuanto empiezan a rodar, necesitan continuos parches y actualizaciones. Aunque tiene con ellos una notable diferencia. Me explico:



(Leer artículo completo...)




Mi solidaridad con la familia de Miguel y Pilar.- Isabel Caballero

Creo que el método utilizado en la manipulación de menores, es una sustitución/ ruptura de vínculos que, a su vez, lleva ímplicito un cambio de las prioridades anteriores. Esto se hace en un periodo en el que el adolescente -por ley natural- busca/desea cierto cambio en la vinculación para pasar a la etapa adulta. En ese momento se le presentan al adolescente en bandeja, vínculos muy valorados por él (de camaradería, compañerismo, libertad...), con ausencia de normas familiares. Las nuevas normas hacen referencia a una comunidad más amplia y no al núcleo familiar (ampliar en esa edad, resulta muy atrayente). En un proceso normal de cambio, los vínculos existentes no se rompen sino que adquieren otra importancia.

 

En cuanto se puede, se aparta al adolescente del contacto físico y se ponen obstáculos a la comunicación, con quienes representan los vínculos anteriores (el roce hace el cariño). Pienso que los síntomas de esta manipulación se confunden fácilmente con los de un cambio normal de adolescencia y por eso no actuamos (en cualquier caso, requeriría una actuación especial que de no haber tenido una experiencia con otros hijos, no se nos ocurre).

 

El daño a Miguel y Pilar parece que se fraguó hace años y han ido sufriendo desde entonces día a día, sin estar seguros de cual era el verdadero motivo. Prudentes, por miedo a que sus sospechas no fuesen ciertas y metieran la pata con Albert, aunque sea ahora cuando vean claro el motivo de su dolor.

 

Me gustaría equivocarme, pero creo que una denuncia por falta de atención médica no llevará a ningún sitio (Albert lo negará, quizás por medicación improcedente, aunque pasará lo mismo), pero varias denuncias sí pueden servir de algo. Creo que no estaría mal dejar constancia de lo ocurrido en algún sitio. Aunque para unos sea tarde, para otros puede ser muy útil. 

 

Mi solidaridad con toda la familia de Miguel y Pilar y de forma muy especial con Pilar.

 

Un abrazo a todos,
Isabel caballero (Madrid - España)





Sobre los maltratos. Para Boli.- Likeabird

Boli yo sé de que maltratos hablas,

aunque a veces sean sutiles y otras no tanto, los he visto y vivido en mi propia familia.

A mi modo de ver es una falta muy grave el estar en un "camino de santidad" y tener que aguantar malos tratos de un miembro de tu familia solo por que es del Opus dei y no se le puede decir o hacer nada. Prolongando una injusticia y una situación absurda. 

Lo que sucede es que normalmente los agresores son manipuladores, por lo tanto hay que confrontarlos entre varias personas para que reaccionen, si no es muy dificil, porque el miembro opus siempre tiene la razón...

Si no a metros... millas o kilómetros de esa gente. Ánimo y un abrazo grande!

Likeabird





La potestad de régimen de los Directores Locales.- Mineru

Según leemos en el artículo 161 de sus Estatutos :

1. En cada circunscripción se pueden erigir Centros según la norma n. 177 (In singulis circumscriptionibus Centra erigantur, ad normam n. 177).

2. El Gobierno está constituido por el Director con su propio Consejo (Regimen locale constituitur a Directore cum proprio Consilio).

 

Notamos que el texto usa la misma palabra latinaregimen” cuando se refiere a los Directores de los Centros y cuando se refiere al Prelado en su artículo 125:

1. El gobierno de la Prelatura se confía a un Prelado, que es ayudado por sus Vicarios y Consejos, según las normas de derecho universal y de este Códice. (Praelaturae regimen committitur Praelato, qui suis Vicariis et Consiliis adiuvatur iuxta normas iuris universalis et huius Codicis).

Por lo tanto, en mi humilde opinión, sea cual fuere el significado y el contenido que se le quiso dar al concepto latino contenido en la palabra (regimen), es evidente que se trata de lo mismo en uno y otro caso, si bien operando en distintos ámbitos: el principal de la Prelatura en su conjunto, referido al Prelado, cuya existencia es intrínsecamente necesaria según la norma canónica (y por ello se confía a alguien “committitur”) y el local de los Centros referido a los citados Directores, cuya existencia no es intrínsecamente necesaria debido al carácter opcional su erección, subordinado por tanto al ámbito principal que los erige o en función del cual son constituidosconstituitur”. Pero, en ambos casos, se trata de ordenar jurídicamente el ejercicio de potestades de régimen, es decir, de potestades de gobierno, en ámbitos perfectamente definidos y concretos.

Así, parece que resulta manifiestamente erróneo afirmar (cfr. Trinity 11-11-09) que los Directores (y miembros de sus Consejos) de los Centros Locales  erigidos canónicamente no gozan de ninguna potestad de régimen o potestad de gobierno. Erróneo y chocante, como tiene señalado Haenobardo en su escrito de 16/11/2009, al que remito directamente al lector, con excusa de otras citas. Poco importa que una constelación de praxis internas digan otra cosa, desaparezcan o cambien según los vientos que soplen. Y nada importan ni aportan estas al caso porque, dicha potestad de régimen o de gobierno, consta que existe constituida de forma expresa, negro sobre blanco, en los Estatutos que forman parte del Derecho Canónico aprobado por la Iglesia para esta Prelatura.

Sentado que los Directores (y miembros de los Consejos) de los Centros canónicamente erigidos tienen asociado a sus cargos de forma inherente una potestad de régimen o de gobierno (o participan de ella por el mero hecho de su nombramiento), hay que tener en cuenta que el concepto de Centro es más personal que territorial (cfr. 161.3) y que los Centros se erigen principalmente para desarrollar el trabajo apostólico de la Prelatura (labor apostolicus Praelaturae), concretamente el apostolado colectivoex quo exerceri possit apostolatus collectivus (cfr. Art. 177) y para que se tenga un cuidado apropiado de los fieles de la prelatura “Ut apta habeatur Praelaturae fidelium cura” (cfr art. 161.4) en un ámbito personal específico, o en una parte del territorio diocesano concreto, o en ambos a la vez. Ello implica de forma necesaria que la potestad de régimen de que gozan o participan los Directores de estos Centros esté referida más principalmente a las personas que a las cosas, pero que no se excluya el que dicha potestad sea también constituida y ejercida sobre los bienes materiales, bien sea en ambos casos por razones personales o territoriales.

En consecuencia, puede afirmarse cabalmente que la potestad de régimen de la que estan dotados o participan los Directores de estos Centros es una verdadera potestad de gobierno de la Institución porque así lo dispone la norma canónica y, por ello, la naturaleza intrínseca de dicha potestad de gobierno no queda al arbitrio, discreccionalidad u opinión del Opus Dei como Institución ni, por supuesto, a la de ninguno de sus fieles a título personal.

Simplemente, los Directores y miembros de su Consejo en los Centros, o gobiernan, o no son Directores ni miembros del Consejo.

Mineru.-





Día Mundial de Oración y de Acción por los Niños.- Tatiana

Al final de la audiencia general del miércoles pasado, el Papa recordó que hoy viernes 20 de noviembre se celebra en las Naciones Unidas la Jornada Mundial de Oración y de Acción por los Niños, con ocasión del XX aniversario de la adopción de la Convención sobre los derechos de los niños.

 

  "Os invito a uniros a mi oración, y al mismo tiempo, hago un llamamiento a la comunidad internacional para que se multipliquen los esfuerzos para ofrecer una adecuada respuesta a los problemas dramáticos de la infancia. Que no falte el compromiso generoso de todos para que sean reconocidos los derechos de los niños y se respete cada vez más su dignidad".

 

Estas palabras de Benedicto XVI me hacen preguntarme si la propia Iglesia y el propio Papa sabe el abuso que se comete con los niños y adolescentes en el Opus Dei porque estaría muy bien que la Iglesia revisara el adoctrinamiento y la coacción que sufren los menores cuando caen bajo esta secta de la Iglesia Católica.

Atentamente,

Tatiana




 

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