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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 30 de Agosto de 2013



¿Una praxis obstaculizadora de virtudes éticas? (II).- Rescatado

¿Una praxis obstaculizadora de virtudes éticas? (II).- Rescatado

 

Fecha: 30 agosto 2013

 

Entrega anterior

 

Continuando con este tema hoy me ocuparé de otros dos valores éticos: la cordialidad, y el respeto a las personas.

 

CORDIALIDAD

 

Como vía para aclarar a qué me refiero con este término me permito incluir aquí una cita extensa del psicólogo de la corriente fenomenológica Philip Lersch, con cuyo contenido me siento especialmente identificado.

 

La cordialidad constituye, pues –o al menos lo parece– “el núcleo esencial que integra, total o parcialmente, lo que designamos como deferencia, altruismo, compasión, cariño, amor, sociabilidad”.

 

Sin embargo, este concepto resultaría muy estrechamente concebido si sólo lo consideráramos en el sentido de las emociones dirigidas hacia el prójimo. Podemos dar un buen paso hacia la aclaración de lo que entendemos por cordialidad si recordamos que “aquellos a los que ésta les falta son por lo común tan ‘indiferentes’ hacia las cosas como hacia las personas”. Esto, en forma positiva, significa: La cordialidad se muestra también en el amor a las cosas, a las plantas, a los animales. El alegrarse o entristecerse por algo la manifiesta. Doquiera que “tenemos apego a algo”, o algo “nos llega al alma” o “tenemos cariño a algo”, se trata de vivencias de la cordialidad. Cuando tenemos que alejarnos de un ambiente, de una ciudad o de un paisaje, con los que nos hallamos habituados y familiarizados y sentimos hasta qué punto pertenecemos a ellos y ellos a nosotros, estas vivencias corresponden igualmente a esta esfera. Ésta se expresa en toda añoranza. Si intentáramos formular el denominador común de los ejemplos citados, lo que mejor le corresponde es el concepto de vinculación o religación (en sentido del latín religare: sujetar, ligar, del que se deriva religio).

 

CONTINUACIÓN

 





¿El Papa Juan XXIII no existe para el prelado?.- Laotra_orilla

El día 5, fecha en que fue publicada la encíclica, se dio también a conocer la aprobación pontificia del milagro atribuido a la intercesión de don Álvaro, que abre las puertas a su beatificación, y también del milagro que permitirá la canonización de Juan Pablo II. Me ha llenado de gozo la singular coincidencia de estos dos actos pontificios en la misma fecha, que veo como manifestación de la sintonía espiritual que existió entre aquel gran Pontífice y mi queridísimo predecesor al frente de la Obra.”

Me llama mucho la atención que no haga ninguna referencia a la también canonización de Juan XXIII, el Papa Bueno. Y la verdad tiene su historia: en la obra, más concretamente, en la jerarquía de la obra, no es muy bien visto. Es el Papa bueno, el cura de pueblo que vino a revolucionar  la Iglesia tan adormecida de años y que iba perdiendo influencia en el mundo moderno y él, por luz divina vio la necesidad de poner a la Iglesia al día, “Aggiornarla”.

Cuando en los años 70 llegué el Colegio Romano a estudiar teología, si de algo no se hablaba era del Concilio Vaticano II y si se hablaba de él, era para descalificarlo. Me acuerdo de una frase contundente que escuché de uno de los grandes profesores del Studium Generale: “Lo más grave que le ha pasado a la Iglesia en los últimos años ha sido el Concilio Vaticano II”, así de tajante. Y  era tal la cosa que nunca estudiamos los documentos emanados de dicho concilio y que ya hacía varios años que habían sido publicados, y nos hacían ver que lo único importante que se había dado había sido la intervención de D. Alvaro en la Lumen Gentium donde él había logrado introducir el espíritu de la obra con lo de la “llamada universal a la santidad”. ¿Será verdad? No sé si realmente fue así. Pero eso sí, el Vicario General del Opus Dei se da el lujo de escribir un artículo sobre las grandes aportaciones de Escrivá al Concilio. Me suena tan contradictorio, tan falso. Como siempre todo tan maquillado. Decía el fundador que la obra no tenía “ni mancha ni arruga”.

Quizá muchos recuerdan aquella tertulia donde Escrivá hablando del ecumenismo, cuenta que en una audiencia con el Papa Juan XXIII le dijo: “Su Santidad, yo no aprendí de usted el ecumenismo, en el Opus Dei lo vivimos desde el principio” y añadía: “y el Papa se reía y su barrigota se le movía para arriba y para abajo” y lo ejemplificaba, lo cual me pareció en su momento y más ahora una gran falta de respeto, poco digna de una persona santa y más referida a un Papa, al “Dulce Cristo en la tierra” como tanto nos repetía.

Sí, al Papa bueno no se le quiere, y es por eso que ni se le menciona en esa carta a la que hago alusión. Muchos recordamos haber escuchado a Escrivá contarnos que cuando el Papa Paulo VI pidió que había que poner al día las instituciones de la Iglesia, de acuerdo al pensamiento de Juan XXIII, él nos dijo que no era necesario, que la obra estaba al día y que no era necesario eso del “Aggiornamento”, que siempre estaría al día porque estaba en medio del (su) mundo.

Hace un tiempo, charlando con una consagrada de las Teresianas de Ossó, me comentó que ellas, contemporáneas de la obra, sí se habían “aggiornado” y que les había llamado la atención esa decisión tan rotunda del fundador, el “no” al “aggiornamento”. Y a la vuelta de los años nos damos cuenta de lo proféticas de las palabras del Paulo VI, cuanta verdad encerrada en ellas. Era necesario el cambio, el ponerse al día.

Y nos volvemos a mirar la obra y la encontramos totalmente desencajada del mundo actual. Los únicos que se sienten a gusto en ella son los inseguros, los que necesitan que les lleven de la mano para todo y que no los pueden dejar actuar solos porque no han alcanzado la madurez para hacerlo y los grupos elitistas (preferentemente en lo económico y las famosas “buenas familias”) que han encontrado su nicho en la obra y se sienten a sus anchas ayudando económicamente y recibiendo bendiciones por doquier. Me decía hace unos pocos meses un Cardenal de la Iglesia: “el Opus lo único que hace es buscarse a 3 o 4 ricos, les saca el dinero y luego les tranquiliza la conciencia”, y añadía,” eso lo he visto yo”.

Todo esto a propósito de la carta de agosto del prelado.

(Desde) La otra orilla





Una opinión: que los pro Opus sigan escribiendo.- Jiménez

Si de algo me enorgullece mi pequeña participación en Opuslibros, es que desde el primer momento (y ha pasado más de una década) se ha abstenido de vetar cualquier mail –imagino que salvo aquellos insultantes- que incluso pudiera ser contrario a la opinión mayoritaria de los participantes. Esa bandera, por voluntad de Agustina como coordinadora, ha hecho a esta página diferente del pensamiento único que caracteriza a la institución que nos ocupa, a sus páginas web y a sus portales satélites. Bien alto se puede decir que no todos somos iguales.

Por otro lado considero que las opiniones pro opus contribuyen a explotar las burbujas endogámicas que periódicamente aquí se forman en base a opiniones muy similares o con discusiones escolásticas sobre el sexo de los ángeles. Matizo que personalmente me parecen bien esas disquisiciones, pero considero positivo que de pronto llegue el opusito de turno y, con sus argumentos, nos recuerde de qué tipo de organización estamos hablando, abra nuevos hilos de conversación o incluso ayude a profundizar sobre temas anteriormente tratados. En ese sentido y parafraseando irónicamente una de las enésimas máximas que se repiten por allá dentro “los defensores del Opus que aquí escriben son nuestro tesoro”.

Coincido casi punto por punto en lo que Agustina señaló sobre la “numeraria estrella”: según  los sentimientos que alberga según la época sobre su institución escribe una cosa u otra. A mí esta mujer me recuerda al adolescente que yo fui en el Opus, cuando, a pesar de todo lo que veía o intuía ahí dentro, forcejeaba conmigo mismo para convencerme –charla fraterna mediante- de que aquello era de Dios y que los equivocados éramos todos menos la Obra. En ese sentido esta “miembra” me produce, junto con las iras de sus argumentos, una cierta ternura. Es el grito, a su manera, del que quisiera salir de esa cosa pero no puede.

Saludos a todos.

Jiménez





Libertad de expresión para todos y para Ana Azanza.- Conrad

Ana Azanza (26/08/2013) plantea la limitación de la libertad de expresión que sufrimos ex miembros del Opus Dei por, sencillamente, contar nuestra vivencia personal, siempre y cuando resulte crítica a la institución.

La realidad es tozuda y está claro que la Prelatura va a aprovechar todas y cada uno de los resquicios legales que se le ofrezcan para, por medio de la correspondiente demanda, cercenar los efectos de contar esas experiencias.

Frente a ello pienso que no debemos achantarnos. Conozco y sigo los blogs de Suso Mendive y Ana Azanza y me parecen magníficos, pero hay que tomar precauciones para evitar "ponérselo fácil" al enemigo. En líneas generales, evitar nombres concretos a no ser que provengan de un documento público (como puede ser una sentencia), y la atribución a esas personas de conductas que se critican. Es el peligro de promover blogs y páginas de Internet: te conviertes en presunto responsable incluso de lo que tú no has escrito.

Por otro lado, también pienso que cabe decir cosas muy claras y críticas sin caer en fallos que permitan demandas fundamentadas. En la duda, consultar con un abogado sensato y (aunque sea echar piedras contra mi propio tejado) que no haya sido del Opus Dei. Para dar buenos consejos conviene que haya una distancia personal con el objeto de la consulta.

Un abrazo y mucho ánimo Ana. Tus aportaciones son siempre de cinco (5) estrellas.

Conrad





Sobre jueces y superhéroes. Respuesta a Daniel_M.- Conrad

Daniel_M (28/06/2013) plantea con crudeza el problema que se deriva de la falta de obligación legal de un juez miembro de la Prelatura para abstenerse de conocer (no juzgar) asuntos en los que el Opus Dei esté implicado.

Es cierto, en la legislación española no se puede invocar esa causa para recusar a un juez. Tampoco conozco el caso de que haya habido esa abstención.

Pero, en mi opinión, dicho hecho no permite desacreditar en su conjunto y de manera genérica el sistema judicial en cuyo seno pueden plantearse numerosas cuestiones que hemos vivido todos. También es cierto que al sistema judicial no se le puede exigir lo que no es. No es el superhéroe que pone a todos, también al Opus Dei, en su sitio.

Me acuerdo del caso de Catherine Tissier en Francia. Es cierto que ha obtenido una sentencia favorable en segunda instancia (ya veremos que dice el Tribunal Supremo francés), pero no es menos cierto que ha tenido que esperar diez (10) años para lograrla, que ha pasado el sofocón de perder en primera instancia y que, aunque no conozco el detalle, seguro que ha tenido que afrontar unos importantes gastos, entre ellos la minuta de su abogado.

Estoy seguro que en España, con el adecuado planteamiento, también se podría llegar a que se hiciera justicia para determinadas e hirientes conductas de miembros de la Prelatura. No hay que ser un superhéroe, basta ser Catherine Tissier.

Un abrazo.

Conrad





Te has pasado tres pueblos.- Mediterráneo

El otro día y respecto a la polémica con Calandria, Daniel M comentaba lo siguiente a Agustina:

Entonces, si se entiende el disgusto que te causa que te propongan hacer algo. Es que no quieres hacer nada.

Respeto tu decisión, pues como tú dices, eres la responsable de la web. Y puedes permitir perfectamente que dicha persona mienta, falte al respeto y provoque a los demás las veces que ella quiera. Supongo que, en lo sucesivo, hemos de entender que si vuelve a hacerlo, tú serás corresponsable de sus mentiras y descalificaciones.

Daniel M, en mi opinión te has pasado tres pueblos y no tienes ningún derecho a decir lo que dices. Agustina hace con la web lo que mejor le parece y hace muy bien porque para algo es suya. Si no te gusta lo que hace no la leas, pero no pretendas que dirija esta web según TUS criterios, porque no funciona así.

Te pongo dos ejemplos: a mí no me gusta la cadena Aljazeera y por eso no la escucho, pero no se me ha pasado por el coco escribirles para decirles que me siento ofendida por cómo presentan sus noticias y que cambien; no me interesa nba.com y no la visito, pero ni en sueños se me ha ocurrido escribirles para decirles que su web me hace bostezar y que publiquen críticas de libros, que es lo que me gusta. La libertad en internet consiste en que si no quieres, no vas. Así de simple. Lo tuyo, querer que OpusLibros se rija por TUS criterios… me suena a un dogmatismo insoportable, fíjate.

Mediterráneo





En defensa de Agustina.- Tiburcio

Apreciado Daniel:

Conozco a Agustina, y te puedo asegurar que no juega a malinterpretar a los demás, más bien, lo contrario: sus comentarios sobre Calandria, llenos de caridad, tratan más bien de comprenderla y de medicinarla, porque a estas alturas ya está claro que ella existe y no es una creación de VITRUBIO. Lo de la caña cascada y la mecha humeante, ya sabes... Debes una disculpa a Agustina.

Un abrazo, Tibur





Sobre alondras y otros pájaros.- savonarola

Hace casi dos años que no escribo en la página, pero la leo con frecuencia. A veces me paso semanas sin verla, pero después procuro recuperar y creo que hay pocas actualizaciones que me haya perdido. En ocasiones he sentido el impulso de escribir, a raíz de algún escrito, pero al final, la pereza o la falta de tiempo lo han impedido. En honor a la verdad, me alegro de no haberlo hecho, porque casi siempre aparecían artículos probablemente mucho mejores que el que yo hubiera escrito.

En este caso quiero dar una opinión concisa sobre el tema debatido últimamente, sobre si seguir dando cabida a personas cuyas intervenciones resultan “enfadosas”, en el mejor de los casos, e incluso a veces podrían tomarse como un insulto intelectual...



(Leer artículo completo...)




No ofende quien quiere sino quien puede.- Carmen Charo

Sigo con Calandria, que siendo una persona real, con 50 años a sus espaldas en el Opus Dei, para mí ha pasado a ser todo un tema. Me dejó conmocionada el escrito de Ana Azanza, y me llené de una mezcla de rabia y desaliento abrumadores. Ya sabía todo lo que decía, menos las demandas por su blog y el de Satur, pero leído todo junto y de una vez calienta, calienta muchísimo. Aunque si una hace lo que puede, no está obligada a más. Es lo único que me da paz. La vida es muy larga y todo ¡todo! lo que se siembra se recoge, en esta vida o más allá, y no hablo de infiernos. Ellos ya viven en el infierno. Y esto va por nosotros y por ellos. Así que PAZ!!!! Y quiero dejarlo aquí porque aun me hierve la sangre.

En mi limitada percepción creo que quienes despotricáis contra Calandria y pedís que se le niegue la participación en la web, la confundís con el Opus Dei, con su aparato de poder, con el conciliábulo de hombres de negro con alzacuellos, que no viven en España pero que mangonean siniestramente todo, a sus “hermanos” (jeje, hermanos) y todas las instituciones públicas en España que se han nombrado. Por cierto, me ha llegado el eco de que el caso del chico que sufrió abusos sexuales en Gaztelueta se ha sobreseído. Hala, alegría al cuerpo. ¿No querías bofetadas? Pues toma, ¡una más! Es verdad como dice Ana que todo sale de la misma cabeza. Pero Calandria, en mi opinión, no tiene nada que ver con esa cabeza, ni de lejos. Me parece que se agarra a un clavo ardiendo buscando su seguridad y su salvación. Antes el clavo éramos nosotros y ahora es la prelatura. Sube y baja de ánimo como si viviera en una montaña rusa. Se hace un daño atroz, y a sus directoras les importa un pimiento. Claro que saben que escribe, y se lo permiten, en parte porque no saben cómo pararla, y también porque ven que por su miedo jamás se irá de la barca. Me imagino que le alimentan la dependencia con afición, en los cursos anuales, cursos de retiro y charla y confesión semanales. Todos hemos pasado por ahí, y hay gente que no es capaz de salir nunca de ese perverso hoyo. Incluso, hay gente que ha dejado la obra y sigue dentro del hoyo del miedo.

Cuando Agustina dio su opinión sobre ella, a mí me movió a la compasión, la verdad. Daniel_M, tu no has obligado a Agustina a nada, pero creo que una vez que ella ha dado su opinión sobre el tema, seguir insistiendo huelga, ¿no te parece?. Asumiendo como asume la responsabilidad de la web a todos los niveles creo que tiene todo el derecho a decidir. Por otra parte, creo que a Calandria le debemos todos mucho. Ahora sí que me vais a matar… Calandria nos pone frente a nuestras heridas más dolorosas, y tengamos o no razón en cuanto a la libertad de expresión, a que miente… lo que es cierto es que si no tuviéramos ninguna herida no nos daríamos por aludidos. Cada uno sacamos lo que llevamos dentro y nos escuece. Así que, independientemente de que siga o no escribiendo y Agustina se lo permita, lo que sí está en nuestra mano es mirar para dentro y trabajar con todo eso que se mueve, porque es la única forma de sanarlo. Calandria será como sea, pero todos conocemos ese dicho que dice que no ofende quien quiere sino quien puede. Por otra parte, creo que nos honra el ser sinceros, pacientes y compasivos, virtudes que ninguno aprendimos en el Opus Dei.

Un fuerte abrazo para cada uno/a.
Carmen Charo





Sobre los periódicos envío de Calandria.- Rescatado

Respecto al debate que ha surgido en relación a los escritos de Calandria, manifiesto que me adhiero a la postura de los que consideramos más conveniente que Agustina –como viene haciendo- acoja todos sus escritos. Considero de interés saber lo que piensan y sienten sobre nosotros miembros actuales de la Obra. Me adhiero plenamente a lo que manifestó recientemente Mediterráneo.

 

Por otra parte, no sé si es lo más acertado tal abundancia de respuestas a sus periódicos escritos, o a los de cualquier persona de características afines.

 

Finalmente comprendo que Agustina haya manifestado sentirse presionada. Insistir más de una vez, una persona, proponiendo que no se acojan los escritos de Calandria implica ya una presión innecesaria.

 

Rescatado





Dejemos a los muertos enterrar a sus muertos.- Janabenito

Yo tampoco tengo demasiado tiempo libre, pero procuro estar al día de lo que se escribe.

En cuanto a la “polémica”: Siempre estaré agradecida a esta página, sin ella no podría haber puesto de una vez orden en mi vida y en mi cabeza, no obstante de haberla encontrado en estas últimas actualizaciones, creo que no habría vuelto a entrar.

No es por lo que pueda o no escribir Calandria o cualquier otro, todos los que hemos estado dentro podamos tal vez entenderla que no compartirla, (en el caso de que sea una persona y no un encargo apostólico, esto podría explicar sus lagunas, contradicciones o ganas de ir a un baile al que no ha sido invitada). Pero no es Calandria la que me habría hecho no volver a entrar, sino la abrumadora cantidad de respuestas a lo que ya sabemos que no la tiene.

Creo que no es justo cargar a Agustina con la responsabilidad de dejarla entrar o no. Calandria ha tomado postura en su vida, lo entienda o no, la entendamos o no, partimos de puertos distintos con lenguajes diferentes, no es posible el entendimiento y no creo, no quiero creer que a estas alturas nos pueda afectar nada de lo que diga o piense, ni ella ni nadie.

A mí personalmente me es indiferente que escriba o no, más me preocupa que se le conteste, porque puede ser señal de que aún nos pueden hacer daño. Hay que dejar que los muertos entierren a sus muertos.

Creo que Agustina obra correctamente, es Calandria la que debería centrarse en la búsqueda de su santidad y obedecer a sus directores o marcharse.

Un abrazo y feliz resto del verano.

Julia

 




 

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