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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 15 de Diciembre de 2014



Tertulia con el Prelado el día del anuncio de su dimisión.- Agustina

IDEAS DE UNA TERTULIA CON EL PADRE

Roma, 12 de diciembre de 2014

Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe

 

Esta mañana hemos tenido tertulia con el Padre -muy cariñoso y simpático- porque quería celebrar con nosotros la fiesta de la Virgen de Guadalupe, aprovechando para animarnos a que seamos más marianos, a que sepamos ampararnos en Ella y a acudir a nuestra Madre como omnipotencia suplicante ante el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, para que proteja a toda la Obra que está cada vez más joven y más guapa.

Enseguida nos recordó que en la Audiencia con el Papa el pasado 1 de octubre, el Santo Padre le aconsejó que “cuidara su salud”, cosa que -decía el Padre- también le dicen en muchos sitios. A raíz de esto, y recordando que lo había previsto nuestro Fundador -que hasta hizo construir una zona en Villa Tevere-, nos ha comunicado que, de acuerdo con el Consejo y la Asesoría ha decidido nombrar Vicario Auxiliar a D. Fernando Ocáriz y Vicario General a D. Mariano Fazio (que ha venido con el Padre en el coche y estaba presente en la tertulia). Así, el Padre no tendrá la carga de trabajo que tiene actualmente. Aunque esa figura está prevista en los Estatutos, nunca se había nombrado a nadie. El Padre nos ha dicho -con buen humor- que eso no significa que se vaya de vacaciones, ya que va a seguir trabajando, pero tendrá más ayuda. Y lo primero que debemos hacer es rezar por ellos para que todos hagamos la Obra como Dios quiere.

Ayer mismo D. Mariano llevó al Papa Francisco la carta en la que le comunicaba esta decisión. El Padre ha comentado que el Santo Padre, al recordar el comentario del día 1, dijo a D. Mariano algo así: "Bueno, yo le dije que se cuidara, pero no me refería…". El Padre ha aprovechado para insistir en que estemos siempre muy unidos al Romano Pontífice, hasta en los detalles más pequeños.

Luego evocó la estancia de nuestro Padre en México, para hacer una novena en la Villa de Guadalupe, el mes de mayo de 1970, adelantándonos también que, en su momento, se publicarán las notas tomadas de lo que nuestro Padre rezó (no lo ha dicho, pero sabemos que esas notas las tomó precisamente el Padre). Nos recomendó que sepamos rezar como san Josemaría: Señora mía y Madre mía…

También nos ha dicho el Padre que seamos Opus Dei, pidiéndole al Señor que nos hable con claridad y nos exija. Y concretaba: el Opus Dei solo se puede hacer si tú y yo somos fieles, si cada día cumplimos las obligaciones que tenemos. Si algo nos apartara un poquito del Opus Dei, acudamos a la intercesión de la Virgen.

Igualmente, nos ha pedido que seamos buenos hijos de nuestro Padre, que de algún modo nos persigue paternalmente, y le preguntemos en diversos momentos del día cómo quiere que actuemos. Podemos enfrentarnos a él y decirle: Padre, ¿cómo quieres que haga?.

Al final nos ha dicho que el domingo irá a Pamplona para revisión de los ojos. No ha descendido a detalles, pero sí nos ha pedido nuestra oración.





De nuevo, una respuesta a JaraySedal.- Antonio Esquivias

Realmente te agradecería Jaraysedal que dejaras de hablar de mí y que me achaques  opiniones y preocupaciones que deben ser tuyas porque mías no son.

Me da lo mismo lo que pase con el Opus Dei. Yo me desligué enteramente de esa organización hace 15 años. Lo único que digo es que no puede continuar actuando en la sociedad si no respeta los derechos humanos.

En mi opinión, y no solo en la mía, los derechos humanos son el límite que permite a una institución existir y operar en un Estado.

En este momento el Opus Dei no respeta ni los derechos humanos laborales ni tampoco el derecho a la libertad religiosa y de conciencia. Por tanto se le debe obligar a respetar estos derechos.

Esto me parece un punto que une a creyentes y a no creyentes. Los primeros interesados son los damnificados por esos incumplimientos de derechos, incluso aunque sean miembros del Opus Dei, como lo son todos los que trabajan en la organización y no tienen reconocidos los derechos laborales.

Antonio Esquivias





Sobre el carisma de la Obra.- Xavier de Barcelona

Creo que bien puede resumirse el espíritu de la Obra en eso de poner a Cristo en la cumbre de las actividades humanas. Pero como me parece un objetivo político propio de la convivencia en común de los ciudadanos no me parece que pueda ser llamado su carisma religioso.

Si algún día la Obra se convierte (sociedades y naciones más crueles se han cristianizado a la largo de la historia y todos los cristianos están llamados a convertirse y reconvertirse mejorando su dirección hacia Dios), en ese caso supongo que su carisma o don de Dios para beneficio de la comunidad pasará a ser simplemente eso de la santificación del trabajo, ese ofrecerle a Dios el trabajo profesional ya sin una finalidad política discretamente oculta, aunque seguro que tal dedicación de algunos cristianos además de servir a la Iglesia influiría en la convivencia colectiva social. Y entonces supongo que ya no le harán falta figuras jurídicas raras y exclusivas pudiendo integrarse junto a otras instituciones de la Iglesia.

Lo afirmo sin tener formación universitaria y como un simple afectado por la Obra, no soy un ex miembro.

Los fines políticos de los cristianos son legítimos individualmente y en asociaciones políticas, pero no son legítimos en instituciones religiosas. El lío que montó Escrivá para lograr la cuadratura del círculo de una institución religiosa con fines políticos creo que es el origen de tantas contradicciones, claroscuros, gnosticismos, engaños y falsedades. Es lo que pasa tratando de mezclar santidad de cruzado y perfección evangélica, son como agua y aceite, por eso la Obra nos recuerda tanto al caso de los Templarios, y encima yo creo que el Opus Dei debía hacerse discretamente para no escandalizar muy conscientes los fundadores de estar haciendo algo indebido pero que consideraban una treta inteligente y necesaria.

Comencemos porque se nos atraía y congregaba con apariencias y objetivos religiosos sólo a buenos cristianos de corazón generoso, pero en la Obra las praxis que llegaban de arriba buscaban una eficacia deshumanizada generadora de una exclusión que faltaba a las caridades más básicas, ¡y que hubiera que vivir todo eso como algo propio de nuestra fe religiosa cristiana! ¡Vaya locura, qué sinsentido, cuanto daño y cuanto dolor!

Un sentido abrazo ya navideño para todos y todas,

Xavier de Barcelona


 

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