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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 17 de Junio de 2013



José Mª Escrivá Albás: Algunos problemas históricos (XIII).- Jaume

JOSÉ Mª ESCRIVÁ ALBÁS: ALGUNOS PROBLEMAS HISTÓRICOS (XIII)
Autor: Jaume García Moles

 

Entregas anteriores:

 

 

Entrega n. 13

 

 

Capítulo 3. Traslado a Zaragoza (III)

 

¿SE TRASLADÓ LEGALMENTE ESCRIVÁ DE LOGROÑO A ZARAGOZA?

 

Antes de entrar en la cuestión de los estudios civiles de Escrivá, conviene poner la atención en el curioso fenómeno de su traslado de Logroño a Zaragoza, que llevó consigo una transferencia completa de la autoridad episcopal sobre el candidato al sacerdocio. Como se sabe, Escrivá ingresó en el Seminario de Logroño en 1918, y en él permaneció durante los cursos 1918-19 y 1919-20. Nos dice Jaime Toldrà1 que, para matricularse en ese Seminario,

 

Josemaría tuvo que aportar un certificado del Obispo Administrador Apostólico de Barbastro, Emilio Jiménez Pérez, dando la conformidad a su deseo de ingresar en el Seminario de Logroño y concediéndole el exeat —la excardinación— por el cual transfería toda su jurisdicción ratione originis por razón de origen— al Obispo de Calahorra. La excardinación está fechada en Barbastro, el 12 de noviembre de 1918. Completaban la documentación la partida del Bautismo y la de Confirmación.

 

CONTINUACIÓN

 





El Papa Francisco parece sentirse incómodo.- Comentafotos

El Papa Francisco parece sentirse incómodo en la primera visita de los representantes del Opus Dei.

Cuando estaba en la obra de Escriva me contaron una anécdota de un prelado de Madrid (Eijo y Garay ?) que iba a reunirse en audiencia con dos jesuitas, y que daba por hecho que iban a hablarle mal de la obra de Escriva.

Al parecer, ya sentados, y ante el inicio del discurso por parte de uno de ellos (de" los de siempre" como nos decían desde el primer momento), el prelado hizo un ademán con la mano, como de alto. Se puso a liar un pitillo en silencio, lo engomó, se lo puso en la boca, lo encendió, aspiró una bocanada y comentó para sus adentros: ahora ya somos dos contra dos.

Esta incomodidad de ese prelado es la que ahora observo en las fotos de esa entrevista, pero casi al revés.

Las fotos más interesantes de las publicadas por el servicio fotográfico del Vaticano, me parecen las de la entrevista a solas entre el Papa y el prelado de la obra de escriva. El prelado debió de llegar a esa entrevista tan ansiada con un discursillo e introducción muy bien pensada y elaborada para caer bien y poder sintonizar desde el primer momento con el Papa Francisco. Es posible que el tema elegido fuera el de la pobreza, pero podía haber sido cualquier otro: dirección espiritual, proselitismo...

Debió de ser una introducción para dejarle claro al Pontífice lo bien que ese tema se ha vivido desde el inicio de la obra, porque nuestro fundador lo había vivido heroicamente, así y así... y había mandado a sus hijos lo vivieran de un modo exquisito.

Se me ocurre pensar que aún no había terminado la exposición del mismo... cuando el Papa va levantando la mano izquierda en actitud de no conformidad, y luego de una forma más visible de ¡alto ahí! Mientras el prelado está en el trance de no haber visto su mano o no entender que el Papa le contradiga y, en vez de una aprobación clamorosa a su buen trabado discurso, se encuentra con un disentimiento en toda regla. Mal empezamos... debió pensar.

Me sorprende la llegada del pontífice con la mirada baja ante el trío que le espera. Le cuesta levantar la vista hasta que no empieza una conversación normal. Eso es disgusto. Llama la atención la mirada inquisitoria -a cualquier detalle por mínimo que parezca- de la expresión del Papa para escrutar el grado de calor o frialdad del acogimiento, y  saber qué piensa el pontífice sobre su obra.

Hay que advertirle al custodio 2, que no es de buena educación mirar con tanta insistencia. Crea en el interlocutor turbación y coacción.

No se observa en el custodio 1 -al que no se puede nombrar en esta página- la familiaridad de trato que mostró en las fotos de la pasada entrevista con el Papa Benedicto, al que tomaba y acariciaba la mano con una confianza llamativa, mientras le hablaba como para quitarle todos los temores y reticencias sobre la obra. Parece como si el Pontífice estuviera metido en tamaña encrucijada que estuviera materialmente en el "bote". No me extrañó, por tanto, aquel artículo en el que se le reprochaba al Papa la cobardía de la huida de sus obligaciones. Duro revés para ellos y enorme incertidumbre de futuro con el próximo. El tiempo les ha dado la razón.

En las fotos de los cuatro, el Papa está mucho más entretenido en mirar a los fotógrafos que tiene en frente, fijándose en pequeños detalles de su trabajo, mucho más interesante que poner cara de foto con los personajes que le acompañan, dejando de mostrar la alegría habitual con la que se le ve en otras audiencia con la gente que le visita.

Comentafotos





La apabullante contradicción de don Antonio Pérez-Tenessa.- Josef Knecht

Comento la breve nota de Pepito (14.06.2013) dirigida a Carocha (12.06.2013). Estoy de acuerdo con que don Antonio Pérez debió de ser un hombre de gran valía. Y también concuerdo con Pepito en que tardé muchos años en enterarme de la existencia de aquel ex Consiliario en España; la primera vez que oí hablar de él, yo ya llevaba en el Opus más de diez años sin haber recibido hasta entonces ninguna información al respecto. Pero no veo por qué motivo los comentarios de Carocha acerca del comportamiento de don Antonio Pérez sean mezquinos.

 

Los juicios de Carocha sobre don Antonio (en concreto, sobre sus silencios post-Opus) me han parecido certeros y realistas. De hecho, el artículo de Pérez-Tenessa publicado en El País el 13.04.1992 y titulado No hablaré mal de la Obra roza el esperpento de la contradicción. Por un lado, insiste en que no ha hablado nunca mal del Opus Dei ni desea hablar mal de esa institución, “muy respetable”; pero, por otro lado, los argumentos pendulares del propio artículo (una de cal y otra de arena), así como el tono entre nervioso y amargo con que su autor se expresa sacan a relucir, como si de la erupción de un volcán se tratara, unas críticas tremebundas contra el Opus Dei, hasta esa fecha reprimidas y entonces vomitadas con una visceralidad trágica. Sólo ese artículo periodístico echa por tierra su voluntad de no hablar mal de la Obra, ya que la crítica anti-Opus en él patente y latente es demoledora.

 

Por tanto, a la vista de la apabullante contradicción de ese testimonio, habría estado del todo justificado que don Antonio Pérez hubiera contado años antes todo lo que sabía acerca del Opus Dei y de su fundador. Revelando esa información, se hubiera comportado como un caballero valiente y no hubiera incurrido en la rotunda contradicción que él mismo protagonizó en su artículo de El País. Es más, esa contradicción desdice de su supuesta caballerosidad de mantener “un respetuoso silencio”; de ser eso cierto, ¿por qué rompió el silencio con la publicación del artículo?

 

Por otra parte, si don Antonio Pérez hubiera expuesto al público sus conocimientos sobre el Opus Dei a su debido tiempo, habría contribuido a que muchas personas, en España y en otros países, no hubiésemos caído en las redes proselitistas del Opus, y así se hubiese evitado el inútil sufrimiento de bastante gente. Su “respetuoso silencio” ayudó al proselitismo exitoso de esta institución durante los años de la España de Franco, mientras el sufrimiento padecido por el propio Pérez-Tenessa en su silenciosa intimidad se extendía a cientos y cientos de personas más. En parte, el éxito proselitista de aquellos años y sus penosas consecuencias se debieron –subrayo: sólo en parte– al silencio de don Antonio Pérez, el cual en otros aspectos de su vida habrá sido un caballero, pero en este aspecto evidentemente no lo fue.

 

Josef Knecht





La represión emocional y el Opus Dei.- Unocomocualquiera

La represión emocional y el Opus Dei. No quiero ocuparme de mis sentimientos

Retomaré un tema en el que se ha notado cierto interés. La intención es concientizar a todos los miembros y ex miembros de la Obra sobre las limitaciones y desviaciones que se pueden generar cuando los sentimientos son reprimidos en vez de educados. La Obra enseña a reprimir los sentimientos. Tiene una metodología concreta para hacerlo:

1.    El punto Aristotélico-Tomista donde se proclama el gobierno de la Inteligencia e Imperio a la voluntad sobre los sentimientos.

2.    El satanizar el sentimentalismo y glorificar la actitud estoica… “hacer la voluntad de Dios, caiga quien caiga”

3.    El concepto negativo de estar sentimentalmente apegado a algo, como opuesto al amor de Dios. “El corazón no se puede compartir” nos dicen.

4.    El concepto ascético de que el corazón debe vaciarse de uno mismo para meter a Dios, implicando vaciarse de todo sentimiento y afecto...



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Las donaciones al Opus Dei.- Daniel_M

Conrad:

Nos recuerdas parte de una sentencia de un tribunal francés (caso Catherine Tissier (22/04/2013) y razonas, en tu escrito publicado el lunes 10-06-2013, lo siguiente:

«En sí, con base en este razonamiento judicial (que es pura lógica jurídica) podemos hablar de que todos los actos dentro de la institución que pudieran tener trascendencia jurídica, efectivamente la tenían, por mucho que hubiera un compromiso religioso que los fundamentara en última instancia.

Dicho de otro modo, por ejemplo, las donaciones de los miembros del Opus Dei a la Prelatura o a sus iniciativas no dejan de ser donaciones (sujetas, por seguir poniendo ejemplos, a revocación bajo determinadas circunstancias) por el hecho de que se fundamentaran en un compromiso religioso. Como veréis, esto puede dar para mucho.»...



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Poema al Opus Dei.- Unex

Negra Empresa,

negrísima, negra.

Soy presa que prensas

en garras que agarran

y enganchan más

cuanto más nos agachas

en norias de burricos y patitos.

 

Perdona. Soy persona de paz

y no un animal numerado

o una numeraria de carga

a la cola de la Firma.

 

Perdona. Soy un ser humano

con hermanos quese siguen formando

sin que nos informe la madrastra guapa

de cada noria, cada burro, cada rebuzno

que sigue filmando y deformando.

Las deprecaciones depravadas

de tu obra

están impresas en tus presas depredadas.

 

¡Oh Pus!, que enfermas

tú mismo y lo que tocashaces supurar “in aeternum”.

Llagas, laceras, mortificas, arrasas,

disciplinas, rompes, anulas, rajas,

cilicias silencios

que compras con oro y sin decoro

en nalgas y piernas,

atrofiando caminos y caminantes.

 

Caminante no hay camino ni se hace camino al andar,

Sólo patadas ypitidos de quienes han pitado

en mala noche para negra Empresa

trocando los infinitos caminos que despuntaban

en los 999 puntos

de un descamino inventado.

 

Tu dios es Midas,

tu reino lo mides

en devorar sin medida

alcurnias, dineros, poderes, personas.

Tu triste y alargada figura de Saturno

no es la del caballero Quijote.

 

Alargas tu mano larga y tu triste rostro de Greco,

pero aunque te vistas de sedamona te quedas:

no te convierten en caballero

tus monadas y marquesados.

Tus marquesinas languidecen la vida

sin mar, sin quilla,

en un amor encallado,

en callados tormentos

de canas encallecidas:

un “duc in altum!” que el ilusionista negro

transformó en un “dux in altum!”,

en un “omnia in duce!”

sin “bonum” alguno,

con culto al inculto

de los cautivos incautos.

 

Has envejecido la historia,

has introducido la histeria,

has ennegrecido las pinturas negras de Goya,

Oh Saturno,

por miedo a tus propios hijos y a los ajenos.

Triste herencia la de tu figura alargada.

Después de tu tierra yerma

con brindis al sol en noches oscuras,

sólo cabe esperar, en barbecho,

renuevos que se vislumbran

en un amanecer sin ti.

Hermano humano. Quiero respirar.

Soy persona de paz.

 

UNEX





Para el presbítero Vicente Pazos.- Almita

Para: "Padre" Sr. Presbítero Vicente Pazos

 

Primero, por ser de bien nacidos, agradecerle por el inmenso favor de ayudarme a salir del opus Dei que, a su pesar, fueron casi 20 años y su "gran" labor "pastoral" dentro de la labor de San Miguel, maltratando almas. Imagino que debe estar muy mayor y espero en Dios que viva y pueda tener tiempo de reparar, expiar y demás cosas que nos explicaron para buen morir, solo le deseo el mayor de los bienes.

 

Como decía vuestro fundador, no eximía de culpa a los que convivieron con el que no perseveró. Su contribución fue abundante. Si bien ya había aprendido a amar el sacramento de la Confesión mucho antes de pertenecer a la obra, afiné más aun dentro de la prelatura y a no buscar consuelos humanos. Así llegue con mucha ilusión, amor de Dios y deseos de entrega, al centro que Ud. atendía y me encontré a un sacerdote que según los mayores ya olía a santidad pero en el trato de almas, solo daba gritos ininteligibles. Y los esperados consejos espirituales eran una "pachotada" que, en algún lado tenían el nombre de Jesús Nuestro Señor y allí en ese nombre y luego de mucho rezar intentaba encontrar algún sentido SOBRENATURAL. Lo expresado por Ud. cargaba mi conciencia con culpas y demás faltas de espíritu. Así empezaron las malas noches que derivaron en angustia y su clara consecuencia depresión a la que me resistí todo lo que pude, pero termine en el lógico proceso: Empastillamiento.

 

En medio de mi angustia. Ud. no le hacía ningún bien a mi alma. Intenté seguir la dirección espiritual con un sacerdote más joven que acudía al centro por otra labor y aunque no podía negarme la confesión, me obligaron a volver con Ud. Ahora sé que Ud. Y los directores estaban equivocados porque me obligaban a una práctica NO PERMITIDA por Nuestra Santa Madre Iglesia Católica, la de no dejar libre elección para confesarse con quien uno elija.

 

Sepa Ud. que además me di cuenta de un detalle, que Ud. trataba así a las almas menos favorecidas económicamente pues en la misma ciudad animaba a otras almas con consejos de irse a comer chocolates a la administración y que luego le avisaran a los directores de turno. Llegué a esta conclusión luego de encontrar ya fuera de la obra, almitas que con su testimonio también sufrieron la tortura de tenerlo a Ud. de "pastor".

 

Los males físicos son más fáciles de entender y hay más ayuda incluso de la ciencia para superarlos o manejarlos. Los males y maltratos morales dejan un huella muy profunda, difíciles de curar, generando traumas de por vida y más aun la ciencia sabe poco. Lo invito a considerar su labor, hay almas están allí todavía tullidas por el trato con Ud. No son pocas.

 

Poniendo el manto de la comprensión y caridad, quizá los sacerdotes que así actúan los obligaron a ordenarse y con el pasar de los años, viendo su triste vida dentro de la obra, se llenan de amargura y se la cobran con los más débiles, quizá solo obedecían órdenes y un largo etc.

 

Ahora a lo lejos solo desearle que termine sus días en Santa Paz de Cristo Nuestro Señor. No olvide que "AL FINAL SEREMOS MEDIDOS POR EL AMOR".

 

Almita tullida




 

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