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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 19 de Abril de 2013



No cometas el mismo error que yo.- Andrómeda

Hola Gregorio, no puedo dejar de contestar a tu correo porque ya he vivido yo en esa situación y al final acabé equivocándome y pagándolo muy caro.

Todas mis dudas las tuve con 24 años y dije que me quería ir, insistí muchísimo en que no era lo mío, que yo no me veía allí con 40 años y que estaba a tiempo de rehacer mi vida e iniciar muchas cosas que quería hacer fuera de la obra.

Cuando lo dije, era una persona sana.

Me convencieron para quedarme directoras en las que yo confiaba mucho.

¡Qué error ceder Dios mío! ¡Gran error….!

Durante los siguientes tres años enfermé: depresión, ansiedad, pastillas (6 al día), psiquiatras supernumerarios, insomnio…

Caí en un pozo que no le deseo a nadie en esta vida.

A los tres años, cuando ya empezaba a recuperarme, me dijeron que no tenía vocación, que me fuera a mi casa. Fue tal el shock que volví a caer y de nuevo tratamientos y terapias para salir del pozo al que me habían arrojado por segunda vez.

Quise hablar con aquellas directoras que me habían convencido tres años antes de que no saliera y ¡ni se ponían al teléfono!....

He pasado un calvario por no dar el paso cuando me lo decía mi conciencia y es mi deber prevenir con mi historia a los demás de lo que puede pasar cuando a uno no le dejan decidir libremente y cede a la presión.

Dices que ves en tu centro gente amargada… ni te cuento cuando estés -si llegas a estar- en uno de San Gabriel…

Yo no soy nadie para decirte qué debes hacer, eres tú mismo el que debe dar el último paso pero te digo lo que me pasó a mí.

Me dejaron más tirada que a una colilla.

Ahora mismo es difícil encontrar un trabajo, no te lo niego, pero es mucho peor perder la salud, créeme, o vivir sin sentido.

Con respecto a los famosos préstamos, desconozco bajo qué condiciones lo has firmado, pero ya conozco varios casos en los que han salido de la obra y no los han devuelto, eso depende de lo que hayas firmado.

En todo caso te deseo lo mejor y mucha suerte.

Saludos

Andrómeda





Has dado un gran paso: manifestar tus dudas fuera del entorno Opus.- Luciana

Querido Gregorio:

Qué bien que hayas decidido escribir para manifestar tus dudas; has dado un paso importante al compartirlo y me alegro por ti!

Muy difícil lo que planteas para dar una respuesta objetiva. Yo te ofrezco mi opinión, y tómala como eso, simplemente una reflexión en voz alta...



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Consejos para Gregorio.- Atomito

Yo entre al Opus como numerario a los 14 como tú, y me fui a los 25, así que quizás mi experiencia te sirva de algo.

Hay 2 temas distintos:

- uno es darte cuenta de que te han engañado y que la vocación divina que te vendieron no es tal
- el otro es el práctico de cambiar de vida y volverte una persona normal

El primero es el más complicado. Cuesta hacerse a la idea de que uno quemó los mejores años de su vida por una causa que no tenía nada que ver con “los planes de Dios para uno”. Uno estuvo sirviendo a los intereses de una organización, que nada tiene que ver con la salvación del mundo ni de las almas.

Mientras piensen de que sos “recuperable”, te van a tratar bien, te van a ofrecer ventajas que de ordinario no ofrecen, como hacer algun viaje a algún lugar interesante a hacer una maestría, por ej. Te van a hacer el viejo verso de que “no pasa nada, y si pasa que importa, y si importa qué pasa”, animándote a que lo importante es ser fiel y que de la vocación no se duda. Pero el momento que digas con firmeza de que te quieres ir y no hay marcha atrás a tu decisión, verás que la supuesta familia no es tal. Te dirán (como último recurso) que pidas la licencia de vida de familia por unos meses. Durante esos meses alguien te llamará cada tanto para conversar. Pero una vez que des el carpetazo final y escribas la carta de dimisión, se olvidarán de ti. Te vas a dar cuenta entonces de cuál es y siempre fue tu verdadera y única familia.

El tema práctico puede ser muy complicado para gente que se quiere ir del Opus con 50 años, pues es probable que sus padres ya hayan muerto o no estén en condiciones de recibirlo. Pero por lo que cuentas no es tu caso. Es mejor que te vayas ahora y no que esperes unos años, el tiempo juega en tu contra.

Te va a llevar años desprogramarte y volverte una persona normal. Vas a pasar por períodos de depresión y de crisis de identidad. Por las noches vas a tener pesadillas en las que sueñas que aún estás adentro y te quieres ir. Pero te aseguro que es mil veces pasar por eso y volverse una persona normal y empezar a disfrutar de la vida, que quedarse adentro y enloquecerse. La opción de quedarse adentro siendo un cínico, no creyendo en nada y no viviendo el espíritu cristiano, para disfrutar de las comodidades que el Opus te puede ofrecer, obviamente tampoco te va a hacer feliz.

Atomito





Consideraciones para Gregorio.- RodrigoC

Hola Gregorio, entiendo perfectamente tus temores porque yo también los pasé. Ese proceso no es fácil pero creo que visto desde afuera el panorama es más claro.

Considera que:

1. Si tu familia, "la de verdad" te apoya, tienes una base fantástica para iniciar tu nueva vida. Ahí encontrarás el tiempo y el espacio para iniciar. 

2. Eres muy joven, decídete y empieza a lograr lo que tanto has deseado. Estás a tiempo. Esa descripción que haces de los mayores del opus se replica en todo el mundo.

3. En lo económico ni mencionarlo porque hay miles de ejemplos de fortunas que se han hecho a tu edad y hasta después. Además te confieso que en las condiciones mundiales actuales, lo económico siempre será algo en lo que debes pensar!

4. Ni el celibato ni el matrimonio son fáciles, nada en este mundo es fácil. Pero en uno y otro hay compensaciones muy diferentes a los sacrificios. Acostúmbrate, los del opus siempre satanizan el matrimonio para evitar las fugas de numerari@s.

5. Te aseguro que ese mundo que vislumbras tan hostil no lo es en realidad y si te atreves a salir de ese confort en el que vives, te darás cuenta que al salir de la burbuja todo recobra un nuevo sentido y perspectiva. no es un cuento de hadas, pero al menos tendrás la libertad para explorarlo y definir el camino que quieres sin que te lo impongan.

Espero que sigas buscando la felicidad, que le pierdas el miedo al mundo y que no permitas que te sigan llenando de culpa, adoctrinamiento y escrúpulos absurdos. 

RodrigoC





Consejos pedidos por Gregorio.- Dionisio

Querido amigo Gregorio:

 

Pides consejos y te los voy a dar, aunque me parece que no los necesitas mucho. Me parece que ya tienes bastante clara tu decisión. Mi consejo principal es hazle caso a tu familia, la de verdad, no esos que se dicen tu familia de “vinculo sobrenatural” y te van a olvidar antes de que te des cuenta. Hazle caso a tu familia por muchos motivos, yo te voy a citar algunos.

 

  1. Porque son los que te quieren de verdad, no por el beneficio que les reportes.
  2. Porque te darán los primeros auxilios psicológicos después de que esos que te llaman tus hermanos hayan procurado aplastarte tanto que para salir no necesites abrir la puerta, podrás deslizarte entre el suelo y el borde inferior de la puerta...


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Tu puedes Gregorio ¡Ánimo!.- Armando

Respondo a tu escrito una vez terminada su lectura porque me ha impresionado, porque me has hecho recordar –como a muchos estoy seguro- esos momentos de duda, de intranquilidad, de desasosiego, total que tú lo sabes bien y no vendré a describir nuevamente lo que tú magistralmente nos has expuesto. No obstante en tu escrito reflejas tranquilidad. De entrada quiero decirte ¡ánimo!, ¡no estás solo!.

Sé que te escribirán muchos amigos y amigas con consejos muy acertados, útiles y fundamentados,  yo me limitaré a decirte que se puede salir adelante, que no hay que poner como “freno” el tema laboral. En el caso de tu servidor entré en dos crisis muy fuertes previo a mi salida, tengo que aclarar que fui agregado y aunque muchos consideran que no hay comparación con los numerarios, alguna similitud existe y más cuando se ha hecho la fidelidad y el usar el anillo te hace recordar los compromisos y toda la carga emotiva y de coacción de la conciencia que esto lleva consigo.

En la primera crisis trabajaba en una labor personal, fue previo a la fidelidad de tal manera que se atrasó 6 meses para lo cual me concedieron una “dispensa” que no solicité por escrito sino únicamente me informaron que la habían pedido al padre por mi. En aquella ocasión tenía 26 años y uno de los aspectos que sopesé –entre los muchos- para no irme, fue el laboral porque sentía eso que describes tú ¿de qué voy a trabajar fuera?, no obstante, a mi alrededor existían las oportunidades pero reconozco que tenía miedo, un terror porque lo que te dicen en cuanto a que “las dudas son por falta de entrega” y tu creerlo impide una reflexión serena, reflexiva y acorde a la realidad de cada uno. Insisto en este punto: las oportunidades las tenía fuera, al alcance de la mano, pero no quise ver.

La segunda crisis fue cuando tenía 31 años en pleno ejercicio profesional fuera de cualquier institución de la Obra, por un lado estaba la presión para dedicarme profesionalmente a trabajar en una entidad educativa superior de la prelatura y por otro lado mi deseo de ser libre en cuanto a temas laborales, no tener ninguna vinculación con obra corporativa alguna. Y aún teniendo las posibilidades económicas de irme al no estar trabajando en ningúna labor de la Obra, seguí dentro y me tocó vivir una serie de contradicciones porque por un lado en el Opus Dei entendían las ciencias sociales de una forma y en la vida cotidiana académica en que debía desenvolverme de otra forma, como comprenderás aquello era un sin vivir.

Fui honesto, manifesté mis puntos de vista, lo que me sucedía pero no me permitían terminar de hablar, siempre salían con las socorridas frases:  “falta de entrega”, “egoísmo”, “no seas como el joven rico” y un largo etc. Cuando no pude más, al percatarme que no era una necedad mía sino que era lo que veía en la oración y ante la presencia de Dios me fui, tenía 37 años.

Estoy contigo en cuanto a que la relación con Dios no tiene que perderse forzosamente al salirse y te felicito por el tijeretazo que has dado al plan de vida. Ten en cuenta también que eres joven y aunque igual el panorama de oferta laboral no es el más halagüeño, las oportunidades no te faltaran, no obstante siempre es bueno realizar una indagación de las posibilidades de trabajo para ti, pero si has tomado una decisión, que esto no sea un obstáculo porque los años pasan y luego es más difícil. Lo importante es que tu tomes una decisión libre, sin coacción, escuchando lo que te dicta la conciencia.

Mis mejores deseos para ti, percibo en tu escrito una paz profunda en tu conciencia y eso es lo fundamental para estos momentos que estás viviendo.

Te envío un abrazo de solidaridad y acompañamiento.

Ángel V.

 P.D.1. Un saludo y un gran abrazo Amandus, ¡que alegría saber de ti!

P.D.2. Pinsapo: Un millón de gracias por tus artículos, soy asiduo lector tuyo.





Negocia tu salida.- Rocaberti

Querido Gregorio:

Hoy, al leer tu carta, me vi reflejado, ya que se alargó mi estancia en la obra por motivos laborales. Creo que es lo peor que puede hacer un numerario, ponerse a trabajar en lugares controlados por los directores. A lo hecho, pecho.

No puedo aconsejarte, pues sólo de ti depende tu futuro. Esta es una mala costumbre del Opus Dei, siempre deseoso de meterse en la vida de los demás, dando consejos que muchas veces no son otra cosa que intromisiones en la vida privada, y que sirven para posesionarse de una intimidad que no les pertenece.

La Obra se presenta como portadora de un mensaje para santificar la vida ordinaria, y de forma especial el trabajo: este es el folleto propagandístico, pues poca idea tiene de lo que son los laicos y de lo que es el trabajo. Toda su formación en este campo se reduce a ofrecimientos de obras, cuatro jaculatorias y alguna quimera más. En diez minutos se puede conocer todo el contenido de esta santificación, y para ello no es necesaria ni la existencia de numerarios, ni supers, ni auxiliares, ni la cuenta de gastos, ni las preces, ni el movimiento económico, ni la aportación, ni la lista de San José, ni la charla ni toda este tinglado que se llama Opus Dei.

Para mi, la Obra es una estafa, ya que se presenta con piel de cordero, pero esconde una dentadura de lobo. Toda está llena de falsedad, de relativismo y de egoismo. Esto de encarnar un espiritu a través de un santo es de chiste.

 Te deseo lo mejor: nuestra intimidad con Dios es nuestra, de nadie más. Podemos utilizar medios que nos ayuden, pero que no nos anulen. Tú sólo has de decidir, y puedes equivocarte, pero tú eres el único que ha de tomar una decisión.

Si deseas irte, negocia tu salida, de forma que tengas una compensación económica y el seguro de desempleo. Ellos intentarán no darte nada, pero pagan para evitar escándalos, no por amor al prójimo.

Si prefieres continuar dentro, que sea porque quieres.

Te recomiendo un libro: Séneca, Cartas a Lucilo.

Un fuerte abrazo,  y si puedo ayudarte, estoy a tu disposición.

Rocaberti





A los numerarios vacíos.- Patrizia

Al avanzar en la lectura de esta web, me ha llamado la atención la proporción de numerarios que escriben y sus circunstancias. ¿Esto es una plaga o qué es lo que está pasando…? Cuando en realidad tendrían que ser los aristócratas del amor, parecen más bien, una aristocracia venida a menos. Vacíos se encuentran los de 20, 30, 40 y así sucesivamente… y la pregunta es… ¿alguna vez han estado llenos? Por lo que se desprende de los escritos de esta página, algo no va bien… bueno algunas, sí que sabemos qué es lo que no va bien y le ponemos remedio...

patriziadorfles@gmail.com  





Así me sentía yo.- Sebas

Leyendo a Gregorio, me acordé de cómo me sentía allí, que no sería capaz de salir adelante, que ya estaba muy viejo para salirme (30 años), que no podría formar una familia, que no conseguiría un empleo, etc. Lo que supe solo después de salir es que tenía depresión, "diagnosticada" por directores del Opus como cobardía y miedo a la vida. Recuerda Gregorio que estas ideas te las han sembrado allí mismo. No se me olvida que el Padre G. L., que decía que si me casaba haría desgraciada a una mujer, que sería yo también un desgraciado, que... y así con muchas cosas más.

Parte del "trabajo" de los directores es meter en la cabeza de los numerarios que si no es en el Opus no son nadie, no sirven para nada, serán unos fracasados y unos desdichados, etc., ¿Para qué? Para crear una barrera de contención y que no se vayan, pues el miedo los detendrá y los paralizará y he aquí una de las raices de tantos problemas sicológicos de los numerarios.

Por último, diré que finalmente me casé, tengo hijos, he podido sacarlos adelante, he encontrado trabajo (soy independiente), tengo igual que todos mis días malos y muchísimos más los buenos y que ésta es definitivamente la Gran Aventura y no lo que ya estas viendo allí.

Animo Gregorio, consulta un médico siquiatra (de los de afuera y no lo cuentes en la charla, pues hasta allí llegaras) que te ayudará, con o sin las pastillas adecuadas (no lo que reparten allí¡¡¡, como ya nos lo contó, entre otros, No valió la pena) y te dé las herramientas para que veas que el mundo que estas viendo no es el real y que tienes una vida apasionante y verdadera por delante y apóyate en tu familia de sangre.

Sebas

P.D. ya estoy haciendo un recuento de todos los numerarios que vi que salieron con problemas psicológicos y de aquellos que visitaban a nuestro siquiatra de cabecera Alexander C.P., para hacer una pequeña estadística que nos ilustre qué tan "saludable" es a nivel psicológico el Opus.





Por si te puede ayudar.- Paiquito

Quisiera comentar el escrito de Gregorio ya que de alguna manera puedo visualizar un poco su situación, con el afán de mostrar algunos puntos de vista que quizá le pudieran ayudar.

 

Creo que él vive una situación incierta, ya que tiene dudas, compromisos económicos y necesidades. Creo que si uno contempla la Declaración Universal de los Derechos Humanos, por ejemplo el número uno que dice: Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

 

El tercer artículo dice: Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

 

Y el cuarto dice: Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas.

 

El sexto dice: Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica.

 

Yo creo que las preguntas que se hace Gregorio son para encontrar su personalidad jurídica.

 

Saludos.

Paiquito





Sueño con que llegue un día...- Diplomaticbag

Gregorio, te confesaré que sueño con que llegue el día en que mi hija numeraria me plantee la situación que estás viviendo y las dudas que tienes.

Tú dices: me siento vacío, no le encuentro sentido a la entrega, cuando cesa la actividad no encuentro sentido a lo que hago. ¡No tienes ya bastantes evidencias de la manipulación que hay en tu vida! ¡de que tu no eres dueño de ella! Cuanto más tiempo pases en esta situación peor será tu estado de ánimo y menor será tu capacidad de discernir sobre tu futuro.

Has tenido mucha suerte, ya que sólo te han anulado y manipulado pero todavía no te ha empastillado. Las dudas que tienes manifiestan que todavía queda algo de tu "YO" dentro de ti. Aprovéchalo ¡Expándelo! ¡Vive! ¡Elige y decide por ti mismo!

¿Dices que te quedas paralizado? ¡Esto Gregorio es miedo de ser tú mismo! Te han metido el miedo en el cuerpo para evitar que puedas tomar libremente decisiones.

Tu madre te aconseja muy bien, háblale claramente de tus sentimientos. Seguro que ella quiere lo mejor para ti, pero a pesar de todo debes seguir lo que tu corazón te dicte.

En tu charla fraterna empezarán a acusarte de falta de entrega, de... mil cosas, pero la culpa siempre te la darán a ti. Jamás se la otorgará el Opus Dei. Llegarás a sentirte culpable de todo lo que hagas, digas y pienses.

Aprovecha ahora, que dices que tu fe no se verá afectada, toma lo bueno que hayas aprendido y aprende a obrar libremente.

Tú buscas la seguridad y, Gregorio, siento decirte que la vida está llena de inseguridades gracias a las cuales las personas maduramos. Jamás en ninguna situación vas a encontrar la seguridad total.

Medítalo tu y el Señor, los dos solos, sin intermediarios, sin directores.

Pon a la Virgen por mediadora y seguro que tomarás la decisión correcta, llegando a ser libre y plenamente feliz.

Me tienes a tu disposición.

Diplomaticbag





Espíritu anticristiano.- Lasl

Invito a leer la breve Primera Carta de San Juan en el Nuevo Testamento, ya que nos ilumina sobre el profundo cariz anticristiano de instituciones como la que trata esta página.

 

San Juan comienza definiendo a Jesucristo como el redentor de los pecados. Quién es el “anticristo” entonces?: el que niega tener pecados, ya que al negar sus errores se niega a si mismo toda posibilidad de redención.

 

Al contrario de la Iglesia católica (que en los últimos años y a lo largo de su historia ha rectificado y pedido perdón en muchas oportunidades, reconocido sus errores), el Opus Dei y sus miembros creen hacerse cada vez mas “celestiales” negándose a pedir perdón a nadie, juzgándose a sí mismos como perfectos, que todo lo hacen bien y que no tienen pecados para con el prójimo. Con esa costumbre la institución se hace cada vez más atea.

 

La carta de San Juan también es muy clara: “el que dice que ama a Dios y aborrece a su hermano es un mentiroso”. De modo que la soberbia y la falta de caridad se unen en el anticristo, “el que ha salido de nosotros pero no es de nosotros”.

 

No se es de la Iglesia por repetir frases o proclamas exteriores (como lo hace el Opus Dei), sino por vivir los mandamientos y la caridad, por tener espíritu cristiano y unión con Jesús.

 

Para canonizar al Fundador -afirman sus apologistas-, se ha estudiado la vida de Escrivá “al microscopio” pero cualquiera se pregunta: hubo algún otro santo que se hiciera pintar en vida varios retratos al óleo?, o que se preocupara tanto por diseñar su propia tumba?, o permitiera grabar o anotar de continuo sus palabras como si fueran “inspiradas”? O que solo recibiera en audiencia a gente que le daba grandes donativos?

 

Hubo algún santo cuya predicación pueda sintetizarse en la “consigna”: “ocupémonos de los ricos e influyentes; ya tendremos tiempo para el resto”…?

 

Ese culto idolátrico a una persona –que se fue afirmado con deformaciones y alteraciones de sus escritos y de sus propias filmaciones- es totalmente contrario al cristianismo y al –supuesto- propósito del Fundador: “que solo Jesús se luzca”.

 

Definitivamente el árbol tapó el bosque y lo poco que pudo tener de católico esta institución ya lo ha perdido por completo.

 

Lasl





Sobre la sentencia de la ex numeraria auxiliar francesa.- Conrad

La sentencia obtenida por Catherine Tissier tras un esfuerzo de más de diez años merece muchos comentarios por diversas razones. Perdonad que en las próximas semanas posiblemente, si la falta de tiempo no me lo impide y con permiso de la autoridad, la glose en pequeñas dosis. Comprenderéis que en mi doble condición de ex numerario y de abogado en ejercicio tenga para mí una lectura especial que pienso resultará útil compartir con los lectores. También parte de esa utilidad consistirá, a mi entender, en extremar la objetividad en el análisis, dejando de lado los sentimientos y emociones que, también por aquella doble condición, suscita. Ya habrá tiempo y lugar para desarrollarlos.

En primer lugar, tenemos que tener claro que es una sentencia recurrible, no es firme. Por lo que entiendo, la aventura de Catherine Tissier parte de una denuncia (no sé si de ella o de la propia Inspección de Trabajo) que se formula allá sobre el año 2001. Como en España, la denuncia abrió una fase de sumario o instrucción en la que se fueron recopilando pruebas y datos sobre lo denunciado, un acarreo parecido a lo que estamos acostumbrados a ver en las noticias de famosos imputados que van a declarar, que vuelven de declarar, etc...



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Otra experiencia.- Pepito

Continúo con “Mis años de Opus Dei”. En los años en que, ya alejado de casa de mis padres, vivía yo en una residencia del Opus Dei, me sucedió cierta anécdota que en sí tiene tan poca importancia como mi propia persona; pero que a mí me dejó marcado por cierto tiempo. Se trataba de una “miniconvivencia” que algunos de aquella casa íbamos a tener con algunos seniores de la misma y unos cuantos chicos a los que, al parecer, San Rafael en persona andaba rondando para colocarles el paquete de la vocación.

Era en invierno, y por eso pudimos disponer del hermoso chalet que la familia de uno de aquellos incautos poseía en una localidad costera de rancio historial veraniego. En el grupo, de unas ocho personas, hacía cabeza un subdirector norteamericano que al menos tenía título para hacerla en razón de su extraordinaria estatura (como de dos metros), con la que dejó fama de su paso por España, no menos que con la mala educación con que normalmente se producía. Llegó la hora de la tertulia post cenam y, aprovechando que estaba con nosotros otro subdirector, persona excelente, simpática y culta, que estudiaba en Madrid cuando los famosos sucesos del 56 (los de los Múgica, Tamames, Ridruejo, etc., y del tiro que al pobre falangista le arreó en la cabeza uno de sus correligionarios), con los que la oposición al régimen de Franco tomó cuerpo. Yo, joven estudiante interesado por los asuntos de mi país, me permití hacerle una serie de preguntas sobre aquel asunto. Él contestó a todas con abundancia de datos y con la amenidad que lo caracterizaba; y entretanto, se nos vino encima la hora de concluir la tertulia sin incurrir en un trasnoche punible.

Pero hete aquí que a la mañana siguiente el cabeza americano del grupo me arreó, y con su proverbial estilo, la menos fraterna de las correcciones: y es que, al parecer, yo, con mi interés por cuestiones de mi país, le había reventado una tertulia que, como todas, estaba destinada a encarecerles las maravillas del Opus Dei y de su fundador a los pardillos externos que nos acompañaban, y no a que cada cual expusiera libre y amigablemente sus opiniones o intereses. Aguanté el chaparrón, le cogí a aquel gilipollas la merecida tirria que devotamente le conservo hasta el día de hoy, y me confirmé en mi opinión, ya bastante desarrollada por entonces, de que para la gente del Opus Dei la amistad sólo era un disfraz, una red en la que envolver a los pobres ingenuos que a ellos se acercaban. Naturalmente, al gringo aquél los asuntos de España le resultaban tan desconocidos como poco interesantes. Además -¡qué coño!- ya estaban en el Gobierno de España los grandes hermanos que nos iban a arreglar las cosas de una vez.

Pepito





Parecen majos y cristianos, pero...- Agustina

Religión en Libertad, 18 de abril de 2013

Parecen majos y cristianos, pero ¿cumplen los 4 criterios para ver si son un grupo sectario?

 

Dwight Longenecker lleva 50 años de vida pastoral, primero como protestante, después como cura católico, a ambos lados del Atlántico. Y ha comprobado que hay que detectar y prevenir los comportamientos sectarios, que parasitan la verdadera vida religiosa.

El padre Dwight Longenecker ha sido pastor fundamentalista protestante, evangélico de tipo carismático, episcopaliano, clérigo anglicano y desde hace bastantes años es cura católico, capellán en una universidad católica y un defensor firme del magisterio católico. En 50 años de apostolado cristiano, ha tenido cargos pastorales en EEUU y en Inglaterra y ha conocido muchas comunidades, católicas, anglicanas y protestantes.

 

Y aquí y allá, en parroquias, colegios, grupos de oración y apostolados varios, en ambientes de lo más diverso, se ha encontrado grupos sectarios, que además, a primera vista, parecían "muy similares a auténticas comunidades cristianas llenas de Espíritu", que parecían "comunidades cristianas buenas, auténticas y dinámicas"... pero no lo eran.

 

Por eso, el padre Longenecker propone prestar atención a estos 4 criterios que delatan a los grupos sectarios...



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