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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 13 de Julio de 2012



Un modesto hotel del prelado.- Hormiguita

Quiero agradecer a Simple-mente el aportarnos la entrevista al prelado, que le hace Pilar Urbano. Vale la pena leer el comentario de Simple-mente, y la entrevista con fotos. Quienes hemos estado dentro podemos interpretar los hechos históricos.

El Prelado dice que el fundador le enseñó "siempre a dilatar mi corazón de sacerdote, a tener los brazos abiertos a todo el mundo, vinieran de donde vinieran, y vinieran como vinieran: aunque se presentasen como mis enemigos mortales. A cualquier hora, en cualquier lugar y circunstancia, tener el corazón de par en par, para quien me necesite...".

Por un lado, me viene a la memoria cómo el prelado trató a Don Antonio Petit, sacerdote enfermo, dándole un plazo mínimo para encontrar otro obispado donde servir como sacerdote. Por otro lado, si tuviera el corazón abierto a sus propios hijos, permitiría la publicación de documentos internos, a los cuales ni sus hijos tiene acceso. De su "corazón abierto" no se ha oído un perdón por las frases condenatorias del fundador quien califica de "traidores a la Iglesia" a quienes optan por dejar el camino marcado por la Obra. Viva la libertad y el respeto al individuo.

Por otro lado, pone en evidencia al fundador, quien le tuvo de "custode" para asuntos materiales: "A mí me incumbía cuidar al Padre en todo lo material: desde decidir si había que comprarle unos zapatos, hasta acompañarle al médico, o preparar un viaje...".

Vamos a ver, la comida y limpieza corren a cargo de la administración de la sección femenina, así que el custode se dedicaba a otros asuntos materiales, como los zapatos, las tarjetas de visita, coche particular, recetas del médico, etc. Tareas poco sacerdotales. Reflexionemos: que ni San Pablo, se permitió semejante ayuda, ni menos Jesucristo.

El Prelado tristemente viviría solo y aislado sin sus custodes. Dice: "Los custodes existen para que el Prelado, el Padre, no viva solo, no sea un hombre aislado allá arriba; y, además, para que se le pueda ayudar a ser mejor." Pues acaba de decirnos la verdad. El Prelado estaría solo y aislado. Probablemente lo está.

Para los interesados en los lugares históricos, adjunto una imagen de lo que el prelado dice es un modesto hotel. "En el 56, a raíz del Congreso General del Opus Dei -celebrado en el Hotel Pfauer, un hotel modesto de Einsieldn (Suiza)-". Tan modesto es el Hotel, que es el edificio más grande en la Plaza principal de Einsieldn, Suiza, de uno de los países más ricos del mundo.

 

Un saludo,

Hormiguita





Alcohólicos no anónimos.- Nicanor

A propósito de este epíteto de alcohólicos que Diletante ha escrito, vienen a mi memoria dos casos interesantes. El primero ocurrido al Padre Ch. que, siendo laico, se le subía tan rápido el alcohol a la cabeza que, durante un aperitivo de fiesta A, se subió a bailar sobre la mesa. Bueno, de más está decir que para celebrar la Santa Misa tenía que usar pocas gotas, no vaya a ser que suba a los altares.

La otra ocurrió muchos años atrás, yo no era de la Obra. Uno de casa compró un shampoo y por apresurado para vestirse de terno y corbata antes de entrar al comedor, también era fiesta A, dejó la botella de shampoo sobre el coche del aperitivo que - para suerte de un par de españoles - se les ocurrió servirse una copa de tan exótico y burbujeante brebaje ¡Qué sabor más raro tiene este licor! dijo uno al otro, ¡Seguro que es algún licor exótico! (en Perú los hay variados) obtuvo por respuesta. Horror cuando bajó el dueño y risas de tan estúpida confusión.

Nicanor
nicanor.wong@gmail.com  



Ediciones crítico-históricas.- Desconcertado

Las ediciones crítico históricas de los libros del Fundador del Opus Dei no hay quien las entienda.  El objetivo principal pudiera ser tapar las mentiras del Fundador. ¿Para qué escribir páginas y páginas intentando descifrar lo que parece que quiso decir y no dijo, o lo que dijo pero que en realidad no quiso decir?

Todo en el Opus Dei es muy enrevesado. Esto de las ediciones crítico-históricas del Fundador recuerda un chiste. Le pregunta Moisés a Yahvé en el Sinaí: "¿Sólo nos va a dar 10 mandamientos? Me parecen pocos". Y le respondió Yahvé: "No te preocupes hijo, que si te parecen pocos, ya vendrá la jurisprudencia para interpretarlos". 

Desconcertado





Circular en el sentido contrario de la autopista.- Vega

Diletante: Veo que mi comentario sobre tu escrito ha escocido.

Y qué tal: ¿gusta y es agradable estar escocido por lo que le dicen a uno?

Pues si es que no, que no gusta, vuelve a leer, majete, el primer escrito que mandaste, y míralo con ojos de las personas a las que aludes con desprecio (los ex que suelen escribir aquí): “es débil”, “está resentido”, “este sitio web tan cerrado y oscuro”…

Por otra parte, vuelve a leer también el mío que te contesta, a ver si pasado el disgusto lo entiendes mejor. Porque tu comprensión de lo que he escrito no ha sido buena...



(Leer artículo completo...)




Bienvenido.- Emevé

Estimado Diletante, ¿me dejas firmar este párrafo tuyo?

Cuando uno decide un proyecto libremente (todo lo libre que se puede ser a determinadas edades y en determinados ambientes), y ese proyecto tiene cierta dimensión de totalidad y se considera para toda la vida, no llevarlo a su cumplimiento final conforme a lo imaginado es un fracaso. Pequeño o grande, pero fracaso. Y no me duele decir que en esto (sin caer en el absolutismo y sin perder cierto sentido del humor) fracasé”.

Encuentro absolutamente llenos de lucidez tus dos escritos (no te fíes de mí, a mí tampoco me quieren mucho) y espero muy atenta tus aportes.

Pienso que los absolutamente malos y los absolutamente buenos solo existen en las películas (malas) de jolivú… en la vida real nadie es perfecto y yo sé que si yo no me hubiera enfermado pude haber terminado siendo igual a los seres más miserables del opus que conozco (con lo dócil y obedientita que era). Y por eso los compadezco.

Me da muchísima lástima ver con mis ojos a gente pudriéndose de cáncer y seguir pensando en hacer daño a otros. Los compadezco de corazón: pude ser yo.

Me siento feliz de estar fuera, de poder contar la verdad.

A veces pienso (no solo yo sino mis amigos) que qué gano diciendo la verdad, ¿no es acaso como andar por el mundo desfaciendo entuertos? Que si mi tía dice que tiene 40 años (siendo como 20 años mayor) ¿qué gano yo diciéndole al mundo la verdad?

Nada, sinceramente no gano nada.

Pero la mentira no es sobre la edad, sino sobre las circunstancias de la entrega. Digamos, si yo sé que el tipo con el que estuve casada no solo es manipulador e infiel, sino que golpea a todas las mujeres con las que anda. ¿No sería yo cómplice si callo y permito que otra mujer caiga en esas garras con riesgo de su vida? Pues un razonamiento así es el que me orilla a seguir pendiente de opuslibros.

Finalmente, solo puedo decir ¡gracias a Dios, me fueron! Porque de tanto rogarle “sácame de aquí” me escuchó y me sacó. Esa etapa de mi vida no serviría de nada si no la asimilo con reflexión, madurez y sensatez. Si no aprendo nada de allí, acabaría yo siendo lo mismo que pude ser estando dentro. Y la idea de escribir aquí es mostrar que sí se puede superar esa etapa, que sí se puede aprender de ahí y que sí se puede agradecer cada paso dado.

No, no hablo de agradecer al opus por su bondad, hablo de agradecer a Dios porque el opus, con sus incoherencias, falacias, presiones, crueldades, me enseñó y mucho.

Bueno, no lo hago más largo. Un abrazo grande y espero “verte” más.

Saludos a tod@s

Emevé





A mi señor Coplasuelta.- Diletante

Coplasuelta: Qué gracia la suya.

Me ha calado usted con una tal profundidad, es tan insondable el escrutinio que hace usted de mi alma, de mis intenciones, de mis experiencias y hasta de mis más ocultos pensamientos, que sólo se me ocurre hacerle una pregunta: ¿Es usted Dios? Al final va a ser verdad que el Opus es una escuela de sectarios.

Primero Vega y ahora Coplasuelta. Los dos tienen vocación (sí, de esas desde toda la eternidad) de comisario político del Partido Comunista de la URSS, o de delator apocado de la Gestapo. Coplasuelta... Malo, más que malo. Le pedirán cuentas por odiar tanto y por despreciar a quienes le llevan la contraria. Hala. Chincha.

Diletante





Sarna con gusto no pica.- Bastián

A propósito de la aparición de Diletante en la web, con su declarada satisfacción con lo vivido en el Opus Dei, aunque más bien debería decir "con lo que vive", comprendo que produzca algunas reacciones airadas. Y es lógico que así sea, porque aquí, según me parece, no venimos normalmente a decir lo maravillosa que es la prelatura y cuánto bien nos hizo caer en sus redes cuando éramos adolescentes o casi niños, sino más bien a todo lo contrario: acudimos a opuslibros para decir cómo nos perjudicó el invento del marqués de la alta pera, cómo manipularon nuestras conciencias, cómo sobaron nuestra intimidad, como comadreaban con nuestros problemas y pecados, cómo abortaron nuestro proyecto de vida personal y profesional.

 

Y no solo lo hacemos para advertir a otros, sino, también, para esconjurar la maléfica influencia que nos hizo la dichosa institución reconvertida en pelatura (eso, sin erre).

 

Si alguno, como el Diletante, igual me da que sea por iniciativa propia o dirigido por sus queridos amigos de la prelatura, aprovecha la ocasión y la web para contrarrestar y edulcorar los contenidos habituales, es decir, nuestras experiencias vitales, y así quedar como un machote con sus amiguetes del alma, pues tal vez le salga el tiro por la culata, porque con talante destemplado o con ironía, más de uno le puede decir lo que no le gustaría oír.

 

En fin, ahora que es tiempo de cursos anuales llega el momento de escribir cartas al director de los periódicos "dando doctrina", y como estamos en la era de Internet, pues alguno, especialmente seleccionado no vaya a ser que se ponga a ver mujeres desnudas por la noche, tiene el encargo de zascandilear al estilo del Diletante. Lo bueno de esto es que, pasado algún tiempo, lo recibiremos con los brazos abiertos porque se le habrá caído la venda de los ojos.

 

Pero mientras llega ese feliz día, sobre todo para el interesado, qué otro remedio le quedará que aplicarse el sabio apotegma de que sarna con gusto no pica. ¿Verdad Diletante? Pues, hala, majo, dale a las uñas que así te lo pasarás dabuten.

 

Bastián.





Pues yo me siento triunfador.- Manzano

De la movida del fracasado Diletante le he sacado un gran partido personal, aunque realmente también me ha dado una pena inmensa ese chico leyendo su último escrito explicando como se siente un fracasado por haber abandonado la opus.

 

La sensación de fracaso que una persona normal pueda sentir al pasar de la jaula al mundo libre debiera durar muy poco. Es un síndrome entendible, pero él parece tener asumido que le durará toda la vida. Creo que debe ser algo innatamente patológico, nada que ver con la cosa, digo yo.

 

Tarados, lo que se dice tarados lo estamos todos un poco y de forma diversa. Son gajes del oficio, pero peor lo tienen los que están ahí dentro que ni siquiera pueden tener libertad de conciencia plena para notarse defecto alguno. Cuanto más director, menos sensibilidad. Cuando abandonen, tarde o temprano la mayoría, les crecerá la semilla. Ese brote de sensibilidad natural se expandirá por su mente después de que la tuvieran aletargada, hibernada, por poco o mucho tiempo. Quizás empiecen a notarse alguna tara, incluso antes de lo que creían. También algún dolor, el de sentirse fracasados quizás, pero ese duelo desaparece más rápidamente de lo que las pseudo-profecías de los gerifaltes de Villa Tévere dejaron escrito. Una evidencia más de la falsedad de tanto teatro espiritualoide.

 

Una buena medicina para dejarlo atrás eficazmente es justamente esta web. No voy a profundizar en los beneficios sanatorios más de lo que ya se ha escrito y dicho. Pero si quiero dejar claro que a poco de ver la luz del otro lado tras abandonar el falso arado, un@ se siente liberad@ y triunfante. Y cuanto más leas opuslibros más triunfante. También más indignado y escandalizado con la cosa, pero eso es otra cuestión.

 

Seguramente el ex-hermano Dilitante entraría ahí sintiéndose ya un fracasado de la vida y buscaría un disolvente, una cobertura de éxito efímero dentro de la institución para disimular su problema personal. ¿Y qué mejor terapia que aliarse con unos que van de perfectos y divinos por la vida? Ahí dentro, la “inmaculada” institución disimula lo que haga falta, pero especialmente el fracaso y a los fracasados. El fiasco se lo llevan ellos a cada abandono, por mucho que lo ignoren de puertas a fuera.

 

En definitiva, que la salida de alguien del Opus Dei es y será siempre un fracaso, su fracaso, el institucional, nunca de la persona. Quién fracasa es quién no ha podido retener un eslabón de su entramado, de su cadena -la nuestra mientras fuimos parte-. Ellos tienen que asumir el fracaso estructural (absolutamente rutinario) de no haber hecho diana al venderle una especie de vocación a un sujeto, sea por fallo mecánico o porque la gracia de estado que asistía al jefe de turno se fue aquel día de excursión y el pobre erró el diagnóstico.

 

Una persona de buena voluntad con ganas de servir a Dios y a su Iglesia jamás puede sentirse fracasado en nada y menos en ese sentido. Una institución que diseña la mentira usando el nombre de Dios y de la Iglesia para su propio beneficio sí, es más, está destinada al fracaso absoluto. Tiempo al tiempo. Salir de allí es simplemente un éxito personal de cada uno de nosotros, lo demás son una suerte de fobias opusianas en forma de virus rejalguinos que huelen más a azufre que a azahar. Finalidades mercantiles con argumentos divino-coercitivos especialmente diseñados para pescar buena gente. Bueno, la mayoría. No hay que torturarse más.

 

Por tanto, ahora más que nunca y al leer a esa pobre alma amargada y anegada de fracaso, me siento mejor que nunca. No te olvidaré en mis plegarias amigo, gracias, pero si encima te defecas tan agriamente sobre la cosa, demuestras sin duda que ahí dentro tampoco curaron tu dolorosa afección psicótica.

 

Aire fresco y buen verano compañer@s!

 

Manzano




 

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