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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 14 de Enero de 2013



El grano de arena (VIII y último).- Ponciopilatos

 

El grano de arena (VIII y último)

Pasaron días, meses y hasta algún año. Idas a su colegio mayor en la fiesta de los padres. Venidas a nuestro domicilio siempre controladas y racionadas, no fuera que nos empacháramos de hijo. Algunas noches pasadas en casa, muy pocas, sólo en dos ocasiones.

En una de sus visitas, durante los dos días y medio de rigor, observamos como casi no era capaz de ingerir alimentos. Siendo él un chico joven y  bastante tragón, sospechamos que estaba tomando algún fármaco. Y dado que en Opus Dei todo es bastante previsible, pronto tuvimos conocimiento de qué fármaco era y en que dosis lo tomaba...



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¿Qué pretende esta madre?.- Ponciopilatos

Querida Ana: te agradezco de corazón tu respuesta, tu ayuda y tus reflexiones. Ciertamente sé que mi historia poco o nada nuevo aportan. Sé perfectamente que esa es una de muchas historias que los lectores ya han leído y que precisamente por ello, ya nos parece normal. Seguramente algunos, muchos, os estaréis preguntando: ¿qué pretende esta madre a través de esta web? ¿repetir lo que ya se ha escrito?...



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Pitar a los catorce.- Nicanor

Para las personas que sostienen que los aspirantes a numerarias(os) o aspirantes son personas lo suficiente “maduras” para “pitar” para toda la vida en nombre del Amor con mayúscula, copio unas palabras de la conocida psicóloga Pilar Sordo en su libro “¡Viva la Diferencia!” respecto a los chicos y chicas:

“Si me piden algo y yo amo, tengo que entregarlo, y como en la juventud se ama con una intensidad que parece real y profunda, entonces se entiende que lo que me piden tengo que entregarlo. En este punto es central transmitir a los adolescentes que a los catorce años se puede querer mucho a alguien, pero no es posible sentir amor, pues el AMOR – con mayúsculas – se construye con decisión de amar y con la voluntad de querer al otro para siempre. A los catorce suelen sentir en la mañana que les gusta alguien; en la tarde, otro; y mañana, dos; esto incluso se debe a los cambios hormonales que se experimentan a esa edad y que entregan variabilidad en su comportamiento (…) todos necesitamos depender, pero no nos debemos apegar a esas dependencias, ya que cuando éstas nos quitan la libertad nos hacen daño”.

nicanor
nicanor.wong@gmail.com  





A las búsqueda del psicograma del numerario del Opus Dei.- Josef Knecht

Reflexionando y dialogando con “Preocupada”. 

Quisiera aportar mi granito de arena a la petición de consejo que nos requiere Preocupada (4.01.2013): ex-numerarios que en su relación matrimonial y en su vida familiar aún dejan sentir las heridas contraídas en los años transcurridos en el Opus.

Estoy seguro de que en este tema no se puede generalizar, sino que debe de haber una casuística muy variada: unos ex-miembros del Opus habrán sanado las heridas mejor y antes que otros, y esta mayor o menor mejoría será constatada por sus esposas en la convivencia cercana e íntima en cada caso concreto...



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Second degré?.- Homere

Je viens de lire sur "escrivaobras.org" quelques articles traitant de l''édition critique de "Camino".

J''ai apprécié les propos de Josep Maria Martí Bonet de la Facultad de Teología de Cataluña. Sa comparaison avec les Franciscains, qui ont réécrit l''histoire de leur fondateur Saint François (la "Legenda Mayor" de Saint Bonaventure) et brûlé les biographies antérieures, est-elle une mise en garde subtile aux historiens de l''Opus Dei?

Et la citation de Gaudi, le génial architecte catalan :"Con nuestro trabajo colaboramos con Dios, continuando la obra divina de la creación" ne pouvait pas tomber mieux à propos. Quand on sait que Gaudi est décédé en 1926, on comprend mieux l''originalité du message de Saint Josemaria.

Voir http://www.escrivaobras.org/book/edcritica-punto-3.htm

Homere





Link a la entrevista a la ex numeraria auxiliar Colleen O’Neill.- Ana Azanza

En mi anterior correo dirigido a la madre del numerario se me olvidó poner el link a esta entrevista a Colleen O'Neill, ex numeraria auxiliar. A partir del minuto 4, la psicóloga explica los efectos del "culto" en la persona, no quieres fallar a Dios, y al mismo tiempo ese "culto" te está matando.

 

Poco antes sale Denis Dubro, el ex numerario autor de este testimonio que también declaró para este libro.

 

Ana Azanza





Agradecimientos.- Calandria

Mira tú, el mundo está lleno de tantas diferencias!! Las hay por donde se mire. Hay a quienes nos encanta el Cantar de los Cantares y hay a quienes les parece una cursilería citarlo. Hay gente que se cree muy moderna y de la época pero se pasa unas navidades y un “resopón” navideño la mar de aburrido, (qué sucede, es que no saben disfrutar unas navidades como es debido?) y hay quienes nos entretenemos a morir en las navidades del mismo año. Por lo visto, somos tan diferentes las gentes de estas latitudes! Nosotras (puedo hablar en primera persona y decir yo, prefiero, si me lo permiten, hacerlo en plural) las sudamericanas sabemos sacarle partido a la vida, la vivimos plenamente, sin quejas y sin aburrimientos. Hay gente que se avergüenza de las palabras recogidas en las Sagradas Escrituras, cuando se deberían avergonzar, más bien, de sí mismas cuando su actuación deja mucho que desear...



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Quien comete una grave traición es quien no remedia lo que va mal.- Solans

Mira Calandria, como es lógico, tú puedes rezar por quien quieras, pero te sugiero que no lo digas, porque nunca sabes lo que reza la otra persona y podría dar la impresión de que estás ofreciendo una limosna a alguien que lo necesita más que tú (y además lo publicas). Por otra parte no olvides que la santidad está no tanto en los rezos (que también) como en vivir heroicamente las virtudes humanas y cristianas, sin las cuales los rezos sirven de poco; en las causas de canonización lo que se valora son sobre todo las virtudes.

La Obra necesita numerarios para su desarrollo y mantenimiento. Cuando digo que se está desmoronando es porque así sucede en España (lo que supone la mayoría del Opus Dei). Para afirmar eso me baso en el número de personas que cursan el centro de estudios en España, que no llega a ser ni una décima parte de lo que había cuando yo lo hice; si a eso se le suma que en los centros de gente joven ya hay poquísimos que lo sean, la proporción de enfermos mentales y el índice de perseverancia, no creo que nadie me pueda decir que todo va bien. Tengo datos, no me lo invento. En los centros de supernumerarios, con los nuevos pitajes no se llegan a cubrir las bajas por fallecimiento o abandono de la vocación. Eso me consta que también está ocurriendo en otras regiones con mucha gente de la Obra (en Hispanoamérica); no sé qué región es la tuya, pero puede que esa sea la excepción. Aparte de eso he visto demasiadas veces una clara bajada de calidad en la selección a la hora de los pitajes y de la pertenencia a un consejo local o a una Delegación. Si eso no es desmoronarse no sé qué es. Prefiero ser alarmista que encontrarme al cabo de los años con que no queda casi nada. Por los que sé, me parece que desde el punto de vista económico no hay problemas. Creo que la sociedad sacerdotal de la Santa Cruz va bien. Creo que de momento la crisis no ha llegado al Colegio Romano, pero no puede tardar.

En las cartas al Padre, en el diario, en las tertulias, se comenta lo positivo porque lo negativo se supone. Esto llevado al extremo puede convertirse en una propaganda fanática de una realidad vana. También se podría comentar lo negativo porque lo positivo ya se sabe, pero no es la costumbre. Estoy de acuerdo contigo cuando dices "me incomoda, al igual que a cualquiera, la falta de veracidad, la exageración, la falta de caridad, las malas intenciones, la falta de palabra, la falta de honor, la traición, la deshonestidad… etc, etc." Creo que quien comete una grave traición es el que no pone remedio a lo que va mal, con más razón cuando se tiene especial obligación de hacerlo. Es lamentable que en la Obra no exista ningún cauce (de verdad, en la práctica) para poder opinar y disentir y ayudar. Como en la época más dura de la Unión Soviética, decir que la gente no está a gusto se castiga duramente, la negación de la realidad es la tónica habitual; creo que siendo esas las circunstancias no traiciono a nadie y menos que a nadie a mi propia conciencia y a Dios, si clamo para que se le dé una solución a esto. Si hubiera un buzón de sugerencias anónimo en la Obra yo no escribiría en Opuslibros, pero ésta es la única manera de que me lean los directores y no puedan tomar represalias.

¿Que hay cientos de miles de personas pensando de forma diferente? no sé en qué te basas: habría más pitajes y más perseverancia. Te sugiero que pienses si todo debe seguir como en los últimos 25 años (mismo ritmo de pitajes, perseverancia, etc.). ¿Estás segura de que no hay que hacer nada? ¿Que eso otro que dices, tan bonito, es lo que te ha tocado vivir a ti? ¿Ahora, en esta época? ¡Calandria!, me cuesta creerlo. No quiero decir que digas mentiras, puede ser verdad, también puede ser que estés equivocada, pero no pienses que va contra la unidad de la Obra reconocer lo que va mal (siempre que sea para ponerle remedio). No creo que Dios vaya a permitir que la Obra se hunda, pero de momento ha quitado el don de las vocaciones (en la mayoría de los sitios, no lo niegues, compara con lo que has conocido), tal vez esté esperando a que nosotros hagamos algo más que decir que no hay problemas.

Solans





Verdad, justicia y reparacion: no se ven en el opus.- Austral

Hola,

Cuando hay guerra civil dentro de un pais o una region de este es dificil restablecer la armonia entre los que fueron enemigos dentro del conflicto. En algunos conflictos armados, solo una parte tiene armas y abusa de otra parte. En este ultimo caso se dice que el restablecimiento de la sociedad requiere verdad, justicia y reparacion.

Se separan bien los conceptos ya que quienes abusaron de los demas muchas veces se quieren conformar con una disculpa y santas pascuas. Pero la justicia requiere que se reconozcan las faltas con detalle, se busque la justicia y se haga la reparacion a las victimas.  Creo que en el caso del Opus nos quedaremos viendo crecer telarañas antes de que se dignen recapacitar en sus abusos y se dediquen a reparar usando su poder financiero e inmobiliario...



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Los desquiciados...- Arnust

Dice Calandria:

Zartán, yo a ti te doy la razón. Es jodido vivir en un centro en el que la mayoría están enfermos, desquiciados o son la mar de especiales. Y te voy a decir que mi Centro no está plagado precisamente de “justos y benéficos” sino todo lo contrario. Pero, me voy a salir del Opus Dei por esto? Mira, te digo que no. Yo enfoco el hecho de otra manera: me planteo ayudar a esos enfermos, desquiciados y especiales, y eso me hace feliz. Y entre las que no somos enfermas, ni estamos desquiciadas o somos especiales formamos una especie de pandilla de ayuda y nos la pasamos muy bien entre nosotras tratando de ayudar sin dejar de estar conscientes de la real situación. Tengo derecho a optar por esta forma de vida sin ser criticada, no?

La existencia de enfermos, desquiciados y especiales, tiene que llevar a una persona que esté adentro a pensar, qué es lo que está provocando que gente que reúne unas características muy especiales de idoneidad, termine a la larga en tales condición (Corruptio optimi péssima). Dentro, hay gente buena y muy normal, pero también hay muchos con desequilibrios, y varios de ellos graves. No conozco la situación de otras familias religiosas, y tal vez la estadística nos lleve a concluir que para producir un santo, se genera una merma o desperdicio consistente en cierto número desquiciados.

Siguiendo el adagio evangélico de que por sus frutos los conoceréis, a qué reflexión nos llevan los frutos malos. ¿Los buenos justifican esa merma o desperdicio? Son almas que quedan dañadas, a veces imposibilitadas para ejercer un trabajo, que es el quicio de su santidad. El afán proselitista de conseguir, por ejemplo, 500 vocaciones por encargo, puede llevar a los directores a graves faltas de responsabilidad y ejercer una coacción de almas para conseguir números, en vez de dirigir espiritualmente a las personas hacia Dios.

Sin embargo, quienes tienen labores de gobierno, deben entender que primero está la salud de las almas, antes que "la buena imagen de la Obra". Confieso que, actuando institucionalmente en algún momento retuve injustamente a personas que querían salirse, argumentando cosas como la maldición del rejalgar, así como que ponían en grave riesgo su felicidad terrena y eterna; gravando innecesariamente sus conciencias. Con el paso del tiempo comprobé que eran más felices en su nueva vida y que Dios no los había abandonado.

Calandria ha decidido hacer su vida en la Obra, atendiendo a estos enfermos, desquiciados y especiales; ahí tiene opción de vivir caridad y en el más alto grado de heroicidad. Es su decisión, y hay que respetarla. Tal vez es una especie de Schlinder que estando dentro del sistema, hace todo el bien a su alcance.

Yo viví en un centro de mayores, con un cargo de gobierno, y lo que más trabajo me requería era la atención a esas personas desequilibradas, y aunque creo que lo llevaba bien por Dios, me hizo pensar que no quería una vejez similar; poco a poco advertí que no era un efecto fortuito, sino que el propio sistema lo genera así, por lo que en conciencia sentí que no debía seguir sosteniendo los principios de una institución que causaba tales efectos en su columna vertebral (numerarios). No fue la principal razón de mi salida, pero fue uno de los tantos puntos de evidencia que al final me permitieron ver con claridad.

Y ahora, desde afuera, pienso que si me ofrecieran meter a mi hijo a una escuela militarizada muy muy exigente, en la que un porcentaje de quienes terminan su curso son grandes hombres, pero la mayoría queda psicológicamente afectado; no aceptaría la oferta, pues la posibilidad del éxito, no justificaría el daño que se pudiera generar.

No creo que el plan de Dios sea así.

Un afectuoso saludo a todos

Arnust





Versiones y visiones del Opus Dei.- Pechina

En tu aportación del viernes, queridísima Calandria, golpeas fuerte, pero no sabes dónde, das palos de ciego. ¡Dios mio, cuánta imaginación! Llevo años visitando y participando en esta web y no recuerdo haber leído nunca alguna palabra de desprecio. No te puedo contestar al hecho de si el Opus se está desmoronando o no. No lo sé, pero si sé que esa no es Obra de Dios: "Por sus obras los conoceréis". Curiosamente asientes en el hecho de que en España hay un cierto caos. ¡Bueno, ya es algo!

Las versiones que se dan en esta página son totalmente ciertas. Las visiones merecerían un capítulo aparte, aunque me atrevo a decir sin miedo a equivocarme que son visiones reales y no traslocadas. Otra cosa es que tú no estés de acuerdo con ellas. Por supuesto estás en tu derecho de no estar de acuerdo. Y ¿sabes por qué son versiones ciertas? Porque los que escribimos aquí tenemos una experiencia vital de dentro y otra de fuera. Porque sabemos como se ama dentro y como se ama fuera y por lo tanto somos los únicos que estamos en disposición de poder comparar, cosa que tú, querida Calandria no puedes hacer.

¡Cuántas personas destrozadas por haber tenido contacto con la Obra! ¿Esto tampoco te dice nada?

Por cierto: a esos cientos de miles de quien hablas no parece que les importe mucho lo que se escribe aquí. ¿Por qué a ti si?

Acabo: en Opuslibros no se propagan errores de la Obra. Se propaga la experiencia vivida.

Pechina





Cuando el río suena, agua lleva.- JoseCervantes

Estimada Calandria:

He leído algunos de tus últimos correos. Tu frivolidad para juzgar los hechos me empuja auténticamente, a darte mi punto de vista, como alguien que no habla de oídas (como tampoco los que escriben usualmente en esta página) y que estuvo en el opus casi 28 años.

En uno de tus últimos artículos defiendes la posibilidad de que los adolescentes de 14 años se incorporen -parcialmente- a la obra. Recuerdo que allá en el año 81 cuando me incorporé a la opus hicimos nuestra convivencia especial algo así como 15 o 20 numerarios (aún no había adscritos). De ellos, dos o tres íbamos terminado la carrera y casi todos los demás fluctuaba su edad entre 14 y 16 años. De todos esos numerarios con menos de quince años no queda ni uno, y de los ya un poco mayores quedan dos. Uno había estudiado una carrera de ciencias, fue a Roma no se ordenó y ahora se dedica a dar clases de moral en una obra corporativa. El otro no sé qué carrera estudió, nunca ejerció y se dedica a labores internas. ¿Eso es lo que llaman santidad en medio del mundo?, ¿De veras vale la pena engañar a los adolescentes y decirles que van a santificar el mundo cuando acabarán dando clases de catecismo?, ¿de veras vale le pena forzar a las familias de estos niños y luego que terminen dejando la obra, lastimados contra la obra y contra la iglesia porque se forzaron las cosas para que pitaran?

Por otro lado dices que lo que aquí se publica es todo exagerado. ¿Exagerado? me pregunto yo. Te puedo contar mi experiencia: en la obra corporativa donde trabajaba, me trataron con la punta del pie, me armaron escándalos y salí de ahí en medio de una campaña de calumnias e insultos que hicieron dos numerarios que son los directivos de esa institución. Nunca estuve en mal plan, ni mucho menos grosero, ni siquiera respondón, mi trabajo lo cumplía y hasta trabajaba horas extra. No me animo aún a escribir toda mi historia de grandes problemas que viví en el opus porque aún hay antiguos amigos míos que trabajan en obras corporativas y si se publica mi caso acabarían también por ponerlos en la misma tesitura que a mí.

Yo recuerdo que cuando estaba por irme de la obra uno de los directores me decía algo similar a tu argumento. Cuando le narraba por todas las que yo había pasado, me decía: "De veras que yo he vivido otro opus dei…. no sé cómo te han pasado tantas cosas…". Perdón que te lo diga así, pero de veras que no puedes ser tan ingenua: muchos, muchos, la mayoría que hemos salido de ahí tenemos historias más o menos por el estilo. Afortunadamente no todos, pero de veras que con casi todos los ex-miembros que platico tienen historias negras qué contar del opus. Cuando el río suena, agua lleva, y algo anda muy mal en el opus cuando tantos que nos hemos ido, hemos sufrido así represiones, calumnias, etc.

Como sigo siendo hombre relacionado con instituciones en la Iglesia, comparo los ex-numerarios con otros ex-religiosos (el opus dei es prácticamente una orden religiosa, aunque eso es tema de otra carta), allá es al contrario la mayoría hablan bien de su institución, han salido con pocos problemas y recuerdan con cariño a su antigua institución, que entre otras cosas los apoyó a su salida. Todo lo contrario en el opus dei, muy pocos hablan con cariño de ella, hasta ahora no he encontrado ningún ex que abiertamente la defienda, (supongo que haya algunos pocos por ahí) y si conozco muchos que se quejan de sus malos tratos.

Y ya que tú misma mencionas en tu carta la observación de que el opus se está desmoronando, yo efectivamente no creo que esté ya desmoronado, pero sí lo veo con grandes carencias y problemas, lo veo con muchos de sus miembros que siguen pero a disgusto, veo muchas deserciones y ya pocos ingresos, veo a los directivos construyendo mansiones lujosas donde ellos viven, mientras a otros -en especial a las numerarias auxiliares- las explotan y las hacen trabajar como esclavas; veo al opus como la estatua de cabeza de oro y pies de barro. Un buen día se vendrá toda abajo. Me da pena porque una institución que pudo apoyar mucho a la iglesia ahora hace ya muy poco por ella…. No está desmoronada, pero sí está cayendo en picada por falta de sentido común y cerrazón de sus directivos.

Créeme que todo esto lo digo con el afán de que los directivos del opus sientan la pulla y cambien. Ojalá así fuera.

Un saludo para ti y para todos los amigos de Opuslibros.

JoséCervantes





Calandria... ¿por qué no te largas de aquí?.- Flanpan

Mira Calandria, lo tuyo ya desborda el vaso.

¿Que haces aquí? ¿Se te ha perdido algo? ¿A quién pretendes ayudar? ¿Es esto tu "encargo interno"?

Si tan feliz eres en tu obra, no sé por qué te metes en Opuslibros -página prohibida-, y mucho menos sé por qué escribes. Sería mejor que colaboraras en esas páginas afines a la cosa, donde seguro todos alabarían tus post. También estaría bien que abrieras un canal en Youtube, y manifestaras allí todas tus vivencias, o que iniciaras un blog personal. Pero que desbordes tu sapiencia aquí no lo llego a entender.

A no ser que te lo hayan encargado.

Y como seguramente dirás que lo haces porque te apetece... pues anda, ya que no es un encargo obligatorio, haz el favor de ir con tu música a otra parte. Aburres.

¿Para que nos cuentas tus historietas bien intencionadas? ¿A quién crees que vas a engañar?...



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