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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 20 de Febrero de 2012



El fraude de la secularidad del Opus Dei.- Doserra

 El fraude de la secularidad del Opus Dei

Ya se habían tratado en Opuslibros las incongruencias de la vida en la Obra. Pero ahora, al conocer los reglamentos de la obra de 1941 que nos ha dado a conocer Guillaume, se ve a la legua el gran engaño a que nos ha sometido el fundador, y se entiende por qué quemó los apuntes íntimos relativos a su vocación sacerdotal y a la fundación en 1928 y 1930.

Leyendo sus afirmaciones posteriores a 1950 sobre la naturaleza secular de nuestra vocación –por ejemplo, en el libro Conversaciones-, ahora ya no sabes si desternillarte de risa o echarte a llorar.

¿Qué carisma secular recibió una persona que desde 1934 impuso los votos a los miembros de su Obra y que en los estatutos de 1941 y 1943 habla en estos términos?:

-«Los socios del Opus Dei no son religiosos, pero tienen un modo de vivir -entregados a Jesús Cristo- que, en lo esencial, no es distinto de la vida religiosa».

 

-«Consagrarse al servicio de la Obra».

-«La santificación de sus miembros por el ejercicio de los consejos evangélicos y la observancia de las propias constituciones».

-«Los socios supernumerarios y los numerarios [hoy numerarios e inscritos, respectivamente], sin merma de los dulcísimos deberes del cuarto Mandamiento, se obligan a permanecer con respecto a su familia de sangre, como si fueran religiosos, y vivirán de ordinario separados de su familia, para que puedan dedicarse con más intensidad al apostolado».

 

No puede ser de Dios una organización que practica la doblez y el engaño.

Saludos cordiales,

Doserra



Una pequeña anécdota.- Atlast

Hola a tod@s,

Entre los escritos de los últimos días y además la grata sorpresa de encontrar "ex" que en su momento fueron personas que me gustó conocer y ahora me da gusto que sean felices se lo merecen!! Bueno el caso es que me acordé de un detalle... detallazo...  que ahora lo pienso y es tal vez el comienzo más claro para dejar de creer ciegamente en el opus.

Contaré el contexto, en aquellos días de vocación reciente (fui vocación reciente y única además como 7 años). En aquella época muchos jóvenes contemporáneos comenzaron a frecuentar la parroquia y el ser católico se hizo muy popular, (ni así pitaba la gente, en fin... tal vez fue mi culpa por no pasar el farolito lo más rápido posible, se nota que no era santa de altar). Este grupo que comenzó justamente en mis primeros años de encanto y creció muchisimo en esos siete largos años era súper popular en la zona, y además tenía muchísimas iniciativas y realmente lograron hacer proselitismo católico, las misas de domingos y diarias comenzaron a ser mucho mas frecuentadas, los sacramentos tambien y los retiros espirituales, realmente algo para aplaudir... pero claro para el opus no era algo positivo, y además una pena porque tantas chicas iban por el lado equivocado y no por el que deberían ir... Me mandaron a la misa de jóvenes a ver si pescaba a alguna de ellas y además tenia una misión especial en la universidad... pero la verdad es que cuando hablaba con ellas para que se cambien al lado "correcto", lo que ellas tenían me parecía sincero que estaban siguiendo a Dios que al final era lo que importaba, aunque mi misión era otra. Yo sentía que ellas tenían su camino, todavía agradezco que ninguna haya accedido a mis constantes invitaciones, porque gané muy buenas amigas muy sinceras y que jamás tuvieron que ver con el opus, y que a la salida fue a las únicas que pude recurrir.

Sigo con el relato... Este grupo, que al tener jóvenes por integrantes era bastante dinámico, tenía muchísima iniciativa, muy lindo, ellos hicieron una especie de periódico de la parroquia que se imprimía con donativos, porque el periódico era gratuito. Yo no sabía pero un sábado fui al dormitorio de la directora y me encuentro con una pila de esos periódicos, lo cual me alegró, y dije ¡ah qué bien que tenemos los periódicos!, y ella muy feliz y con esa cara de madrastra de cenicienta me dijo: "si, el cura XX me los manda todos los sábados para que los reparta, él piensa que YO los voy a repartir...." y diciendo esto agarró la pila de periódicos y los rompió en mi cara, ni siquiera pudo de una vez por que eran muchos... y mientras los destrozaba decía todo lo que ahí esta escrito es del diablo... Yo miré esa escena con espanto, solo se me resentía el corazón de pensar el esfuerzo que mucha gente ponía en esas ediciones, despues me leí unos cuentos para ver por qué ella los calificaba de inadecuados y además casi heréticos... Claro, no tenían a los "doctores de la verdad" escribiendo en ellos, eso era cierto, pero ayudaba a la gente de la parroquia... Dios escribe recto con renglones torcidos ... no era así acaso???

Además me pregunté y le pregunté a ella en ese momento si no era más fácil dejar de recibir los periódicos, porque esa actitud hipócrita de hacerle creer al párroco que los repartiría si no era su intención... Yo sé que en ese momento el párroco tenía muchas críticas a nosotras que a veces íbamos a misa en conjunto cuando no venía el cura... y todas aunque dispersas por todo lugar en la iglesia comportándonos como especiales.

En fin solo un recuerdo... pero es de caricatura... aunque para muestra un botón. Cuánto caso hará el opus a la Iglesia???

Saludos a tod@s :-)

Atlast





Inasequible al desaliento. Para Calandria.- Gervasio

Hola, Calandria: 

 

        Como ha habido tantos correos en desacuerdo con lo que has escrito durante años en Opuslibros, te felicito, pues me parece que es lo que buscas y deseas. Si no fuese así, te felicito igualmente al ser inasequible al desaliento. Por alusiones a mi última publicación, me toca apostillar tus Comentarios.

           

            Efectivamente, eso de ser un buen instrumento, un buen pincel en manos de Velázquez, barro en las manos del alfarero —en Talavera los hay muy buenos—, lañas portuguesas para vasijas rotas, etc. son símiles, comparaciones, metáforas, modos de hablar. No hay que tomarlos al pie de la letra. Con todo, no me gusta que me llamen “instrumento”, como tampoco me gusta que me llamen “excremento”, aunque se trate de un símil, una comparación, un modo de decir.

 

            Escrivá, en su humildad, se autodenominaba instrumento inepto y sordo, pero con la misma intención con la que alguien puede decir de sí mismo soy una mierda, consistiendo la intención en que se le corrija:

 

    No. Usted no es una mierda. Usted es una maravilla. Usted no es un instrumento inepto y sordo. Usted es la repera limonera en verso. Lo que pasa es que usted es muy humilde.

 

Tal entendieron sus hagiógrafos. Ya ves, Calandria, que no logró convencerlos de que era un instrumento inepto y sordo. Y eso que era muy persuasivo. Bien que lo intentó. Llegó a destruir parte de sus apuntes íntimos y otros los reescribió, no fuese a suceder que las hagiografías hubiesen sido aún más encomiásticas. Tal nos asegura don Álvaro, que por lo demás nunca conoció los apuntes destruidos. Para mí, que se pasó de humilde. Con tanta humildad, no conocemos la verdad ¡Toma Santa Teresa!

 

Escrivá más que “necesitado de” Dios, se sentía “necesitado por Dios” —en sentido metafórico, de símil, por supuesto—, a nivel universal, cósmico —no “cómico”, cósmico—, en conformidad con su carácter un chispitín megalómano. Se consideraba un Abraham, un San Pablo o cosa parecida. Desde luego mucho más que cualquier papa. Ha sido el único “instrumento inepto y sordo” que he conocido en toda mi vida. Nunca nos dijo:

 

—Hijos míos, vosotros, como yo, somos instrumentos ineptos y sordos en manos de de Dios Nuestro Señor.

 

Sólo había un instrumento inepto y sordo en las manos de Dios. Era él: el elegido. A él le había correspondido el privilegio de fundar el Opus Dei. Instrumento, por supuesto, en un sentido metafórico, de símil, un modo de decir. Lo explicas muy bien, Calandria. Nosotros, en cambio, éramos instrumentos en un sentido nada metafórico, sino en sentido propio. C’est la pitite differance, que diría Gilbert Bécaud.

 

Dios, al no necesitar dinero, muestra gran aprecio por el óbolo de la viuda (Cfr. Marcos, XII, 41-44); pero Escrivá sí que lo necesitaba. Sin rechazar el óbolo de la viuda, se interesaba mucho más por los óbolos de Ruiz Mateos. Preferentemente le gustaba tratar con los poderosos y adinerados. Son muchísimo más útiles, Calandria. Es que no hay color. A dónde vas a parar. Es que hay que poner a Cristo en la cumbre de las actividades humanas. Regnare Christum volumus! Y eso no se hace con cuatro perras gordas. ¡Que visionaza sobrenatural la suya! Nunca le faltaba una frase o al menos una palabra en latín en todo lo que decía. Para Dios, lo mejor; y ¿qué cosa hay mejor que el dinero? Y es ahí donde viene a cuento lo de que Dios no está necesitado de nada y menos aún de nuestro dinero. El dinero para los que lo necesitan, que son muchos. Corresponde al Estado ocuparse de la correcta utilización de los bienes temporales. Mi reino no es de este mundo (Juan XVIII, 36).

 

En aras del peculiar modo de entender el reinado de Cristo de Escrivá, sufrimos en carne propia la instrumentalización de nuestra profesión, familia, amigos, dinero, sentimientos, afectos, etc. No en un sentido metafórico, a modo de símil o forma de hablar, sino real. Y es de eso, de lo que me quejo, Calandria. Ser instrumento de Dios a modo de símil, comparación, metáfora o cosa parecida es llevadero.

 

Bien sabes, Calandria, que esa Voluntad que vemos en nuestra oración personal de que hablas, se esfuma en presencia de los directores. Bien que te lo sabes, bonica, instrumentín. Conocer lo que Dios nos pide, necesita o quiere —vine a ser lo mismo—, estaba y sigue estando monopolizado por Escrivá y sus adláteres. Hasta han logrado que en el Opus Dei en vez de orar, se mediten sus escritos. Y así, hasta la oración y hasta Dios mismo se vuelven instrumento en manos de Sanjosemaría.

 

Con un abrazo calandriano, hasta el próximo verano

 

Gervasio





Carta al Prelado (llamado Padre) Febrero 2012.- Joalja

“Queridísimo Javier”: ¡que Jesús te guarde y te coja confesado!

 

Bueno Javier, ya hemos pasado la fiestas, se acabó el tiempo de Navidad, ha pasado el 14 de febrero (cada uno lo celebró su manera) y estamos en pleno carnaval y pronto vendrá la cuaresma. Centrémonos, que en la obra es carnaval todo el año, no me refiero tanto a  la “carne” como en el tema de  máscara, por cierto, las máscaras venecianas son preciosas, están relativamente cerca de tu casa a unos 500 km.

 

Y ahora enlazo con el propósito del mes pasado, supongo que te acordarás, o si no te lo recuerdo yo, TRASPARENCIA y LA VERDAD, esto va muy relacionado con la máscara, quítatela de una vez, te la dejo llevar hasta el día 21 de febrero, hasta cuando se acaben los carnavales, y así acabamos toda la tontería. ¿ok? Por lo tanto deja que las publicaciones internas sean universales, si son buenas harán mucho bien, y si cuestan de entender o se pueden mal interpretar, se pueden explicar para que todo el mundo las entienda y las bien interprete. Y si son cosas de familia, acaso el resto de la cristiandad no gozamos de este título, la obra son los hermanos pequeños  traviesos que tienen sus “secretillos”, pero cuando las cosas pasan de castaño a oscuro, Papá (ese cardenal que es honoris causa por la universidad de Navarra) se sacará el cinturón y os va dar de leches, que vais a ir a dormir “calentitos”.

 

Antes de que esto pase, vamos a sacar los propósitos de este mes, el carnaval se acaba el martes día 21, hasta este día podéis  portaros como hasta ahora, a partir del Miércoles de Ceniza, el día 22, CEDE LAS PUBLICACIONES INTERNAS COMO BIEN UNIVERSAL. Y el segundo propósito es que reces UNA AVE MARÍA, DIARIA, sólo una, para todas las personas que han dejado o has echado del opus dei, para que Dios les ayude en su sufrimiento. Fácil y simple ¿no?

 

Por cierto, si en las publicaciones internas se debe de aclarar alguna cosa, hay los diversos medios de comunicación para hacerlo, y si se publican estos escritos, por algo están las notas a pie de página.

 

También hago extensiva esta meditación, a ti, director, que me lees.

 

Con todo cariño, te bien dice.

 

Sin © - JOALJA

 

Madrid, 19 de febrero de 2012.





Comentarios a Ramon y Dionisio que tienen mucha razon.- Austral

Hola,

Por supuesto que esto que esta en el titulo es mi opinion personal, pero la falta de independencia mental respecto de las cosas eclesiasticas a veces pesan mucho sobre los argumentos que se ven aca en opuslibros. Muy comprensiblemente. Yo saco algunas conclusiones de lo dicho por Ramon y Dionisio de mi propia cosecha. Supongo que disentiran en algunos detalles de mis conclusiones...

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Similitudes con la Obra de Sanjosemaria.- Deotro

Estudiando la vida y obras del fundador de la TFP-Heraldos, Plinio Correa de Oliveira, encontramos similitudes sorprendentes con la OBRA de Sanjosemaria.

 La crisis del mundo actual, según la visión de. Dr. Plinio (1908-1995), afecta al campo civil y desde éste pasa al eclesiástico. Mediante un proceso de cambio de tendencias-ideas-hechos se generan nuevas mentalidades y costumbres, que acaban gradualmente con la virtud y finalmente con la Fe. La lucha se da pues, sobre todo, en el campo civil y el combate de esta crisis el Dr. Plinio lo lleva adelante fundando no uma mera orden religiosa sino una "orden de caballería" (Imagine), esto es, algo actuante en el campo secular. Apesar de un aspecto más abiertamente militarista, el objetivo es también la santificación del mundo y en el mundo...



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Tres epifanías.- solidante

No puedo resistirme, al hilo de lo leido en otras contribuciones, desgranar algunos recuerdos de mi inútil paso por esta secta que se llama Opus Dei. Por cierto, este nombre ya es todo un manifiesto de soberbia que, además, roza la blasfémico. Pero dejemos eso aparte, y vayamos a la microhistoria, aparcando al ideología, al menos, de momento. Aunque sin esperanza, pues, de su publicación lo mando para que alguno lo lea, le sirva de escaso solaz, y si es preciso, engrose un volumen histórico de pequeños retazos vitales que puedan mostrar el disparate de semejante sociedad religiosa. Era yo un adscrito, un aspirante, bueno, no sé exactamente lo qué era; ahora me entero que mi atribución jurídica debía ser lo que he dicho, pues yo no hice ni la admisión, ni la fidelidad ni ninguna gaita de esas (téngase en cuenta que en aquellos tiempos a los afilidos se les llamaba ORNIs; o sea, objeto religioso no identificado).

Era un pobrecillo numerario, recién pitado, abrumado ya por lo que veía venir encima mía. Bien, ahora deseo relatar mis impresiones sobre "el Padre"; o sea, el primero de ellos, el fundador. Lo vi en vida, que recuerde nítidamente tres veces. He de decir que mi impresión que no se ha borrado nunca, a pesar de que han pasado cuarenta años, es la de que se trataba de un hombre sumamente zafio, sin elegancia y toscas maneras. Un hombre claramente indiscreto, atrabiliario y sin cortesía. Si Emilio Romero lo calificó excelentemente como párroco de pueblo, cosa que si el sujeto hubiera sido normal le hubiese halagado, para mí además de eso, era un hombre sin la más mínima elegancia, de maneras ni espiritual. Lo vi la primera vez, de pitable, en la tertulia del año 67 en Pamplona, cuando entró en el escenario del teatro Gayarre, como elefante en cacharrería, esperando la impresión y aplauso de sus hijos, y dijo: "aquí estoy hijos míos para celebrar con vosotros una tertulia". Contestó a las preguntas ya arregladas de una numeraria de servicio, de un padre de familia numerosa, de un extranjero, de un estudiante, de una carbonera, etc.. a todo contestaba con su habitual y epidérmico espiritualismo, entre el aplauso y arrobamiento de los de casa, de la lista de San José, y demás comparsas.

La segunda vez, fue una tertulia en el Aralar, cuando curiosamente yo ya había salido "de casa" para mi liberación, pero como no había acabado mal, todavía acudía de vez en cuando por los centros. Al comenzar la tertulia, el director, no sé quién era, un cura, le dijo algo al oido al futuro santo, que todos entendimos como que todos éramos de casa y podía hablar a sus anchas. Me sentí como lanzable en cualquier momento pero nada pasó. El Padre se dirigió a Carlos [...], numerario, magnífica persona por lo demás, estudiante de derecho canónico e hijo del famoso doctor del mismo apellido. El Padre le dice: acabo de estar con tu padre, es muy bueno, pero no se lo digais, porque le harías daño. Extraña manifestación del canonizable que yo no entendí porque sabía que mañana mil voces habrían de decir que el Padre ha dicho que el Doctor [...] es bueno. Son esas cosas que se dicen que no se digan para asegurar así su difusión. Luego habló de la amistad, diciendo que era un bien en sí misma, cosa que me sumergió en la perplejidad, pues sabía que la amistad y su falsedad era una mera instrumentalización para hacer adeptos, sin ningún valor en el orden humano en aquella obra. Por lo contrario había visto como se arrojaba a las tinieblas exteriores a los desafectos y renegados, a veces éstos en terribles situaciones de necesidad.

La última vez que lo vi, en alguna de aquellas visitas a Pamplona, que no sé cuándo pero que creo coincidió con la inauguración de la facultad de teología en la universidad. Salía del colegio Aralar y dijo: en la facultad de teología habrá total libertad de investigación siempre dentro de la ortodoxia. Mi impresión vino de la actitud de un sacerdote, vestido completamente con su sotana, al estilo de como gustaba en la obra, que al paso del Padre lo observó con una devoción como no he vuelto a ver nunca más, y con la seguridad que incluso ante el santísimo o ante cualquier manifestación más elevada, un hombre no formaría un cuadro más acabado de adoración que el yo vi encarnado en aquel cura.

En fin, de momento vale.

solidante

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La fe y S. Pablo. Respuesta a Calandria.- Dionisio

Querida Calandria y queridos amigos:

Tienes razón en recordarme que el principal protagonista en la historia de la Iglesia es el Espíritu Santo. Te lo agradezco mucho, sin embargo, El lo sabe, no fue olvido, fue que estaba hablando de otra cosa, que a veces las confundimos y hacemos sinónimas. Yo hablaba o quería hablar sobre la burocracia vaticana y sus ramificaciones locales, en cuyo accionar me temo que los hombres le han dejado el mínimo espacio posible al Paráclito. No necesitas convencerme de que el Espíritu vivificador es el "culpable" de que haya tanta y tanta gente maravillosa y buena que llena de amor su vida y la de los que les rodean en la medida de sus posibilidades, dentro de sus limitaciones humanas. Estoy absolutamente maravillado de que, gracias al Espíritu Santo, hay muchas personas que dicen el santo nombre de Jesús con veneración, respeto y amor. Y eso "a pesar de los pesares"(seguro que te suena conocida esa expresión), que finalmente son demasiados pesares. Tantos pesares, tantas cosas hechas rematadamente mal, que finalmente estoy comprendiendo mejor el alcance del segundo mandamiento del Decálogo: NO TOMARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO. Fíjate que sospecho que hay muchas personas, aparentemente piadosas, que toman el nombre de Dios en vano, cuando deberían ser nuestro modelo de todo lo contrario. Ese es mi problema con la burocracia vaticana y sus ramificaciones. La Iglesia fecundada por el Paráclito es otra cosa. Posiblemente englobe a la mencionada organización burocrática, porque Dios es muy bueno, pero como un apéndice sospechoso que puede caer dentro de la calificación de cizaña mezclada con la mies. Muchas gracias, pues, Calandria, por darme la oportunidad de expresar mi devoción al Espíritu Santo.

En lo que me dices de que "Yo tengo fe", pues me parece muy bien. Te felicito. Eso es una cosa muy buena. Me da la impresión de que me lo dices como criticando... como que te ha faltado decir "y tú no." Pues en eso casi que te voy a dar la razón. Durante mucho tiempo esto de la fe me tenía muy inquieto. Creo que ahora ya no y quizá está muy mal, pero así estoy ahora. Me acordé de que al bueno de Pedro el Señor le reprochó falta de fe cuando se asustó en su caminata entre las olas. Y yo me dije, pero si Dionisio ni siquiera se hubiera bajado de la barca. Luego vino eso del grano de mostaza y mover montañas y me dije, pero si tú no mueves ni una maceta, tu fe no está al nivel de un grano de mostaza, no llega ni a ser una molécula del grano de mostaza. Con lo cual ya me vi que si voy a un concurso de quién tiene más fe, lo pierdo seguro, quedo de los últimos, me echan a patadas.. Esto me recuerda un chiste, que no tiene nada que ver, es solo un intermedio humorístico para que no me ponga muy trascendental. El colmo del imbécil es uno que fue a un concurso de imbéciles y perdió... por imbécil!!!!! Cerrado el paréntesis. Ahora se me está viniendo a la memoria un señor, que seguro que te suena conocido, que decía que tenía una fe tan gorda que se podía cortar.... Admirable.

Lo que realmente me dejó tranquilo es lo que escribió S. Pablo en 1Cor13, 2 "... y si tuviera toda la fe, como para mover montañas, pero no tengo amor, no soy nada." Me dije con esto me puedo defender mucho mejor, porque creo que algo de amor sí tengo. Si un día el Maestro me reprocha mi falta de fe, le diré con mi mejor sonrisa: Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo. Y creo que no me irá mal. Cuidado, Calandria, con esto no digo, ni insinúo, ni sospecho, que no tienes amor. Tu has escrito "Yo tengo fe" y yo te digo: vale, tú ganas. Y nada más. Posiblemente también ganas en lo del amor. Eso no lo sé y creo que no vamos a tener forma de saberlo. Lo digo con mucho cariño, con el corazón en la mano, como diría Satur.

Esa es una cosa que no me gustaba de mis tiempos de numerario en el lado oscuro, ni me gusta de la burocracia vaticana, que están muy atados a lo que hay que creer, a Trento, a las herejías y a las ortodoxias, a las normas y costumbres, al derecho canónico y a las praxis y reglamentos y se les olvida el 1Cor 13. Así les va... En tiempos de S. Pablo la Iglesia estaba adornada y enriquecida con toda clase de dones y carismas, algunos ciertamente peculiares, pero casi todo eso se lo cargaron porque no entraba en las reglamentaciones burocráticas. El rey David bailaba y cantaba delante del Arca. Hoy lo echarían de los templos por estorbar el desarrollo de la liturgia.

Bueno, ya me estoy enrrollando demasiado. Tengo que dormir.

Cariño y abrazos a discreción para todos. Dionisio el areopagita

P.D. Coplasuelta estás genial. Hace tiempo alguien escribió (no me acuerdo quién ni cuando) más o menos esto: En el opus hay cosas buenas y cosas nuevas; las buenas no son nuevas y las nuevas no son buenas. Clavadito.





No hubo error. Respuesta a rescatado.- Dionisio

Querido rescatado y queridos amigos:

 Muchas gracias por los abundantes datos que aportas. Realmente se ve que eres un erudito en el tema y seguramente en muchos otros temas. Acepto la puntualización, pero creo que realmente no hay ningún error en lo que escribí anteriormente y que tu amablemente quieres corregir.

Lo que yo dije fue que el mando Aliado en la segunda guerra mundial y el Vaticano nunca dijeron nada sobre los campos de exterminio hasta que terminó la guerra. Hablo exclusivamente de la existencia y uso de los campos de concentración y no otras cosas. Yo no me he inventado ese dato. Me parece que hay acuerdo entre todos los historiadores de que eso es así. Antes de la derrota de los nazis nadie con poder dijo media palabra sobre los horrores que estaban haciendo contra tanta gente, no solo judios, también muchos católicos, muchos religiosos y sacerdotes, como Maximiliano Kolbe, por ejemplo, disidentes alemanes, gitanos y Dios sabe quiénes más. Cuando posteriormente se les ha criticado ese silencio y esa pasividad (podrían haber bombardeado al menos las líneas de comunicación para que no siguieran llegando trenes de víctimas) han dicho que no sabían. Lo cuál está sobradamente demostrado que es falso. Sabían los Aliados y sabía el Vaticano. Ambos tenían múltipes fuentes de información, pero quizá no les dieron credibilidad (que era el tema del que me acupaba) o no les interesó darles credibilidad. Eso no lo sé.

Lo ponía como ilustración de cómo en el Vaticano pueden negar credibilidad a las informaciones que les llegan con el opus y dentro de unos años alegarán inocencia absoluta, por puro desconocimiento, como angelitos. Los hechos mencionados no se contradicen con la información que aportas en tu puntualización. Estoy absolutamente seguro de que muchos sacerdotes, religiosos y laicos hicieron maravillas de amor para ayudar al prójimo perseguido, fuera o no judío. También parece probado que hubieron casos muy poco edificantes, pero eso es normal. Pasa en todas partes. Pío XII me parece que no estuvo a la altura de las circunstancias. Es mi opinión. Creo que fue un buen hombre, probablemente desbordado por las circunstancias, con una personalidad que encajaba mucho mejor en un puesto secundario, y no como cabeza de la Iglesia en esos momentos. Yo estoy convencido que un San Pio X o un Leon XIII probablemente hubieran conducido la Iglesia mejor.

Recibe mi más afectuoso saludo.

Dionisio el areopagita





No se dejen dominar por los malos sentimientos.- Jotape

Les escribo de forma anónima para transmitirles la caridad que Jesucristo nos vino a traer este mundo cumpliendo así el precepto evangélico que Jesucristo nos vino a traer con su venida al mundo y su muerte en la Cruz. Quiero comprender su dolor de verdad que conmueve tanto sufrimiento acumulado en la página que he leído, que ha causado una honda pena en mi alma por ambas partes: por parte de la Obra, y por parte de ustedes. Conozco la Obra y soy consciente de sus problemas, y de los muchos pecados que tiene. Soy consciente de los modos de proceder anticaritativos que se dan dentro de ella, de su afán de superioridad moral sobre el resto y del coaccionamiento de las almas que hacen dichas personas que genera una revolución interior que no es normal y que incluso tiene la apariencia de algo demoníaco o que al menos no puede ser exactamente de Dios.

Ahora bien, dicho esto, señalo lo siguiente: es posible que estas personas hagan el mal, pero también uno es pecador y tiene que ser consciente de sus pecados. Puedo comprender que el dolor embarga sus almas pero no se dejen vencer por el mal. Criticar a la Obra, dejarse dominar por los malos sentimientos es algo que provoca que el alma quede a merced de mas dolor buscando la fundamentación en una especie de objetividad de que son malos, o coaccionan a la gente. Pero la caridad de Cristo nos pide algo más que ser objetivos. La objetividad no es propia de la realidad de Dios. El demonio es muy amigo de lo objetivo. Sin embargo, Dios no es objetivo con nosotros, ¿por qué serlo nosotros con los demás? Hemos de amar a los que nos ha perseguido, esa es la enseñanza fundamental que nos transmite Jesucristo desde la Cruz. Que el mal no os ahogue, teneis que amar a las personas de la Obra hasta que os duela, porque amor sin dolor no es verdadero amor. Aparentemente podríais decirme: sí, eso está muy bien pero nosotros perdemos y eso no es justo. Y yo os contesto: nada se pierde, porque los que amamos a Dios no aspiramos a otra cosa que a su amor. Es el amor lo que puede hacer temblar a la Obra y que se comporte de forma justa y caritativa. Pero no será el resentimiento lo que ayude a cambiar las cosas o las situaciones.

Que el amor, la paz y la alegría de Jesucristo esté siempre con vosotros. Quedo suyo en el Señor,

Un abrazo

Jotape





El árbol de la vida.- Perladeladriatico

La persona humana tiene, desde su nacimiento, necesidad de desarrollarse en toda su integridad, de forma libre. Este proceso puede hacerlo acompañado de su familia, la cual, poco a poco y con cariño, le va ayudando a ser mejor persona.

El árbol de su vida va creciendo y desarrollándose de una forma normal, de suerte que al llegar a la madurez, ni le sobra ni le falta casi nada, llegando a vivir su vida de forma no traumática y libre. Pero si a una persona, a los 14 o 15 años, se le empiezan a podar, con una sierra muy cortante, varias de sus ramas y apéndices, quedarán cicatrices de por vida. Además, las ramas podadas jamás volverán a crecer.

Acostumbra a pasar en el opus dei, que durante este duro proceso de poda al que se somete al aspirante, se le informa que dicho proceso es imprescindible, que sirve para erradicar malos hábitos y que forma parte intrínseca de su proceso para alcanzar la madurez y aún la santidad. Así es como se engaña sistemáticamente a los apsirantes. Podándoles los sentimientos, el libre pensar, el cariño de su familia. Se convierte en un zombi incapaz de existir por él mismo pues nada de lo que había vivido de pequeño en su familia se adecúa ahora a la realidad de vida en la que le han sumergido. Al final de la poda se tendrá una persona enferma y sin personalidad propia. Una persona que no podrá usar ya su libertad. Tanto más cuanto más tiempo tarde en darse cuenta de la manipulación en su árbol vital. Este será pues el resultado: persona con problemas serios de adaptación a la vida normal de un ser humano, incapaz de sufrir, de amar, de querer, de decidir, de ser libre.

¿Y todo eso en nombre de Dios?
¿Y todos estos actos son tolerados por la Iglesia?
Este método opusino, ¿no os recuerda el método hitleriano?
¿Cuándo se va a pedir disculpas a las víctimas?

Perladeladriático





Los orígenes ideológicos del Opus Dei.- Fletcher Christian

Uno de los aspectos “fundacionales” que veo que no se han tocado en los magníficos artículos que esta web ha ido publicando es la relación del Opus Dei con su entorno ideológico en el momento de su “fundación”. Os sugiero estos temas.

En la España de entonces, el catolicismo era muy rico en matices y la vida cultural estaba dominada, no tanto por el catolicismo oficial, sino por las ideas que circulaban por toda Europa. Hay en el Opus Dei mucho de hegelianismo (de Hegel y de sus discípulos) y de vitalismo (p.ej. Ortega). Ideas fuerza como “el grupo está por encima del individuo porque es este el que le da identidad” (que anticipa el comunismo y el fascismo) parten de Hegel y de Fichte e hicieron posible el estatalismo contemporáneo y también una visión integrista de la Iglesia. Otra idea fuerza es el peso otorgado a la voluntad: frases muy repetidas en el Opus como “hay que hacerse violencia”, “por encima de todo están las normas”, “hay que formar la voluntad” y un largo etcétera. Entendida como “sentimiento del esfuerzo” desde los tiempos de Maine de Biran, la voluntad decimonónica es la base sobre la que se fundamenta el resto de potencias. Después vendría Schopenhauer con la idea de la ilimitación de la voluntad o Nietzsche con la identificación de la voluntad como voluntad de poder.

También muy propio de finales del XIX y principios del XX es la teoría de las élites, como resultado de todo lo anterior. Ortega, muy influido por la filosofía alemana, sistematiza la función de las élites en su conocidísimo libro La rebelión de las masas, que verá la luz en 1929 y  que da un fruto extraordinario en España (en política tanto a la derecha como a la izquierda, ya que los radicalismos tienen la misma base filosófica) y, en concreto en la religión. Hay que recordar que Ortega fue maestro de pensadores de todos los espectros ideológicos, con mucha influencia en la concepción de España de los primeros falangistas. Curiosamente, el libro de Ortega y la presunta fundación del Opus Dei son coetáneas. No es casualidad.

La idea de una élite que gobernará a todo el resto de la sociedad se reinterpretó en clave cristiana bajo los auspicios de Ángel Herrera Oria (y del Padre Ayala) y de la actuación de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (antes ACNdP, ahora ACdP) que él presidió de 1908 a 1935. Esta concepción de la sociedad va a lograr una extraña fusión con el régimen de Franco, ya que Herrera, sin embargo, no era partidario del fascismo. El discurso de Escrivá describirá este mismo propósito en Camino y dotará a la Cosa de una élite interna que lo sabe todo y que gobierna a todos sin rendir cuentas a los gobernados.

A este propósito, en lo que se refiere al Opus, recojo una cita de otra cita que aparece en la Historia crítica del pensamiento español (José Luis Abellán: Círculo de Lectores, vol. VIII, p. 459):

“En el momento en que el padre Escrivá funda el Opus Dei existe una escuela de pensamiento y de acción cuyo papel es en cierta medida comparable al de la Institución Libre de Enseñanza. Aludimos al vasto movimiento de renovación del catolicismo español que comienza en 1909 con la fundación de la ACNDP, movimiento del que Angel Herrera, figura que entre 1920 y 1935 cabe parangonar con la de Castillejo [de la Institución Libre de Enseñanza], es un infatigable animador… La Institución Libre de Enseñanza por un lado, y la ACNDP por otro, representan en cierto modo dos prefiguraciones del Opus Dei, o si se prefiere, dos arquetipos, dos modelos a partir de los cuales el padre Escrivá y sus discípulos van a concebir su propia empresa, dándole desde luego modalidades peculiares.” (cita de Jean Bécarud a.k.a. Daniel Artigues: El Opus Dei en España, París 1971, p.23).

(A “los de Casa” que leáis esto os aviso que la Historia Crítica de Abellán está prohibida en el índice, imagino que por esta cita que, al parecer, invalida los ocho tomos de esta magnífica obra de referencia).

En realidad, eso que muchos llamáis conservadurismo del Opus y que “los de Casa” creen que es una gracia fundacional en pro de la ortodoxia, no es más que una concepción decimonónica de la sociedad y de la Iglesia, o sea, ni de lejos, el espíritu del Evangelio. En el Opus Dei y en varias instituciones eclesiásticas hay un poso decimonónico muy fuerte que, con el tiempo, se ha ido convirtiendo en su seña de identidad bañada de mensaje cristiano, lo que le da una apariencia de ortodoxia, pero solo apariencia.

Desarrollar esto requeriría tiempo, aunque es más evidente de lo que parece.

Un abrazo,

Fletcher  





A propósito de las Ordenes Militares, y concretamente, a los Templarios.- Triple

                Han abundado últimamente las referencias en diversas colaboraciones a los elementos copiados por el Santo Marqués de Peralta –lo pongo así para no herir la susceptibilidad de los mentores de la innombrabilidad en estas publicaciones... ¡no vaya a ser que alguien alegando representatividades ciertas, presuntas, fictas o mentirosas, y sintiéndose aludido por mi escrito me curse algún tipo de emplazamiento!- para dar forma a lo que según él y la hagiografía que con él arranca, vió (sic) el 02.10.1928…



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Si de verdad nos supiéramos victimas...- Carmen Charo

Últimamente en España está muy en la calle la palabra “víctima”. Se habla mucho y hay mucha polémica con las víctimas del terrorismo de ETA, las víctimas de la guerra civil española del 1936 y las que dejaron los 40 años posteriores de dictadura franquista. Y ayer salió en televisión una representación de la recién creada asociación de “Niños robados”, algo escalofriante que no hace mucho que ha salido a la luz y que hace referencia a cientos de niños robados al nacer entre los años 1968 y 1980 y vendidos o entregados a familias que no podían tener hijos. La presidenta decía ayer que necesitaban el reconocimiento de la sociedad como víctimas, el reconocimiento institucional a todos los niveles. Ser considerados como víctimas no como casos aislados caídos en desgracia...



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Más sobre credibilidad.- Coper

 Leyendo el articulo de EBE sobre "nuestra credibilidad”, me empezó a roer un gusanillo que ninguno de los artículos posteriores sobre el tema ha calmado, aunque he encontrado enfoques esclarecedores.

¿De qué estamos hablando? ¿Que Opuslibros aporta y seguirá aportando cientos de experiencias concurrentes, de las cuales se deduce que algo huele a podrido y no en Dinamarca precisamente?  ¿Que con esta multitud de datos, experiencias, documentos, análisis,etc., la Autoridad Competente, no se digna a actuar como nos gustaría y que llegado el momento nos considera negativos, llenos de prejuicios y en fin, faltos de credibilidad?. Si es eso, me vais a perdonar pero lo considero normal.

Desde siempre la credibilidad o su falta es el primer escalón para tomarse en serio una cosa o no; y eso no solo en la Iglesia, sino en cualquier estructura de poder. Los jefes en estas estructuras lo último que desean es el desorden, quieren las cosas en su sitio limpias y ordenadas, para poder así ejercer su autoridad con más tranquilidad y más efecto. Eso creen.

Así pues ante unas noticias que significan posible podredumbre en un ámbito de actuación, es muy normal que el jefe prefiera anteponer a una decisión objetiva y llena de responsabilidades una opinión personal, por lo tanto sin compromiso moral, que le sirva para retrasar o evitar meterse en honduras y así sale eso de “Y estos… ¿son de fiar? ¿Son creíbles?...

Hay que reconocer que tenemos en este tema algunas dificultades, somos lo que en España llamamos “rebotaos del opus” y “ya se sabe ….. en estos ...  suele haber resentimiento... Son buenos chicos, pero ...etc. etc.”

Este proceso descrito es humano. No exime de responsabilidades a largo plazo y lo saben, pero permite mantener el orden, o las prebendas , o los sobres de Maciel, según cada cual, sin que se les pueda acusar de prevaricación, (mala fe, para entendernos ) y ha sido y es un arma diplomática desde siempre para ganar tiempo y de eso sabe mucho el Vaticano, que además funciona con la eternidad a su favor.

Por otra parte, también pienso que podemos pecar de guays. ¿Quién nos dice a nosotros que esto sea un problema tan importante? No lo relativizo para nada y personalmente lo veo importante, pero para una Iglesia sin apenas vocaciones, con feligreses que van pasando de panteras grises a grullas calvas, con curas mayores, con problemas serios de pederastia en sus filas, (o ¿pensáis que todos se han muerto ya?), con problemas económicos, con una pérdida real de influencia y prestigio en todos los órdenes; vamos, en plena Edad de Hielo, como comentaba alguien recientemente; probablemente no pasemos de ser un tema bastante secundario.

A lo mejor nos vendría bien ponernos en fila y pensar qué lugar ocupamos. Y cuando nos llegue el turno, cosa que está tan en las manos de Dios como cualquier otra cosa, pueden pasar muchas cosas.

Que la Iglesia, organización también, siga queriendo mantener el orden por encima de la justicia y actue sota manga.

Que su progresiva perdida de Fe, que le hace sustituir el Espíritu Santo, que tanto actuaba en los primeros cristianos, por la organización desde arriba (y que tan mal le va), haga muy difícil solucionar problemas menores cuando hay graves problemas de fondo. La Fe, por ejemplo, por la que pide el Papa en sus intenciones.

Que el Espíritu Santo haya decidido que ya que no le dejan actuar, con tanto nombramiento desde arriba, tanto desvirtuar un Concilio (donde antes, nos enseñaban,  El presidía) y tanta lucha por la influencia y el poder, se la den de narices y haya que empezar de nuevo.

Que el opus ya no sea importante; y esto, a este paso, puede ocurrir en una generación.

Que alguien de dentro vea como se restaura una catedral, reconozca el mal de la piedra, y decida que las cosas escritas en piedra, en el fondo, nunca han sido para siempre.

O que se solucione de un tirón.

O todo lo contrario.

En fin, que si nos damos menos importancia, probablemente tendremos más paz y que cada uno de nosotros haciendo lo que puede, ya está haciendo lo que debe y las cosas saldrán cuando convenga. Es mi opinión.

Con cariño

Cooper





Oración San Miguel Arcángel.- Argentino

Estimados:

Sobre lo que dice Safety, el origen de la oración a San Miguel Arcángel -como consecuencia de una visión sobrenatural que tuvo el Papa León XIII- es la de abajo.

Se trata del tipo de hecho que al espíritu religioso megalómano de San Escriva de Balaguer le hubiera dado placer atribuirse. León XIII, a diferencia de Escriva de Balaguer, fue un alma de altísima estatura espiritual, un hombre de cultura amplísima, como latinista componía versos de métrica perfecta. Un verdadero aristócrata de cuna y en educación. Como sacerdote todo lo que Escriva anhelo ser, pero lo que Natura Non Dat Salamanca Non Praestat.

Además llego a la cumbre que Escriva soñó e imitó groseramente con sus hechos autoritarios. Pecchi fue Papa, fue León XIII, de los papas más grandes de la historia.

Van los hechos sobre el origen de la oración a San Miguel Arcángel y otras oraciones más...



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Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?