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CORRESPONDENCIA

Lunes, 02 de Diciembre de 2013

EL VERDADERO ROSTRO DEL OPUS DEI

Se publica ahora en Opuslibros este documento, El verdadero rostro del Opus Dei, que hace unos años se presentó en distintas instancias del Vaticano firmado por unas doscientas personas. En la versión castellana se ha hecho algún pequeño retoque.

¿Qué interés tiene su publicación? Aunque en su día fue enviado a los que lo firmaron, es probable que muchos lectores de esta página no lo conozcan. Además, su contenido sigue siendo actual y muy interesante por dos motivos. Primero, porque tiene documentación abundante para sostener las afirmaciones que en él se realizan. Segundo, porque su perspectiva ayuda a entender el gravísimo daño personal que esta institución provoca en sus miembros, especialmente en los célibes y en los supernumerari@s más implicados o “entregados” en ella.

Como se puede comprobar, muchos reglamentos internos citados se han retirado (secuestrado), pero la praxis sigue siendo la misma. A los de la Obra que lean esta página les puede resultar beneficioso descubrir el porqué de sus angustias y el deterioro que causan las praxis malignas, la antropología y la espiritualidad del Opus Dei, que es una máquina de destruir personas.

Aunque no tiene sentido entrar a valorar responsabilidades, sí se puede afirmar con toda seguridad que tanto el fundador como sus sucesores conocían y conocen la malignidad de los métodos institucionales, porque consta que se les ha informado de muchos modos acerca de su ilegalidad y de los daños que producen. Pero han optado por seguir engañando a los de dentro y a los de fuera, aunque ello conlleve un altísimo costo humano, tal vez por no renunciar al poder sobre las personas y al dominio de la institución. Quizá piensen que sólo son daños colaterales.

De la lectura del documento se desprende con toda claridad lo que tantas veces se ha dicho o sospechado: el carácter sectario del Opus Dei. Esto resulta especialmente grave cuando se realiza en nombre de Dios y usando un poder otorgado por la Iglesia, es decir, con el refrendo eclesial.

Agustina López de los Mozos
Coordinadora de Opuslibros.org

EL VERDERO ROSTRO DEL OPUS DEI (español)

IL VERO VOLTO DELL’OPUS DEI (italiano)

EL CONTRASTE DEL OPUS DEI CON LOS RELIGIOSOS

Lucas, 2/12/2013

Cuando se deja el Opus Dei es más fácil conocer muchas cosas, incluso la vida religiosa en sus distintas manifestaciones. Es inevitable en este caso que surja la comparación y el contraste con la obra. Ahora me voy a referir al contraste, porque las semejanzas son de sobra conocidas.

A propósito del contraste en relación con la vida contemplativamonástica de la más estricta observancia, y de los regulares en general, llama poderosamente la atención la libertad espiritual –interior- que se aprecia en los religiosos. Con independencia de las reuniones litúrgicas, todo lo demás es libre y espontáneo: cada uno se confiesa cuando quiere y con quién lo desee, de fuera o de dentro, sin que nadie le controle ni le diga lo que tiene que hacer; lo mismo ocurre con la dirección espiritual, los ejercicios espirituales, las lecturas, etc. Es frecuente que los religiosos hagan sus ejercicios espirituales con otra orden religiosa o invitando a un predicador de fuera. También se respetan al máximo las decisiones personales y cualquier cambio vocacional que se desee seguir en el camino espiritual.

Por el contrario, en la obra no es posible lo más básico en la vida espiritual: escuchar a Dios. La voluntad de Dios te la sirven en bandeja y no es necesario descubrirla, ya que viene sólo por los superiores. El sistema de la espiritualidad del Opus Dei es cerrado, no permite la apertura del espíritu y el respeto a la acción de Dios. ¿Y qué queda de humano en una persona que no pueda desarrollar su espiritualidad a solas con Dios?

Otro contraste importantísimo con la vida religiosa, y no digamos con el resto de los mortales, es la espontaneidad y verdad del amor. En la obra no se puede querer al que está al lado sin ser sospechoso de “entente”. No cabe amistad profunda, ayuda sincera, comunicación de la intimidad, sentimiento de familia, compartir opiniones y pensamientos para alcanzar mejor la verdad. No está permitido. Si no es posible la buena amistad, ¿a qué se reducen el amor y la fraternidad? Estamos hablando de algo también fundamental para el cristianismo: no se puede ejercitar el mandamiento del amor más que en servir café a todos y cosas por el estilo.

Con estos presupuestos la vida cristiana está impedida.Y surge enseguida la pregunta: ¿Para qué una entrega que no permita el verdadero desarrollo espiritual (a no ser que uno esté en la obra pero sin hacer caso de lo que le dicen)? A la vez, la existencia en la obra se hace horriblemente aburriday rutinaria, reduciéndose a un catálogo de prácticas y medios de formación establecidos, sin que el que los imparte pueda aportar espontáneamente en ellos su visión personal. Resultan inaguantables las tertulias, los círculos, los retiros y cursos anuales, etc., por su carácter de adoctrinamiento.

¿Dónde queda entonces la libertad? Sí, en última instancia eres más o menos libre de marcharte, pero para eso has de descorrer el más fuerte cerrojo que puede existir: la tenaza de tu propia conciencia, mediatizada por la institución, que te dice que la vocación a la obra es de Dios y para siempre. Hay dos cuestiones “indiscutiblemente dogmáticas” que se inculcan y graban a fuego en la primera formación: la primera es la divinidad de la obra, esto es, que la obra la ha querido Dios a través del fundador; la segunda es la divinidad y eternidad de la vocación a la obra.

Hay demasiada divinidad en todo esto y mucha patrolatría, que quiere decir prestar al fundador una fe teologal que sólo a Dios se puede otorgar. De esas dos cuestiones fundamentales grabadas a fuego en la conciencia del numerario, ninguna puede sostenerse razonablemente. Pues la divinidad de la obra se apoya en la palabra del fundador, único testigo, y, a la vista de las aberraciones que este hombre instituyó en su obra y de otras cuestiones que vamos conociendo, lo más seguro es que esa divinidad sea un producto de su personalidad enfermiza. Y la segunda, la divinidad y eternidad de la vocación a la obra, es falsa porque Dios sí llama eternamente hacia sí a todo hombre, pero eso no debe confundirse con la vocación a la obra. Hay gente a la que Dios llama a una institución y luego a otra, o al matrimonio y después a la vida religiosa o al sacerdocio. La vocación a una institución es un medio, no una vocación eterna e irrevocable.Toda esta doctrina de la obra es un modo de introducir la fatalidad, la completa rigidez, en la relación de cada persona con Dios, que de suyo es un sistema libre: el encuentro de dos libertades que hacen posible el amor.

Así pues, volvemos a preguntarnos: ¿qué sentido tiene tanta entrega si ni siquiera puedes desarrollarte espiritualmente?

Lucas

Muy querido heraldo,

            Leí con sumo interés tu artículo intitulado Ad Mentem Patris, el cual me pareció interesantísimo además de francamente conmovedor. A pesar de lo poco que nos hemos tratado, confío que captaste mi verdadera pasión por el ser humano y su enorme complejidad.

No es ningún secreto mi enorme interés en la historia de la Segunda Guerra Mundial, no por su faceta política o social, sino en la parte oculta, y me explico: cómo es posible que un pueblo entero se vuelva una máquina exterminadora y feroz, siendo los alemanes, medianamente, más educados o por lo menos más racionales que la mayoría de los pueblos.

He encontrado en tus palabras algunas respuestas que se podrían aplicar también a esos eventos de los años del nazismo. Cómo es posible adoctrinar a una persona, para que simplemente ya no piense como ser humano, sino como un mero ser vivo, con una mente enfocada a una ideología precisa, sin el menor asomo de duda y el muy necesario cuestionamiento.

Y sin embargo funcionó, funciona y funcionará.

Posiblemente el lado más terrible que hayas puesto en evidencia es el respaldo de nuestra Iglesia Católica, así como esa misma Iglesia Católica respaldó a Hitler y sus métodos, y es ese respaldo que da a esos charlatanes, la difusión y la honorabilidad que no se merecen.

Lo que te sucedió fue terrible. Sólo se puede comparar a un detenido que haya pasado 30 años en una prisión, siendo inocente. Tu aplomo es admirable, y tu cruzada es valiente y necesaria.

Como amigo tuyo, no puedo más que desear que Dios te pague en esa segunda parte de tu vida (o quizás la primera ) con una existencia llena de dichas y satisfacciones que bien mereces.

Te mando un abrazo con sincera admiración

Franco

Por todos debe ser ya conocido el suicidio de Rafael (...), numerario con una severa depresión fruto de la crisis vocacional que concluyó con la desesperada solución de arrojarse desde el balcón de "su casa", en Sevilla. Van mis condolencias para su madre, padre y familiares y mi más profunda condena al fanatismo que se practica en el Opus ¿Cómo pueden decirles a los demás de su Centro que está feliz en el Cielo porque murió fiel a su vocación?, ¡Dios que el chico era un nudo de tormento si abandonar la Obra le supondría el infierno! Y es que esas cosas no se las cuentan a los demás "hermanos" que pasaban a su lado. "Encomienda", "ofrece tu sufrimiento", "esto sólo lo cuentas al cura y a tu Director"... ni un abrazo, ni un dejarlo pasar un verano en casa de sus padres, ni una gota de cariño... sólo pastillas y a perseverar.

Así te marchaste Rafael y espero que encuentres el cariño y la comprensión que en la Obra te negaron "porque hay que ser fieles, porque en casa no tenemos amistades particulares, porque hemos de ser obedientes hasta la muerte, porque el Opus Dei es el mejor lugar para vivir y morir si uno es fiel". "¡Sucede en cualquier familia!" dirán. "Hay depresiones y suicidios, es lo normal" ¿Es lo normal?

Nicanor nicanor.wong@gmail.com

Quería comentaros el triste acotecimiento que me dejó el cuerpo helado.

Ayer recibí la noticia de la muerte de un numerario al suicidarse por la ventana. Padecía una fuerte depresión y no llegó ni a reaccionar a los fármacos. No tenía trabajo pese a tener un currículum extraordinario. Se quejaba de no conseguir empleo, ¿alguien cuya especialidad solo la poseen 5 personas en toda España? ¿No encontrar empleo una persona que ha sido directivo de las más importantes empresas nacionales? A mí me huele a chasmuquina... a no dejarlo ir por ser piedra preciosa. Me suena a que los mejores son los que más sufren.

Invito a todo aquel que quiera rezar u orar por esta persona, que lo haga. No lo merecía. Buscaba su libertad que se la negaron con la excusa de que al ser una persona depresiva no estaba en sus cabales. C****es hay que tener.

FreeBirds

Me adhiero muy cordialmente al apoyo, sincero y rotundo, que desde Opuslibros se está dando a la exhortación apostólica del Papa Francisco, “Evangelii Gaudium”, del 24 de noviembre de 1013, domingo y solemnidad de Cristo Rey, en que se clausuró el Año de la Fe 2012-2013. Me han gustado mucho los comentarios de Pinsapo, con quien estoy de acuerdo sin fisuras. No obstante, me voy a detener en una inexactitud que a Pinsapo se le ha pasado por alto. Citó un texto del teólogo Joseph Ratzinger del año 1969 presentando a su autor como cardenal, lo cual no es exacto porque en 1969 Ratzinger aún no era cardenal. Los datos biográficos que he encontrado en Wikipedia dicen que fue ordenado sacerdote en 1951, obispo en mayo de 1977 y fue creado cardenal en junio de ese mismo año. Pinsapo no nos dice de dónde proceden las líneas de Ratzinger que él cita; pero he encontrado en la Red que son de su libro El nuevo pueblo de Dios, que se publicó en alemán en 1969 y se tradujo al español en 1978 (Herder, Barcelona, p. 309-310)...

En el mes de agosto de 2004, en esta web se publicaba el siguiente párrafo:

Me trajo a la memoria un ex-numerario, quien recién salido conversaba o se confesaba con un dominico, hombre cultísimo y reconocido en este país, quien le dijo una cosa interesantísima: Fulanito, el opusdei tiene cosas buenas y novedosas... lo malo es que las buenas no son novedosas y las novedosas no son buenas! (Cfr. Lo bueno no es novedoso y lo novedoso no es bueno.- Sido)

Con ser muchas y muy buenas las síntesis que esta hermosa web contiene, a mi juicio la anterior es de gran utilidad para llegar al fondo del asunto.

Muchos dicen: "Sí, pero... hay muchas cosas muy buenas ahí, hay mucha gente piadosa, bien formada en lo doctrinal..." El famoso argumento de "en todas partes hay algunos que desmerecen, pero el invento, en sí mismo, no cabe duda de que es bueno..."

Siguiendo el criterio expuesto por Sido, yo también opino que lo que la obra tiene de bueno no es novedoso, es decir, no es propiamente suyo. Normalmente procede del acervo común constituido durante veinte siglos de cristianismo. Pero no es suyo en el sentido de que pudiese obtener derechos de copyright sobre ello.

Precisamente... ¿sobre qué elementos ha invocado la obra ese tipo de derechos, exigiendo y logrando que se retirasen de esta web? ¡Exactamente! ¡Sobre los denominados documentos internos, cuya paternidad quedó de paso rotundamente probada! Pues esos, sólo esos, son los elementos nuevos de la institución.

Y parece evidente que, si incluso ellos mismos se avergüenzan de tales elementos (¡hasta el punto de llegar a pleitear para prohibir su difusión!) es que no son buenos. Es más, en esa mala condición moral veo yo el origen de la tradición de simulación que sí que es que una peculiaridad constante en la obra, ya desde lo del archivo secreto de Eijo y Garay...

Soy consciente de que las afirmaciones generales de carácter negativo son muy peligrosas pues basta con que aparezca un sólo caso que las contradiga para que queden invalidadas. A pesar de lo cual desafío a cualquiera -especialmente a los de dentro, que lo tienen todo más cerca...- a mostrar aquí un sólo elemento de la obra que reúna la doble condición de ser nuevo (es decir, inédito antes de 1928 e inseparable de la obra a partir de esa fecha) y de ser bueno (es decir, apropiado y provechoso para el hombre en general y para el cristiano en particular)

Quedo a la espera.

Bdm

Copio carta recibida de un miembro del Opus Dei, que no quiere dar sus datos.

Soy miembro del Opus Dei desde hace muchos años y tengo toda la intención de seguir siéndolo, vaya esto por delante para que nadie se llame a engaño.

A menudo ojeo esta página porque lamentablemente, las cosas no siempre se han hecho bien y es muy sano reconocerlo. Si hoy me decido a escribir es porque me ha llamado la atención la polémica creada en torno a "irse como un señor" y deseo contar algo que me ha sucedido recientemente y que creo que es ilustrativo.

En primer lugar, tengamos en cuenta que cada caso es cada caso, que no es lo mismo 2013 que 1990, ni la sf que la sv, no es lo mismo Roma que Lima, Madrid que Chicago y no es lo mismo un director que otro.

Hace poco tiempo el numerario con quien yo hacía la charla, miembro de dos consejos locales del centro, dejó el Opus Dei después de más de treinta años. Un lunes, saliendo del círculo, me llamó y me dijo que había decidido dejar la Obra, no quería que me enterara por terceros, me dio su nueva dirección y repitió varias veces que contara con él para lo que fuera. Lo mismo dijo a todos los que vivían con él.

Le dijo al director que había decidido irse, que ahí estaba su carta de dispensa y que el viernes siguiente sería su último día. A lo largo de esa semana se despidió de todo el mundo y envió cientos de correos a amigos y conocidos comunicando su decisión. El viernes hizo los resúmenes económicos, a media tarde asomó la cabeza por el despacho de dirección, dijo "XX, me marcho", dejó las llaves, pasó por el oratorio y se fue. Con la misma naturalidad y serenidad que si lo hiciera todos los días.

Mentiría si dijera que conozco más casos como éste, porque no es cierto, pero pienso a menudo en él porque me parece un ejemplo de cómo hacer las cosas cuando es posible. Después de su salida, y como seguía sorprendido por cómo se fue, he hablado varias veces con él y hemos comentado qué mal se han hecho las cosas muchas veces. También es cierto que las nuevas tecnologías (correos electrónicos, whatsApp, sms, redes sociales) hacen mucho más fácil comunicar algo de modo masivo e individual a la vez y eso, hace no tantos años, no era posible.

Quería dejar constancia aquí de algo que me parece modelo y ejemplo de cómo proceder, cuando las circunstancias lo permiten. No hay nada deshonroso en marcharse, y es un error grave que a uno le obliguen a irse como un ladrón o un malhechor, cuando nadie le vea, o que se oculte que una persona ha decidido emprender otro camino, como si fuera una vergüenza o un delito. No hay nada de qué avergonzarse si las cosas se hacen bien y con rectitud de intención.

Gracias por leerme.

Unomuycorriente

- Discernir las vocaciones sacerdotales o consagradas (I).- Ruta

- El criterio de una auténtica vocación.- Ruta

- Discernimiento de las vocaciones.- Ruta

Dios nos cuide.

Ruta de Aragón.

Dentro de muy pocos días nos encontraremos de lleno en la Navidad, cuestión que aprovecho para felicitaros a todos estas bonitas fiestas. En España hay una campaña necesaria de recogida de alimentos para los más necesitados. Y aquí es donde viene mi duda porque hay un gran despliegue, me refiero a España, de solicitud de alimentos para el Banco de Alimentos. Yo no sé de quién es la iniciativa ni quién promueve esta acción, que por otro lado, si los alimentos llegan a quien los necesite, es magnifica. Y aquí vienen mis dudas: toda, y repito, toda la gente que conozco en el Banco de Alimentos es de la cosa, o sea, es del Opus Dei. Por eso he escrito esto que estáis leyendo, por si alguno de los que leéis la web sabéis de qué va todo el asunto. No me importaría, a pesar de estar el Opus Dei (si es así) por el medio, dar una parte de lo mio para que otras personas puedan vivir una Navidad en familia y con alimentos, pero me da muy, pero que muy mal rollo que esta gente ande por el medio. Porque me los conozco y una cosa se da de tortas con la otra. Si alguien sabe algo de esta iniciativa, por favor que lo ponga aquí.

Otra cosa más, sólo dos líneas: ¿sabe alguien qué piensa el Papa Francisco de la gente que ha dejado el Opus? ¿sabe de las persecuciones que han sufrido muchos? ¿estaría, por su buen talante, dispuesto a recibir un grupo de ex para saber de primera mano qué es lo que ha sufrido cada uno? Según las respuestas, si las hay, haré más preguntas... Es que me extraña no haber oído nada al respecto. Y si es que no me he enterado, mil perdones... Si alguien cercano al Papa lee esto que digo, que se manifieste, plis...

Jimena

Nota de Agustina.- Sobre el Banco de Alimentos, "Junio" escribió aquí un artículo titulado "Buena parte de los KILOS DE ALIMENTOS van a centros del Opus  Dei".

Al hilo de los escritos respecto al agotamiento físico, mental y espiritual que conlleva abandonar el Opus Dei copio parte de tu conversación para interés de los lectores:

“…¿No puedo simplemente irme sin escribir carta alguna, tomar mis pertenencias y dejar este lugar? Quiero hacer las cosas bien porque sigo pensando en la seriedad del compromiso que adquirí al hacerme fiel de la Prelatura pero no aguanto ya más el hablar con el Director y que me envíe a confesarme y nuevamente a charlar con él intentando le razone por qué quiero irme ¿Sabes?, Ya no puedo más. He comenzado a ir a un psiquiatra para calmar este enorme estrés. Me siento mareado, ya no sé qué es lo correcto. Me han ofrecido trasladarme a otra ciudad con empleo, un buen puesto y salario. Eso alegraría a mis padres. Mis padres… ¿Te he contado que mi madre es supernumeraria? Es otra de las razones por las que me veo obligado a seguir cumpliendo aunque mi padre y mis hermanos me alientan a tomarme un tiempo fuera de esta presión que me aplasta. Ella se va a ver afectada al igual que todas las personas que me conocen como fiel de la Prelatura. Seré un motivo de escándalo aunque no haya cometido nada grave contra Dios sino sólo el deseo dejar la Obra”.

Déjame decirte algunas cosas. Sí, una persona que se ha entregado a un ideal con buenas intenciones como tú, pasa por una etapa traumática en sus esfuerzos por dejar la Obra. Ya has manifestado a tu Director y Sacerdote que no quieres continuar y eso basta. Tu compromiso se basa en unos Estatutos que nunca leíste sino interpretado en el Catecismo de la Obra. Has de saber que los Estatutos no mencionan nada de escribir carta al Prelado. Ya has dicho que quieres marcharte. Eso basta. Nadie puede retenerte en contra de tu voluntad, es ilícito en la Tierra y en el Cielo. Esa aparente “caridad” de tus “hermanos” es un chantaje. Medítalo. Lee lo que me escribes. Demandarte explicaciones, que hables con el cura como si fuera un pecado pensar en irse, ofrecerte un mejor empleo, meter a tu madre en esto… ¡Es chantaje!, ¡Extorsión!, ¿Crees que así es la Iglesia para con sus fieles?, ¿Crees que así actuaría Jesús para con sus discípulos?

Escúchame: el Opus Dei no es la Iglesia, no es Dios en la Tierra ni en la Historia de la Humanidad. Es lo primero que tienes que arrancar de tu cerebro y dejar de tomar esas pastillas que obnubilan tu pensamiento. Suena a deslealtad, pero no lo es: sal de allí, con lo que tengas puesto. Estás impedido de pensar con tanta presión que ejercen sobre ti ¡Hasta has dejado de comulgar y no te dicen nada! ¿Te das cuenta que eres un caldero a presión y a nadie le interesa purgar el vapor para aliviarte sino aguantarlo, revientes y enfermes?, ¡Menuda caridad la de tu Director y cura! ¡Sé valiente! Se están sirviendo de haberte convertido en un alma pusilánime con toda la carga de adoctrinamiento que has recibido. Ayúdate de tus hermanos de sangre, de tu papá que están súper preocupados por ti. Ya se verá luego lo de tu mamá. El que ella te haya comentado que reza por tu fidelidad es señal que le han informado que estás en crisis, ¿Crees que eso es válido que el cura le suelte el chisme que rece por tu fidelidad y además te lo mande decir? No lo pienses más. Toma la decisión. Mientras más vuelta le des en la cabeza peor para ti.

Dime, cuando pitaste ¿Razonaste todas las implicancias de tu decisión?, ¡No!, ¡Te lanzaste como hicimos casi todos los que escribimos en esta Web! Razonar la vocación es manosearla y ser un “calculador”, ¿Verdad?, ¡Debíamos ser generosos y “dejar todas las cosas”! así nos lo clavaron en el cerebro y es justamente la cantidad de ideas encontradas lo que te atormenta. Eso lo hemos sufrido todos en mayor o menor grado y sin embargo ¡Lo hemos logrado! Has cumplido con todo lo que indican los compromisos que adquiriste. Por ese lado estate tranquilo. Lo que piensen los demás… usualmente te entierran, dejan de dar información de ti o comentan que te has marchado a otro país. Pronto te darás cuenta que no estás cometiendo ni traición ni pecado.

Ponte en contacto con un sacerdote que no sea de la Obra ni afín a ella. No te enfermes más ¡Sé valiente y decide por ti mismo! Cuentas con el soporte, oraciones y testimonios de miles de hombres y mujeres que han pasado exactamente lo mismo que tú y hasta cosas peores. Escríbeme o solicita a Agustina dirección de alguien más cercano a tu ciudad y te eche una mano.

Nicanor nicanor.wong@gmail.com

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