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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 10 de Noviembre de 2014



La lucha por la verdad.- Heraldo

La lucha por la verdad
Heraldo, 10/11/2014

 

La finalidad de Opuslibros es ante todo la que su coordinadora le ha querido dar, aunque es posible que dicha finalidad haya sufrido alguna transformación a lo largo del tiempo, sobre todo en atención al auge que ha logrado. Entiendo que Agustina sólo pretendía, de modo inicial, colgar los libros silenciados por el Opus Dei para que pudieran ser accesibles a todo el mundo. En todo caso es ella quien podría aclarar este punto cuando le parezca...



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La seguridad social de los numerarios.- Gervasio

 

La seguridad social de los numerarios
Autor: Gervasio, 10/11/2014 

Que la totalidad de los numerarios del Opus Dei tengan seguridad social se presenta al día de hoy como algo acuciante, habida cuenta que cada vez son más los numerarios que se dedican con carácter exclusivo a las labores internas de la institución. La de numerario parece haberse convertido en una vocación encaminada a los trabajos internos...



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Sorprendente.- Diego María S. Bustamente

Caí por casualidad hace unos años en este lugar. Me resultaron simpáticas algunas de las intervenciones. Escribí unas líneas y, para mi sorpresa, provoqué un escándalo: me limité a decir que ocupaba el puesto en ese momento de Cónsul General en Stuttgart, que años, muchos años, atrás, había sido numerario y que era feliz, dentro de un orden; añadí que nadie me persiguió nuca ni me dio la vara. Por lo visto toqué una fibra sensible: ignoraba que los participantes en este cenáculo han de ser rencorosos y sentirse, en la medida de lo posible, jodidos.Hasta se me echó en cara que fuera Cónsul General...lo que he continuado siendo en otras localidades.

 

La curiosidad me hizo repetir la experiencia en ocasiones espaciadas (no de escribir, sino de observar) y comprobé que mi primera impresión no estaba equivocada. Pues lo lamento, ex-hermanos, ex-hermanas (aunque yo no me siento "ex" de nada: hice la mili y no me considero "ex-militar".

 

Caigo en la cuenta de que conozco a varios de los socios fundadores de este grupo. Un cierto pudor me impide referirme a ciertas cosillas que les atañen, de las que en su día fuí testigo.

 

Diego María Sánchez Bustamante

 

Ministro Plenipotenciario (sin ánimo de ofender)





Queridos amigos anónimos.- Erasmo

Queridos amigos anónimos

Como resulta tan frecuente en esta página web, el comentario de JARAYSEDAL en torno al asunto del anonimato, me pareció excelente.

Después de todo, ¿qué importan los nombres? Lo que importa es lo que alguien dice, no el nombre de quien lo dice.

En esta web he leído textos fantásticos que me han hecho mucho bien. GRACIAS; no conozco a los autores y no me interesa conocer las letras que pusieron en su acta de bautismo. Parole, parole.  

Propongo la siguiente frase  que espero se haga “célebre”: “LO QUE IMPORTA ES EL VINO, NO LA BOTELLA”

Erasmo





Rectificación a Jaraysedal.- Antonio Esquivias

Realmente no pensaba contestarte Jaraysedal pero hay algo en tu escrito que me ha indignado, ahora sí estoy francamente enfadado. Es cuando calificas mi petición de “ilegal”. El contexto es el siguiente: “Hay un interés crematístico legítimo, pero ilegal. Pensando mal, sería una forma de presionar en tus negociaciones para que te reconocieran tu tiempo de clérigo”. Dejo aparte que deberías leer mejor cuando te dedicas a rebatir a alguien porque el tiempo de clérigo ya lo tengo reconocido...



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Monseñor y sus obispos.- Pepito

           Lo que Junio cuenta no me cuesta nada creerlo. A nuestro santo preferido le encantaban las exhibiciones de demagogia, como la que Junio recuerda o como aquellas proclamas de que él amaba la libertad más que nadie y por encima de todas las cosas. En este caso, además, median otras circunstancias: Él, que al parecer había intentado que lo hicieran obispo como a su modelo/anti-modelo Herrera Oria, decía aquello de que había conocido a unos cuantos papas y a unas cuantas docenas obispos; pero que solo había conocido a un fundador del Opus Dei (¡chúpate esa!).

Yo sospecho que a buena parte de los obispos, y sobre todo de los españoles, los consideraba como “chicos de mucho mérito”, como decían sus amigos/as de Neguri (por no decir paletos), a los que podía deslumbrar con una buena comida en Villa Tevere (con criadas de uniforme y un buen rioja servido en jarra, por supuesto); y con llevarlos luego en coche a su casa, pero aclarando -como aclarado dejó- que el prelado en cuestión no debía sentarse en el asiento de atrás, como si el hijo suyo que lo llevaba fuera un vulgar chófer (pues él los gastaba de arquitecto para arriba), y sentado en el asiento de atrás.

En fin, está claro que le interesaba ganarse a los obispos para su causa; pero nada más. En todo caso, me parece claro que su actitud de puertas adentro era la de que “ante el Padre”, un obispo no es nada o, como mucho, es uno más. ¡Genio y figura de Nuestro Padre! Y lo digo sin encono ni amargura alguna y sí con todo el sentido del humor que al cabo de los años Dios me ha conservado.

Pepito





Más que un educador, el fundador sería un dirigente.- Paiquito

Hola.

 

Quisiera matizar un comentario pasado, en el que dije que el opus dei es una escuela. Creo que quizá no sea el propósito del mismo el educar, sino el conducir. Entonces, el formato de decir discursos, sermones, son parte de un esquema: te lo digo en público, para obligarte, y te lo pido en privado. En ambas partes del proceso están los directores, y en medio, el oyente, que sería el residente.

 

A partir de lo anterior quisiera comentar el pasado escrito de Junio, en donde narra una anécdota del fundador del opus dei, quien le daba lecciones a todos, ya sea oratorias, ya sea con ademanes, pero siempre era la cúspide, de donde todo provenía. Y quizá era su afán de ser educador, pero a la fuerza, es decir, que no tenía mucha paciencia con los errores de los demás, y públicamente mostraba la señal de lo que sería una buena o mala conducta.

 

Yo me imagino que más que un educador, el fundador de la prelatura sería un dirigente, y que el formato de la educación es una lectura de los deberes y reglas. Y no puede haber dos dirigentes, sino solo uno. Entonces, dentro de ese esquema hegemónico, no hay obispo que valga.

 

Saludos cordiales.

Paiquito





La idea de la carta abierta.- E.B.E.

Según diversos diccionarios consultados, la carta abierta está siempre dirigida a una persona, no a un conjunto, y es una carta que se hace pública o se publica en un medio de comunicación.

Frente una carta abierta dirigida a un conjunto, es lógico que cada uno de ese conjunto se sienta interpelado personalmente como si hubiera sido destinada individualmente a cada uno, al estilo “I want YOU”:

 

Me da la impresión de que ese era el modo de predicación que se usaba en el Opus Dei (según la memoria que conservo), donde, si bien el discurso apuntaba al conjunto de oyentes en general, en realidad había una interpelación personalizada (mezcla de aliento y extorsion moral), que se concretaba posteriormente en la charla con quien “nos trataba” o con el sacerdote, cuyo objetivo final era el reclutamiento.

La memoria de ese pasado no debe ser feliz para muchos. El “I want you” –por más fines nobles que tenga- puede ser causa de una cierta incomodidad en quienes ya se alistaron una vez y bajo las condiciones que lo hicieron (sobre todo de opresión moral, es decir, de imposición de pesadas cargas morales). Es como si, la condición de ex, debería suponer un nuevo imperativo moral -obligatorio para todos- de luchar contra el anterior imperativo moral del pasado, con la misión de vencerle (cfr. Losers y winners). Pero, lo que se experimentó angustiosamente una vez, no se desea sufrir de nuevo (además, la eficacia de OpusLibros va por otro lado).

Luego está el problema de la autoridad: ¿quién dice que dicho imperativo moral existe, es obligatorio para todos y cómo debe implementarse? Invitar libremente no es lo mismo que imponer o ejercer cierta presión moral.

El Opus Dei, con gran habilidad, utilizaba (y utiliza) el "dedo de Dios" para señalar y llamar. Con el tiempo, "la llamada" se terminaba pareciendo más a una "condena" que a un premio. El "I want you" era la propia voz de Dios, según el Opus Dei, y por eso resultaba dificil resistir. Que hayan ido 150 mil personas a la beatificacion de A. del Portillo es una prueba de ello. Con el tiempo, muchas de esas personas terminarán decepcionadas, como le sucedió a tantas de las 300 mil que fueron en 1992 a Roma. Que haya disminuido el número es todo un dato (no es lo mismo 300 mil que 150 mil, especialmente siendo España la sede del evento), pero aunque hubieran sido un millón los asistentes, dicha beatificación no dejará de ser una experiencia de la cual muchos se arrepentirán de haberla aplaudido con entusiasmo. El éxito del Opus Dei es producto del reciclaje de personas, no de una acumulación que va creciendo constantemente. Y aun así, si fuera un éxito exponencial que no se detuviera, no dejaría de ser producto de la simulación, y tarde o temprano se derrumbaría. Pero en el Opus Dei no se producen derrumbes espectaculares sino -tal cual válvulas de seguridad- desprendimientos continuos, y por eso necesita incesantemente nuevos prosélitos. Pese a todo, el éxito del Opus Dei, como institución, sigue manifestándose claramente a través de su permanencia en el tiempo, no sin un gran costo moral: confundiendo de manera sostenida a un flujo de miles de personas, que se va renovando gradualmente. Que hoy todos sonrían no impide que mañana muchos lloren.

Si la autoridad no está claramente constituida o reconocida (a los ojos de los destinatarios) o no es lo suficientemente fuerte, la carta abierta, dirigida a un sujeto colectivo de personas, resultará seriamente cuestionada, especialmente si tiene connotaciones imperativas, exhortativas o reprensivas. Dicha autoridad será seriamente discutida y posiblemente rechazada.

E.B.E.




 

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